El tercer grupo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— ¡Es que eres un gilipollas! — Dijo JungKook escapando de YoonGi.

— Venga, ven aquí.

JungKook y YoonGi se habían quedado abrazados. De alguna forma, sabía que JungKook estaba por llorar, la frustración que sentía durante la última semana lo estaba sobrepasando, se quedaba dormido en clase, era grosero con sus propios amigos y encima lo habían echado de los patrullas. YoonGi sabía que estaba mal, no le importó quedarse ahí un buen rato.

— Vale, ¿piensan entrar a clase o...? — Escucharon la voz de Joy detrás de
ellos.

— En un segundo — respondió YoonGi fastidiado.

— No, ya está — dijo JungKook, aclarandose la garganta — . Estoy bien.

Se separaron y fueron a clase. Afortunadamente a su profesor, Young Woon, no le importaba la hora ni lo que hicieran sus alumnos en general. Es más, era un desgraciado, si no fuera porque JungKook era el jefe de clase serían un puto caos.

YoonGi se sentó a lado de sus amigos. BamBam se giró para mirarlo y se rió.

— Mira la cara que te dejaron.

— Para ya — dijo Joy.

— ¿Qué tal tú, otaku? — Le preguntó BamBam a JungKook.

— No me digas así. Menos en voz alta.

— Pero si tu eres el único que cree que es un secreto.

— Para — dijo YoonGi en seco.

— El abuelo viene a defenderlo, claro.

— A ver, silencio que tenemos que empezar esta mamada — dijo el profe Woon — . A ver, niño enfermo — dijo refiriéndose a JungKook— , ven a repartir estos papeles.

JungKook se puso de pie y fue con él.

— Profe, ¿por qué repartirá eso? — Preguntó RyuJin.

— Porque hoy hay examen — todos entraron en pánico. JungKook comenzó a repartir los exámenes — . ¿Tienen algún pinche problema?

Los alumnos negaron con falsedad y tomaron los exámenes sin forma posible de protestar. Los únicos calmados eran Joy y JungKook, los listos de esa clase, no tenían que estudiar en lo más mínimo para aprobar esos malditos exámenes sorpresa del profe Woon.

El primero en entregarlo fue BamBam. No, el cabrón no era un genio, era un imbécil, había dejado solo su nombre y en todas las respuestas había seleccionado la primera opción. Si no sabía un carajo ¿para qué esperar?

Además, el profe Young Woon los dejaba salir si terminabas.

El primero en acabar en realidad fue JungKook y luego Joy, después RyuJin entregó su examen y el último de sus amigos fue YoonGi.

Salió y se fue al gimnasio, antes de que su clase empezara, así tendría tiempo para fumarse un cigarro.

Entró y se recostó en las gradas, las luces estaban completamente
apagadas y pudo relajarse. Pero escuchó aquella voz.

— Fumar mata.

JungKook estaba ahí, en la oscuridad, viéndolo decepcionado.

— Precisamente.

JungKook se sentó con él, algo que YoonGi jamás admitiría era que le asombraba cómo nunca le había molestado su humo. Jamás había hecho ni un comentario al respecto.

— ¿Todavía te duele la cara? — Preguntó YoonGi.

— Un poco, no creía que los golpes dolieran tanto.

— No es que duelan tanto, es que eres un debilucho.

YoonGi le dio una última calada a su cigarro y se acercó a JungKook para verle el golpe en sus labios.

— No está tan mal, solo una hinchazón de un par de días.

JungKook dejó que lo viera y él de paso, miró su ceja.

— ¿Y eso es permanente no?

YoonGi suspiró.

— Lo es.

JungKook bajo la mirada.

— Es mi culpa.

— Sí, sí lo es.

JungKook, molestó, lo golpeó en el hombro. YoonGi rió.

— Gilipollas — dijo JungKook enojado.

— Capullo.

Las luces encendieron. Ambos miraron a Joy y BamBam entrar primero.

YoonGi se puso de pie para ir con los demás.

— Pero si te hace sentir mejor — dijo YoonGi sin mirar al otro — , si me voy a liar a puñetazos, prefiero que sea por mi hermano, que por un cualquiera.

JungKook se quedó paralizado. Joy gritó con emoción al escucharlos.

— ¡Lo ha admitido! — Dijo ella.

— ¿Eso significa...? — Preguntó Jackson ansioso.

— ¿No lo somos? — Dijo YoonGi girándose para ver a JungKook.

Seis meses. Le había tomado seis meses de peleas y más peleas en admitir que eran hermanos. JungKook sonrió y siguió a sus amigos.

BamBam se acercó feliz.

— Ahora que estamos todos de buenas y admitiendo hechos ¿puedes admitir que eres un otaku de mierda?

Allá iban de nuevo.

— ¿Quieres callarte de una puta buena vez? — Exigió JungKook.

— Pidemelo con cariño o empiezo a gritarlo.

— ¿Podrías callarte de una vez?

— Pídelo por favor.

Se le agotó la paciencia a JungKook y se le echó encima. YoonGi ignoró a sus amigos y se dedicó a esperar al profesor.

Despertó cuando la clase terminó. JungKook le movió el brazo para que se despertara. Se despidieron de sus amigos y su hermano lo detuvo en el pasillo.

— ¿Hablabas en serio? — Preguntó JungKook.

— ¿Quieres que retire lo dicho?

— ¡No! Es que...

YoonGi rió de nuevo.

— Es un hecho que mi padre no se va a divorciar de tu madre, así que hay que ir aceptando la realidad.

YoonGi siguió su camino y para distraerse abrió su celular. Mierda, tenía muchos mensajes sin leer. Había sido un día tan largo que ni se fijó.

TAEHYUNG

a que molo?

YoonGi rió audiblemente, JungKook ni preguntó, a veces creía que se reía de gente muerta o de peleas... su hermano tenía un humor tan peculiar que prefería no indagar.

Contestó el mensaje filtreando con el chico nuevo.

Entró a detención y se sentó donde siempre lo hacía. Sabía que TaeHyung lo miraba, pero fingió no darse cuenta. ¿Estaba interesado en él? Mala decisión. Quizás ignorándolo se iría más rápido.

Jang Hyuk, al cabo de algunos minutos, se aclaró la garganta y se puso de pie.

— Chicos, iré a buscar algo de almorzar. Confío en ustedes — dijo mientras salía, se detuvo en seco y los miró de nuevo — , no la caguen.

Salió y esperaron unos segundos.

— Bien — dijo YoonGi, al mismo tiempo que sacaba su cajetilla de cigarros — , ¿Jack?

Jackson se acercó al escritorio con su mochila y sacó un mazo de cartas.

TaeHyung se veía confundido, ¿no les acababan de decir que estuvieran quietos? Encima el YoonGo estaba fumando en la puta aula.

— ¡JungKook, haz tu apuesta! — Incitó RyuJin.

JungKook se veía aterrado, pensaba lo mismo que TaeHyung.

YoonGi fue el primero en acercarse, se sentó en la silla de Hyuk y sacó un billete, lo puso en el escritorio y BamBam se acercó, puso un billete y ambos pidieron cartas.

¿Blackjack?

TaeHyung, los vio de lejos, YoonGi pidió, BamBam pidió. YoonGi pidió, BamBam gritó. TaeHyung se acercó con una sonrisa y diversión. Esta gente estaba loquísima. YugYeom y RyuJin apostaron también, RyuJin ganó.

— ¿Te vas a quedar ahí empanado, capullo? — Le pregunto YoonGi a TaeHyung.

— No quiero hacerte mierda.

— Joder, abuelo — se rió BamBam— suena a que lo están retando.

— Abuela tu puta madre — contestó — , ven acá, capullo — invitó a TaeHyung, que se acercó contento.

Ambos pusieron un billete sobre la mesa.

— Solo te digo, que tengo una suerte para estas cosas que te cagas — BamBam pidió. Un siete de corazones.

— Y yo te digo que yo soy el puto Dios — YoonGi sacó un 9 de tréboles.

— ¿Dios no pudo evitarse entrar a detención? — Se burló TaeHyung, sacando una Reina de espadas. — Sostengo.

— ¿Te da miedo? — YoonGi sacó su última carta. — Así jamás lograrás nada en esta escuela — dijo mostrando una Reina de corazones.

Todos gritaron emocionados, TaeHyung se echó atrás en su asiento y miró a YoonGi a los ojos.

¿En serio quería saber de lo que era capaz?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro