Capítulo 8: - ¿Y en dónde se van a hospedar? Preguntó Marisa, cosa que al escucharse esa pregunta, todas saltaron con sus propuestas.

- ¡Vengan al Bosque de Bambú, donde en mi casa hay suficiente espacio! Les ofrecieron Mokou con su novio Eddy y Keine.

- ¡Ja! Pierdes tu tiempo, loca bipolar: Mejor vengan a la Mansión de Eientei, donde hay diversión, vídeo-juegos, comida y mucho descanso. Le apartó de los extranjeros Kaguya a Mokou y compañía, mientras que con Tewi, Reisen y Eirin mostraban el sitio donde ellas vivían y así podían estar los extranjeros.

- ¡Sal de mi camino, destructora de familias! -Gritó Mokou, arrojando a su rival a un lado y se volvió a acercar a la banda de amigos- La Mansión del Bosque de Bambú les da la bienvenida a ustedes, Extranjeros, pueden pasarla bomba con nosotras y con mi novio Cobbeplot Eddy. Dijo la peli blanca, hasta que en ese momento, de vuelta volvió a interponerse Kaguya con Israel, Tewi, Reisen y Eirin.

- Esa perdedora nunca aprende, ustedes vengan a pasarla genial a mi mansión, se podrán divertir con todo lo que deseen. Los sedujo Kaguya.

- ¡SUFICIENTE! Gritó Mokou y ambas volvieron a pelearse.

- ¿Es común que se peleen tanto? Preguntó Benson, a lo que Reimu se le acercó y puso su mano en el hombro.

- Todo el tiempo. Añadió la Miko, mientras que observaban a las dos chicas combatir y a sus novios, tratando de detenerlas.

En ese momento, Alice les ofreció con sus Muñecas de que fueran a vivir a su casa.

- Pu, pueden venir a la mía, no teman, no les pasará nada. Les dijo ella, pero también estaba Yuuka con Montana, la cual se les acercó amenazante.

- Son bienvenidos, pero no se les ocurra tocar mis Girasoles, los últimos intrusos Humanos que tuve, no contaron la historia. Les advirtió ella, era obvio que allí no irían.

Y mientras que toda la lluvia de propuestas seguía cayendo, Mordecai se paró arriba de una piedra para pedir la calma.

- ¡Escuchen, por favor, escuchen! -Pidió el arrendajo azul y todas las Youkais se callaron- Hemos decidido con quien estaremos: Y vamos a estar con...La Mansión Scarlet de las Hermanas Remilla y Flandre, lo mismo para con la Princesa Kaguya y la Princesa Mokou. Gracias. Dijo Mordecai, mientras que cada uno iba a pasar su estadía, pero se verían para estar juntos al salir de paseo.

- ¿Estás seguro, Mordecai? Le preguntó Benson.

- Tranquilo, así esta bien equilibrado el tema del hospedaje. Respondió el arrendajo, llevando calma a su Jefe.

- Bien, tienes razón en eso, bueno, gente, andando. Ordenó Benson, quien con Skips y Papaleta fueron para la Mansión Scarlet.

Allí abajo los esperaba Sergi con su DeLorean y con las Hermanas Remilla y Flandre.

- Suban, Caballeros, por favor, pónganse cómodos. Les dijo el español, mientras que cerraba la puerta y entraba en el coche, dirigiéndose hacia la Mansión Escarlata.

- Nos vemos a la noche, viejo. Se despidió Musculoso, quien con Starla y Fantasmano fueron a la Mansión de Eientei.

- ¿Y yo adónde iré? Preguntó Thomas al quedar solo.

- Tranquilo, tú irás con Rigby e Eileen a la Mansión del Bosque de Bambú. Respondió Mordecai.

- Está bien, nos veremos más tarde, amigos, veré si puedo conseguir un lugar en el pueblo. Se despidió Thomas del arrendajo y bajaron las escaleras con Mokou, Eddy y Keine para ir hacia su hogar.

Y por último, quedaban el arrendajo y Nube, los cuales decidieron ir con Kaguya, Israel, Tewi, Reisen y Eirin hacia la Mansión de Eientei.

- ¿Así que decidiste dividir al grupo para que fueran a distintos lugares para que así no hayan problemas? Felicitaciones, Mi Amigo, es lo más valiente que has hecho. Le felicitó Kaguya, así que bajaron las escaleras y se dirigieron hacia hogar.

Al quedar el Templo Hakurei tranquilo, Reimu pudo ver que el conflicto estaba solucionado.

- Igualmente tendrán que venir aquí y reparar el Templo, por suerte es solo esta pared. Dijo ella, mientras que ingresaba al interior de su hogar y Marisa la seguía.

- ¿No vas a pagarles? Le preguntó su amiga.

- Ni en pedo. Respondió ella, ya que estaba con las donaciones reservadas para verdaderos motivos, además de que estaba ahora en plena competencia con el Templo Moriya.

- ¿Y crees que es seguro que el primer grupo haya ido a la Mansión Scarlet? Muchos han ido allí y jamás volvieron. Le preguntó la rubia, cosa que eso no le preocupó a la Miko.

- ¿Para qué? Solo han sido intrusos, peor hubiera sido enviarlos con Yuuka, de ahí no saldrían ni siquiera con buena salud mental. Alegó la chica y de ahí, se recostó en su cama que estaba en el suelo para dormir un rato.

- Es que ahora no podré entrar a la Mansión Scarlet para "pedir prestados" los libros a Patchouli. Contó ella.

- ¿Siempre tenes que ser tan ladrona? Dios, Marisa. Respondió Reimu, poniéndose molesta por lo que hacía su amiga.

- ¡Ja! Igualmente lo seguiré haciendo, con o sin huéspedes, yo, Kirisame Marisa, seguiré entrando a la Biblioteca de la Mansión Scarlet y me llevaré tantos libros como pueda, lo mismo en la Casa de Alice. Agregó ella, pero se terminó llevando una buena golpiza de parte de las Muñecas de la chica de cabellos rubios, la cual no iba a permitir que esa ladrona entrara para que se llevara sus libros de magia y hechicería.

- ¡Y la próxima te convierto en Muñeca! Le amenazó Alice, quien se retiró del Templo con sus Muñecas hacia su hogar.

Al quedar la rubia toda herida, Reimu se le acercó para ver cómo estaba.

- ¿Lo seguirás haciendo?  Le preguntó con sarcasmo la Miko de cabellos negros.

- Como siempre digo: ¡Por supuesto! Respondió ella, poniéndose de pie y de ahí, se dirigió a su escoba, saliendo en vuelo hacia su casa.

Al quedar el lugar en silencio, Reimu aprovechó el momento para volver a dormir.

- Ahora, como dije antes, no hay incidentes ni nada. Solo paz. Paz y nada más. Se dijo ella, cerrando los ojos, mientras que se dormía.

Pero a las afueras del Templo, se veía cerca de las escaleras a Mima, el Espíritu Vengativo, la cual había llegado para atacar a Reimu.

- ¡Vamos a morir, Reimu, wiiiiiiiiii! ¡Vas a morir, Reimu, wiiiiiiiiiii! Exclamaba ella, mientras que subía con un carro con libros, causándole diversión al subir las escaleras.

En ese momento, al poner un pie en la entrada al Templo, se activó un escudo mágico, el cual la lanzó por los aires.

- ¡Ahhhhhhhhhh! ¡Volveré! Juró ella regresar y hacía la parodia de Terminator, poniéndose los lentes negros.

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- ¿Qué? ¿Qué fue eso? Ah, Mima, siempre viene a molestar, ¿cuándo se dará cuenta de que el Templo está protegido contra sus hechizos? Se dijo así mismo la Miko  y volvía a dormirse.

Por su parte, la Princesa Yuyuko con Youmu, las cuales habían ido a la reunión en el Templo Hakurei, estaban volviendo al Inframundo, cuando vieron en el Cielo de aquel lugar a Mima salir volando hasta estrellarse contra el árbol donde Yuyuko fue enterrada en el pasado.

- Pida un deseo, Señorita. Le dijo Youmu.

- Como me gustaría tener un banquete infinito de comida. Pidió ella, causando que su Jardinera se cayera al suelo, pensando que iba a pedir algo más bueno y concreto.

- No sería mejor que pidiera el deseo de volver a la vida. Le dijo Youmu.

- Nah, ya no, es mejor ser Fantasma, al menos no envejezco. Respondió Yuyuko y su deseo se cumplió, ya que apareció una enorme mesa con comida.

- Bueno, ¿y ahora qué va a...? Pero antes de que pudiera terminar su pregunta, la Princesa Fantasma se lanzó hacia la mesa con comida infinita.

- ¡Ya no vamos a perseguir más a Mystia ni a esos extranjeros, ahora tenemos comida para toda la vida! Exclamó la peli rosa, devorando todo lo que había, pero ésta no terminaba nunca.

Youmu respiró hondo y exhaló.

- Bueno, al menos tendré más tiempo para estar cuidando mis flores y ya no tendré que levantarme temprano para prepararle algún bocadillo nocturno o de madrugada. Dijo finalmente y se dirigió hacia los Jardines, llevándose la mesa hacia el interior de la mansión, donde su Señorita seguía comiendo sin parar.

Y regresando con nuestros amigos:

- Bueno, al menos no les tocó Yuuka, porque con ella, solo su novio ha sobrevivido a las brutas sesiones de tortura que le hacía en el pasado. Les contó Mokou, mientras que iban caminando por los Bosques de Bambú hasta llegar a su casa con Keine y Eddy.

- Es lo bueno, solo espero que Mordecai y Nube lleguen bien a esa Mansión de Eientei. Pidió Rigby.

- Tranquilos, ellos llegarán bien, pero que a Kaguya no se le ocurra venir a causarme pelea, porque esta vez la convierto en Princesa asada. Dijo Mokou y de ahí, ingresaron a su hogar, el cual era un bello sitio en medio de los bosques y la calma reinaba en toda la región.

- Entonces aquí comienzan nuestras aventuras. Mencionó Mordecai al ver con Nube la entrada a la Mansión de Eientei, donde allí esperaban Reisen, Tewi e Eirin, las cuales les dieron la bienvenida.

- Mordecai, Nube, bienvenidos a la Mansión de Eientei. Comunicó Kaguya y con Israel, les hicieron ingresar a su maravilloso hogar.

- ¡Cool! Exclamó la pareja sorprendida de ver un sitio tan pacífico y perfecto para pasar sus vacaciones.