Song 009

The Night We Met-Lord Huron

"Oh take me back to the night we met"

Emma estaba acurrucada en su cama, intentando dormir, pero los pensamientos sobre lo sucedido esa tarde no la dejaban en paz. Las emociones la tenían en un torbellino, y por más que cerrara los ojos, su mente seguía reproduciendo la escena una y otra vez.

De repente, un sonido la sacó de su ensueño: música fuerte, vibrante, rompiendo el silencio de la noche. Frunció el ceño, confundida al principio, hasta que reconoció la fuente. Era la banda de Rodrick, tocando fuera de su casa.

Emma saltó de la cama, alarmada. Miró el reloj: eran las dos de la madrugada. ¿Qué estaba pensando Rodrick tocando a esa hora? Se puso una chaqueta a toda prisa y salió corriendo de su habitación. Mientras bajaba las escaleras, podía sentir el ritmo de la batería retumbando por toda la calle. Los vecinos seguramente se despertarían pronto, si no es que ya lo estaban.

Cuando llegó a la puerta, la abrió rápidamente, y allí estaban: Rodrick y su banda, montados en el jardín, tocando una balada a todo volumen bajo la tenue luz de las farolas. Emma se acercó rápidamente, haciendo señas desesperadas para que se detuvieran antes de que los vecinos se enfadaran más de la cuenta.

—¡Rodrick! —exclamó Emma, tratando de hacerse oír por encima de la música.

Rodrick, al verla, sonrió, emocionado de que ella hubiera salido. Hizo una señal a los chicos para que bajaran un poco el volumen, pero continuó tocando, esperando que la canción llegara a su corazón.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Emma, apurada—. ¡Es mitad de la madrugada! ¡Los vecinos van a llamar a la policía si no paras!

Rodrick se detuvo, mirando a Emma con una expresión de culpa, pero también de determinación.

—Solo quería demostrarte que lo siento —dijo él, bajando la guitarra lentamente—. Sabía que no me dejarías explicarme, así que pensé que tal vez una canción ayudaría a... no sé, a que me perdones.

Emma suspiró, pasando una mano por su frente en señal de frustración, pero manteniendo un tono amable.

—Rodrick, lo aprecio, de verdad. Pero no puedes hacer esto. No a esta hora. —Miró alrededor, preocupada de que alguien ya estuviera observando desde las ventanas—. Necesito tiempo, y esto... esto no es la manera.

Rodrick bajó la cabeza, claramente arrepentido.

—Lo siento, Pecas—murmuró—. Solo quería arreglar las cosas.

Emma lo miró por un momento, su corazón todavía dolido, pero también sintiendo pena por la situación.

—Te agradezco que lo intentes, pero una canción no va a cambiar lo que pasó hoy. No se arregla con una gran demostración pública. Necesito espacio para pensar y procesar todo.

Rodrick asintió lentamente, finalmente dándose cuenta de que había ido demasiado lejos.

—Está bien —dijo en voz baja—. Te daré el tiempo que necesitas.

—Gracias —respondió Emma con un pequeño suspiro—. Ahora por favor, váyanse antes de que alguien se enoje de verdad.

Rodrick sonrió, aunque débilmente, y asintió de nuevo. Hizo una señal a los chicos para que recogieran sus cosas, y poco a poco, la banda comenzó a dispersarse. Antes de marcharse, Rodrick miró una vez más a Emma con una mezcla de arrepentimiento y tristeza en los ojos.

Emma lo observó marcharse, sintiendo una mezcla de emociones. Sabía que Rodrick lo había hecho con buenas intenciones, pero no podía ignorar lo que había pasado esa tarde. Con un suspiro profundo, regresó a su casa y subió las escaleras hacia su habitación, esperando que los vecinos no hubieran llamado a la policía.

Se tiró en su cama, mirando el techo. Era una noche más larga de lo que había anticipado.

A la mañana siguiente, el sol entraba suavemente por las cortinas, iluminando la habitación de Emma. El cansancio de la noche anterior todavía pesaba en su cuerpo, pero decidió distraerse limpiando y organizando un poco su espacio. Mientras rebuscaba en los cajones, en busca de un libro viejo que había guardado hacía meses, sus dedos toparon con algo inesperado.

Una foto.

Emma la sacó lentamente, frunciendo el ceño al darse cuenta de qué era. Era una fotografía vieja de su primera Navidad con Rodrick. Ambos sonreían, despreocupados y felices. Rodrick tenía un gorro de Santa Claus medio caído, mientras que Emma sostenía una taza de chocolate caliente. Estaban frente a un árbol de Navidad modestamente decorado, pero lo más importante era la expresión en sus rostros: amor genuino.

Emma se quedó mirándola por un momento, y sin poder evitarlo, los recuerdos la arrastraron de vuelta a aquel día.

FLASHBACK

Era su primera Navidad juntos. Emma recordaba cómo había estado nerviosa durante semanas, tratando de planear la noche perfecta. Quería que todo fuera especial: desde la decoración hasta el regalo que le daría a Rodrick.

—No te preocupes tanto, Em —le había dicho Rodrick ese día, mientras ella intentaba poner las luces en el árbol, algo frustrada porque no quedaban como ella quería.

Rodrick, siempre relajado, se había reído al ver lo mucho que Emma se esmeraba en todo. Pero cuando la vio morderse el labio con impaciencia, decidió intervenir. Con torpeza pero con una sonrisa, se acercó para ayudarla, y juntos lograron colocar las luces. No quedaron perfectas, pero Emma no pudo evitar reírse al ver el desastre que habían hecho.

—¡Bueno, al menos tiene personalidad! —exclamó Rodrick, encogiéndose de hombros mientras la abrazaba por la cintura desde atrás, haciéndola sonreír.

Cuando llegó la noche, ambos se sentaron frente al árbol, con tazas de chocolate caliente y cubiertos con mantas gruesas. Rodrick le dio un pequeño regalo: una pulsera con un colgante en forma de batería, algo que representaba su pasión y su conexión.

—Sé que no es mucho —dijo él con una sonrisa tímida—, pero pensé que te gustaría tener algo que te recordara lo que compartimos.

Emma, emocionada, lo había besado, sintiendo que no necesitaba nada más que ese momento.

—Es perfecto —le dijo, sintiendo su corazón latir más rápido.

La noche había sido mágica, una de esas que permanecen grabadas en la memoria por años. Era su primera Navidad juntos, pero en ese momento, Emma pensó que habría muchas más.

FIN DEL FLASHBACK

Emma salió del recuerdo con un nudo en la garganta, apretando la foto entre sus manos. Las cosas habían cambiado tanto desde entonces. Aquella Navidad parecía tan lejana, tan simple comparada con lo que estaban viviendo ahora. De alguna manera, en esos primeros meses, todo había sido más fácil, menos complicado.

Miró la foto una vez más y sintió una mezcla de tristeza y nostalgia. Parte de ella deseaba volver a esos tiempos, cuando su relación con Rodrick no estaba cargada de problemas y errores. Pero el presente era distinto, y no podía simplemente ignorar lo que había sucedido.

Emma suspiró profundamente y guardó la foto en un cajón. Quizás, algún día, podrían volver a sonreír así, pero por ahora, tenía que enfrentarse a la realidad tal como era.