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Todos los alumnos en el gran comedor se encontraban conversando entre ellos, a excepción de Lexie, la pelirroja tenia el codo sobre la mesa y su mentón recargado en la palma de su mano mientras que mantenía su vista fija en una de las copas de plata. 

A su lado se encontraba Hera Black, quien estaba hablando animadamente sobre ciertos temas como si ella y Lexie fueran mejores amigas de toda la vida, cuando en realidad la pelirroja no le estaba prestando ni un mínimo de atención. 

—¿Puedo hacerte una pregunta?

Lexie suspiro con algo de frustración: —Ya la has hecho. 

—Bueno, otra—Hera soltó una leve risita—¿Por que nunca te veo en nuestra sala común?, siempre estas en la biblioteca o en nuestra habitación. 

—Tal vez por que prefiero eso a estar rodeada de idiotas...—respondió en un tono frio. 

—Que suerte, yo no soy idiota—exclamo la rubia con entusiasmo.

Hera estaba a punto de comentar algo más, sin embargo, fue interrumpida por el sonido de las puertas del gran comedor abriéndose de par en par, por estas entro la profesora McGonagall junto a los niños de primero. Lexie no pudo evitar soltar un suspiro de alivio y se recargo un poco en la mesa para comenzar a buscar a su hermana menor con la mirada. 

No fue muy complicado encontrarla ya que Adelaine alzo su mano para que la viera, la chica Rosier le dedico un leve sonrisa y le alzo el pulgar en señal de apoyo. 

—Cuando diga su nombre pasaran al frente para que el sombrero les diga su casa...—hablo la profesora McGonagall mientras abría el pergamino con los nombres de los estudiantes—¡Abbey, Jackson! 

Un niño con cabello negro azabache y ojos avellana se acerco lleno de seguridad y sin una pizca de vergüenza, Lexie logro reconocerlo como uno de los niños con los que su hermana estuvo en el tren. 

—¡SLYTHERIN!—grito el sombrero luego de unos segundos. 

El resto de la selección fue realmente aburrida para Lexie, la única razón por la que prestaba atención era por que en cualquier momento seria el turno de Adelaine. Y al parecer su deseo de no esperar más se cumplió por que justamente el nombre de su hermana fue el siguiente.

—¡Rosier, Adelaine!

La pequeña Rosier busco con la mirada a su hermana mayor, esta le sonrió y asintió levemente con la cabeza mientras que con sus labios decía: Todo estará bien. Adelaine soltó un leve suspiro y se acerco hasta el pequeño banquito de manera tímida, cuando le colocaron el sombrero este le tapo hasta los ojos debido a que era muy bajita de estatura. 

—¡GRYFFINDOR!

Adelaine sonrió ampliamente y se puso de pie encaminándose hasta la mesa de los leones, Lexie hizo un pequeño espacio para que se sentara junto a ella. 

—¡Soy Gryffindor! ¡Soy Gryffindor!—repitió con alegría mientras abrazaba a su hermana—¡Como tú y papá!

—Había apostado tres galeones con el tío Caleb que serias Hufflepuff, perdí—Lexie se encogió de hombros, aunque en su rostro se encontraba una leve sonrisa—Bueno... ambos perdimos, el dijo que serias Ravenclaw. 

La chica Rosier vio como Dumbledore se ponía de pie para dar su discurso por lo que tuvo que guardar silencio, le dio un ultimo abrazo a su hermana y presto atención a lo que el director tenia que decir. 

—Ahora que ya estamos todos con el estomago lleno, les voy a pedir un momento de su atención para darles los comunes avisos de principio de año—hablo el hombre—Los de primero deben saber que los alumnos tiene prohibida la entrada a los bosques que se encuentran en los terrenos del castillo y algunos de nuestros antiguos alumnos también deberían recordarlo—Lexie logro escuchar unas pequeñas risitas de alumnos de su casa, cuando busco a los responsables se dio cuenta que se trataban de Hermione Granger, Ron Weasley y Harry Potter, no hizo más que rodar los ojos y volver a poner su atención en el director. 

» El señor Filch, nuestro celador, me ha pedido, y según dice ya van cuatrocientas setenta y dos veces, que les recuerde a todos que no esta permitido hacer magia en los pasillos, así como unas cuentas cosas más que pueden consultar en la larga lista que hay colgada en la puerta de su despacho. 

» Este año hay dos cambios de profesores. Le damos la enorme bienvenida a la profesora Grubbly-Plank, que se encargará de las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas; y también nos complace presentarles a la profesora Umbridge, la nueva responsable de Defensa Contra las Artes Oscura. 

Lexie aplaudió simplemente por cortesía, ya que no aguantaba estar rodeada de personas y quería que el discurso acabe para irse a su habitación lo antes posible, aunque es consciente que aun tenia que guiar a los niños de primero a la sala común.  

—Las pruebas de pruebas de Quidditch de cada casa tendrán lugar en...—

El discurso del director fue interrumpido por el sonido de alguien aclarándose la garganta, la pelirroja se dio cuenta que trataba de la profesora Umbridge y por primera vez en toda la noche le presto atención. Hizo una pequeña mueca de asco al ver que absolutamente toda su ropa era color rosa.

—Gracias, señor director—comenzó a hablar la mujer con una tonta sonrisa—Por esas amables palabras de bienvenida. ¡En primer lugar quiero decir que me alegro de regresar a Hogwarts! ¡Y de ver tantas caritas felices que me miran! 

La chica Rosier miro a su alrededor para saber quienes estaban sonriendo y se dio cuenta que nadie lo hacia, ni siquiera su hermana, y eso que Adelaine sonreía por todo, excepto cuando asesinan o agreden a un animalito. 

De lo que si se dio cuenta fue que Hera Black no estaba prestando ni la más mínima atención al discurso de Umbridge, tenia su vista fija en la mesa de Slytherin, y cuando quiso saber a quien tanto miraba la nueva profesora de defensa volvió a hablar. 

—¡Estoy impaciente por conocerlos a todos y estoy segura que seremos buenos amigos!

Lexie escucho una gran risa seguida de una tos fingida, aunque esta vez no le presto atención y mantuvo su mirada en la mujer que estaba hablando.

—El ministerio de magia siempre ha considerado de vital importancia la educación de los jóvenes magos y de las jóvenes brujas. Los excepcionales dones con los que nacieron podrían quedar reducidos a instrucción. Las ancestrales habilidades de la comunidad mágica deben transmitirse de generación en generación para que no se pierdan para siempre—la mujer siguió con su discurso con una sonrisa en el rostro—El tesoro escondido del saber mágico acumulado por nuestros antepasados debe ser conservado reabastecido y pulido por aquellos que han sido llamados a la noble profesión de la docencia. 

» Cada nuevo director o directora de Hogwarts ha aportado algo a la tarea de gobernar este histórico colegio, y asi es como debe ser, pues si no hubiera progreso se llegaría al estancamiento y a la desintegración. Sin embargo, hay que poner un freno al progreso por el progreso mismo, pues muchas veces probadas tradiciones no requieren retoques.   

» Por que algunos cambios serán para mejor, y otros, con el tiempo, se demostrará que fueron errores de juicio. Entre tanto se conservarán algunas viejas costumbres, y estará bien que asi se haga, mientras que otras, desfasadas y anticuadas, deberán ser abandonadas. Sigamos adelante, así pues, hacia una nueva era de apertura, eficacia y responsabilidad, decididos que conservar, perfeccionar lo que haya que perfeccionar y a suprimir las prácticas que creamos que deben ser prohibidas. 

La pelirroja era demasiado inteligente y no tuvo que pensar demasiado para sacar la conclusión que el ministerio estaba interfiriendo en Hogwarts, y eso no era bueno. 

MARX.BLACK━━━━03/11/21

━Nota de la autora:

Hello!

Les juro que estuve a punto de enviar a Adelaine a Hufflepuff por su personalidad, sin embargo, hay algo en ella que destaca más y la hace digna de una Gryffindor, próximamente sabrán el que es. 

Opiniones y teorías aquí...

Kisses! <3