Capítulo IX

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Capítulo IX:

Al Mundo puede tomarle cierto tiempo para que la tranquilidad y el orden colapsen. Se necesita, únicamente, de un "ingrediente" y es la acción que llevan a cabo las personas que solo buscan el provecho propio, sin medir las consecuencias de sus actos. Bastó con la fe ciega en el "Positivismo" y un iceberg para que el "Titanic" se hundiera en 1912 o que un joven estudiante Nacionalista asesinara al heredero al trono imperial de Austria-Hungría junto a su esposa en Sarajevo, dando por comenzada la Primera Guerra Mundial.

El ser humano no sabe reconocer, en cierto sentido, sus acciones y aquellos que son capaces de provocarlas, terminan escabulléndose e inculpando a inocentes que estaban en su camino, afectando a todas las partes por igual. Y "Defalt" no estaba fuera de excepción por lo que había ordenado hacer; todo lo contrario, aquella persona yacía en su casa, mientras que aquellos que habían huido de los laboratorios se encontraban portando un mal sumamente aterrador, convertidos en "bombas de relojería andantes", listas para estallar en cualquier.

El "Mercy Hospital and Medical Center", el cual estaba ubicado en la Avenida Michigan, había recibido a aquel "Fixer" y a su compañero, el cual condujo hasta detenerse en ese lugar y ver cómo lo trasladaban a una sala de observación. Su estado era delicado, ya que el color de su piel se estaba volviendo mucho más pálido, así como una experimentada caída de su temperatura corporal, lo cual podía llevar a un fallo cardíaco. Por eso mismo había sido conducido hasta allí y puesto en coma farmacológica hasta que pudiera recuperarse.

Por su parte, de vuelta en aquel edificio donde se hospedaban Takashi y su grupo, éstos habían vuelto para descansar después de su "Bautismo de Fuego". La experiencia que estaban ganando en el campo urbano era solo el principio, ninguno se convertía en "Justiciero de las Calles" en un abrir y cerrar de ojos, sino que, todo lo contrario, tomaba su tiempo. Y cuando se abrió la puerta de aquel sitio, la primera en ingresar fue la Dra. Marikawa, quien se recostó en la cama y se quedó profundamente dormida tras la acción acontecida en aquel lugar.

- ¿Qué hacemos? ¿La despertamos ahora?.- Preguntó Hirano, viendo que aquella médica se encontraba sumida en un profundo sueño.

- No, dejemos que descanse. Es lo mejor para ella.- Sostuvo Takashi y de ahí cerraron la puerta de su habitación para no molestarla con ningún ruido.

Aiden fue el último en entrar en aquel recinto y cerró la puerta. Luego de ello, caminó hasta los chicos y se quedó pensativo un momento sobre lo acontecido en los callejones de aquel edificio de apartamentos.

- ¿Cree que haya algo oculto en todo esto, Señor Pearce?.- Preguntó Saya, mientras que traía la evidencia.

- No me extrañaría y más con "Defalt", del cual creía que había muerto cuando se enfrentó a "T-Bone" pero, como bien dijo: "Hierba mala nunca muere".- Sostuvo el Nor-Irlandés con seriedad, mirando hacia los papeles y la notebook que se recuperó del operativo que efectuaron en ese inmueble.

- Cuando dijo que íbamos a ver "algo sumamente grande", ¿será que logró lo que buscaba? ¿Y si los "Viceroys" y el departamento al que entramos no era más que un señuelo?.- Sostuvo Hirano y los que estaban allí se le quedaron viendo fijamente. Takashi llevó su mano izquierda hasta el mentón, se le oyó murmurar algo por lo bajo y en un intento por unir las piezas, fue hasta la notebook y comenzó a conectarla a una fuente de energía, ya que la batería no estaría funcionando al 100% de su capacidad. Una vez que efectuó dicha parte, el joven castaño se metió y cuando llegó a la pantalla donde estaban todas las ventanas y archivos guardados, notó que habían una serie de "Carpetas" con nombres bastante curiosos.

- Miren esto.- Llamó el chico, hallándose sentado en una silla que daba a la mesa del comedor y llamó a sus amigos para que fueran testigos de lo que halló.- Observen estos nombres.

Saya se acercó, ajustó sus lentes y comenzó a leerlos, uno por uno.

- "Las flores de Mayo", "Mississippi en Llamas", "Escuadrón 731".- Nombró los primeros títulos de las carpetas.- Vaya, se nota que tiene o tenía un gusto, esta persona, por las películas clásicas, pero el último de todos es un algo sumamente polémico por lo ocurrido durante los tiempos en los que el Imperio del Japón tomó posesión del Noreste de China en los Años 20 y comenzó con su expansión territorial en aquel país. En la Provincia de Heilongjiang se estableció dicho complejo en donde se buscó la obtención de armas biológicas para utilizarlas contra los Comunistas y Nacionalistas. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial se hizo uso de dicho armamento contra objetivos militares y civiles hasta el final de las hostilidades. Y con lo ocurrido hace tiempo atrás, tal vez grabó algo en estas carpetas.- Señaló la peli rosa, mientras que relataba esa parte oscura de la historia de su país.

- Probemos.- Sugirió Takashi y de ahí se metió en las carpetas.

Un fondo negro, parecía ser una especie de "diapositiva" para una clase universitaria pero cuando comenzó a avanzar más, éste comenzó a notar ciertas notas que la persona responsable había dejado allí.

"Lo ocurrido en Tokonosu puede volver a pasar en cualquier parte del Mundo y no hablo de que los grupos terroristas puedan hacerlo.

Todo lo contrario, incluso un simple civil lo haría por algún motivo, incluso si tu jefe no te dio el aumento que te había prometido, uno lo utilizaría a modo de venganza...para después causa desastre mundial.

Sin embargo, lo que ese idiota de Jeffrey nos dijo, de parte de su primo, es que se resguardaron varias muestras de muertos vivientes y, parece ser, que se estuvo experimentando con aquel virus que asoló al Mundo, convirtiendo a las personas en esas criaturas hambrientas de carne humana. No nos dio mucho contexto sobre por qué estaban probando esto en una ciudad como Chicago, pero, ¿quién sabe?. Si los alemanes del Tercer Reich buscaron "mejorar la raza" y los japoneses querían desarrollar un arma biológica definitiva para ganar la guerra, entonces, la mayoría de las personas, son ignorantes de que nosotros solo somos, en simples palabras, los conejillos de indias para probar sus porquerías.

Lo que ocurrió en Japón es lamentable, ¿a quién mierda se le ocurre llevar a cabo experimentaciones biológicas y nucleares en una base de militar?. Pero esto es EEUU, mi amigo, puedes hacerle creer a la gente que Irak tenía armas de destrucción masiva, con el pretexto para robarles su petróleo y te apoyarán hasta cierto tiempo. Luego vendrán los tiempos de andar respondiendo. Volviendo al mencionado país, la fuga de este misterioso virus alcanzó, en primer lugar, al personal militar pero éstos fueron evacuados fuera de allí, mientras que la misma llegó hasta la población civil.

Pero ahora, con "Defalt", Dios, ese chico sí que está demente: Quiere ver arder el Mundo, hermano. No está en sus cabales y esto puede estar relacionado con sus derrotas, primero, contra el "Justiciero de Chicago" y después contra "T-Bone". Solo espero que no se le ocurra hacer una bomba biológica, porque no quisiera formar parte de un "Ejército" de zombies"

Al terminarse la primera parte de las diapositivas, Takashi pasó a la segunda, tecleando con rapidez y de ahí se mostraba el resto del trabajo.

"Saitama, Tokonosu, nunca en mi vida escuché algo así, pero, tengo entendido que el aspecto que los zombies tenían un pálido color en su piel y los ojos...hermano, ¿qué clase de monstruos son?. Yo creía que eran como los de las películas, no como monstruos sumamente aterradores. Pero también escuché que llamaron a esta enfermedad como el "Síndrome Sangriento" por la agresividad que esos malditos tenían y por el contacto a través de las mordidas...y pensar que la boca humana es un "nido" de innumerables bacterias".

El silencio volvió a cundir en aquel living, Takashi había terminado de leer, su parte había concluido y de ahí se estiró por el cansancio.

- ¿Acaso este tipo trabajaba para los "Fixers"?.- Preguntó Rei con sumo interés.- Si lo sabía, entonces debió ser uno de ellos o tal vez lo oyó de ese tal Jeffrey.- Dedujo la hija del Jefe de la Policía.

- Puede ser, sin embargo, ¿por qué se involucraron esos "Viceroys" en el tiroteo?.- Interrogó Hirano y era una buena pregunta.

- Bueno, mi padre siempre me contaba de que, en muchas ocasiones, las pandillas hacen el "trabajo sucio" de las Mafias. La Yakuza, por ejemplo.- Respondió y de ahí vio que Aiden le daba la razón.- Sobre todo si una banda así está en sus momentos de decadencia, harían cualquier cosa por un puñado de billetes y poder.

- Tienes toda la razón. Estás en lo correcto. Miren esto.- Le respaldó el castaño y de ahí mostró las imágenes de unas cámaras de seguridad que habían en la zona, revelando a cierto grupo de pandilleros.- Observen, esta gente es la que les hablé.- Señaló hacia la ropa que llevaban.

- Los "Black Viceroys"; así que estos tipos estuvieron metidos en el asesinato de su sobrina, Señor Pearce.- Recordó Hirano la charla que les había dado el norteamericano en el Salón de Profesores de la "Academia Fuyumi".

- Así es y se nota que, después de la muerte de "Iraq" han perdido poder y respeto.- Asintió el "Justiciero", ya que "Bedbug" estaba al mando pero éste le contaba que habían facciones que no estaban de acuerdo con él en la toma de decisiones y liderazgo.- Voy a tener que indagar un poco más de esto.- Sostuvo el castaño, poniéndose de pie.

- Hemos hecho un gran avance este día, así que será mejor descansar.- Propuso Takashi a sus amigos.- Y en vista de que no hubo tiempo para poder ir al supermercado y comprar la comida, sugiero de que pidamos algo para comer afuera, ¿qué opinan?.-

- No es mala idea.- Respondió Saeko.-

- Siempre quise probar la pizza americana, dicen que es muy buena.- Recalcó Hirano.

- Hay una pizzería cerca de aquí. Solo tengo que ir al banco a sacar algo de dinero de mi cuenta.- Dio Saya un paso al frente, pero Aiden le hizo una seña.

- Olvida el banco, hay algo que no te conté ni a ti ni a tus amigos, pero, en sus celulares, les coloqué un dispositivo que les permite extraer todo el dinero que quieran de cualquier cajero automático de la Ciudad.- Les contó sobre ese "regalo" que tenían.- Les servirá y más cuando tengan que estar bien pertrechados en combates armados. Sin embargo, no dejen que nadie los vea. Háganlo cuando el cajero este vacío.- Dio esos consejos.

- Vaya, sí que es todo un experto en esto, Señor Pearce.- Quedó Saya sorprendida.

- Para eso soy su "Mentor".- Alegó el norteamericano con sinceridad.-

- De acuerdo, entonces Hirano y yo iremos a esa pizzería. Además de darnos un paseo por el barrio. Nos estaremos viendo luego.- Se despidió Saya y salió con el peli negro hacia las calles.

[Advertencia de Ecchi en esta parte. Prudencia, por favor. También habrá algo de Lemon.].

Una vez que aquellos dos salieron, Rei fue a darse una ducha y Takashi permaneció en el balcón, mirando la belleza de aquella ciudad tan enigmática y rica en historia, arquitectura, así como también empapada por corruptos, Mafias, bandas armadas y demás. Pero eso no le quitaba lo espectacular que era, el aire que se respiraba, esa sensación de calma, mientras que, desde aquel piso, todos parecían hormigas, tan pequeñas, tan numerosas. Sin embargo, en aquel momento, cuando la ducha cesó su labor, el chico se volteó y observó a su novia, vestida con un brasier y panties blancas, resaltando su belleza física.

- ¿Me estabas buscando, Takashi Komuro?.- Preguntó Rei con una voz cargada de encanto, moviendo su dedo índice de la mano derecha, llamándolo para que "respondiera".

No podía ignorar aquella muestra que tenía ante sus ojos: Era perfecta. Había sido un tonto con dejarla partir con Hisashi, hubiera hecho las cosas de distinta manera, pero no tuvo las agallas para hacerlo y más al tratarse de que aquel chico fallecido era su amigo de la infancia. Ahora que él ya no estaba en este Mundo, Takashi se acercó a ella, quien se recostó sobre la cama, mientras que sus mejillas se ruborizaban y de ahí empezaba a besarla, suavemente, en el vientre, pasando su lengua y "saboreando" aquella parte junto a la suavidad.

Un impulso lleva al otro, es un escalón tras otro que no parece no tener fin, pero ambos estaban sumergiéndose en ese "Mar de Placer". Un viaje a través de las Estrellas, el canto que las Sirenas daban ante los marineros que encallaban sus navíos y hallaban la muerte a merced de estas criaturas, pero Takashi no caería tan fácilmente, sino de que "daría lo mejor de sí mismo". Fue entonces que comenzó a subir hasta alcanzar los atributos prominentes que tenía su novia, arrimándose, "ayudado" por ella, quien tomó su cabeza y la hundió sobre lo mismo.

Duró unos cuantos minutos hasta que el chico comenzó a masajear los pechos de la muchacha, llevando a que gimiera de placer. Desabrochó su brasier y los comenzó a lamer con puro placer en su cuerpo y alma, moviendo por las hormonas. Rei no podía aguantarlo más y lo tomó con fuerza, uniéndose en un "abrazo" caliente. Ya se había pasado el "Punto sin retorno" y fue entonces que el joven se quitó los pantalones, quedando semi-desnudo, mientras que su novia procedía a bajarse sus panties blancas.

- ¿Estás segura, Rei?.- Preguntó y ella asintió.

- No te preocupes, pero antes, ten.- Respondió con tranquilidad y le pasó un paquete de preservativos.

El muchacho procedió con colocarse aquello en su miembro viril masculino y de ahí quedó cara a cara con su novia. Ambos se miraron, la castaña le tomó del rostro con suavidad, besándolo a más no poder, mientras que éste iba metiendo aquello en su vagina, suavemente y causando que el rubor de sus mejillas alcanzara un intenso color rojo.

Las primeras embestidas fueron lentas hasta que decidió aumentar la velocidad de las mismas, provocando que la joven lanzara gritos de placer, evitando no hacerlos tan fuerte para que no los oyera nadie.

Aquello duró su tiempo y de ahí, cuando llegaron al "clímax", Takashi besó a su chica en los labios, apasionadamente.

[Misma advertencia. Prudencia, por favor.].

Mientras tanto, Aiden había quedado en aquel living, analizando aquellos audios que "Iraq" había grabado poco antes de su muerte en combate, así como también las evidencias que Saya y Hirano habían hallado en el departamento de los "Viceroys". Hasta el momento, la teoría que Rei había dado coincidía, ya que se repetía el mismo "Modus Operandi" que hizo "Blume" en el Pasado: Los contratos para sicarios extranjeros y "Fixers" para las labores de "silenciar" a los que se opusieran a sus proyectos oscuros.

Llevó un dedo hasta sus labios, tocándose la misma zona y quedando pensativo, sin darse cuenta de que, desde su habitación, aquella Capitana del "Club de Kendo" se aproximaba hacia él, vestida con su bikini negro como la noche. En un momento dado, ella se detuvo, quedando a sus espaldas y colocó sus manos, bloqueando la vista del hombre, tomándolo por sorpresa pero éste se dejó llevar por esa "emboscada". Inmediatamente, la joven se agachó y colocó su cabeza contra el hombro derecho del "Justiciero".

- Ha pasado un tiempo desde que iniciamos nuestra relación, jejeje, nunca olvidaré esos días; en especial el beso que tuvimos en el Templo de mi Sensei.- Susurró al oído del castaño, el cual la tomó con delicadeza, haciendo que se sentara sobre sus piernas.

- Nunca olvidaría un momento así. Tú me ayudaste a salir adelante tras la pérdida de Clara. La lucha contra la corrupción, en muchas ocasiones, tiene su precio, pero fuiste tú, Saeko, la que me guío fuera de ese túnel para alcanzar este nuevo camino.- Dijo Aiden, mientras que la miraba con ternura y no podía negarlo: Se veía preciosa.

Nadie podía compararse con ella y la belleza que portaba consigo.

Las mejillas de Saeko se volvieron carmesí al tocar el cuerpo bien entrenado de Aiden, el cual la acercó un poco más y sus labios comenzaron a sentir esa "unión magnética", en el cual sellaron un profundo beso, dejando que la pasión y el calor los inundara completamente. La chica se aferró a su nuca, rodeándolo y él colocó sus manos alrededor de la cintura de ella. Sus lenguas que danzaban, sin parar, la chica acercaba, aún más, su cuerpo contra el de su pareja, haciendo contacto y que el calor viajara entre ambos, como si de un puente se tratara.

- Eres alguien que tiene una fuerte determinación a la hora de proteger a los que amas.- Habló la Capitana del "Club de Kendo".- Cuando te conocí, apenas éramos "desconocidos" frente a los demás, pero eso cambió cuando trabajamos juntos en el momento en que todo el Mundo colapsó. La forma en la que combatiste a los zombies, incluso el momento en el que dijiste toda la verdad contra Shido, primero en el autobús y luego en la Mansión de los Takagi, motivó a que nosotros te respaldáramos frente a sus falsas acusaciones. Tú no eres un fugitivo de la ley ni un terrorista: Eres un héroe, Pearce y solo ellos, los ignorantes que prefirieron quedarse atrás, esperar a que Shido hiciera algo por ellos, cuando solo los manipulaba como sus peones, nosotros seguimos adelante y triunfamos.- Sostuvo la joven, tomando el rostro del "Justiciero" con delicadeza, mirando esos ojos y de ahí vino su parte.

- Tú también fuiste y sigues siendo una persona fuerte, no solo en el manejo de la katana y la supervivencia, sino también en espíritu: Nunca reconoces la derrota, peleas, aún cuando las adversidades son superiores en número, tú vas al frente, luchas, no te detienes ante nadie.- Dijo el castaño americano y ella acurrucó su cabeza contra el pecho de éste- Después de toda la travesía que viví: Las muertes de Lena y Clara, la lucha contra los corruptos, sobrevivir, destruir cualquier tipo de fuente que quisiera dar conmigo, creí que nunca iba a poder ser feliz con alguien. Las personas que yo conocía se fueron o murieron y no quería, al principio, de que algo malo te pasara. Luego fui testigo de que estaba equivocado, nunca te diste por vencida y eso me hace sentir seguro de ti y de mí mismo, de que podemos estar juntos, Saeko.- Recalcó el americano, sin soltarse de su amada japonesa.

- Ya no estarás solo, Aiden, nunca más. Te lo prometo y cualquiera que nos quiera impedir nuestro avance, lo detendremos.- Prometió ella, regalándole una sonrisa, mientras que él volvía a besarla.

- Así se hará. Tengo confianza en ello.- Finalizó el castaño y de ahí quedaron juntos durante su "momento privado".

[Fin del momento Ecchi.]

- Ufff...Ufff, ¿qué me está pasando?.- Se decía uno de los "Fixers" que había escapado de los laboratorios antes de que quedaran sellados.- Mi piel...¡¿qué mierda es esto?! ¡¿Qué me está pasando?!.- Bramaba el joven, agarrándose de la cabeza, mirándose al espejo y de ahí se estrellaba contra el mismo, regando el piso con sus restos cristalinos y empapados de sangre.- ¡Necesito...ayuda! ¡Ayuda...por favor!.- Gritaba y en ese momento comenzó a toser sangre, la cual salía coagulada.

Desde la casa de uno de sus vecinos, un hombre llamaba por teléfono a la Policía para denunciar lo que estaba ocurriendo en la otra.

- "911, ¿Cuál es su emergencia?".- Preguntó una de las operadoras.

- Es mi vecino de al lado, en la Calle 47, no ha parado de gritar por horas. Creo que está teniendo algún ataque o algo por el estilo. No lo sé, solo...solo veo manchas de sangre en la ventana de su habitación, en la segunda planta.- Relataba aquel individuo.

- "¿Lo conoce o algo por el estilo? ¿Ha tenido problemas?".- Quiso saber la chica desde la otra línea.

- No, no, para nada.- Negó el hombre todo intento de complicidad.

- "Quédese donde está, permanezca en su casa y no salga. Ya hemos enviado a una patrulla a la zona".- Le dio aquella operadora los pasos a seguir en una emergencia como esa.

Por su parte, en el "Mercy Hospital and Medical Center" comenzó con una repentina llamada para todos los médicos en la zona donde se encontraba aquel paciente ingresado. Las alarmas se habían encendido, dando a entender que estaba entrando en una especie de "convulsiones", mientras que dos enfermeros lo sostenían con fuerza, pero no había modo de frenarlo.

- ¡Inyéctenle un calmante, de prisa, no vamos a perderlo!.- Pidió el doctor a cargo, sin embargo, cuando uno de los enfermeros iba a amarrarlo, éste alzó la cabeza y lanzó un mordisco que dio en el aire.

- ¡Agh, hijo de puta, ¿qué le pasa?!.- Quiso saber aquel hombre moreno, mientras que su compañero traía lo indicado.

- Inyecten la anestesia. De prisa.- Pidió el médico, pero una de las enfermeras notó algo extraño cuando pasó su mano por la frente de la persona.

- Está helado, Dios, su temperatura corporal está en los niveles de "Hipotermia Severa".- Advirtió la mujer.- Doctor Watterson, mire sus ojos.- Señaló y aquellos estaban en blanco.

El hombre que estaba a cargo tragó saliva, su garganta estaba tan seca por la tensión vivida que casi se ahogaba con aquel líquido. De pronto, otra alarma volvió a sonar y se oyó un grito que provenía desde el otro pasillo.

- ¡¿Qué está pasando?!.- Preguntó uno de los sanitarios, mientras que intentaba agarrar a otro paciente que había venido con el que estaba amarrado, éste no parecía detenerse, ejercía una brutal fuerza y no servía nada de lo que el otro efectuaba para contrarrestarlo.- ¡Señor, por favor, vuelva a su habitación!.- Decía pero cuando alzó la mirada y contempló, horrorizado que su piel estaba pálida, así como sus ojos se hallaban bajo un color blanco, el misterioso atacante lanzó una feroz dentellada contra el cuello del enfermero, el cual fue cercenado, justo en la zona de la vena yugular, provocando que se desangrara en cuestión de segundos y cayera al piso, mientras que el otro comenzaba a alimentarse de su carne fresca.

Una de las enfermeras gritó e intentó alejar a aquella criatura que devoraba al caído, utilizando un matafuegos pero éste no parecía reaccionar, solo se encontraba concentrado en una sola cosa, alimentarse. Para empeorar la situación, otra alarma se había encendido en la habitación donde se hallaba el "Fixer" amarrado, el cual se zafó del agarre de aquellas correas que le habían puesto y se lanzó contra uno de los enfermeros, al cual mordió en el brazo izquierdo y luego de unos minutos, éste comenzó a experimentar lo mismo que los otros, en especial una tos sangrienta hasta que cayó muerto hasta que reanimó. El médico que estaba a cargo de esa zona sacó a los que no habían sido atacados, mientras que observaba, con terror en sus ojos, cómo los que no lograron salvarse se convirtieron en el almuerzo de esas criaturas.

Podía oír la separación del músculo, el hueso y la carne de los cuerpos, la sangre que caía contra el piso, empapaba las paredes. Uno de esos monstruos no paraba de roer la pierna de uno de los que mató, buscando algo más con el que hincar el diente. Aquellos que no sobrevivieron, volvieron a la vida y empezaron a embestir contra las puertas que daban a esa zona, intentando pasar a las siguientes.

- ¡No los dejen pasar! ¡Busquen a la Directora Meyer y comiencen a sacar a los pacientes de aquí, ahora!.- Ordenó el médico a cargo, encargándole a un grupo de sus compañeros de asegurarse de que nadie más resultara lastimado.- ¡Y llamen a la "CEDA", de prisa!.

No se dijo más y con un par de muebles pesados, lograron bloquear la puerta para que nadie pudiera cruzar.

Por su parte, en la cuadra donde el vecino había llamado a la Policía para que vinieran ante un misterioso "hecho delictivo", una patrulla se detuvo y bajaron tres agentes. Uno de ellos caminó hasta la casa de al lado para hablar con el había pedido socorro, mientras que dos de sus compañeros iban hacia la puerta del domicilio de la víctima. Llamaron pero nadie respondió, fueron tres avisos, por lo que los dos agentes derribaron la entrada e ingresaron en su interior, encontrándose con un extraño cuadro de situación.

- Hey, Mike, mira, allí.- Señaló Lois a su compañero moreno, quien notó una extensa mancha de sangre que había en el piso, justo cuando subieron hacia la planta alta.

- Carajo, esto no me gusta.- Dijo el policía y tomó su radio.- Central, traigan a la "Unidad Forense": Posible homicidio y...- Llamó pero cuando iba a terminar su oración, un extraño atacante se le lanzó encima, intentando morderlo en el cuello.

- ¡Resiste, amigo!.- Lois atacó con su porra, intentando inmovilizar al oponente, el cual rodó por el lugar, sin embargo, a pesar de que sus movimientos eran torpes, éste estaba dispuesto a todo, por lo que ambos policías apuntaron con sus armas.

- ¡Señor, tres avisos: Deponga su actitud hostil ahora mismo, ¿oyó?!.- Bramó Mike, cuyo sudor frío le perlaba la frente.

El cuerpo de aquella persona parecía temblar ante su propio peso. Lois observó cómo le caía el icor de su boca, mezclado con sangre y un olor nauseabundo que emanaba desde su interior, provocando que el agente le disparara en la cabeza y saliera corriendo afuera para vomitar.

Aquello que se estaba viviendo, tanto en el mencionado hospital como en ese barrio, era el principio de la calamidad que se estaba gestando sobre Chicago y que, tarde o temprano, terminaría por explotar.

Solo hacía falta un "empujón" más para completar aquella "tarea". Una mecha que encendiera el polvorín.

[Y el caos ha comenzado a emerger sobre Chicago, pequeños incidentes que pueden tener sus consecuencias más adelante. Sumado a ello, la primera parte ha sido tranquila hasta la parte del hospital y el barrio.

Mando saludos y agradecimientos para daniele583 (espero que te guste este capítulo, amigo, sobre todo al "Momento de diversión" que tuvieron Rei y Takashi, así como también Aiden con Saeko. Es un homenaje para vos), Linterna Verde Franco y los demás.

Cuídense, amigos y nos veremos en el capítulo que viene.

Buen Jueves de mi parte, Camaradas.].

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