Pasado

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Hay preguntas que me da miedo hacerte, que a día de hoy, deberían ser una barrera más que superada, pero, por lo mucho que te amo, y lo bien que te conozco, no me atrevo a preguntar.

Puede que jamás lo haga.

Tu pasado me intriga. Aquellas vivencias en las que yo todavía no colisionaba con tu linea de tiempo; con tu vida.

Tu niñez y tu adolescencia son folklor para mi, historias que tu mejor amigo menciona muy de vez en cuando, con tanto cuidado que a penas logro enterarme de algo a través del lenguaje confidencial que utiliza.

La persona que eres, tan madura y confiada, seguro pasó por muchas cosas dolorosas que yo no podría ni plantearme vivir, que seguro no viviré porque te tengo conmigo. No tengo forma de saber, de probar —lo que se siente o sintió— ser tu en tus peores momentos.

No te gusta hablar de la casa en la que vivías con tu madre antes de mudarte a Seúl, de la escuela, o de tu primer trabajo. Huyes. Cada vez que necesitas recordarlo encuentras la manera de bloquearlo y reducirlo a una frase o a una broma; lo vuelves cenizas que puedes sepultar.

Tienes tanto cuidado con la información disponible sobre tu «yo del pasado» que parece tratarse de alguien más, de una persona que conociste y que no tiene nada que ver contigo. Me confunde, hasta que comprendo, una y otra vez, que a muchos les pasa.

Eres ese tipo de persona que decidió cambiar y que lo logró. O, en otro caso hipotético —ya que sigo sin saber nada con exactitud— eres ese tipo de persona que sigue teniendo miedo a fantasmas de los que logró escapar.

Me preocupa. Me encoge el corazón hasta volverlo diminuto pensar que te guardas tu dolor.

Es la pared con la que choco cada vez que estoy a punto de interrogarte.

—Hablemos de eso luego —dices.

—Está bien —respondo, aunque no siempre lo está.

Tus ojos son unas ventanas muy grandes, y muy claras.

Lo mejor es que no lo sepa ¿verdad? Por eso lo alejas de mi; a tu «yo del pasado».

No quieres que me vuelva diferente contigo. No quieres que lo que tanto te has esforzado por construir se derrumbe por páginas que ya escribiste, tachaste, y pasaste.

Lo respeto, y te amo. Ahora, tengo un secreto: hace un mes encontré tu diario de adolescente guardado en el ultimó cajón de tu mesa de noche.

No me atreví a abrirlo, no todavía.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro