―¡¿Hiciste qué?!― Hannah Forbes le grito a su hijo, Jace Mikaelson.

―Solo fue un golpecito ... ―respondió su hijo ante el grito de su madre.

El joven era un hombre lobo y por ende su temperamento tendía a estallar en momentos inapropiados. En este caso, fue en medio de su práctica de fútbol. Algunos chicos de la escuela solían hacer algunos comentarios sobre Jace, y eso lo había llevado a golpear a uno de los chicos que hablaba de él.

Dado que Jace era uno de los mayores, Hannah esperaba que fuera mucho más maduro sobre este tipo de situaciones. Sin embargo, sabía que, con Klaus en la ciudad, las cosas serían mucho más complicadas.

―Cariño, ¿se trata de tu padre?―Hannah preguntó vacilante.

Hannah sabía que a pesar de que Jace decía estar bien, no lo estaría hasta que lo hable con alguien. A pesar de que Jace era maduro sobre quién era el padre y la historia del por qué no estaba presente en su vida, Jace anhelaba la sensación de tener una figura paterna.

La figura paterna más cercana que tenía Jace era Alaric, y para él no era suficiente.

―No puedes manejar todo golpeando a la gente. La vida no es tan simple―había intentado hablar Hannah con calma hacia su hijo.

Ella quería entender de dónde venía toda esa ira, sin embargo, tenía una idea. Ella sabía que los genes de hombre lobo en su sangre saldrían a la luz en algún momento, a pesar de que aún no haya matado a nadie para activar la maldición.

Sin embargo, hay algunas cosas que Hannah, como madre, no podía comprender. Además, considerando que Hannah tenía otros niños que cuidar, era difícil atender las necesidades de todos.

―Lo sé mamá, lo sé― respondió Jace.

Jace todavía quería una figura paterna, y no era como si los padres cayeran de los árboles. Esta nueva ira había surgido ante la idea de que su padre estuviera en la ciudad.

El padre del que Jace solo había oído hablar de su madre, uno que él no conocía.

No conocerlo podría estar relacionado con su ira incontrolada. Sin embargo, gran parte de su enojo provenía de la creencia de que su padre lo había abandonado.

Sin embargo, ese no era exactamente el caso, pero estaba lo suficientemente cerca como para que Hannah pudiera decirle la verdad.

Jace tenía la firme creencia de que lo que fuera que hubiera pasado entre ellos dos realmente había roto a su madre. Ella no había estado en una relación desde que él nació. Un par de citas aquí pero nada demasiado serio. Era como si se estuviera torturando a sí misma, por no ser ideal. Creyendo que ella era la que había cometido el error.

Sin embargo, eso estaba lejos de ser el caso.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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