Capítulo 39

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Jade

Miro mi plano abdomen frente al espejo y lo acaricio con mi mano de forma leve.

—Discúlpame por no darte toda la atención, bebé—susurro—Pero en estos momentos tu padre me necesita.

Habían pasado dos malditos días y Lucas seguía sin despertar. La situación no me dejaba pensar con claridad, sufría de insomnio y con pocas ganas de comer. Aunque debía hacerlo. Por mi bebé necesitaba hacer un esfuerzo. Y por Lucas también. Débil no le hago falta, debo resistir lo que está pasando. Me lo repito todos los días intentando que esto no me rebase.

Dejo de divagar cuando mamá entra a la habitación con una bandeja de té en la mano. Lo odiaba, pero por mi estado no podía tomar lo que más me gustaba: el café. Además, debía admitir que el tilo me calmaba. Era lo que necesitaba en estos momentos.

—¿Cómo no me di cuenta que estaba embarazada?—le pregunto cuando la tengo más cerca—Nunca sentí mareos, ni vómitos...

—No todos los embarazos son iguales—responde ofreciéndome el té—Tienes poco tiempo, Jade, los síntomas pueden ser variables.

Asiento ante lo que dice.

—Estoy feliz de tenerte aquí—confiesa dándome una amplia sonrisa.

Sí, había regresado a la mansión. Prometí quedarme hasta la recuperación de Lucas. El dolor no me dejaba tener otro sentimiento, como la rabia o la decepción. Mi mente está cien por ciento en mi guardaespaldas y sus inconclusos avances.

Estos días me las he pasado en mi antigua habitación. Mi madre me ha acompañado, no me ha dejado ni un momento. La relación ha mejorado desde la última vez que hablamos y eso me hace sentir un poco mejor.

—Ese debe ser Jason—comento al sentir la puerta abrirse.

Dejo la taza de té y bajo las escaleras con mi madre. Lo hice por insistencia de ella. No me apetecía salir de la habitación.

—Bienvenidos—comenta cuando llegamos al primer piso.

Mi padre y Walter no responden. En cambio me miran directamente con una neutra expresión que no me gusta nada. Walter cambia la mirada de repente mientras Jason se me acerca.

—Jade...—me toma de los hombros—Vengo del hospital.

El mal presentimiento hace que mi corazón se agite con fuerza. Lo miro completamente confundida.

—Lucas...

—¿Qué sucede?—pregunto pero se queda mudo. Me comienzo a desesperar y los pies empiezan  a fallarme—¡Habla de una vez!.

—Tuvo un paro y...no resistió.

—No...—siento como se me rompe el alma a pedazos—No puede...Él no pudo haber muerto.

Esto tiene que ser una pesadilla.

—Eso no puede ser—vuelvo a hiperventilar—¡Dime que es mentira, maldita sea!

Lo tomo por las solapas del traje y abre los ojos como platos. Totalmente sorprendido de la situación.

—Jade...cálmate, hija...—mi madre intenta alejarme de mi padre pero no lo logra—¿Cómo pudo pasar eso, Jason? Lucas no tenía riesgo de sufrir un paro.

—Puedes llamar a Oliver—responde refiriéndose al médico que lo atendió y amigo de mi madre. Vuelve a mirarme—Yo sinceramente lo siento, cariño.

—¿De verdad lo sientes?—lo suelto y doy dos pasos en retroceso.

El dolor me está consumiendo pero la ira va subiendo por todo mi cuerpo. Tomando riendas de mi autocontrol. Dejándome completamente ciega. Me limpio las lágrimas y estoy segura que la mirada que le doy a mi padre es la de una mujer consumida por dos terribles sentimientos que cuando se juntan pueden acabar con todo.

El dolor y la rabia.

—¿Por qué no estuviste si quiera sorprendido de mi embarazo, padre?—pregunto provocando un silencio enorme en la sala—¿Por qué no hiciste un escándalo cuando confesé que Lucas era el padre?.

Cambia la mirada de repente confirmando mis sospechas.

—Tú lo sabías—lo acuso—¿Desde cuándo eh? ¿Desde cuándo sabías que me acostaba con él?.

—Jade...—mi madre trata de detenerme tocando mi hombro pero hago un gesto despectivo para que no me toque.

No controlo mis emociones en este momento, pero no temo nada de lo que pueda salir de mi boca.

—Seguramente desde mucho antes de mandarnos para Primrose Hill pero eso no te importó ¿verdad?—río amargamente—Para ti era más importante mantenerme alejada ¿no? De tus mierdas, quiero decir.

—¿A qué te refieres?—frunce el ceño, supuestamente confundido.

—Mario Borges y Hussein Al-Sadr. ¿Te suenan esos nombres?—noto como palidece y mi mirada se dirige hacia Walter, su reacción es exactamente la misma—El primero me secuestró, uno de sus hombres trató de atacarnos y apuesto lo que sea que el resto fue quien lo logró en Primrose Hill y quienes mataron a Jojo aquí, en esta casa. Gracias a ti, porque estabas involucrado con ese maldito narcotraficante. Eres tan culpable como esos malnacidos de sus muertes.

—No te permito que...

—¿Y el otro?—lo interrumpo—El sultán del petróleo. ¿Qué opinas de eso, Walter?—me dirijo hacia el rapado que sigue pálido y sin habla—¿Es necesario que continúe? ¿O tengo que destapar tus mierdas en el Medio Oriente delante de mamá?.

—Me investigaste—no pregunta, afirma aturdido.

—Tenía que llegar al fondo de todo porque tuve miedo de lo lejos que podrían llegar tus sucios negocios—limpio las lágrimas que se empecinaron en caer—Ah, se me olvidó agregar lo malditamente infiel que eras.

Mi madre ahoga un quejido y me volteo a verla.

—Lo siento, mamá—ella niega con la cabeza mirando a ambos—Jason te engañaba nada más y nada menos que con Ashleigh, mi mejor amiga.

Mi madre se queda muda.

—Estás cruzando los límites, Jade—advierte pero lo ignoro completamente.

—No tengo tiempo que perder aquí—digo y vuelve a aparecer el dolor abrasador en mi corazón—Voy al hospital, porque yo nunca voy a dejar a Lucas solo.

Él no se merecía este maldito final.

—Eso es imposible. Di la orden de que el cuerpo fuese trasladado a Manchester.

La rabia me aumenta.

—¡Pues no me importa! ¡iré a Manchester así sea caminando!.

—Si das un paso más te desheredo—hago el amago de irme pero su voz me detiene.

—¡A la mierda tu estúpido dinero! No quiero una herencia manchada de ilegalidades.

—Jade, mide como le hablas a tu padre. No pienso tolerar un insulto más.

—¿Padre? ¿Te haces llamar mi padre?—río amargamente—¡Todo esto es tu maldita culpa! Primero Jojo y ahora Lucas. ¿Quién sigue, Jason? ¿Mamá? ¿Yo?—mi madre lloraba a mi lado pero tengo tanta impotencia que no voy a detenerme—Me quitaste al hombre que amo, al amor de mi vida y dejaste a mi bebé sin su padre—siento que las lágrimas me ahogan—Esto no es justo. No es justo que me hayas dejado sin él.

Vuelvo a hiperventilar. Me siento mareada y quebrada.

—Me lo arrebataste—susurro sumida en mi llanto—Él no lo merecía...no merecía morir así...no...

—Hija, por favor...—el llanto de mi madre la corta a sí misma mientras trata de consolarme pero reconozco que verme así no está siendo fácil para ella.

—Esto no es justo...—me siento desfallecer.

Y por segunda vez en mi vida, vuelvo a desmayarme.

ㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡㅡ

*Saca el pañuelo y comienza a llorar*

No tengo nada que decir. Solo que...my heart 💔

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro