Hey! Lamento la tardanza si es que esperabas más capitulos de este libro de porquería, aún que es obvio que no a si que no diré porque no estuve activa porque no es relevante y a nadie le importa.

Solo quería comentar que voy a editar algunas cosas de este libro y así para mejorar mi narrativa y escritura que pues no es tan buena, pero daré lo mejor que pueda porque me di cuenta que amo este libro a pesar de ser una aberración de la lectura, yo quiero mucho a este libro y a esta pareja.

Bien, empezamos con esto ya que se que quieres leer el capítulo, no saber de mi existencia y vida jahdjajd.

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Narrador.

Era un día lluvioso afuera en el bosque de los CienAcres, en una casa con madriguera incluida estaban un tigre y un conejo bebiendo una chocolatada caliente, el ambiente era tranquilo, tanto que una mínima palabra rompería esa paz.

¿Cómo había pasado?

Habían estado cosechando juntos a petición del rayado, queriendo ayudar a quien consideraba su mejor amigo, el roedor no sé nego a la petición a pesar de la actitud muy energética de su contrario.

Debido a la lluvia tuvieron que detenerse y el tigre tuvo que quedarse con el, pero con suerte, lograron cosechar todo a tiempo.

Ahora ambos estaban un poco cansados; aún que el tigre solo quería hacer aún más actividades.

- Hey Orejas ¿Podemos rebotar aquí? - El mencionado lo miro un poco molesto, ya le había dicho al rayado que no le gustaba que lo llamara "Orejas", aun que era una especie de apodo 'amistoso' no le terminaba de gustar, y también lo miro con obviedad, no podía saltar en su casa o la destrozaría, a si que su respuesta fue un.. -

- No, y ya te he dicho que no me gusta ese apodo- dejó su taza de chocolate caliente en la mesa y se cruzó de brazos un momento para después decir - pero hay mejores cosas que podemos hacer mientras, tal vez un rompecabezas, tejer o hasta limpiar un poco aquí, está empezando a formarse polvo en los muebles - dijo haciendo el intento de que su invitado no se sintiera aburrido, bueno ¿Que podía esperar del rayado? Tenía la actitud activa de un niño, no la mentalidad de alguien mayor -

Tigger solo miro a conejo con una expresión de no tener interés en hacer ninguna de esas cosas, pues el no sabía hacer algo mejor que saltar.

- entonces limpiamos aquí? - el tigre nego diciendo "ya está limpio aquí Cone", suspiro -  o dibujemos algo? - Conejo dió otra sugerencia sonriendo forzadamente, se estaba empezando a cansar -

- mmm.. - el rayado lo pensó un poco, y asintió, el no era mucho de dibujar pero cuando lo hacía el pensaba que era un gran artista -

El de amarillo le sonrió está vez de forma sincera, y ambos se pusieron manos a la obra. Conejo saco colores, lápices, hojas, gomas y sacapuntas de una pequeña estantería, las había traído de la casa de Cristofer Robin, en si no las utilizaba tanto, solo uno que otro día si era necesario.

Ambos peluches empezaron con su pequeña actividad, dibujando cada línea detalladamente, utilizando variados colores y tonos, no era divertido pero era entretenido.

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Paso un rato y de nuevo se volvió un ambiente aburrido para el de naranja, aún no acababa de llover y ya habían hecho alrededor de 7 dibujos en total, bien detallados y bonitos a decir verdad, entre los dibujos habían zanahorias, resortes, dibujos de retratos de ellos dos, hasta uno de Cristofer Robin, conejo tomo las hojas y las cómodo en una mesita, mientras el tigre observaba desinteresado.

- Esto es aburrido Cone -

- No lo creo, a mí me parece que es un buen ambiente, y acabamos de hacer algo entretenido ¿No? - contesto el roedor colocando los lápices de colores y las hojas en sus respectivos lugares, le encantaba el orden y siempre lo daba a demostrar. -

- Si pero ya acabamos y aquí no ocurre nada interesante, ¿Estas seguro que no puedo dar ni un salto pequeño? -

- No, y ni pienses en tratar de convencerme - puso sus manos en sus caderas mirando al rayado que se sentó en uno de los sillones con una expresión de total aburrimiento, se aproximó a una de sus estanterías y saco un libro de cuentos para de nuevo tratar de distraer al tigre, a su vez se sentó a su lado - mira, mejor te puedo leer algunos cuentos para distraernos un rato -

El rayado no tenía una mejor idea para que pasara el tiempo y para esperar a que la lluvia terminará, a si que mejor dejó que el roedor hiciera su cometido.

Ante esto el roedor dió una expresión sonriente y "victoriosa" y abrió el libro dispuesto a leer.

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Había pasado un rato y mientras Conejo seguía leyendo no se había percatado cuando el tigre se recostó en su hombro hasta que empezó a roncar un poco, lo miro sorprendido por aquella acción, iba a despertarlo pero después pensó que era mejor dejarlo así, se veía mejor totalmente tranquilo a qué estuviera quejandose de no poder hacer nada que a él le gustará en aquella casa, cerro el libro y lo dejo a un lado mientras veía a Tigger dormir tranquilamente en su hombro.

El se acomodo y recostó su cabeza encima del rayado, era una comodidad muy grande, era un poco gracioso el asunto, pues si esto hubiera pasado un año atrás posiblemente le parecería molesto o irritante lo que estaba ocurriendo y despertaría al tigre sin dudarlo, pero inesperadamente empezaron a tratar de llevarse mejor, y fue rápido, a si que ahora se tenían la confianza suficiente hasta para dormir juntos, sonara raro, pero ahora así es para ellos y no tenía nada de malo.

Ahora ambos estaban durmiendo, aún que más bien, conejo se metió en sus pensamientos, y entre ellos llegó el recuerdo de cuando el tigre llegó a sus vidas, era un recuerdo lindo su manera, la primera vez que vio al tigre no le tomo mucha importancia, a el solo le importaba su jardín y nada más que su amado jardín, hasta que noto la gran energía y felicidad de Tigger.

En un principio, le parecía muy diferente a todos, y también le parecía un poco molesto, en especial porque mientras el estaba tranquilo trabajando, llegaba ese ser rayado a destrozar sus cosechas o solo a tirarlo a el al suelo, casi abrazándolo.

Durante años, siempre lo vio como alguien inmaduro e incapaz de pensar antes de actuar, valla que se equivocó con el, en una ocasión cuando el rayado salió para buscar a su familia y fue a buscarlo junto al resto, no pensó que el tigre sería tan heroico al salvarlos a todos de una avalancha, casi sacrificándose para ello, en ese momento el se dió cuenta de la gran capacidad del tigre, se podría decir que en el momento en que fue salvado por el sintió algo que nunca había sentido a lo largo de su vida, pero no sabía que fue, tal vez la adrenalina, tal vez el miedo de la situación, tal vez la felicidad combinada con remordimiento.

No lo sabía, pero lo que sabía era que no lo odiaba, no podia odiarlo por alguna razón, y por ende su amistad también se reforzó, aceptando sus diferencias, gustos y mas.

Eran mejores amigos pero a veces, Conejo siempre sentia que era algo más.

Paso un rato más y cuando el roedor dejó de hurgar en sus pensamientos y despertó de su especie de trance, vio que Tigger seguía dormido, pero está vez recostado en la pelusa de su pecho, de nuevo el extraño sentimiento volvió, pero si sabía algo, no estaba molesto por esa acción, solo un poco nervioso.

Inconscientemente coloco su mano en la cabeza del rayado, y empezó a acariciar levemente, recibió ronroneos lo que lo sorprendió, se quedo así un rato hasta que callo dormido también.

Había Sido un día largo, nada mejor que un merecido descanso ¿No?

Fin.

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Que onda? Aquí Pandy para agradecerles de haber leído este libro y haber esperado pacientemente, espero que les haya gustado pues me esforcé mucho haciendo este capítulo, además de que ahora mismo son las 2 de la mañana :') no podía esperarme hasta mañana o mi inspiración se iría. ¡A si que valoren eso! ᕦ⁠(⁠ò⁠_⁠ó⁠ˇ⁠)⁠ᕤ

Nuevamente gracias y hasta la próxima!

Si tienen sugerencias para un one shot me lo pueden dejar aquí →→
Acepto de todo tipo!