Maialen, concursante de OT 2020, tiene una canción llamada "selección natural". Por cierto, una canción muy buena con verdades incuestionables, una canción que debe ser escuchada por todo el mundo porque te hace reflexionar y te remueve por dentro como muy pocas canciones han conseguido.

Comienza diciendo que "todo gira demasiado deprisa" y sí, es cierto, ahora soy muy consciente de lo rápido que pasa el tiempo. Me percato de que todos tenemos la vista fijada en el horizonte y no miramos más allá. Parece que a veces solo nos centramos en mirar hacia nuestro futuro, sin molestarnos en mirar a los lados, ver a quién tenemos al lado y mucho menos mirar hacia atrás porque mirar hacia atrás a veces supone la perdición.

Más adelante dice: "algún depredador me va a perseguir", cierto. Sentimos muchas veces que alguien está esperando nuestra caída, que alguien siempre querrá vernos fracasar y se alegrará por ello. Nos acojona el fracaso, eso está claro y no nos acojona por el hecho en sí mismo, sino por el hecho de ser vistos caer. Continúa con "me parten por la mitad y no hago falta". Creo que esto refleja que somos interesados, usamos a la gente de nuestro alrededor hasta que no podemos usarla más. Llegamos a romperlas y como ya nos han dado todo lo que creíamos que podían darnos, las hemos roto y las dejamos a un lado porque ya no nos sirven y buscamos a la siguiente persona a la que vamos a sacarle todo.

Una frase que me parece aplastante y certera es: " los egos son parásitos mortales", qué gran verdad, tener un ego excesivamente alto es negativo porque este nos impide muchas veces pedir perdón si nos hemos equivocado o hemos lastimado a alguien. Nos impide pedir ayuda cuando no podemos más porque tenemos miedo a mostrarnos vulnerables y eso se relaciona con el ego, todos tenemos un ego que mantener y el coste es muy alto: tenemos miedo a rompernos delante de alguien, miedo a mostrarnos tal cual somos. En un principio pensamos que tener ego es bueno pero a la larga es un parásito que te va consumiendo, que hace que te vuelvas un témpano de hielo, que llegues incluso a renegar de tus emociones. Hay una fina línea entre tener amor propio y tener ego y creo que muchas veces éstas se confunden, se entremezclan. Hay que pedir ayuda, hay que mostrarse vulnerable con gente en la que confiamos. No podemos pretender todo el tiempo fingir que todo nos va bien, que nada nos afecta y creo que un acto de amor propio es mostrarse vulnerable cuando ya no se puede más.

Más adelante continúa la canción con: "todas esas luces que... vienen a morir a mi salón ... pero nunca estoy yo, ¿quién es ella? La miro y no sé ¿quién es ella? Soy... yo " las luces creo que representan las ideas que tenemos, nuestros sueños y propósitos y por razones desconocidas, por pereza, por el miedo a qué pensarán los demás, nos las ponemos en práctica. Por otro lado, pensamos a su vez que esas ideas, pensamientos, no nos pertenecen, no son propios de nosotros y los dejamos morir. Pensamos : yo no pienso así, yo no soy esta persona, yo no puedo hacer esto, no me reconozco, pero creo que en el fondo sabemos que somos nosotros. Hay veces que actuamos de forma tan inesperada que no nos reconocemos y creo que la canción viene a hablar de esto. Nos miramos en el espejo, nos vemos tan distintos, tan distantes a lo que fuimos antes, que no sabemos quiénes somos en realidad.

Frase clave de la canción "siempre alguien queda atrás y no te dignas ni a mirar", esta frase da título a la canción. Habla de la selección natural, que supone que el que no se adapta, se queda rezagado, olvidado por todos los que han conseguido avanzar, la selección natural no la veo solo en la biología, sino también, en nuestra realidad. Lo veo en el colegio, lo veo en la universidad, lo veo en el trabajo. Podemos hacer amistades en estos lugares, claro que sí, pero una verdad innegable es que el que suspende, el que no saca adelante el trabajo, se queda atrás y nadie va a suspender a propósito o no va a sacar el trabajo adelante para quedarse con esa persona rezagada, todo lo contrario. Todos miraremos al frente una vez más y aunque sintamos una pizca de pena por esa persona rezagada, seguiremos a lo nuestro, correremos hacia el futuro sin mirar atrás, sin pararnos a observar quién se quedó atrás de nosotros.

El que no se adapta al sistema está condenado a quedarse solo o apartado de él, como en la universidad, por ejemplo. El que suspende reiteradamente puede llegar a un punto en el que se vea abocado a abandonar la carrera porque siente que no tiene capacidad para seguir o porque no tiene dinero. Tú eliges en un primer momento a qué universidad quieres ir, pero luego, la universidad te pone a prueba y si no eres apto, ya se encargan de ponértelo todo más difícil para que abandones, tú escoges la universidad en un principio, pero luego la universidad te elige si eres apto. Te elige para que continúes. Recuerdo mi primer día en la facultad: éramos casi 120 personas, recuerdo que un profesor nos dijo: hoy serán 120 personas, pero ya les digo que a cada año que pase, quedarán muchos menos y eso es verdad, la universidad se ha encargado de hacer su propia selección natural para quedarse con los estudiantes que considera "más aptos".

El quid de la cuestión es: ¿estamos dispuestos a no avanzar para permanecer al lado de aquellas personas que tardan más en avanzar o que no lo hacen? No, porque las personas somos egoístas, en el fondo, miramos solo por nosotros mismos, por lo que nos conviene y rara vez nos paramos a preocuparnos por los demás, sacamos todo el provecho posible de cada persona que tenemos al lado y cuando ya no nos sirven, cuando ya no nos sentimos igual de bien con esas personas, las desechamos como si se trataran de basura.

Ella dice más adelante "no quiero jugar a selección natural". A veces lo pienso y creo que tampoco me agrada jugar a este juego. Jugar a ver quién llega antes a la meta, jugar a que no me importa que alguien se quede atrás de mí. Por deber ninguno deberíamos jugar a la selección natural, pero parece que es algo tan intrínseco a nosotros, que es inevitable no jugar. En este juego, al final se salva el que puede, el que se destroza para seguir adelante, creo que todos en algún momento nos hemos querido rendir, de cierta forma no hemos querido jugar a esta selección natural, yo muchas veces he dicho como Maialen " que se salve quien quiera, que yo no", hemos pensado más de una vez : que se salven todos y yo no, porque no queremos seguir, porque estamos cansados de recibir una y otra vez ostias, decepciones, traiciones, lo sé, esta canción es bastante pesimista, parece que el ser humano es lo peor.

Pero hay un poco de optimismo, Maialen dice prácticamente al final de la canción: " necesito volver a respirar bajo el agua, ser un animal que se adapta al medio". Voy a hacer una breve síntesis de lo que he expuesto hasta hora: el mundo va rápido, usamos a los demás para conseguir lo que queremos, a veces somos los que se adaptan y siguen adelante y a veces nos quedamos estancados , cuando nos quedamos estancados no queremos seguir con la selección natural, no queremos competir con otros para ver quién llega antes a la meta. En esos momentos tan complicados hay que respirar hondo, contar hasta 10, hasta 100, lo que haga falta y volver a adaptarse. Sí, la selección natural forma parte de nosotros, pero eso no impide que no nos ayudemos todo lo posible para pasar juntos esta selección.