Capítulo I

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Acarició lentamente al perro que se apoyó sobre sus piernas mientras veía la pequeña y andrajosa televisión que tenía en la sala de estar. Su risa opacó la voz de los comentaristas dentro de la pantalla oscura y el sonido de su celular hizo presencia en la pequeña habitación, sacándolo de su momento de descanso y llevándolo a un estado catatónico cuando vio la persona que lo llamó. Tragó saliva fuertemente antes de contestar. Su perro, Leonardo, lo miró durante un momento al notar su falta de caricias.

—Buenas noches, señor —saludó con voz ahogada.

La mano que no sostuvo el aparato tembló sobre su regazo mientras que la televisión siguió reproduciéndose, aunque siendo totalmente ignorada por un BaekHyun nervioso y asustado que no dejó de mordisquearse los labios.

BaekHyun —El hombre sonó áspero y tosco desde el otro lado de la línea—, acabo de revisar mi cuenta bancaria y aún no veo ningún depósito de tu parte.

—Lo siento, señor. —Tomó profundas respiraciones para evitar largarse a llorar o algo parecido—. Le prometo que apenas tenga el dinero se lo depositaré. Solo deme unos días más, por favor.

Pides más tiempo, pero todavía te encuentras sentado en tu desgastado sofá mientras ves esa horrible televisión desteñida, ¿no? —Inmediatamente se giró hacia la ventana, encontrándose con las cortinas abiertas. Sin pensarlo dos veces se levantó y las cerró—. Necesito mi dinero, BaekHyun. No puedo esperarte más tiempo.

—Solo unos días más, por favor —lloriqueó y apegó la espalda a la pared antes de deslizarse sobre la superficie—. Estoy juntando dinero, pero es tanto lo que le debo que no se lo puedo pagar todo de una sola vez.

—¿Eso quiere decir que puedes pagarme aunque sea un tercio ahora mismo?

Su labio inferior tembló y dejó escapar el primer sollozo. Leonardo se acercó de inmediato a él e intentó moverle la mano con el hocico.

—Solo unos días más, señor. Por favor.

Tienes tres días para pagarme al menos un tercio de lo que debes —espetó el hombre entre dientes—. Si no pagas a tiempo puedes ir despidiéndote de esa mierda de perro desaliñado junto con esa mugrienta televisión con la que tantos te ríes, ¿entiendes?

—Sí, señor. Seré puntual.

No quiero llamarte de nuevo por esta mierda de situación, BaekHyun. —La llamada se cortó después de eso y BaekHyun dejó caer con pesadez la mano que aún tenía el celular. La pantalla brilló desde el suelo, indicándole que su saldo acabó ya hace dos días, mensaje bastante insignificante para ese momento.

Leonardo se acercó más a él y de algún modo pareció querer darle consuelo, cosa que logró a medias porque BaekHyun terminó riendo cuando el animal le pegó con la pata en la mano, esperando caricias.

—Está bien si se llevan la tele, Leo —susurró mientras acariciaba al animal—. Pero tú...

Intentó no largarse a llorar entre tanta cosa agonizante que sintió dentro del pecho, aunque, de igual forma, recibió lamentos por parte del animal que estaba junto a él.

BaekHyun no acudió a los prestamistas hasta luego de cumplir los veinte, un año después de enterarse que su padre tenía planeado un viaje con su nueva esposa junto a los hijos de esta y que él no estaba invitado.

Lo esperó durante un año. Intentó vivir lo más cómodo que pudo entre los pocos gastos y el exiguo salario, pero la vida era dura y luego de unos meses se vio en la necesidad de vender el departamento en el que siempre vivió para atenderse a sí mismo una extraña infección que se le adhirió en aquel año de agonía.

Los años pasaron y ahora solo vivía de eso, de un trabajo duro y sobrecargado con el sueldo mínimo y una agonizante cobranza por los continuos préstamos que pedía para vivir. Estaba al borde y lo subía desde hace mucho, desde que se enteró que su padre no volvería, así mismo como su madre fallecida; lo supo también cuando se encontró con aquella página anticuada que no hizo más que helarle la sangre, lo supo cuando cliqueó sobre el "unirse" y lo tuvo aún más claro mientras llenaba los datos. El estremecimiento le recorrió el cuerpo cuando se detuvo en las posibles pagas y en aquellas cosas que tendría que hacer a cambio de estas.

Después de todo, tendría que vivir, por él y por Leo.

| ••• |

—Entonces ¿qué harás?

—Lo que sea más fácil —susurró de inmediato mientras seguía a paso rápido al hombre que estaba delante de él.

—¿Lo más fácil? —Asintió con avives cuando el hombre se giró a mirarlo—. Bien, entonces ve por ese pasillo hasta la habitación color damasco. Ahí te dirán qué hacer.

Tomó profundas respiraciones cuando el hombre siguió su camino con un rápido andar, dejándolo frente a un póster pornográfico homosexual que solo nubló sus sentidos y le provocó ganas de vomitar. No pudo creer que estuviese allí. De todos los lugares posible terminó metiéndose en ese tipo de edificios con la simple intención de obtener dinero.

Caminó hacia donde le indicaron y se encontró de lleno con distintas pantallas que reproducían cortos vídeos sexuales. Los objetos tecnológicos estaban uno al lado del otro a lo largo de la pared mientras que frente a ellos se encontraban variadas sillas de color crema que apegaban su respaldo a la pared.

Miró a los dos chicos que se encontraban en la habitación, uno muy alto y musculoso con cabello despeinado mientras que el otro tenía un cuerpo más delgado, perforado y tatuado.

Se sentó sin decir ni una palabra en la silla más apartada y tomó un folleto que le pasaron cuando entró. Leyó con dedicación cada párrafo, cosa provocada nada más que por el miedo ante lo siguiente que continuaría.

No supo de dónde sacó las fuerzas, pero después de todo ahí estaba, ingresando en aquella institución de pornografía que se jactaba de mantener nombres y rostros ocultos y, a pesar de que a BaekHyun nadie lo conocía, no quería que el día de su muerte lo recordaran como actor porno.

—¿Byun BaekHyun?

Se puso rápidamente de pie y le dio una mirada a la sala. Ya no estaban los chicos de antes y sus puestos fueron ocupados por otros dos chicos más, pero no se concentró mucho en ello y volvió su atención a la puerta blanca que había al final de la habitación, lugar donde se apoyó un chico bajito, entre la perilla de la puerta y el marco. Al ver su mirada impaciente BaekHyun caminó rápidamente hacia él y este lo hizo ingresar a la habitación antes de cerrar la puerta a sus espaldas.

—Un gusto.

Asintió incómodo hacia el hombre que permanecía sentado detrás del escritorio que estaba frente a él, mismo hombre que persiguió durante una cantidad infinita de pasillos en busca de una oportunidad de trabajo. Ni siquiera supo en qué momento llegó hasta esa habitación. BaekHyun no lo notó, aunque de verdad ese día estaba más distraído de lo normal.

—Toma asiento, por favor. —El sujeto pequeño que le abrió la puerta salió de la habitación en ese momento, dejándolos solos—. Mi nombre es YiFan.

—Byun BaekHyun. —Se inclinó levemente hacia el hombre con una sonrisa nerviosa en los labios y tomó asiento ante el gesto del sujeto.

—¿Qué te motivó a venir? —preguntó el otro mientras se ponía unas gafas de lectura y le echaba una mirada a unos papeles que había sobre su escritorio.

—Necesito el dinero.

El hombre lo miró de forma seria por sobre las gafas—. Pensé que lo harías por amor al arte.

Fue una broma. BaekHyun lo captó, pero no tuvo corazón para reírse.

—Bueno... —YiFan comprendió que su chiste no fue específicamente gracioso—. Estas son nuestras actividades. —El hombre giró hacia él una carpeta con hojas plastificadas.

Masturbación.

Releyó la palabra unas cuantas veces y luego leyó el pequeño párrafo que hubo debajo, dándose cuenta que solo era una introducción a la siguiente página, lugar donde se especificaban los distintos "tipos" de masturbación. Cosa más perturbadora que esa BaekHyun nunca antes vio en su vida.

—¿Quieres que sea delicado al hablar del tema o puedo ser libre al hacerlo? —preguntó YiFan mientras elevaba una de sus gruesas cejas.

El hombre vestía con una camisa blanca que tenía unos detalles negros que se posaban sobre el lado izquierdo de su pecho y le rodeaban el brazo. Además, usaba unos pantalones de vestir negros que se le apegaban a las piernas y unos relucientes zapatos a juego. Si BaekHyun no supiera en qué edificio estaba juraría que se relacionaba con un hombre de negocios de alta categoría.

—Por favor, siéntase libre de hablar como guste —dijo con el estómago apretado, claro efecto del miedo que habitaba en él.

—Muy bien... —El hombre sonrió y se echó hacia atrás sobre la silla—. ¿En qué te gustaría trabajar hoy?

Miró las hojas y suspiró profundamente antes de contestar—: Masturbación.

Mucho más fácil que follar frente a una cámara, supuso.

—¿Quieres alguna en específico? —El otro rápidamente anotó cosas en el computador blanco de último modelo que tenía sobre el escritorio.

—¿Cuáles son los tipos? —preguntó con timidez y las mejillas se le cubrieron de un suave color rosáceo.

—¿Masturbación normal o anal? ¿Quieres hacerla tú mismo o accedes a que alguien más la haga? ¿Usarás juguetes o solo los dedos? ¿Y cuánto quieres que dure el vídeo?

El corazón de BaekHyun tembló y de repente tuvo muchas ganas de vomitar. El revoltijo dentro de su estómago pareció querer matarlo.

—Masturbación n-normal... —murmuró con la voz entrecortada por el nerviosismo y la vergüenza—. Por favor, que solo sea yo y que no haya juguetes. El tiempo dispóngalo usted, pero que sea lo suficiente como para que esto valga la pena.

Las comisuras de los labios de YiFan se elevaron en una sonrisa.

—Supongo que eres homosexual, ¿cierto? —BaekHyun lo miró fijamente, pero no se atrevió a contestar—. Bueno, lo más probable es que lo seas. Por algo estás aquí.

Asintió, concordando con él, aunque no tuvo las palabras para decírselo directamente.

YiFan finalizó con unas cuantas preguntas más y luego le indicó mediante palabras sumamente simples que se dirigiera hacia el piso superior, cosa que hizo apenas dejó la oficina del hombre. Estuvo un poco perdido entre tanto pasillo, pero por suerte logró ubicarse con rapidez.

—¡Byun BaekHyun! —llamó alguien a lo lejos.

A paso rápido se dirigió hacia el chico bajito que vio antes en la oficina de YiFan, el cual llevaba una carpeta elegante entre las manos.

—S-Soy yo —balbuceó.

El chico lo miró con sus grandes ojos negros y luego le hizo un tosco gesto de manos con la intención de que lo siguiera.

—A pesar de que tu vídeo será individual habrá un camarógrafo contigo —habló el muchacho mientras caminaban por un iluminado pasillo—. Sabes eso, ¿cierto?

Asintió. No era que lo supiera exactamente, pero lo supuso.

—Esta será la habitación. —La mano blanquecina del chico se posó sobre la perilla de una puerta de madera blanca y luego la abrió.

La habitación estaba tenuemente iluminada por una lámpara ubicada a un costado de la cama, la cual irradiaba una luz amarillenta que le daba calidez a la habitación. Justo frente a BaekHyun se encontraban unas gruesas cortinas de color beige con verde pantano que tapaban un gran ventanal, en medio de la habitación había una cama con acolchado color crema y el cabecero de madera estaba apegado a una de las paredes. Al frente de la cama se situaba un gran mueble que tenía una inmensa televisión y un poco más abajo, sobre la alfombra café, se encontraba un trípode y un chico acuclillado acomodándolo.

—Buenas tardes —saludó para luego morderse el labio inferior y cerrar la puerta.

El chico se levantó con rapidez y se giró para verlo, dedicándole una sonrisa de inmediato junto con una mano que extendió hasta él—: Buenas tardes. Soy ChanYeol y te grabaré en esta ocasión.

Tomó la mano ajena por respeto y la sacudió mientras sonreía nerviosamente.

ChanYeol era un chico alto, fuerte y joven. Tenía el cabello de un color chocolate oscuro y vestía de negro, aunque sus zapatillas eran de un incómodo color rojo, resaltando a tal nivel que le perturbó. El chico sonrió mucho y pareció animado acomodando la cámara. Casi irradiaba amor por su trabajo; casi, porque sería un poco loco decir que amaba grabar a otros teniendo sexo.

—¿Qué debo hacer ahora mismo? —preguntó en voz baja mientras se afirmaba de los bordes de su vieja chaqueta de color mostaza.

ChanYeol estaba de espaldas a él, viendo el aparato que estaría grabándolo en unos minutos. Cuando el otro se volteó le sonrió de una manera tan energizante que inexplicablemente se sintió mejor, como si el chico le quitara un poco de la pesadez que sintió en un inicio.

—Puedes pasar al baño a prepararte. —ChanYeol apuntó hacia una puerta que se encontraba al lado del mueble de la televisión, la cual estaba cerrada.

—¿Necesito d-desnudarme? —balbuceó mientras se llevaba una mano hasta el pecho, toqueteando su suéter de manera inconsciente.

El camarógrafo lo miró atentamente durante unos segundos sin decirle absolutamente nada. BaekHyun no logró identificar nada detrás de aquella mirada, pero eso no lo hizo sentirse más tranquilo ni menos incómodo.

—Completamente —susurró el chico antes de volver a su trabajo.

BaekHyun se dirigió al baño con zancadas grandes y prefirió no pensárselo mucho cuando se quitó su pesada chaqueta y posteriormente el resto de la ropa. De hecho, intentó no pensar en nada hasta que estuvo desnudo por completo, excepto por sus bóxers negros. Fue solo ahí cuando cayó en cuenta de lo que sucedía, de qué estaría por pasar y de por qué fue ahí en un principio. Sí, lo pensó mucho durante toda la larga caminata que tuvo que hacer hasta el edificio, pero eso no quitó que en ese momento sus decisiones continuaran sorprendiéndolo.

Respiró profundamente mientras se miraba al espejo antes de esconder un poco el estómago y pararse derecho, quizás intentando adoptar una mejor figura. Finalmente prefirió no seguir intentándolo, después de todo solo grabarían su pene.

Cuando salió de la habitación lo hizo con miedo y mirando siempre en la dirección donde estuvo ChanYeol arreglando la cámara para no encontrarse de frente con el tipo, pero en realidad el chico se hallaba a un lado de la puerta, lugar donde estaba un largo mueble de madera en el que había una serie de cables y dos computadoras.

—Estoy aquí —avisó antes de sentarse en la cama.

Por consiguiente, obtuvo una rápida mirada de ChanYeol antes de que este volviera su atención a lo que anteriormente hacía.

—¿Qué hago ahora? —preguntó un poco ahogado mientras intentaba controlar su respiración y el leve temblor que estremeció su cuerpo.

—Mastúrbate. —La voz de ChanYeol salió áspera y casi demandante, provocándole a BaekHyun un escalofrío, cosa que el contrario no vio porque aún seguía dándole la espaldas.

Al parecer el camarógrafo notó la manera como salieron sus palabras porque se volteó con una sonrisa apenada y le hizo un raro gesto de manos, como si quisiera que le restara importancia.

—No quise sonar así —se disculpó.

—No te preocupes. —BaekHyun dio una sonrisa tímida antes de volver su vista al frente.

Ahora que tenía su mirada puesta sobre la pantalla negra se sintió un poquito inferior. Notó la clara diferencia del tamaño de esta comparada con aquella lata que tenía en su habitación.

Se pasó la mano izquierda por sobre el hombro derecho y acarició inconscientemente ahí, como si intentara entrar en calor.

—¿Quieres ver algo de porno? —BaekHyun abrió la boca ante la propuesta e inmediatamente se sonrojó. ChanYeol se movió incómodo desde el otro lado de la habitación—. ¿Por qué eres tan tímido? Me haces sentir un poco incómodo.

—Es la primera vez que hago esto y es incómodo para mí también.

—¿Y por qué estás aquí si no te gusta? —La pregunta sonó demasiado seria y hasta ofensiva, como si ChanYeol le dijera que se fuera y qué haría él por largarse de una vez...

Al parecer el chico de negro comprendió su silencio porque prefirió no decir nada más y volvió su atención a los aparatos que habían sobre el mueble que se apegaba a la pared tapizada.

—¿Debo masturbarme entonces? —preguntó tímidamente y ChanYeol suspiró.

—Será más fácil para ti si estás ya... duro antes de que empiece a grabar.

—¿Me mirarás mientras lo hago? —preguntó con sorpresa y agobio.

—Pensé que te dijeron que habría alguien grabando.

—Creí que solo dejarían la cámara ahí mientras yo lo hacía.

—Lo siento. —ChanYeol le mostró una sonrisa apenada—. Tengo que cuidar el equipo y debe haber al menos alguien a cargo de la grabación en el momento en que esta se efectúe.

BaekHyun estuvo tentado a gritar, largarse a llorar o lanzarse por la ventada. Quizás la última opción fuera la mejor, pero apenas pensó en eso la imagen de Leo vino a su cabeza y todos esos malos sentimientos que crecieron en su interior parecieron aminorarse.

—Comprendo —susurró a la vez que miraba sus piernas blancas con poco vello.

Por suerte, BaekHyun no era demasiado peludo, aunque eso no evitó que se depilara la parte que supuestamente sería grabada.

—¿Me cubriré la cara? —preguntó cuando vio que ChanYeol se movió hasta detrás de la cámara que estaba frente a él.

—No es necesario. La cámara está acomodaba para que no se vea tu rostro. —El chico movió la pequeña pantalla del aparato para que tuviera una clara vista del aparato, comprobando que efectivamente lo que decía el chico era cierto.

—¿Debería empezar ya? —interrogó con una angustia oprimiéndole el pecho.

—Sería ideal.

Luego de respirar profundamente se llevó la mano hasta uno de los muslos y la dejó reposar ahí, aún sin atreverse a llegar a su entrepierna.

—No te sientes cómodo si estoy aquí, ¿cierto? —ChanYeol le sonrió apenado y BaekHyun asintió avergonzado—. Estaré en el baño mientras te preparas. Una vez que estés listo para grabar tan solo llámame.

Aquella era una excelente idea, así que no pudo evitar sonreír con entusiasmo al oír las palabras del chico.

Una vez que escuchó la puerta del baño cerrarse y estuvo solo procedió con el roce de la mano sobre su miembro. Se acarició incluso con cierta rudeza, esto más que nada por la necesidad de erectarse cuanto antes.

Cerró los ojos mientras se tocaba e intentó que a su mente viniera cualquier cosa que lo excitara, pero no pudo dejar de pensar en lo que realmente sucedía y que dentro del baño, a tan solo unos metros, se encontraba un chico esperando para grabarle el pene mientras se masturbaba. La situación completa era un tanto perturbadora y realmente el toque brusco sobre su zona sensible no funcionaba, pero se obligó de algún modo a que resultara.

—BaekHyun, ¿puedo salir? —Inmediatamente entró en pánico al escuchar la voz de ChanYeol.

—¿Por qué? —gritó.

—Se me olvidó darte las indicaciones y pasarte el lubricante.

—P-Pero... aún no estoy listo.

—BaekHyun, debo verte en algún momento.

Luego de soltar un suspiro aceptó internamente lo que dijo el chico y dio una respuesta afirmativa, logrando que la puerta del baño se abriera lentamente. Apenas vio al chico se cubrió incómodamente con las manos.

—Hey —ChanYeol le sonrió un tanto apenado—. Llevo trabajando un tiempo aquí, así que estoy acostumbrado a este tipo de cosas. —El tipo respiró profundamente—. De igual modo, mi idea no es hacerte sentir incómodo. —El chico se acercó hasta él y le pasó una botella de lubricante que sacó del mueble que estaba frente a él—. Pondré un poco de música, ¿te parece?

Asintió un poco más animado al saber que ChanYeol quiso ayudar a que se sintiera más cómodo, cosa que prácticamente fue imposible.

Una vez que una melodía suave y sexy se escuchó por el reproductor de música que había debajo de la televisión, BaekHyun sintió un escalofrío en la espalda baja y procedió a volver a tocarse lentamente, intentando dejarse llevar.

—En la grabación puedes estar con ropa interior —habló ChanYeol desde el costado del computador mientras lo miraba. BaekHyun mientras tanto no hizo nada más que mirar hacia delante, exactamente a su reflejo que se proyectaba en la pantalla negra—, aunque si la ensucias nosotros no nos hacemos responsables.

Escuchó la suave risa del chico y volteó a verlo. En ese momento el camarógrafo se acalló de inmediato y BaekHyun dejó de tocarse. Se quedaron ahí durante unos segundos, sin hacer nada más que mirarse fijamente y aquello pareció cambiar el ambiente.

—Para esto debes intentar ser lo más sexy que puedas —susurró ChanYeol sin dejar de mirarlo—. Recorre con la mano lentamente todo el largo y detente en el glande, juega un rato con él y finalmente vuelve a bajar.

Siguió cada una de sus indicaciones a pesar de que no debería hacer aquello en ese momento, cuando no estaban grabándolo, pero fue lo suficiente estimulante como para ponerlo completamente erecto.

—Empezaré a grabar ahora —susurró el camarógrafo y se puso detrás de la cámara que estaba frente a él, todo eso sin dejar de mirarlo.

BaekHyun se sintió extraño. No quería decir inmediatamente que el chico le provocara algo, probablemente solo fuera producto de la incómoda situación y de la buena voluntad del contrario.

—¿Tengo que gemir?

ChanYeol lo miró fijamente—. No te obligues a hacerlo y solo sé natural, creo que eso es más... sexy.

Escuchar esa palabra repetidas veces de entre esos labios le provocó una sensación extraña, no mala, solo inusual y electrizante.

A pesar de su edad, BaekHyun nunca tuvo una pareja, ni siquiera una relación amorosa lo suficientemente duradera como para llegar al sexo. Durante su juventud siempre fue un chico dedicado al colegio y la mayoría de las veces fue apartado por esa misma razón. Luego, cuando estuvo preparado para entrar a la universidad, su padre le rechazó la oportunidad y lo obligó a trabajar porque no estaban bien económicamente. Posteriormente, surgió el segundo matrimonio de su padre. Los años pasaron y él estuvo demasiado concentrado en conseguir dinero y sobrevivir como para estar prestándole atención a la gente a su alrededor y mucho menos gastando el tiempo en buscar parejas.

Su experiencia en el sexo era cero y lo único que sabía respecto al tema eran vídeos pornos mal grabados que encontró por internet y una serie de anuncios que aparecían cuando intentaba descargar música ilegalmente por el computador.

Respecto al tema de su sexualidad, BaekHyun era claramente homosexual. Si ese no fuera el caso, nunca pensaría en asistir a esa empresa que solo producía vídeos de esa índole. Además, si no tuviera este tipo de gustos no estaría poniéndose nervioso por las miradas pesadas que le enviaba el camarógrafo ni sintiéndose sexy debido a aquel brillo que emitían los ojos contrarios al verlo acariciarse.

—Empezáremos grabando desde ahora —susurró ChanYeol para luego apretar el botón de la cámara.

Estuvo nervioso y no supo qué hacer por más de cinco segundos, aunque por suerte su mano continuó moviéndose por sobre su pene, así que tuvo un poco de tiempo para replantarse la situación.

Así mismo como dijo ChanYeol, toqueteó detenidamente el glande y luego envolvió todo lo largo de su extensión con sus finos dedos, haciendo que estos apretaran suavemente la tibia carne para hacer las cosas un poco más estimulantes.

El chico de zapatillas rojas lo miró con atención desde detrás del trípode. ChanYeol se puso de pie y cruzó los brazos sobre el pecho mientras recostaba la espalda sobre la pared. BaekHyun no pudo dejar de mirarlo y por algún motivo creyó que se veía endemoniadamente caliente, cosa que pareció impulsarlo a ir más rápido con sus manos.

Se echó un poco de lubricante sobre la palma para posteriormente continuar con su acción inicial, esa vez teniendo mayor facilidad a la hora de masturbarse. Los gemidos comenzaron a hacerse escuchar en ese instante, cuando el líquido frío hizo contacto con su piel tibia. Continuó así, cada vez más rápido y soltando aquellos sonidos, viéndose en la necesidad de morderse el labio inferior a veces porque, por algún motivo que desconoció en el momento, no quiso ser escuchado de una manera tan vergonzosa por el camarógrafo, incluso considerando que hacía una acción muchísimo más bochornosa.

Con las ojos cerrados y la mano envolviendo fuertemente su miembro terminó por correrse. Por suerte, se inclinó inconscientemente hacia atrás en el proceso, lo que provocó que su semen cayera sobre su abdomen y que no se ensuciara la ropa.

ChanYeol apagó la cámara al verlo correrse y luego le hizo un gesto con la mano con la intención de indicar que ya detuvo la grabación.

—Puedes lavarte. —El chico apuntó distraídamente hacia el baño, aunque no dejó de mirarlo a los ojos en ningún momento—. Incluso puedes tomar una ducha. Si es así puedo pasarte las cosas necesarias para que te alistes.

BaekHyun no estuvo preparado para eso, así que se sonrojó y negó rápidamente con las manos—. No es necesario. Estoy apurado, así que solo me limpiaré.

Y era verdad. Apenas pudo despedirse de ChanYeol cuando estuvo listo para irse, aunque fue así porque la vergüenza se apoderó de él al ser un poco más consiente de sus actos.

Caminó por los pasillos del edificio con pasos rápidos y se dirigió hacia la oficina de YiFan, lugar donde tuvo que llegar luego de preguntar una serie de veces a algunas personas que se encontraron a su alrededor, ya que no encontraba el camino.

—¿Ya terminaste? —Asintió con la cabeza como respuesta al hombre y se acomodó la chaqueta al no saber qué más hacer—. Debiste esperar a tu camarógrafo, después de todo, es él quien tiene tu trabajo.

Se mordió el labio inferior con inseguridad cuando se enteró que se encontraría con ChanYeol otra vez. De hecho, este no llegó mucho tiempo después de que fuera nombrado. El chico ingresó a la habitación con confianza y le pasó directamente un pendrive negro y pequeño a YiFan, quien lo conectó a su computador para luego ponerse unos audífonos mientras miraba atentamente la pantalla. ¿Estaba viendo cómo se masturbaba? Si era así, vaya vergüenza.

—Okey... —El hombre detrás del escritorio se sacó los audífonos y lo miró—. Esta será tu paga.

YiFan sacó una chequera de debajo del escritorio y escribió una cifra sobre la casilla asignada, número que BaekHyun no pudo ver hasta un poco después, cuando tuvo el papel grisáceo entre las manos.

—¿Tan poco? —Su sorpresa no pudo ser reprimida, así mismo como sus palabras.

—Lo siento —comentó YiFan sin verdadera pena—. Es el precio adecuado a tu trabajo.

—Pero yo... —Prefirió guardar silencio al ver que el hombre le mostró una carpeta abierta con las hojas dentro plastificadas, aquella misma carpeta que vio unos minutos antes, aunque ahora no se encontraba en la misma página, sino que en la sección de pagos.

Sí, el sujeto estaba en lo correcto y no se equivocó al pagarle su pobre masturbación.

Sin poder evitarlo, el recuerdo de la inmensa deuda que lo oprimía llegó a su mente. Hasta el momento la solución era una sola y debía tomar la decisión de inmediato antes de que tuviera que aceptar las posibles consecuencias.

—¿No puedo hacer algo más? —Las cejas de YiFan se elevaron con sorpresa ante su pregunta.

—¿No quedaste a gusto con el monto? —Miró el papel y se atrevió a negar con la cabeza—. Está bien, comprendo. En ese caso creo que podrías mirar con más detenimiento los pagos y escoger sabiamente.

Miró la hoja frente a él y prácticamente escogió una alternativa por descarte, aunque el monto de esta no era lo suficientemente alto como para que, sumado con el otro cheque, hiciera la cantidad de dinero que necesitaba pagarle al prestamista. Pero algo era algo y BaekHyun lo valoraba.

—Quiero esta —dijo mientras apuntaba a una de las secciones. De reojo vio que ChanYeol se apoyó en una de las paredes con los brazos cruzados mientras los observaba.

YiFan dio vuelta la carpeta y se colocó las gafas que descansaban sobre el escritorio. Luego de leer elevó ambas cejas con sorpresa.

—¿Masturbación? ¿Otra vez? —BaekHyun se mordió el labio inferior un tanto avergonzado—. Pensé que necesitabas más dinero.

—Y lo necesito —se apresuró en contestar—, pero no me siento cómodo haciendo otras cosas.

El hombre de traje suspiró y luego de mirarlo por unos incómodos segundos volvió la vista hacia el papel plastificado que tenía entre sus manos.

—¿Qué tal si te ayudo a construir algo con la intención de que ganes más dinero? —Lo miró con desconfianza. Después de todo, ¿quién querría darle más dinero a sus empleados en ese mundo capitalista?

—Yo debería irme —habló ChanYeol a su lado, dirigiéndose hacia el hombre de gafas.

—Espera un momento. Te necesito.

ChanYeol pareció confundido, pero aun así le hizo caso al gesto de YiFan, el cual indicaba que tomara asiento en la silla que estaba a un lado de BaekHyun.

—En vez de una masturbación normal podría ser una anal. —YiFan apuntó sobre la hoja—. Esta tiene mucho más valor.

Se mordió el labio inferior con nerviosismo sin dejar de mirar la hoja mientras sus mejillas empezaban a calentarse. Hablar de ese tema a un lado de ChanYeol le daba vergüenza, independiente de que este ya lo viera desnudo mientras se corría.

—Para hacerla mejor pagada añadiremos pequeñas cosas, como por ejemplo que uses ropa bonita.

Su ceño se frunció—. ¿A qué se refiere?

—A una falda o unas medias largas. No sé, como tú prefieras.

—No me visto de mujer —contestó de inmediato, casi a la defensiva.

—Pero dinero es dinero. —Guardó silencio sin saber qué más decir y YiFan continuó con su diálogo—: Además, si alguien más te mete los dedos...

—No —lo interrumpió y le dio una sonrisa incómoda.

BaekHyun seguía siendo virgen y no dejaría que alguien lo tocara de esa manera, al menos no si había dinero de por medio.

YiFan asintió, comprendiendo su rechazo, pero aun así tomó una calculadora que había en una esquina del escritorio y luego de apretar unos cuantos botones se la mostró. Su boca se abrió de la sorpresa al identificar todos los números.

—Si hacemos solo esas pequeñas cosas que te dije, esta será tu paga.

Era el monto perfecto para hacer desaparecer la primera de sus tres deudas. Y si lo pensaba un poco más, sacó por conclusión que podría usar el cheque de la masturbación para comprar cosas para sí mismo o para la casa, incluso para Leo, quien desde hace bastante tiempo no comía de acuerdo a su especie y edad.

—¿Y qué hago yo aquí? —preguntó ChanYeol de repente, sacándolo de sus pensamientos y haciendo que se acordara de que estaba el tipo ahí.

—Tú serás los dedos.

BaekHyun abrió la boca con la intención de decir algo, pero finalmente la palabras nunca salieron. Ni siquiera ChanYeol emitió algún sonido, al pareces estaba tan impactado como él.

—Pero yo no hago ese tipo de cosas —dijo el chico de inmediato. BaekHyun lo notó un poco avergonzado—. Solo estoy para grabar.

—No quiero usar los dedos de alguien más —susurró BaekHyun totalmente abochornado, pero al parecer fue ignorado.

—Pero eres homosexual. —YiFan se encogió de hombros mientras se dirigía a ChanYeol—. Y este chico parece necesitar el dinero. Si tú haces esto gastaríamos menos, ya que serías el camarógrafo y los dedos, por lo tanto, él recibiría un mayor monto de pago.

Lo meditó rápidamente durante unos segundos durante los cuales ChanYeol se mantuvo en silencio. Sí, podría ser que YiFan tuviera razón. ¿A qué coste? Ni puta idea.

—¿Qué me dicen?

BaekHyun miró a quien estaba a su lado, encontrándose con una mirada nerviosa, pero no pareció urgido por rechazara la oferta.

—¿A ti te parece bien? —le susurró de vuelta a ChanYeol con las mejillas sonrojadas.

—Claro, si quieres hacerlo no hay problema —murmuró el contrario casi secretamente hacia él.

—¡Okey! —YiFan dio unas palmadas y se levantó de la silla del escritorio—. Lamentablemente, mañana podremos empezar con esta sesión, ya que necesito los exámenes médicos de BaekHyun.

Abrió los ojos debido al asombro y se puso de pie para quedar a un nivel similar que el del hombre—. ¿Por qué debería hacerme exámenes?

—Para asegurarme de que no tengas alguna infección de transmisión sexual. Tengo que proteger a mis empleados.

Estuvo tentado a bufar y rodar los ojos, pero después de todo eran buenas medidas que había que tomar.

—¿Los exámenes los tengo que costear yo?

—No es necesario. La empresa te los pagará si firmas el contrato. —No supo cómo, pero imprevistamente YiFan sacó de debajo de su escritorio una serie de hojas corcheteadas en una esquina superior.

—A groso modo, ¿en qué consiste?

—En que debes hacerme por lo menos dos sesiones más aparte de esta que nombramos anteriormente. Estas sesiones puedes ser a tu elección.

Se mordió el labio inferior mientras cerraba los ojos y maldecía a su puta vida en su cabeza—. ¿Puedo leerlo con detenimiento?

—Claro, mañana estaré esperando tu respuesta. —YiFan le sonrió—. ¿También quieres los exámenes de ChanYeol?

Miró hacia el chico que estuvo todo ese momento sentado en la silla. Cuando dijeron su nombre se puso de pie, pero no dijo ninguna palabra.

—Tengo su ficha como empleado. Fue renovada hace unas semanas, así que puedo mandarte los resultados por correo.

—Claro —BaekHyun murmuró un poco aturdido sin dejar de observar el contrato entre sus manos.

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