Sonreí como idiota al verlo acomodarse el cabello hacia atrás, eso no lo detuvo ya que seguía con aquél traqueteo, moviéndose como dios griego porque él lo era, claro que lo era; tan irreal.

Quién iba a pensar que aquél borracho de esa noche se convertiría en la persona que ahora amo con toda mi alma.

Sus manos estaban en mi cintura apretándola de vez en cuando haciendo que suelte uno que otro gemido cuando se adentraba otra vez. No era la única que no podía aguantar sus gemidos por su parte también lo hacía, escucharlo gemir era tan excitante el como abría su boca soltando aquellos jadeos y maldiciones que era música para mis oídos.

—Esto no es sexo Hee, te estoy haciendo el amor— habló entre jadeos con dificultad.— todo esto tiempo no estuvimos teniendo sexo.— sentía que mis piernas temblaban, estaba apunto de venirme y él lo sabía— aguanta un poco más mi amor, ya estoy por terminar.

Sus movimientos aceleraron haciendo que en aquella cabaña se escuche el sonido obseno de nuestros cuerpos chocar y nuestros gemidos. No fue mucho cuando gimió muy alto saliendo de mi interior rápidamente sacándose el preservativo para tirarlo en el bote de basura que estaba ahí. Ambos tratando de controlar nuestra respiración, sabía que yo estaba un desastre, de seguro estaba toda despeinada, el maquillaje todo corrido pero en cambio él era todo lo contrario, se veía jodidamente bien por más que este con el pelo alborotado.

Se tiró a mi lado mirando el techo por un momento para luego verme haciendo que yo también lo haga.

—Te ves linda— dijo con una sonrisa— ¿otra ronda?— soltó haciendo que yo deje de mirarlo para ver el techo— me encanta cuando te pones nerviosa, toda rojita como un tomatito. Heesook te amo.— me agarró de la mandíbula haciendo que lo vuelva a mirar.

—Yo también te amo, siempre lo hice.— le contesté tocando esa cabellera negra que me encantaba.

—Me sentía asustado cuando empecé a desarrollar sentimientos por ti, por eso intenté varias veces alejarte de mi con cualquier acción egoísta que hacía, tenía miedo que te haga daño o te hicieran, aún hay algunas cosas que no sabes, las cuáles quizás hagan que te alejes de mí y no me quieras tener en tu vida, nunca en mi vida me he sentido miedo pero te quiero decir que realmente has hecho que vuelva a la vida, gracias Heesook y no miento cuando te digo que te amo porque realmente te amo.

Él tenía razón aún había cosas que no sabía, claro que lo quería saber no quería que entre ambos haya más secretos. Mis manos fueron a su rostro acariciándolo, no me importaba nada solo quería estar con él, aunque eso implicase que todas las personas de mi alrededor sepan de mi amorío con Jimin, en especial mis papás pero en este punto no me interesaba absolutamente nada que sólo él.

—Estare contigo, no me importa lo que puedas llegar a confesar quiero saberlo todo, no más secretos Jimin— solté esta vez acariciando su cabello como si fuera un niño pequeño.

Lentamente ambos nos fuimos acercando para empezar un beso lento, este no iba ser último estaba por segura.

***

Nos encontramos en la orilla del mar, yo estaba sentada mientras la cabeza de Jimin reposaba en mis piernas, obviamente ya estábamos cambiados. Tomaba una que otra foto a las olas, y disimuladamente también le tomaba a Jimin quién miraba muy atento las estrellas del cielo.

Tenía llamadas perdidas y algunos mensajes de Nam y de Nancy, los cuáles no los abrí ya que mañana temprano les hablaría no quería molestar a estás horas.

—¿Tae otra vez fue tu cómplice?— pregunte de la nada.

—Si hablas sobre el de que iría a comprar comida y eso sí, fue todo mentira yo le dije que quería quedarme a solas contigo así que él otra vez fue mi cómplice, de seguro debe estar en el departamento con su hermano pasando tiempo juntos.— me respondió con una sonrisa.

—Ya lo sabía— reí dejando a un lado mi celular para acariciar su cabello— ¿que hay de tu familia? ¿si eran ellos los de esa vez del festival del vecindario?.—Asintió.— con razón tu mamá es casi igualita a ti y ni que hablar de tu papá.

— Todos dicen eso pero yo creo que me parezco más a mi mamá.— respondió.— tú no te pareces mucho a tu mamá, de seguro a tu papá sí.

—Sí, yo me parezco más a mi papá, creo que soy su copia pero en versión mujer— ambos reímos.— ¿tienes hermanos?

— Solo uno, él esta en el extranjero estudiando, ¿Tú? — asentí— eso no sabía así que tengo cuñadas o cuñados.

— También tengo uno, él esta en Europa se suponía que vendría pasando estás semanas, él nunca se pierde mi cumpleaños pero por temas de trabajo no iba poder venir justamente hoy por eso pidió la otra semana para venir y quedarse conmigo.

El cielo aún estaba oscuro lo único que alumbraba eran las estrellas y la luna, corría aire pero no teníamos frío porque habíamos traído una manta para taparnos por si llegabamos a tenerlo.

— Hee quiero que cuando lleguemos a Seúl las cosas entre tú y yo cambien, no quiero verte a escondidas, quiero que todo el mundo sepa sobre nosotros.— agarró una de mis manos besándola— allá mismo se acabará todo los secretos, te contaré absolutamente todo, ¿te parece?.—asenti— solo quiero que la pases bien éstos días.

—Te amo.

—Te amo más.

***

Nunca me había imaginado salir de casa sin que mis papás lo supieran, en este caso lo saben, bueno solo mi mamá la cuál piensa que estoy con Nancy cuando no es así, si se enterara estaría muerta. Lo bueno de todo esto es que Nancy se había ganado toda la confianza de mi mamá como para que me deje ir con ella supuestamente de viaje, a todo esto creo que a la lista de mi mejor amiga le sumo un favor más por ofrecerme su ayuda.

Nos encontramos sentados a punto de almorzar luego de una largas horas paseando por ahí. Estábamos en un restaurante italiano, Jimin nos había traído porque yo le había pedido ir a uno a comer pasta.

Las cosas con Jimin se estaban solucionando, poco a poco se estaba yendo la desconfianza dando paso a la confianza, éstos días a su lado habían sido fantásticos, realmente lo eran, compartir momentos con él era tan lindo y me sentía apenada de que hoy regresariamos a Seúl aunque eso ya no sería un problema ya que allá le confesariamos a todo el mundo nuestro amor, sin tener temor a que nos juzguen, ya no ocultariamos más todo esto.

De tanto tomar fotos mi batería se había bajado lo cuál hizo que lo apagará. Tenía muchas fotos y polaroids de fotos de ambos en todos los lugares que habíamos visitado y algunos vídeos que había grabado que quedarían como recuerdo de mi viaje a Busan.

—La pasta esta deliciosa— dijo Tae cerrando los ojos al llevar a su boca los fideos bañados de salsa de tomate.

—Siempre he preferido la pasta hecha originalmente por un restaurante italiano, son los mejores— comentó Jimin para empezar a comer.

—Es mi primera vez probando pasta italiana, que buen gusto tienes Heesook— Yeonjun habló.

—Obvio, no ves que me eligió a mi— interrumpió Jimin con una sonrisa de lado.

Solo reí y empecé a degustar del delicioso plato que estaba enfrente mío. Yo era fan número uno de la pasta, si era por mi me la pasaría toda la semana comiendo fideos.

—Hay que apresurarnos el autobús nos dejará si no llegamos a tiempo al terminal.

***

Jimin y Taehyung dejaron las maletas en la parte de atrás junto a las demás para luego venir a sentarse como al principio.

—¿La pasaste bien?— mi pelinegro pregunto.

—La pase más que bien, volveré de estoy segura— contesté con una sonrisa.

El autobús empezó a avanzar, puse mi cabeza en su hombro para cerrar los ojos, me daría una pequeña siesta. El viaje no sería tan largo solo son unas cuantas horas así que no dormiría tanto.

Con una sonrisa y un suspiro caí en el país de los sueños, quedándome profundamente dormida.

....

Sentí besos en mi mejilla haciendo que despierte viendo a Jimin, que linda vista era esta. Ya había dicho que él era el hombre más lindo de todo el mundo y universo, no había comparación cuando se trataba de él, lo amaba tanto.

—Ya llegamos dormilona— dijo casi en un susurro para juntar sus labios con los míos y besarme.

Lentamente nos separamos y rápidamente me paré del asiento para verlo.

—¿Tae y Yeonjun?— pregunté.

—Estan sacando las maletas, ven bajemos de una vez— asentí, agarró mi mano juntandola con suya para bajar del autobús agarrados de la mano.— Que mierda...

No entendí porque dijo la última oración, su rostro mostraba confusión, volteé a mirar al frente viendo dos patrullas policiales, y a mi mamá ahí parada junto a Nancy y Nam.

— Park Jimin esta detenido por secuestro, no diga ni una sola palabra— habló un policía acercándose a nosotros.

— Jimin...— solté.

—Tranquila linda, no pasará nada— dijo y yo hice presión en nuestras manos que estaban entrelazadas no pensaba soltarlo.

Pero todo fue en mano cuando dos policías se nos acercaron y nos separaron, agarrando a Jimin y colocandole las esposas en sus manos, no pude aguantar y empecé a llorar. Nancy y Nam vinieron hacía a mí y me abrazaron.

—¿Mi amor estás bien? ¿Te hizo algo?— mi mamá vino corriendo abrazándome a la fuerza pero me solté de su agarré rápidamente.

— Ahora mismo no, ¿desdé cuando te preocupas de que sí estoy bien? eres una maldita hipócrita— solté sin piedad haciendo que mi mamá me tirará una cachetada— te odio.

—¿Cómo te atreves a hablarme así? soy tu madre, este chico te a cegado, te a llevado contra tu voluntad...

No la escuché más y fuí corriendo donde Jimin que estaba parado enfrente de las patrullas policiales, y lo abracé.

—Todo esto es un error, él no me llevó contra mi voluntad, por favor créanme, no me a hecho nada— le hablé al policía que lo tenía.

—Eso se decidirá en la fiscalía jovencita, los cargos ya están puestos, ahora por favor déjelo necesitamos trasladarlo.

Me aferré aún más a él cuándo escuché al policía, no lo iba soltar.

—Hey nena, todo esto se solucionará ¿sí? no llores, no me gusta verte así.— dijo Jimin mostrándome una cálida sonrisa.— te amo.

No pude decirle nada cuando lo metieron al auto, cerrándome la puerta en la cara sin dejarme despedirme. Taehyung apareció junto a Yeonjun teniendo una expresión de confusión.

Holaa, aquí estoy de vuelta con un nuevo capítulo, espero les guste.

¿Qué crean que sucedió? ¿O que podría pasar? déjenme sus teorías.

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