∞ Capítulo 29: Día de Camping

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El día con Glen fue realmente maravillado claro si no fuera por un insignificante detalle; debía regresar a mi querido hogar.

En el trayecto donde Glen me dejaría a mi departamento en su gran auto era bastante largo por lo que no me cansaba de sentir ese aroma a antiguo que el auto tenía. Lo amaba y amaba al conductor.

Nos dábamos miradas cómplices e incluso teniendo de vez en cuando nuestras manos entrelazadas, era un momento mágico.

Glen llevaba aquel anillo que me había obsequiado en ese tiempo, aun me sorprendía que le quedaba todavía. Era de un color negro con una gema negra en el centro.

Mientras que yo, siempre llevaba la pulsera que me había regalado para todos lados y conservaba aquel trozo de mi poema y la carta que me había escrito.

Al llegar al departamento, seguimos conversando por el largo pasillo, sabía que era una despedida solo uno par de días, hasta que se me ocurrió una idea.

—Glen, podemos invitar a los demás y hacer algo, quizás ir de picnic con los chicos ¿no? Ir a la playa o ir a una piscina.

—Es una buena idea Cassy, bueno entonces le diré a los chicos, ¿se supone a Derek y Dylan? Ya que bueno Cameron y Tristán deben estar en sus cosas...

—Tienes razón Glen, solo serán ellos, ¿es una cita cuádruple? Ya que Hailey me mencionó que esta su novio aquí en Sídney.

—Igual mándale un mensaje a ver que te responde y se sume también Hailey y su novio—Sonrió Glen.

—Ya nos estamos acercando... —Mencionó acariciando mi mano con un dejo de tristeza, pero luego sonrió feliz.

—Glen... ¿por qué estás tan feliz? —pregunté curiosa.

—Acaso no puedo colocarme contento por estar con la chica que me gustaba desde aquella vez me salvó y ayudó, ¿Dónde nos hicimos esa promesa?

—Tienes razón, uno no tiene doble oportunidad de conocer a la chica o chico que viste hace bastante tiempo y deciden tener una relación, no todos los días se ve eso... —Mencioné riéndome.

Glen dio una enorme carcajada.

—Tienes razón Nena, no todos los días encuentras a la persona que te encontraste hace años... —Mencionó riéndose, pasó una de sus manos en mis caderas y me abrazaba lentamente.

Me apegué a su cuerpo que combinaba perfectamente con el de él, era como si realmente estábamos diseñados el uno con el otro, era como si el destino nos hizo juntarnos y confabular a nuestro favor. Pero aun siento que todavía es un sueño que no quería que acabara y a la vez sentía miedo de que pronto terminara.

Glen se separó un poco acariciando mi rostro con su pulgar para acercarse hasta mis labios y fundirnos en un hermoso beso. Nos acariciamos de manera lenta, pero estando de mi hogar sabía que mi madre me esperaba para contarle todo lo sucedido y como lo había pasado con mis amigos ayer.

Glen se separó lentamente de mis labios, todavía uniéndonos un rastro de saliva en esos hermosos labios que me hacían suspirar.

—Glen espera...—Titubee.

—Me encantan tus labios Cassy, creo que me volveré adicto...

—Esp... puede que nos vea alguien más... —Susurre mirando esos ojos que me encantaban—. Hay que controlarse... —Dije con una sonrisa—. Bueno que importa. —Volví a decir dando una ligera sonrisa.

Sentí otra vez sus labios presionando contra los míos, sujetándome de la cintura, sintiendo el aroma a su perfume que entraba en mis fosas nasales y me hacía dar enormes suspiros que de alguna forma quería estar impregnada de su aroma masculino.

Quería seguir con el beso de Glen, cuando la puerta de mi departamento se abrió de manera abrupta.

—¡Mamá!

—¡Señora Leethood!

—Porque no entran y ya. ¿Qué hacen parados?

—Mamá... ¿estuviste espiándonos?

—.... —Su respuesta tardo más de lo esperado, para decir un rotundo no.

Sabía que en el fondo ella nos había espiado, hay a veces que ser hija única me daba dolor de cabeza.

Mi madre iba a decir algo, pero una llamada entrante apareció en su teléfono, sabía que sería en asuntos del «trabajo» o bien de su «amigo» que estaba viendo, con Glen pasamos y fuimos hasta la cocina.

Serví en tres pocillos medianos para comer un coctel de frutas enlatadas y los lleve a la mesa que teníamos en la sala.

—Gracias hija —Dijo mi madre terminando la llamada.

—De nada mamá —Mencioné regalando una gran sonrisa.

Tomé mi pocillo para ponerle crema, ya que la crema se encontraba en la mesa de la cocina, me unté un poco para ir a sentarme al lado de Glen, quien comía gustoso por compartir con nosotras, aunque mientras estaba en la cocina, escuchaba que estaban hablando entre ellos y mi madre se reía.

—¿De qué hablan? —Pregunté arqueando una ceja.

—Cassy, hija no me dijiste que eres novia de Glen, aunque ya era hora—Sonrió guiñándome el ojo.

— ¡Mamá! —Grite teniendo un ligero rubor en mis mejillas.

—Es la verdad hija, ya era hora... sobre todo cuando te dije ese día en el hospital, es un grandioso chico y lo quiero para yerno. —Me dijo que tienen algo así como un noviazgo, ya que ayer en tu cumpleaños se pasó muy lindo te hicieron detalles y que te divertiste mucho—Mencionó mi madre para levantarse y traer el regalo que estaba escondido—. Además, te tengo tu regalo y espero que te guste mi vida.

—¿Ah sí? —Pregunte llevándome frutas a mi boca—. Es exactamente lo que ocurrió, y de hecho mamá quería disculparme por no pasar tiempo contigo, sé que trabajas todo el tiempo y solo nos vemos solo en el almuerzo, ahora que estas conociendo a ese «amigo» que dices, me alegro por ti mamá y aun así sea el regalo que sea y si es hecho por mi madre lo acepto con gusto—Sonreí con una enorme sonrisa.

—Gracias hija, sé que cuando tengamos tiempo podemos estar al corriente la una con la otra, además tú con tu trabajo y universidad y yo por mi parte el trabajo el tiempo no nos sobra, pero sé que cuando estemos desocupadas tenemos un tiempo para ambas... —Ella me sonrió—. Ten... decía mientras me entregaba una caja.

Al abrirlo el regalo de mi madre se trataba de un hermoso anillo de plata con incrustaciones moradas, era muy lindo.

—Mamá es muy lindo...

—Qué bueno que te guste hija

Abracé a mi mamá muy feliz, mientras que Glen había tomado una foto de manera desprevenida con su celular.

—Adoro verte sonreír Cassy, ¿sabías que me enamora tu sonrisa? —mencionó Glen con una sonrisa.

Me sonrojé al escuchar esas lindas palabras de mi ahora «novio», mi madre intuía y quería que fuera mi novio, pero Glen no me lo había pedido formalmente, además tampoco mis amigos tenían idea de la relación que tenía con Glen. Solo decían que era un buen partido, que me atreviera, solo mis amigas sabían que me había acostado con él, pero no cuantas. Nuestra relación se basaba en besos, caricias, sexo... y debo de reconocer que Glen se me confesó antes que le gustaba, es decir, él lo veía como algo más, pero todavía yo no, era la tonta en no decirle si nuestra relación iba a ser seria.

Por dios Cassandra eres la más idiota de todas las chicas de este planeta. Deberías ponerte un cartel que digan: »Soy la más idiota «

Mi rostro reflejaba absoluta concentración en mis pensamientos. No sentí la presencia de mi madre probablemente había ido a la cocina a lavar los pocillos que utilizamos, por lo que me encontraba sola con Glen.

—¿En qué piensas nena?

—En que soy una idiota

—¿Idiota? Cassy, nena no te trates así porque... —Titubeo.

—Porque preguntaré algo muy estúpido ¿Estamos saliendo?

Glen soltó una enorme carcajada, que hizo que le salieran un par de lágrimas.

—El hecho de haberte confesado mis sentimientos por ti, el que te haya salvado de aquel horrendo secuestro por el desquiciado de Adrien, el darte tu tiempo para pensar las cosas entre nosotros y además tener noches inolvidables Cassy... ¿Nena de verdad piensas que no estamos saliendo?

Me quedé pensativa por unos minutos que fueron eternos, al menos me daba entender la cara de Glen por lo impaciente que estaba.

—Sobre todo después de descubrir que nos habíamos conocido antes, yo tenía una sospecha, una intuición sobre que Glen iba ser todo para mejor, pero fue gracias a Hailey quien nos presentó por segunda vez se me aclararon las dudas...

—Glen yo... te agradezco tanto que me entendieras y comprendieras tan bien, que realmente ¡soy la más idiota del planeta...! —Exclamé llevándome mis manos a mi rostro.

Glen de manera delicada comenzó a quitar mis manos.

—Nena, no te sientas culpable—Dijo riéndose—. Adoró que preguntes, esa ingenuidad de ti me fascina, me divierte y lo amo—Me estrechó entre sus brazos.

—Glen... soy una idiota.

—Pero eres mi idiota —Sonrió.

Nos miramos y sellamos con un enorme beso. Luego nos separamos y juntamos nuestras frentes.

—¿Quieres que te lo pida formalmente? —Se río enseñando sus perfectos dientes.

Asentí riéndome.

—Cassandra Leethood, ¿aceptas a este grandísimo idiota y enamorado hasta más no poder de la chica más atractiva que jamás ha conocido y a la vez lo ha salvado de la oscuridad con tan solo sonreírle?

Comencé a reírme por como lo había dicho, Glen era un chico muy divertido, hacia que lo romántico fuera más divertido.

—Aceptó ser tu novia, Glen.

—Perfecto Nena, o ¿Querías algo más romántico?

—Esta perfecto para mí. Y tú eres perfecto—Le mostré una enorme sonrisa, para besar sus labios.

Luego de unos minutos, en las cuales mi madre regresó a la sala y comenzamos a hablar de cosas triviales. Glen me había dicho que en la tarde como a las cuatro de la tarde me pasaría a buscar, y también me mencionó que dejó los mensajes a los chicos que se encargarían de avisarle a Hailey y Sophia.

[...]

Esas horas restantes hasta las cuatro de la tarde las pasaría regaloneado con mi madre, quien la pasaríamos viendo películas acurrucadas en el sillón.

Con ella hablamos de todo, desde que las chicas se habían quedado en la casa hasta lo que paso en el pub.

—Que se cree esa desgraciada en decirle esas cosas a mi hija.

—Mamá ya te dije que le di su merecido, tampoco quiero que te metas en mis asuntos

—Lo sé, sé que no quieres, pero soy tu madre y una mamá siempre querrá el bien a sus hijos, hará cualquier cosa para protegerlos incluso recibir aquellos golpes, una madre hace eso y mucho más —Dijo con una sonrisa acariciando mi rostro de manera lenta.

Solo me limite a sonreír para abrazarla fuertemente y quedarnos así unos minutos.

Mi madre me había contado que quería estudiar otra vez, por lo que le dije que era una gran idea y que como hija solo quedaba en apoyarla en lo que ella decida, ya que también quería que mi madre creciera mucho más en el ámbito intelectual y laboral, sé que algún día no muy lejano tendría su empresa, pero sobre todo siempre estuve orgullosa de ella de todos sus logros que ha hecho, sinceramente orgullosa de ella.

Mi celular comenzaba a sonar y mi madre había ido a su habitación para tomar una siesta, mientras que yo contestaba la llamada, yendo a mi habitación.

—Aló, ¿Diga? —No escuchaba nadie de la otra línea por lo que insistí—. ¿Aló?

Corte la llamada, quizás algún idiota se habrá equivocado.

Mi celular otra vez sonó por lo que volví a contestar.

— ¿Cassy te avisaron que vamos de picnic? —Decía Sophia desde la otra línea.

—No—Mentí—. ¿Qué paso?

—Hey! Alístate Cassy, irán todos, faltas tú, de hecho, estamos todos afuera de tu edificio esperándote. —Anunciaba Dylan por el celular de Sophia.

—Está bien, solo denme unos minutos y bajo ¿Sí? —Dije para cortar la llamada.

Miré la hora y eran las cuatro de la tarde, la hora se pasó muy rápido, agarré un bolso de manera rápida, echando mi toalla, bloqueador, una ropa de cambio, me coloque mi traje de baño, una falda junto a unas sandalias de estilo romano que adoraba tanto, un crop top junto con un kimono de lunas menguantes.

Le avise a mi madre que ya me marchaba y que cualquier cosa me llamará al celular, ella asiente y sigue durmiendo.

Bajé las escaleras para llevarme las llaves de mi casa e ir al elevador para ver que todos estaban esperándome, bueno en realidad era una jodida broma, no había nadie, excepto Glen.

—No me digas, estaban pero te dejaron para que »estuviéramos más solos«—Mencione riéndome.

—Así es Nena. por cierto, te ves muy linda —Sonrió tomando mi mano, dar una vuelta en sí mientras me sostenía y en el proceso él silbar.

Eso me produjo otra carcajada.

—Gracias, tú también mi Ángel —Sonreí entre risas.

— ¿Te refieres a estos shorts, esta camisa negra y estas zapatillas y estos lentes en mi cabeza? —Mencionó señalando aquellos lentes, no si antes de abrir la puerta del copiloto para que entrara y él también se subiera en el asiento de conductor.

—Sí, me gusta mucho —Mencioné riéndome mientras llevaba mi bolso con mis cosas, para colocarme el cinturón no sin antes que Glen me sorprendiera con un beso.

—Glen, ya van más de tres besos, con este cuatro... —Exclamé riéndome entre besos—. Aunque...—Agregue—. sabes... soñé que estábamos tú y yo en tu carro y lo hacíamos—Mencioné con una sonrisa pícara.

—Cassy me gusta besar...Espera, ¿Qué dijiste Nena?

—Lo que oíste.

—Cassy, Cassy picarona angelical y mente de diablilla, como me gusta esta combinación... —Volvió acercarse a mis labios y luego agregó—. Podríamos alguno de estos días hacerlo, ¿no crees?

—Estoy dispuesta...mi Ángel. —Canturrie.

A veces adoraba ser esta chica, en la que jugábamos a estos juegos eróticos, y que Glen me siguiera.

Luego me tomo la mano y con una sonrisa me dijo.

—Estoy feliz de que seamos novios oficialmente. —Sonrió mostrando su dentadura perfecta.

—Yo también Glen, créeme que sí, lo amo —Dije mientras juntaba su frente con la de él.

Luego arrancamos para ir hacia nuestro destino, coloque música en la radio y que fuera relajante el ambiente, —bueno con Glen todo para mí era relajante—. Me sentía tan feliz viéndolo como manejaba, el cabello alborotado, las gafas que llevaba en su cara, su tono de piel, ese piercing en su labio, un reloj en su muñeca, todo de él lo encontraba fascinante y perfecto.

Observé un montón de árboles aparecer y que Glen se salía del asfalto y se iba por el camino de tierra, al parecer el lugar donde íbamos se podía ver el mar, cabañas y autos estacionados, no necesitaba adivinar que esos autos eran de los chicos, todos estaban reunidos esperándonos.

—Bien, llegamos. —Mencionaba él.

—Sí, ¿Glen listo para actuar?

— ¿Actuar? ¿Por qué? —Ladeo su cabeza.

— ¿Recuerdas? Ellos no saben que somos novios, debemos actuar.

—Ah, sobre eso Nena, creo que ya lo saben, así que no actuemos—Decía riéndose mientras estacionaba.

—Conociéndolos creo que ya lo saben —Dije riéndome.

Al salir del auto, bajé con algunas cosas, no si antes de que Glen me ayudara.

—Chicos, ¡parece que es cierto oficialmente son pareja! —Chilló emocionada Hailey mirándonos a los dos.

Luego miré al chico de gafas, cabello rubio que llevaba unos pantalones cortos. Y debía reconocer que era el mismo Hasting que lo conocí por videollamada. Él solo se reía.

—Así es, Hailey. —Informé con una gran sonrisa sacando las cosas que traiga del carro de Glen.

—¿No van a saludar a los demás? —Exclamó Derek haciéndose el ofendido.

—¡Oh! Derek, por supuesto que no, y.... no me digas que estas con... —Dije bastante sorprendida al ver a una chica que conocía muy bien.

—¿Grace?, así es... Pude conquistar el corazón de esta hermosa chica que tengo a mi lado y que jamás la soltare de mi lado—Informaba Derek agarrándola de la cintura mientras que ella pasaba sus brazos alrededor de su cuello mientras le daba un beso en los labios.

—Desde que llego Derek a la agencia, sabía que quedarían juntos, harían una linda pareja. —Mencione tan feliz que los abrace instintivamente.

—Gracias Cassy, la verdad le di una oportunidad al amor. —Anuncio Grace correspondiendo el abrazo.

Ella llevaba unas sandalias junto con un hermoso vestido y un sombrero, se veía demasiado linda y junto su novio se complementaban entre sí, al igual que los demás, observé que Hailey llevaba sus sandalias junto con un enorme sudadera, sabía que era de Hastings, mientras que Sophia llevaba una de las sudaderas de Dylan y sus chores, Dylan y Hastings solo estaban con su pecho desnudo mostrando su trajes de baño, observando a simple vista que ambos chicos se ejercitaban.

—Bueno iré a darme un chapuzón. —Mencioné con una sonrisa.

Me saque lentamente lo que llevaba para luego correr, luego escuche algunos silbidos sabían que eran mis amigos molestando, aunque mire que había otras personas por lo que solo observé que Glen miraba de mala gana no podía decir nada.

Me reí para mis adentros ya que sabía que se estaba colocando celoso y eso me encantaba en él, al entrar el agua camine hasta estar a una altura y me zambullí desapareciendo en el agua cristalina y comencé a nadar muy feliz, hasta que de un momento a otro pise una zanja y me hundí sumando a que tampoco encontraba el fondo que me hacía tranquilizar, por lo que me desesperé ya que la ola se recogía y no podía expulsarme.

— ¡Cassandra! —Gritó Sophia.

Aquel grito que escuché de Sophia hizo probablemente alertar a todos, incluido a Glen por lo que pensaba, mientras intentaba impulsarme hacia la superficie sin un rotundo éxito, pero entre tantos intentos, me estaba cansando, haciendo que tragara mucha más agua. Solo sentí unos fuertes brazos que me ayudaban a expulsarme a la superficie.

—Gle... ­—cof, cof— Me salvaste... —Mencione por fin articulando palabra ya que había tragado agua mi garganta quemaba.

—No fue nada Nena, siempre soy tu superhéroe, ¿no? Y lo haría una y mil veces por ti... —Me dijo acariciando mi mejilla.

Acaricie con una de mis manos su rostro de manera lenta, veía que poco a poco él se acercaba mirando mis labios y mis ojos al mismo tiempo, yo también me aproximaba de manera inconsciente y otra vez nos volvimos a fundir en un hermoso y fogoso beso, que hacía dejarme sin aliento, los besos de Glen Jackman son exquisitos y creo que ya me volví adicto a ellos desde el primer momento en que nos besamos en mi departamento.

—No puede ser—Mencionó Sophia—. ¡Que me parta un rayo!

—¡Si! —Gritaron al unísono Derek y Dylan.

—¡Son novios! ¡Por fin! —Gritó Derek aplaudiendo.

—Me alegro por la feliz pareja—Decía Grace felicitándonos desde la orilla. Ya que al aparecer todos bajaron a socorrerme.

—¡No puedo creer que nuestro plan haya funcionado! —Decía Sophia emocionada.

— ¿Plan? —Dijimos al unísono una vez que llegamos a la orilla teniendo entrelazados nuestras manos.

—¿Qué plan? —Volví a decir arqueando una ceja, mientras que Glen hacia lo mismo con su rostro.





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