Capítulo 83

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Entré por la mañana a la comisaría, todos estaban colocando adornos navideños ya que en siete días sería Navidad. Supongo que eso daría algo de alegría a mis compañeros.

Noah y Carl estaban colocando el árbol. El primero estaba ilusionadísimo colocando las bolas brillantes, mientras que Carl dirigía una cara de pocos amigos hacia el árbol.

—¿Qué? ¿Os gusta el árbol?

—¡Si! ¡Me encanta! Lo mejor de todo son los adornos, ya estoy deseando terminar de colocar las bolas para poner la estrella —contestó Noah y Lily se acercó trayendo el Belén.

—¿Y a ti, Carl? —se encogió de hombros sin mucho ánimo.

—No me gusta la Navidad, no le veo el sentido ni lo especial —en cuanto respondió eso, me acerqué lo suficiente a Carl para que solo me pudiera escuchar él.

—¿Sabes? Desde la muerte de mis padres yo tampoco he vuelto a celebrar la Navidad de esta forma, pero, teniéndoos a Damian y a ti, creo que será diferente —dije dulcemente—. Este año será mucho mejor que los anteriores, ya lo verás.

Carl sonrió y me abrazó con fuerza, lo dejé terminando de decorar el árbol y fui a las máquinas expendedoras, donde tomaría mi primer café matutino.

—Buenos días, Janna.

—Buenos días, John —nos saludamos y siguió su camino. El ambiente entre mis compañeros y yo era bastante ameno, ya que todos buscábamos lo mismo y deseábamos que todo esto acabara, al igual que nos dimos cuenta de que podíamos tener una buena comunicación conjunta.

—Buenos días —dijo Damian con voz ronca mientras pedía un café en la máquina.

—¿No has dormido bien?

—Estuve algo ansioso por lo de hoy, ya sabes —me miró y soltó un bostezo tapándose la boca con la mano, sonreí y caminamos a su despacho.

Cuando entramos, cerró la puerta y vi que su mesa estaba repleta de papeles y un mapa del bosque.

—Sorprendentemente no se han dado cuenta —comenté rodeando la mesa.

—No, y eso que cada vez están visitándonos más, parece una cárcel, y eso que esto es la comisaría… —murmuró Damian apoyando sus manos en la mesa.

La PCE nos había estado vigilando más de lo usual, y eso significa que nuestros planes teníamos que hacerlos fuera de nuestro horario de trabajo o en la casa del otro.

—Supongo que ha servido encargarse de algunos casos menores y emergencias locales —nos encogimos de hombros y miramos la puerta con recelo—. Comencemos antes de que se les ocurra venir a la comisaría y entrar.

—Bien, según la información que tanto tú como Carl nos habéis proporcionado, esto debería ser el mapa del bosque, o al menos la parte que nos interesa —señaló el plano—, por lo que las cabañas estarían a esta distancia y el pueblo aquí.

—Es bastante terreno que cruzar antes de llegar a ellos.

—Sí, y no es precisamente un bosque pequeño, por lo que tendremos que rodearlo.

—Pero, Damian, no todo el bosque pertenece a Precespyata, limita con otro estado… —lo miré preocupada.

—Es por esto que mi padre nos echará un cable.

—¿Tu padre? ¿A qué te refieres? —mis ojos se abrieron exageradamente al escucharle.

—¿Recuerdas que mi padre tenía una buena reputación? —asentí— Bueno, no solo en Precespyata, él vive en Florida, el estado que delimita con el bosque, y también es conocido en el lugar, por lo que los tendríamos rodeados. Yo mismo iré a hablar con él y el comisario de Kasnagia —sonreí al escucharlo.

—¿Cómo hace tu padre para tener buena fama en todos lados? —Damian miró hacia el suelo. Los párpados se le caían del sueño, pero sabía mantenerse en pie.

—Muchos años como comisario teniendo que acudir a eventos policiales, resolviendo casos con ayuda de otras comisarías de alrededor… ya sabes.

—¿También ha tenido que organizar investigaciones clandestinas? —Bromeé. Damian sonrió.

—Eso fíjate que no —reímos y se hizo el silencio por unos segundos. 

Ambos nos detuvimos en mirar el mapa del bosque, los informes recopilados sobre posibles proxys con los que podríamos encontrarnos, criaturas, Creepypastas conocidos… 

—Janna —la expresión cansada de Damian adquirió fuerza. Irguió su postura y tomó aire, como preparándose para lo que venía—, hay que prepararlo todo bien. No se nos puede escapar nada, absolutamente nada puede caer en el azar. Solo hay una oportunidad —sus ojos azules oscuros transmitían valor y fuerza. Ambos sabíamos que este sería, probablemente, el caso más importante de toda nuestra vida—. Seguramente tardemos semanas en prepararlo bien. No solo tenemos un enemigo, cuando nos pongamos en marcha para el bosque la PCE vendrá en cuanto se entere a detenernos, y entre tú y yo, a mí no me queda claro de qué bando están… —ambos estábamos en frente, separados por su escritorio, donde teníamos las manos apoyadas. Damian acarició la mía— Janna… sé que nos eres leal a Carl, a los adolescentes del secuestro, a la comisaría entera, a mí… Pero por favor, necesito que tú misma, ahora, me jures que te ceñirás al plan, y que ni tus sentimientos de odio… —hizo una pausa— ni de amor, harán que te salgas de él. Ambos crearemos el plan, lo adaptaremos las veces que haga falta, pero una vez esté listo, júrame que te aferrarás a él…  

Entrelacé mi mano con la suya y lo miré a los ojos. Los recuerdos de odio de todo lo que Jeff me había hecho pasar recorrieron mi mente, igual que lo hicieron los de su hermano, Liu, pero con un sentimiento muy diferente. Y, de repente, blanco, paz, tranquilidad, por unos breves instantes no pensé en nada. Me perdí en los ojos de Damian y recordé lo fiel que era conmigo, lo que me había hecho reír, también los momentos con Carl actuando como una familia… En cuestión de un segundo, me pregunté y me respondí a mí misma «¿Renunciaría a ese mundo de paz y respiro por ese otro de amores imposibles y venganzas?» Tenía clara mi respuesta. 

—Damian… —sonreí de lado y levanté nuestras manos a la altura de nuestros ojos— puedes contar conmigo. El plan saldrá genial, los atraparemos… a todos —relajó su sonrisa, pero seguía sonriendo.

—Bien, entonces comencemos antes de que me caiga al suelo del sueño —contestó bruscamente abriendo más los ojos. Sonreí y agarré una silla para colocarla al lado de la de Damian. Nos sentamos.

—Explícame eso de rodear el bosque.

—A ver, es una idea inicial, el bosque es bastante grande y no sé como pueda resultar. Además, necesitamos la ayuda de la otra comisaría, pero bueno… en principio he pensado en hacer esto —con un lápiz comenzó a dibujar flechas en distintas entradas del bosque— Tenemos que aprovechar la estructura natural de la zona. Muchos de esos asesinos seguramente estén escondidos entre los árboles, por lo que deberíamos empezar a despejar las alturas con drones armados por estos puntos. He pensado en armamento no letal para quitarnos de problemas… con dormirlos y luego arrestarlos será suficiente.

—Y si alguno al dormirse se cae de un árbol a gran altura y muere, habrá sido un mero accidente. Daños colaterales… —dije con agrado.

—Además —siguió explicando—, apoyaríamos a las unidades en tierra atacando a monstruos y asesinos también a través del aire. Al menos hasta que Slenderman intervenga y los haga fallar… no sé muy bien cómo hacerlo para que no ponga a los drones en nuestra contra.

—Más que Slenderman, que solo podría romperlos, Ben Drowned sería el más peligroso a la hora de volverlos en nuestra contra… ¿quizás algún mecanismo de destrucción para cuando veamos que empiezan a fallar? 

—Habría que verlo… bueno, quitando lo de los drones, también hay que tener en cuenta que muchos son asesinos profesionales y monstruos, así que más que mini escuadrones repartidos estaría bien llevar grandes unidades en puntos estratégicos, creo que habrá menos heridos.

—Y menos bajas… 

—Esperemos que no haya que lamentar ninguna baja —respondió Damian tras respirar hondo—. Cuatro escuadrones principales estaría bien, más otros de refuerzo… 

—Sí, cada principal en un punto cardinal, y que vayan acercándose cada vez más a la zona peligrosa, que es la que interesa. Los de refuerzo pueden estar algunos siempre en la parte exterior para atrapar a los que huyan y evitar que entren intrusos, y otros más dentro del bosque para ir despejando la zona y evitar que haya muchos escondidos para atacar. 

—Es buena, Janna, pero tenemos que pulirlo mucho… —Damian se llevó las manos a la cabeza— haría falta muchísima gente para todo esto. 

—¿Crees que es mejor idearlo primero contando con que vamos a conseguir menos recursos?

—Mm… drones sería fácil conseguir. De momento contemos con ellos pero con mucha menos gente.

—¿En cuánto tiempo deberíamos tenerlo todo listo? 

—Hoy es 18 de diciembre, ¿no? —afirmé con la cabeza— Contando con que ni con un caso así los de la comisaría me dejarían quitarles las vacaciones de navidad y que hay que hablar con otras comisarías… a principios de enero sería lo mejor. El 3 es un buen día como fecha límite. Ese día deberíamos atacar… 

—3 de enero… —repetí. Ese día todo se solucionaría…— Me parece perfecto, pero hay que dedicarle todo el tiempo posible al plan, hasta entonces. Volviendo a lo de antes, contar con tantos mini escuadrones podría ser poco realista por el momento, por lo que hay que dividirlo bien… —tomé el lápiz y marqué seis puntos alrededor de la parte del bosque que nos interesaba— ¿Y así, formando una especie de hexágono con escuadrones más pequeños pero más juntos? 

—Reduciríamos considerablemente el número de personas necesarias… lo que me preocupa es que no haya varias filas por así decirlo por si algún asesino quiere huir o atacar por la espalda… —Damian colocó su pulgar y dedo índice izquierdos en su barbilla, pensativo. Volvió a agarrar el lápiz y dibujó un círculo en el interior del bosque— aunque la localización exacta no es segura, tenemos claro que el lugar donde están los adolescentes está por esta área, ¿verdad? —Asentí— Bien, tenemos que atacar eso primero. Aunque no tengamos muy claras sus verdaderas intenciones, supongo que no les interesa que sean liberados y mandarán allí a muchos proxys para proteger el almacén. Cuando eso suceda, podremos acabar con los que se oculten en los alrededores y finalmente rodear a los que queden en el propio almacén. Seguramente allí se encuentren los más peligrosos, pero ya estaremos todos reunidos y será más fácil atacarlos con el armamento adecuado. Eso sí, la prioridad es, ante todo, salvar a los tres que quedan.

—Y arrestar a todos esos monstruos. Si no, harán más daño. No podemos permitirles escapar —puntualicé.

—Janna, eso sería lo ideal, pero lo principal es lo principal. Tenemos que ir a por ellos, por supuesto, pero si alguno se escapa igualmente no será por mucho tiempo. Saldría a la luz lo reales que son y otros los atraparán tarde o temprano. La misión principal es rescatar a Tenny Vlacada, Lana Galeddalo y Brian Sanadesio —sabía por dónde quería ir Damian.

—Pero atrapar a algunos Creepypastas debería ser también principal —puntualicé—. Acabar con Jeff the killer es primordial, y no lo digo solo por mi situación, ¡es el peor de todos, el que más mata! Y lo peor es que no discrimina a nadie, le da igual la edad, el estado, la vulnerabilidad de la persona… Tenemos que salvar a los adolescentes e ir a por Jeff. Ese debería ser el objetivo principal.

Damian giró su silla para verme mejor. Suspiró y se inclinó levemente hacia atrás con la mano en el mentón.

—Janna, ¿puedo preguntar qué hace, objetivamente, a Jeff un objetivo más principal que Laughing Jack, Masky, Ticci Toby, Slenderman, Homicidal Liu...? —¿De verdad acaba de mencionar a Liu? 

—No metas a Liu en esto —dije alejándome con la silla más de él.

—Janna… me has prometido que los atraparíamos a todos, ¿no es así? —siguió hablando, insinuando lo que ya sabía que insinuaba— O los fijamos a todos como objetivo principal, esencial y primordial; o solo fijamos a algún pez verdaderamente gordo y que sepa de qué va todo, como Masky, por ejemplo. Eso contando con que no vamos a poder atrapar a Slenderman, que sería el más interesante. Pero no podemos ni centrarnos en uno por odio… ni quitar a otros por… —tomó aire— amor. Por supuesto que sería genial poder atrapar a Jeff, pero lo principal es lo principal.

—No sabemos a ciencia cierta quién sabe más que quién, Jeff es el responsable de las muertes de los padres y del ex-comisario Lautaro. Es tan pez gordo como Masky. Además, Damian… —me levanté— si toda esta resolución del caso está ocurriendo es porque yo me involucré en él cuando nadie lo hacía. Llevo años buscando a Jeff, ahora que lo tengo tan cerca no tienes derecho a dejarlo escapar —Damian se levantó también, pero con calma.

—Janna —tomó mis manos. Las aparté de él—, estamos haciendo una especie de boceto sobre la estrategia inicial para atacar. Podemos modificarla. Pero no creo que debiéramos atacar a la cabaña de Jeff ni a la de ninguno, si es lo que insinúas, antes que ir a por los adolescentes. Si Jeff se mete por medio mientras los rescatamos, jamás te impediría arrestarlo. Y si Liu se mete por medio… no te incitaría a hacerle daño si él nos deja tranquilos. Ahora, ir a por Jeff a costa del bienestar de los adolescentes o dejar a Liu dañarlos a ellos o a algún compañero solo por no querer perjudicarlo, eso sí que es cruzar la línea. ¿Sabes a lo que me refiero? 

Me crucé de brazos y tomé aire.

—Sí… objetivo principal, rescatarlos. Prometido, Damian… —dije y le tendí la mano. Damian me la estrechó, como cerrando la promesa— pero Jeff es mío. Ningún policía puede arrestarlo excepto yo. Y Liu… solo se le podrá atacar si él ataca antes. Ambos estamos armando el plan, así que tiene que tener reglas de los dos. ¿Entendido? —Concluí. Damian afirmó con la cabeza y movió nuestras manos de arriba a abajo.

—Me encanta tu equilibrio entre aferrarte a tus ideas y ser racional con ellas —dijo sonriendo de oreja a oreja. 

—Y a mí la forma en la que resuelves conflictos con calma.

Ambos sonreímos y nos sentamos, observando el mapa.

El fin se acerca.

Curiosidad n°83: El padre de Damian resolvió innumerables casos desde que comenzó siendo un agente de policía. Su honestidad y principios en buscar justicia le hicieron subir rápidamente escalones hasta convertirse en el gran comisario que fue. Es por esto que es muy querido y reconocido en la mayoría de comisarías del estado.

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