La Escritura en la Pared // 2/2

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— ¡Si me conceden su atención, ha llegado el momento de mi discurso! — Nick camino hacia el estrado con paso decidido —

“Mis difuntos y afligidos señores y Señoras, es para mí una gran tristeza”

Pero nadie le prestaba atención, el club de cazadores sin cabeza acababa de comenzar un juego de Cabeza Hockey y la gente se agolpaba para mirar.

Nick trató en vano de recuperar la atención, pero desistió cuando la cabeza de Sir Patrick le pasó al lado entre vitores

— Vámonos — dijo Harry —

Fuimos hacia la puerta, sonriendo e inclinando la cabeza a todo el que nos miraba, y un minuto más tarde subíamos a toda prisa por el pasadizo lleno de velas negras.

—  Quizás aún que pudin — dijo Ron con esperanza, abriendo el camino hacia la escalera del vestíbulo —

Y entonces oí...

— ... Desgarrar... Despedazar... Matar... —

Fue la misma voz fría, asesina, que había oído en el despacho de Lockhart.

Temblé al detenerme, que tuve que sujetarme al muro de piedra.

Mire a mi alrededor, Harry estaba igual que yo.

— Harry, Alya, ¿Qué...? —

— Es de nuevo esa voz... Hagan silencio un momento — dije —

— ... Deseado ... Durante tanto tiempo... —

— ¡Escuchen! — dijo Harry, a lo que Hermione y Ron se quedaron inmoviles —

— ... Matar... Es la hora de matar... —

La voz se fue apagando. La voz se alejaba... Hacia arriba.

Al mirar al oscuro techo, se apoderó de él una mezcla de miedo y emoción.

¿Cómo podría irse vacía arriba? ¿Se trataba de un fantasma?

— ¡Por aquí! — Harry y yo corrimos escaleras arriba hasta el vestíbulo. —

Allí era imposible oír nada, debido al ruido de la fiesta de Halloween que tenía lugar en el Gran Comedor.

Ron y Hermione nos seguían.

— oigan, ¿Que estamos haciendo? —

— ¡SHHH! — silencie a los dos —

Agudice el oído logrando oír una voz débil.

Huelo sangre.... ¡Huelo sangre!

El corazón me dió un vuelco.

— ¡Va a matar a alguien! — grité, sin hacer caso a las caras de los demás, subí junto a Harry saltando de tres a tres escalones, intentando oír más —

Ron y Hermione nos seguian mientras jadeaban.

No paramos hasta que doblamos la esquina del último corredor, también desierto.

— ¿Que pasaba? — nos preguntaron — yo no oí nada —

Pero hermione dió un grito ahogado y señalo al corredor.

— ¡Miren! —

Delante de nosotros, algo brillaba en el muro.

Nos aproximamos despacio, intentando ver en la oscuridad con los ojos entornados.

En el espacio entre dos ventanas, brillando a la luz que arrojaban las antorchas, había en el muro unas palabras pintadas de más de un palmo de altura.

La cámara de los secretos ha Sido Abierta.

Teman, enemigos del heredero.

— ¿Qué es lo que cuelga ahí abajo? — pregunto Ron, con un leve temblor en la voz —

Al acercarme más, casi resbaló por un gran charco de agua que había en el suelo.

Harry me sostuvo, y junto a los demás nos acercamos a la inscripción, con los ojos fijos en la sombra negra que se veía debajo.

Comprendimos lo que veíamos y dimos un Brinco hacia atrás.

La señora Norris, estaba colgada por la cola en una argolla de las que se usaban para sujetar antorchas.

Estaba rígida como una tabla, con los ojos abiertos y fijos.

— Vámonos de aquí — dije firmemente —

— ¿No Deberíamos intentar...? — comenzó a decir Harry —

— Háganme caso — dije — es mejor que no nos vean aquí —

Pero era demasiado tarde. Un ruido, como un trueno distante, indico que la fiesta acababa de terminar.

De cada extremo del corredor en que nos encontrabamos, llegaba el sonido de cientos de pies que subían las escaleras y la charla sonora y alegre de gente que había comido bien.

Un momento después, los estudiantes irrumpian en el corredor por ambos lados.

La charla, el bullicio y el ruido se apagaron de repente cuando vieron la gata colgada.

Harry, Ron, hermione y yo estábamos solos, en medio del corredor, cuando se hizo el silencio entre la masa de estudiantes, que presionaban hacia delante para ver el espectáculo.

Luego, alguien gritó en medio del silencio:

— ¡TEMAN, ENEMIGOS DEL HEREDERO! ¡LOS PRÓXIMOS SERAN LOS SANGRE SUCIA! —

Era Draco Malfoy, que había avanzado hasta la primera fila.

Tenía una expresión alegre en los ojos, y la cara, habitualmente pálida, se le enrojeció al sonreír ante el espectáculo de la gata colgada inmóvil.

— ¿Que pasa aquí? — el grito Malfoy había atraído a Filch, el cuál se abría paso a empujones —

Vió a la señora Norris y se hecho para atrás, llevándose horrorizado las manos a la cara.

— ¡Mi gata! ¡¿que le ha pasado a la señora Norris?! — chilló. Con los fuera de las órbitas, se fijó en Harry — ¡Tú! — chilló — ¡Tú! ¡Tú has matado a mi gata! ¡Y yo te mataré a ti! —

— ¡Argus! —

Dumbledore había llegado, seguido por otros profesores, pasando delante de nosotros.

Sacó a la señora Norris de la argolla.

— Ven conmigo, Argus — dijo — Ustedes también, Potter, Weasley, Granger y Black —

Lockhart se adelantó algo asustado.

— mi despacho es el más próximo, director, nada más subir las escaleras. Puede disponer de él —

— Gracias, Gilderoy — respondió Dumbledore —

La multitud se hizo a un lado para dejarnos pasar.

Junto a Dumbledore y los profesores, caminamos a paso rápido al despacho de Lockhart.

Cuando entramos en el oscuro despacho, hubo un gran revuelo en las paredes; algunas de las fotos de Lockhart se escondían de la vista.

El Lockhart de carne y hueso encendió las velas de su mesa y se apartó.

Dumbledore dejo a la señora Norris sobre la pulida superficie y se puso a examinarla.

Los chicos y yo intercambiamos miradas tensas.

Dumbledore acercó la punta de la nariz a una distancia muy cercana de la piel de la gata.

Examinó el cuerpo de cerca, la profesora McGonagall estaba tan inclinada como él, Snape estaba muy cerca detrás de ellos, con una expresión peculiar, como si tratara de no sonreír, y Lockhart tomaba alrededor del grupo haciendo sugerencias.

puede concluirse que fue un hechizo lo que le provocó la muerte..., Quizá la tortura Metamorfica. He visto muchas veces sus efectos. Es una pena que no me encontrará allí, porque conozco el contrahechizo que la habría salvado —

Los sollozos, convulsivos, de Filch acompañaban los comentarios de Lockhart.

Dumbledore murmuraba ahora extrañas palabras en voz casi inaudible. Golpeó a la señora Norris con su varita, pero no sucedió nada; parecía disecada.

— Recuerdo que sucedió algo muy parecido a Uagadugú — dijo Lockhart — una serie de ataques. La historia completa está en mi autobiografía. Puede proveer al poblado de varios amuletos que acabaron con el peligro inmediatamente —

Todas las fotografías de Lockhart que había en las paredes movieron la cabeza de arriba abajo confirmando lo que este decía.

— No está muerta, Argus — dijo Dumbledore incorporandose nuevamente —

— ¿Que no está muerta? — preguntó Filch entre sollozos — ¿Y porque está rígida? —

— La han petrificado — explico Dumbledore —

— Ah, ya me parecía a mi... — murmuro Lockhart —

— Pero no podría decir como... —

— ¡Pregúntele! — chilló Filch, mirando y señalando a Harry —

— ningún estudiante de segundo curso podría haber hecho eso — dijo Dumbledore con firmeza — Es magia oscura muy avanzada —

— ¡Lo hizo él! — saltó Filch — ¡Ya ha visto lo que escribió en la pared! Él encontró... en la conserjería... Sabe que soy, que soy... ¡Sabe que soy un Squib! — concluyó —

— ¡No he tocado a la señora Norris! — dijo Harry con voz potente — y nisiquiera sé lo que es un Squib —

— ¡Mentira! — gruñó Filch — ¡Él vio la carta de EMBRUJORRÁPID! —

— Si se me permite hablar, señor director — dijo Snape desde la penumbra — Potter y sus amigos simplemente podrían haberse encontrado en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno —

Su expresión en el rostro seguía siendo de desprecio.

sin embargo, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas, ¿Por qué se encontraban en el corredor del piso superior? ¿Por qué no estaban en la fiesta de Halloween? —

Entonces les explicamos sobre la fiesta de cumpleaños de muerte.

— ... Había cientos de fantasmas que podrán testificar que estábamos allí —

— Pero, ¿Por qué no se unieron a la fiesta después? — pregunto Snape — ¿Por qué subieron al corredor? —

Ron y Hermione nos miraron a Harry y a mi.

— Porque... Porque... — comenzó a decir Harry, parecía estar rebuscando que responder, si la verdad o mentira — porque estábamos cansados y queríamos ir a la cama — dijo —

— ¿Sin cenar? No sabía que los fantasmas dieran en sus fiestas buena comida para los vivos —

— No teníamos hambre — dijo Einar, y justo las tripas le rugieron en ese instante —

La desagradable sonrisa de Snape se ensanchó aún más.

— tengo la impresión, Señor Director, de que Potter no está siendo completamente sincero — dijo — Podría ser una buena idea privarle de determinados privilegios hasta que se avenga a contarnos toda la verdad. Personalmente, creo que debería ser apartado del equipo de Quidditch de Gryffindor hasta que decida no mentir —

— Francamente, Severus — dijo la Profesora McGonagall Bruscamente — no veo razón para que el muchacho deje de jugar al Quidditch. Este gato no ha Sido golpeado en la cabeza con el palo de una escoba. No tenemos ni una prueba de que Potter haya hecho algo malo —

— Es inocente hasta que se demuestre lo contrario, Severus — finalizó Dumbledore —

Snape parecía furioso, la igual que Filch.

— ¡Han petrificado a mi gata! — grito. — exijo que se castigue a los culpables —

— Podremos curarla, Argus — dijo Dumbledore armandose de paciencia — La profesora Sprout ha conseguido Mandrágoras recientemente. En cuanto hayan crecido, haré una poción con la que revivir a la Señora Norris —

— La haré yo — se propuso Lockhart — creo que la he preparado unas cien veces, podría hacerla hasta dormido —

— Disculpe — dijo Snape con frialdad — pero creo que el Profesor de Pociones de este colegio soy yo —

Hubo un silencio incómodo.

— Pueden irse — nos dijo Dumbledore —

Nos fuimos sin correr pero deprisa. Cuando estuvimos un piso más arriba del despacho de Lockhart, entramos en un aula vacía y cerramos la puerta con cuidado.

Harry volteo a vernos.

— ¿Creen que tendría que haberles hablado de la voz que oímos Alya y yo? —

— No — dijo Ron sin dudar — Oír voces que nadie puede oír no es buena señal, ni siquiera en el mundo de los magos —

— ¿Tú nos crees, Verdad? — pregunté al notar la desconfianza de la voz de Ron —

— Por supuesto — contesto — pero... Tienen que admitir que parece raro —

— Si, ya sé que parece raro — admití — Todo este asunto es muy raro, ¿Que era lo que estaba escrito en la pared? —

— “La cámara de los secretos ha Sido Abierta” — recordó Einar —

— ¿Que querrá decir? — pregunto curioso Harry —

— El caso es que me suena un poco — dijo Ron despacito — Creo que alguien me contó una vez que había una cámara secreta en Hogwarts... Tal vez fue Bill... —

— ¿Y que demonios es un Squib? — pregunto Harry —

— Bueno, no es que sea divertido realmente... Pero tal como es Filch... — dijo — Un Squib es alguien nacido en una familia de magos, pero que no tiene poderes mágicos. Todo lo contrario a los magos hijos de muggles, sólo que los Squibs son casos muy raros. El caso de que Filch sea un Squib, explica su odio hacia los estudiantes — Ron sonrió con satisfacción — es un amargado —

De algún lugar llegó el sonido de un Reloj.

— Es media noche — señalo Harry — Es mejor que nos vayamos a dormir antes de que Snape nos encuentre y quiera acusarnos de algo más —

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Durante unos días, en la escuela no se hablo de otra cosa que de lo que habían hecho a la señora Norris.

Filch mantenía vivo el recuerdo en las memorias de todos haciendo guardia en el punto en que la habían encontrado, como si pensara que el culpable volvería al escenario del crimen.

Había intentado fregar la inscripción del muro pero no había servido de nada, las palabras seguían tan brillantes como el primer día.

Ginny parecía muy afectada por el destino de la señora Norris. Ya que era una gran fanática de los gatos.

— Pero si no conocías a la señora Norris — le dijo Ron para animarla — La verdad es que Estamos mejor sin ella — a Ginny le tembló el labio — Cosas como estás no suelen suceder en Hogwarts. Atraparán al que haya Sido y lo hecharan de aquí inmediatamente —

Este hecho vandálico también había afectado a Hermione, ha era habitual en ella pasar mucho tiempo leyendo, pero ahora prácticamente no hacia otra cosa. Cuando le preguntábamos que buscaba, no obteníamos respuesta, y tuvimos que esperar al miércoles siguiente para enterarnos.

Ron, Einar y yo estábamos en midiendo los deberes que nos había dejado Binns.

Harry llegó y nos conto que Justin Finch-Fletchley lo había esquivado y se había alejado de él a toda prisa.

Justo después llegó hermione disgustada pero dispuesta a hablarnos por fin.

— No queda ninguno de los ejemplares que había en el colegio, se han llevado la Historia de Hogwarts y hay una lista de espera de dos semanas — suspiro sentandose a nuestro lado —

— ¿Para que lo quieres? — pregunto Einar —

— para lo mismo que el resto de la gente — contesto — para leer la leyenda de la Cámara de los Secretos —

— ¿Qué es eso? —

— Eso quisiera yo saber. Pero no lo recuerdo — contesto Hermione mordiéndose el labio —

— Hermione, déjame leer tu trabajo — le pidió Ron desesperado —

— No, no quiero, tuviste díez días para acabarlo —

— solo me faltan seis centímetros, venga —

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La clase de historia había Sido extremadamente aburridas como siempre, pero, eso se hizo menos cuando hermione pregunto sobre la cámara de los Secretos.

Dean Thomas que estaba mirando hacia la ventana, perdido, salió del trance dando un respingo.

Lavender Brown levantó la cabeza y a Neville le resbaló el codo de la mesa.

El profesor Binns parpadeo.

— Mi disciplina es la Historia de la Magia — dijo con voz seca — Me ocupo de los hechos, no de losnmitos ni de las leyendas — se aclaró la garganta y prosiguió — en septiembre de aquel años un subcomité de hechiceros sardos...

Balbuceó y se detuvo, de nuevo, en el aire, se agitaba la mano de Hermione.

— ¿Señorita Grant? —

— Disculpe, Señor, ¿No tienen siempre las leyendas una base real? —

El profesor Binns la miraba con tal estupor, que parecía que nunca ningún estudiante lo había interrumpido nunca.

— Veamos — dijo lentamente — si, creo que esos se podría discutir — miro a Hermione — sin embargo, la leyenda por la que usted me pregunta es una patraña hasta tal punto exagerada, yo diría que incluso absurda... —

La clase entera estaba ahora pendiente de las palabras del profesor, esté miro a sus alumnos y vio que todas las caras estaban vueltas hacia el.

— Muy bien — dijo — Veamos... La cámara de los Secretos... Todos ustedes saben, naturalmente, que Hogwarts fue fundado hace unos mil años por los cuatro brujos mas importantes de la época. Las cuatro casas del colegio, reciben su nombre de ellos: Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin. Los cuatro juntos construyeron el castillo, lejos de más miradas indiscretas de los Muggles, dado que aquella era una época en que la gente tenía miedo de la magia, y los magos y brujas sufrían persecución —

Se detuvo y miro a la clase por uno segundos.

— Durante algunos años, los fundadores trabajaron conjuntamente en armonía, buscando jóvenes que dieran muestras de aptitud para la magia y trayendolos al castillo para educarlos. Pero luego surgieron desacuerdos entre ellos y se produjo una ruptura entre Slytherin y los demás. Slytherin deseaba ser más selectivo con los estudiantes que se admitían en Hogwarts. Pensaba que la enseñanza de la magia debería reservarse para las familias de magos. Le desagradaba tener alumnos de Familia Muggle, porque no los creía dignos de confianza. Un día se produjo una seria disputa al respecto entre Slytherin y Gryffindor, y Slytherin abandonó el colegio —

El profesor Binns se detuvo denuevo y frunció la boca, como una tortuga vieja llena de arrugas.

— Esto es lo que nos dicen las fuentes históricas fidedignas — dijo — pero estos simples hechos quedaron ocultos tras la leyenda fantástica de la Cámara de los Secretos. La leyenda nos dice que Slytherin había construido en el castillo una cámara oculta, de la que no sabían nada los otros fundadores —

“Slytherin según la leyenda, selló la cámara de los Secretos para que nadie la pudiera abrir hasta que llegara al colegio su auténtico Heredero. Solo el heredero podría abrir la cámara, desencadenar el horror que contiene t usarlo para librar al colegio de los que no tienen derecho a aprender magia.”

Cuando termino de contar la historia, se hizo el silencio, pero no era el silencio habitual, soporifero, de las demás clases de Binns.

El profesor parecía levemente molesto.

— Por supuesto, que está historia es un completo disparate  — añadió — normalmente, el colegio entero ha ido registrado varias veces en busca de la cámara, por los magos mejor preparados, no existe. Es un cuento inventando para asustar a los crédulos —

— Profesor, ¿A qué se refiere usted exactamente al decir “el horror que contiene” la cámara? —

— Sé que es algún tipo de monstruo, al que sólo podrá dominar el Heredero de Slytherin — explico —

La clase intercambio miradas nerviosas.

— Pero ya les digo que no existe — añadió el profesor Binns — No hay tal Cámara ni tal monstruo —

— Pero, Profesor — comento Seamus Finnigan — si solo el auténtico Heredero de Slytherin puede abrir la cámara, nadie más podría encontrarla, ¿No? —

— Tonterías, O'Flaherty — repuso en tono airado — si una larga sucesión de directores de Hogwarts no la han encontrado... —

— Pero, Profesor — intervino Parvati Patil — probablemente haya que emplear magia oscura para abrirla —

— el hecho de que un mago no utilice la magia oscura no quiere decir que no pueda emplearla, señorita Patati — le interrumpió el profesor —

— Pero tal vez sea preciso estar relacionado con Slytherin, y por eso Dumbledore no podría... — apunto Dean Thomas —

— Ya basta — dijo bruscamente — ¡Es un mito! ¡No existe! ¡No hay menor indicio de que Slytherin construyera semejante cuarto trastero! Me arrepiento de haberles relatado una leyenda tan absurda. Ahora volvamos, por favor, a la historia, a los hechos evidentes, creíbles y comprobables —

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— ¿Creen que realmente hay una cámara de los secretos? — pregunto Ron —

— No lo sé — respondí — puede que si y que no —

— Dumbledore no fue capaz de curar a la señora Norris y eso me hace sospechar que quienquiera que la atacase no debía ser... Humano. —

Al doblar la esquina nos encontramos en un extremo del mismo corredor en que había tenido lugar la agresión.

Nos detuvimos y miramos el lugar. Estaba tal como lo habíamos encontrado aquella noche.

— aquí es donde Filch ha estado haciendo guardia — dijo Ron —

— No hay nada de malo en hechar un vistazo —

Dejamos las bolsas a un lado y nos pusimos a inspeccionar.

— ¡Esto está chamuscado! — dijo — ¡Aquí... Aquí!  —

— ¡Ven y miren esto! — nos dijo Hermione — es extraño —

Hermione señalaba el cristal superior, por dónde una veintena de arañas estaban escabullendose, según parecía tratando de penetrar una pequeña grieta en el cristal.

— ¿Habían visto algunas vez que las arañas se comportarán así? — pregunté perpleja —

— Yo no — dijo Harry — ¿Y ustedes? —

— Yo menos — respondieron Ron y Einar —

Ron había retrocedido y parecía querer salir corriendo, todo esto era a causa de su temor a las arañas.

— ¿Que pasa? — le pregunto Harry —

— No.. no me gustan... las arañas — dijo nervioso, Ron —

— No lo sabía — dijo Hermione — has usado arañas muchas veces en la clase de pociones —

— Si están muertas no me importa — explico — No soporto la manera en que se mueven —

Einar soltó una risita.

No tiene nada divertido — dijo ron  — Si quieres saberlo, cuando yo tenía tres años, Fred convirtió mi... Mi osito de peluche en una araña grande y asquerosa porque yo le había roto su escoba de juguete. A ti tampoco te harían gracia si estando con tu osito, me hubieran salido de repente muchas patas y...

Dejo de hablar estremecido, era evidente que Hermione estaba aguantandose la risa.

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