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Me pregunto si Jimin-Hyung realmente me ayudará si consigo quedarme a solas con él, realmente no lo creo, siempre que podemos quedarnos a solas él parece huir de mí. Porque no puedo decir que realmente no lo he intentado.

Ya ha pasado una semana desde que hablé con YoonGi-Hyung, sus palabras afectaron a mi cabeza, desde que hablé con él no he dejado de tener sueños en los que aparece esa chica, la diferencia es que, cada vez que me despierto ya no estoy asustado, sólo lloro en silencio, esos sueños hacen que mi corazón duela como nunca y siempre, cada mañana, escucho a mi lobo sollozar por los sueños, estoy realmente preocupado.

Abro la carpeta en la que está toda la información de Aysel, aquí pone que falleció hace ya cuatro años y medio, pero cada vez que leo esas palabras mi lobo se niega a aceptarlo, está seguro de que ella sigue con vida, en algún lugar del bosque que rodea la aldea.

Las palabras del informe me marean a veces, hay tanta información, ella ahora tendría veintidós años, supuestamente la conocí teniendo ella dieciocho, pero si esto fuese verdad... yo ahora tendría veinticinco años, aunque eso explicaría bastantes cosas, por ejemplo, que mi cuerpo haya cambiado tanto o que Ansel haya crecido de tal manera, eso explicaría muchas de las cosas que no tienen sentido para mí.

Un fuerte trueno impacta contra el suelo con un sonido atronador, me acerco a la ventana de mi habitación, veo caer algunas gotas que rápidamente se multiplican, mi cristal se llena de gotas y aunque lo intento, no soy capaz de ver más allá de la lluvia, no puedo ver la casa junto a la nuestra.

Salgo de mi habitación y bajo al salón, encuentro a mis Hyungs reunidos, todos mantienen sus rostros serios, parecen preocupados, aunque Jin y Jimin parecen los más afectados, me acerco hasta que notan mi presencia, recibo todas las miradas sobre mí, me encojo de hombros y me siento junto a Yoongi-Hyung, el único con el que me siento en confianza por el momento.

—¿Qué pasa? ¿Por qué parecen tan preocupados? — pregunto, veo cómo la mayoría se replantea si deben decírmelo o no, supongo que tiene que ver con algo que yo no soy capaz de recordar.

—Mientras estabas en coma, Jin tuvo una visión. — Namjoon-Hyung me mira con seriedad, pero veo su nuez subir y bajar con rapidez, sus latidos son demasiado rápidos, me está mintiendo. —La aldea sufrirá una inundación por la lluvia, no hay manera de sacar a toda la manada de la aldea y aun que lo consiguiésemos, no podríamos volver, lo que conocemos ahora se convertirá en un lago. 

Sus palabras me sorprenden, miro a YoonGi, que parece pensar algo, alza la mirada y lo que dice me sorprende y cabrea a los demás.

—Si Aysel siguiese aquí podría solucionar esto. — escucho muchos gruñidos en la habitación, sin embargo, no oigo el de Jimin, le miro y él tiene sus ojos pegados en sus manos, juega con sus dedos, está nervioso. Y en solo segundos sus ojos brillan con una ligera capa de lo que estoy seguro con lágrimas retenidas.

—Ese nombre está prohibido, lo sabes YoonGi. — TaeHyung se ha levantado y está enfrentando a Yoongi.

—De todas formas, no es seguro que pase, ya saben que las visiones de Jin-Hyung no siempre son correctas. — Hoseok se levanta del sofá y se estira, con el rostro serio. —Si siempre acertase nos habríamos evitado muchos problemas, pero eso siempre le da un toque de diversión al día a día.

El rostro de Jin se desencaja en tristeza, igual que el de todos, incluido el de HoSeok, que sale de la habitación con paso lento.

—Esperemos esta noche, si sigue lloviendo comenzaremos a evacuar la aldea. Vayan preparando lo que consideren más importante, cuanto antes estemos listos antes podremos ayudar a la manada. — todos asienten a las palabras de NamJoon y uno por uno van saliendo del salón, hasta que nos quedamos Jimin y yo solos, me acerco a él, aunque no se da cuenta de mi presencia hasta que sujeto sus manos.

Me mira durante unos segundos y no tarda en intentar huir, he logrado quedarme completamente a solas con él, sin planearlo, pero no pienso perder esta oportunidad, necesito respuestas y las necesito ya.

—Jimin, ¿Quién es Aysel? — sé que estoy siendo demasiado brusco, pero es lo primero que se me ocurre para comenzar la conversación, estoy nervioso por su respuesta.

—Ella... ella era una buena amiga. — al menos ya ha dicho algo. —Lo siento mucho Kook, no puedo hablarte de ello. — claro que puedes Jimin, pienso aprovechar esta oportunidad, aunque tenga que hacer lo imposible.

—Llevo un mes pensando... no están siendo sinceros conmigo Jimin. — uso mi mejor carta, la sinceridad y el dolor. —Les siento distantes a mí, me cuesta confiar en vosotros, ninguno me deja solo en ningún momento, no puedo hablar con mis amigos... realmente me siento como un lobo solitario. Es como si ya no perteneciese a esta manada. — mis palabras le sorprenden, le siento temblar junto a mí y le miro, sus ojos están encharcados por las lágrimas.

—Claro que eres de la manada Kook, eres uno de nosotros. — intenta hacerme sentirme mejor, pero yo lo que quiero son respuestas. —Si te cuento la verdad nos meteremos en un problema.

—No diré nada, te lo juro Jimin-Hyung. Siento que me falta algo y eres el único con el que me siento seguro. — tal vez haya mentido un poco al final, pues con todo lo que me están ocultando... ahora mismo el único en el que puedo confiar y con quien sentirme seguro es con YoonGi.

—De acuerdo… — se decide, pero aun así duda y se tarda. —Aysel fue tu pareja, — asiento, eso lo he leído varias veces en el archivo con su nombre. —fue muy buena amiga mía, Dioses, no sabes lo mucho que me ayudó y lo mal que la trataste cuando la conocistes. — frunzo mi ceño, nunca he tratado mal a nadie.

—¿Por qué la trataba mal? —  no escucho lo que Jimin dice, no me hace falta escucharle, mi cabeza comienza a doler y soy consciente de que, la pelea que estoy teniendo en mi mente con una chica es un recuerdo, me veo señalar mi pantalón, tengo una erección y... soy capaz de sentir nuestras feromonas bailando por la habitación.

—JungKook, ¿Estás bien? — asiento, abro los ojos y le miro, no entiendo muy bien que es lo que acabo de recordar, porque realmente comienzo a creer que estas imágenes son recuerdos que he perdido por alguna razón.

—Sí.

—La odiabas por... — le veo suspirar, parece incómodo, pero estoy demasiado preocupado por mi memoria. —la odiabas por lo que te hacía sentir, te daba miedo. El día que la conociste me dijiste que irías a ver a IU, pero cuando volviste unas horas después... ahí estabas, aterrorizado, no eras capaz de tocarla sin sentir que estaba mal. —  me quedo en silencio, ¿Cómo se supone que debo reaccionar a esto?

—¿Por qué no la recuerdo? — ya no es solo la sensación de encontrarle tenso, lo está, su corazón y su cuerpo lo delatan a mis sentidos, hay algo que aún no me ha contado.

Espero, con la poca paciencia que logro encontrar, es mi Hyung y espero firmemente que me responda, nunca me ha mentido... — aunque nunca antes me había mentido alguno de ellos—  Ya no sé qué pensar de lo que me rodea, de las personas, de mis amigos... por alguna razón mi lobo no para de gritarme que no confíe en él, que las únicas personas de confianza son YoonGi y la Señora Yon.

A pesar de que espero a sus palabras él no hace ni el más mínimo intento de abrir sus labios, me está ocultando algo y por la respuesta de su cuerpo a mi pregunta, asumo que debe ser muy importante.

Lo único que me viene a la cabeza es la idea de que alguien me haya borrado la memoria, pero el único que puede hacer algo como eso es Jimin y no creo que sea capaz de hacerme eso, no cuando siempre le he apoyado en todo, él no ha podido hacerme esto.

—Tengo que hacer la maleta JungKook, tú también deberías hacerla. — ha cambiado de tema como si nada y me siento insultado ¿Por qué no quiere ayudarme?

Pero a pesar, siento que debo preguntarle algo, algo que mi lobo me impulsa con todas sus fuerzas, algo que siento que es más importante que todo lo que esta pasando.

Se levanta y antes de que dé un paso, me levanto quedando a su lado sosteniendo su muñeca con la suficiente fuerza para ver palidecer su rostro por mi acto brusco, en sus ojos hay sorpresa, no quiero lastimarlo, no es mi intención, pero con la pregunta en la punta de mi lengua, mi lobo ahora se encuentra en la superficie peligrosamente y temo que su respuesta descontrole a mi lobo cuando le siento tan enojado que sé que no podre detenerlo.

—¿Quién o qué, era ella para ti? — la pregunta no solo le sorprende a él, me sorprende a mí también, pero no es la pregunta lo que hace que sus ojos se habrán con algo de temor, es el gruñido en cada palabra y el tono Alfa en mi voz.

Escucho como su corazón se acelera y golpea contra su pecho con fuerza, jala de su brazo, pero solo logro que se queje cuando no lo suelto, quiero hacerlo, pero mi lobo tiene parte del control y él lo sabe cuándo en sus ojos se reflejan el ambar de los míos.

Su boca se abre y se cierra cual pez fuera del agua y jala una vez más, esta vez lo suelto, lleva su mano a su pecho, acunándola, no le he roto la muñeca, pero seguro que he lastimado la articulación, la marca rojiza de mis dedos va desapareciendo lentamente cuando su curación empieza actuar.

Cierro y abro mis manos en puños y respiro profundo ante su atenta mirada tratando de calmarme, mi lobo regresa a regañadientes cuando lo obligo y vuelvo a obtener el control, enseguida siento el remordimiento de haber lastimado a uno de mis Hyungs, a uno de mis mejores amigos y aunque en sus ojos no hay enojo ni me juzgan, yo bajo la cabeza cual cachorro arrepentido.

—Hyung, yo… yo los siento mucho. — no hace falta verlo para que vea que hablo no solo con sinceridad si no con el dolor de haber hecho lo que hice, porque en mi voz puede escucharlo claramente.

—Kook…

Antes de que diga alguna otra palabra o diga que me comprende y perdona, me alejo, corro escaleras arriba, pero tomando el picaporte de la puerta a mi habitación, logro escuchar el susurro de sus palabras débiles y no solo el dolor en ellas, si no el nudo en su garganta que le impide pronunciar cada palabra por las lágrimas.

—Era mi amor imposible…

Y su confesión me congela cual hielo en el ártico.
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Espero les haya gustado, si hay algún error ortografíco o creen que hay algún error de contexto no duden en comentármelo.

...

¡No se ustedes, pero yo morí!

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