Pero se preguntó qué pasaría si iba en contra de sus órdenes. . . . . . Y eso lo descubrió al día siguiente

Esa mañana no fue rutinaria como las demás, no hubo alguna formación para esperar al vampiro, sacaron a las dos jóvenes de la habitación más o menos en la tarde, todas estaban asustadísimas. Esta vez las llevaron al salón principal donde había una gran mesa rectangular, ahí se encontraba el vampiro y cuatro hombres más. Todos usaban vestimentas elegantes, todos ellos también tenían piel muy pálida y causaban bastante temor con solo mirarlo.

Todas las jóvenes entraron a la habitación, se guido de eso se cerraron las grandes puertas, Thanatos se levantó de la mesa mientras sostenía una copa de un líquido rojo.

Thanatos: Señores, estas son nuestras mejores jóvenes, todas son tan hermosas con sangre exquisita

Todos en la mesa eran invitados de Thanatos que también eran vampiros, el primero era un hombre de pelos os oscuro como la misma noche; Hades, el segundo era un hombre de pelos plateados que llevaba consigo un látigo; Lune, el tercero un hombre de cabellos y ojos dorados de nombre Hipnos y el ultimo Aiacos.

Aiacos: Quiero probar a la pelirroja de la esquina •señalando a Raven•

Thanatos: Adelante, puedes hacer todo lo que quieras.

La pelirroja de nombre Raven se acercó hasta Aiacos y ella misma descubrió el cuello esperando a ser mordida, enseguida el vampiro clavó sus dos enormes colmillos en el cuello de la chica y causa que ella soltar un gemido. Toda esta situación era muy alarmante para Tn debido a que en cualquier momento podía pasarle lo mismo. Rápidamente

pensó en buscar una salida, Tn no conocía para nada el lugar por lo que se puso a mirar muy impacientemente aquella puerta por la que había entrado, tan desesperada estaba que no pensó un poco en las consecuencias y corrió lo más rápido que pudo hacia esa puerta.

Enseguida todas las miradas se centraron en ella, aún seguía en su estúpido intento de abrir la puerta y obviamente no lo logro.

Thanatos les hizo señas a todos sus sirvientes para que salieran de la gran sala, con gran rapidez absolutamente todos ellos salieron por la puerta que Tn había tratado abrir y las cerraron en la cara de Tn, debido a su gran frustración se puso a golpear las puertas con mucha violencia.

Thanatos: ¡¡¿¿A dónde crees que vas???!!!!

Ella no respondió nada y paro de golpe lo que hacía.

Hipnos: Ven aquí niña

Mientras ella soltaba algunas lágrimas se acercó cabizbaja pues no tenía otra opción.

Hipnos: Veo que mi hermano tiene a una de las peores esclavas

Aiacos: Que deberíamos hacer por nuestro queridísimo Thanatos. ¿comer a su esclava viva, chupar su sangre, descuartizarla o darle uno de los peores castigos???

Hades: ¡Cállate! Thanatos debe de saber lo que va a hacer con ella.

Aiacos: No me digas, te has enamorado de ella y por eso la defiendes.

Hades: Idiota, yo no me meto en asuntos que no me incumben.

Aiacos: Lo dices como si fueras el señor perfecto y nunca le hubieras hecho daño a nadie

Hades: Idiota

Aiacos: ¿¿COMO ME HAS DICHO?? ¡¡REPÍTELO!!!

Thanatos: ¡¡Basta!!! •da un golpe en la mesa• ella se ira a la última habitación y punto.

Hipnos: Por cierto, Thanatos, nos quedaremos por un tiempo aquí ya que queremos cuidar de ti

Thanatos: Claro, yo me creo cualquier estupidez

Lune: Solo es un aviso, no es pregunta. Nos quedamos aquí

Thanatos: No me digan que otra vez los atacaron y destruyeron sus tierras

Todos se quedaron en silencio pues la tenía razón

Thanatos: Solo una semana aquí, van a hacerse cargo de los trabajos más miserables y se van a comportar como mis súbditos.

Enseguida salió Thanatos de la sala, todos sus invitados se veían molestos a mas no poder y después de eso Tn fue llevada por Lune quien tomaba su muñeca con mucha fuerza, casi tratando de romperla, bajaban y bajaban escaleras hasta que llegaron a una de las partes más recónditas del castillo. Era una habitación muy vieja, hecha de ladrillos de piedra, por fuera estaba muy sucio y lleno de sangre, la puerta era de metal.

Del gran terror, Tn se puso más pálida de lo que su piel era y Lune enseguida la soltó, pero le dejo una marca roja en su piel

Lune: ¿Tienes miedo?

Tn asintió con la cabeza y estaba esperanzada a que ese hombre la ayudaría.

Lune: Púes espero que sepas protegerte

Enseguida Lune le dio una patada a Tn para que entrara a la habitación e hizo que ella callera a el suelo, sin antes irse salto una gran carcajada.

Esta habitación no era nada comparado con la anterior debido a que era horripilante, tenía un olor fétido, mujeres en composición y las chicas que aún estaban vivas se veían demasiado demacrada.

Apenas Tn puso un pie en la habitación dos chicas se le lanzaron miradas hambreadas dispuestas a comerla, a partir de ser momento Tn se mantuvo siempre alerta y no podía ni dormir.

La última habitación era una perdición, pero ¿podía haber un peor castigo dentro de ese infierno en vida?

Continuará.  . . . . .