Capítulo 41: Cita a ciegas, matricidio. (borrador)

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

~Ángel~

—¿Qué haces aquí guapito?–le miro mal, ¿porqué tiene que ser tan guapo? Me pregunto en voz baja mientras observo a mi acompañante de mi cita a ciegas de esta noche. Es un chico de pelo risado, de ojos negros, flaco y alto, más alto que yo. Risueño, bastante atractivo si pasamos por alto esa extraña manía de comprar lo más económico y la rara pero machista manera de que las mujeres deben ser obedientes y unas damas ante todo. En fin, este es mi tercer intento de una cita a la que Sebastián el entrometido viene.

— Te pedí porfavor que esperarás por mí Angel, pero no, aquí estas otra vez y con ese hombre salido de...¿Quién eres y porqué mierda estas con mi chica? –le dice el muy cara de....

—Eyyy bajale dos rayitas guapetón, ¡no soy tu chica! –y hasta ahí llego mi actuación de damita educada, aichhh la facilidad que tiene de cabrearme este hombre. Bufo enojada, estoy segura que mis ojos están echando chispas.

— Lo siento señor, no sa.. Sabía que ella tenía.... –empieza a tartamudaer el chico que no recuerdo como se llama, Dios se me olvidó su nombre.

— No te disculpes, él ya se va, además tenemos que ponernos de acuerdo con lo de nuestra boda...–me acerco y agarro de la mano al chico que se ha levantado. ¡Válgame Dios! ¿Y se quiere ir para dejarme sola con el energúmeno de Sebastián?– no le creas a él, seguro se tomó la pastilla equivocada y por eso habla tanta idiotez.

— Señorita Ángel, como le dije, las mujeres no deben ser groseras con los hombres, usted debe obediencia...

— ¡¿Porqué le prohibes algo tú a mí chica?! –le pregunta a mi cita, y yo cierro los ojos pidiendo paciencia– ¡¿De dónde mierda sacaste a esta fotocopia del machismo princesa?¡ ¿En serio lo prefieres a él antes que a mí? –Dios este hombre me colma la paciencia, tierra tragatelo y escupelo en África, no mejor no, ¡en el espacio! No, no, no, debo tener paciencia mi hijo lo adora.

— Eso no te importa, ummm lo siento... –miro al chico que me mira molesto– ¿cómo es que te llamas?

— Señorita usted... Carmelo.

— No pero que nombre, ¡De todo tu gusto no princesa! –me acerco a Caramelo, que es al que tengo más a mano para sacarme la rabia que tengo con Sebastián, y me dispongo a besarlo. Pero mi muñeca es tomada y jalada lejos de Caramelo.

— ¡Carajo! Ya me harte de esto, y que conste que lo intente por las buenas princesa.

— ¡Sueltame energúmeno! –le grito al maldito que me echo como costal de papas al hombro. Golpeó su espalda con mis pequeños puños, mientras me lleva a no se dónde– ¡Sebastián sueltame te digo!

— Ya no lo haré más princesa, olvídate de eso, hemos perdido demasiado tiempo. No dejaré pasar ni un día más, no contigo, que lo único has hecho estas semanas es huir de mí. –dice de lo más tranquilo. Escucho una puerta abrirse y luego cerrarse. Entonces, el muy cretino por fin se digna a soltarme sobre...

— Quiero bajarme del auto ahora. –le hablo tratando de calmarme, ya que mi respiración va a mil. Estamos en la parte trasera de su auto, el chófer comienza a manejar y la sangre me hierve cuando mi mirada color caca choca con la suya violeta... Es tan hechizante y hermosa– ¡Jodete Sebastián Novikov! –le grito recuperándome de su hechizo.

— Prefiero que lo hagas tu princesa... –sus labios se posan sobre los míos y las ganas de morderlo me tientan, pero su delicadeza... Ainsss este hombre me quiere matar.... Suspiro y él aprovecha de meter la lengua. Y esa es mi perdición, porque su sabor me intoxica, hechiza y me hace débil. Besa demasiado bien. Sus manos viajan por encima de mi ropa, y mi cuerpo despierta como un volcán a punto de hacer erupción por culpa de la maldita abstinencia sexual. Y toda cachonda, y muerta de sed me subo a su regazo colocando una pierna a cada lado. El vestido largo y recatado que me puse para demostrar que soy toda una dama se sube por completo, e inconscientemente comienzo un vaivén haciendo que mi intimidad haga fricción con el bulto que tiene bajo sus pantalones. Dios, si recuerdo clarito lo que hicimos cuando quede embarazada de mi bebé, y no me hizo falta ver su rostro para eso, ya que esos ojos... Sus manos están en mis pompas agarrandolas con fuerza.

— Eres chiquita y para nada bonita pero me vuelves loco... –susurra sobre mis labios al separarse para tomar aire.

— Y tú un estúpido, ególatra que se mueve bien en la cama... Si no ni caso t.... –me calla con otro intenso beso mientras sus manos están debajo de mi vestido tironeando de la tela de mis calzones de viejita. Bueeeno, son pantaletas de viejita, pero ni modo, le tendrán que gustar. Me sobresalto cuando mete uno de sus dedos por debajo de mis pantaletas y comienza a hacer círculos en mi sensible manojo de nervios. Mis brazos están alrededor de su cuello, mis manos tironeando de su pelo con fuerza mientras nos besamos. Suspiro adolorida mientras me sigo meneando, ahora montando su dedo– Que delicia... ¡Ah!

— Sientes cómo te pongo princesa, ves lo húmeda que estas por mí... –dice con sus labios que han dejado los míos, para chupar la piel sensible de mi cuello. Jadeo necesitandolo como loca, pero no quiero dejarlo ganar.

— Es que Caramel... ¡Aaah! –un solo empujón y esta dentro de mí, es tal cual lo recordaba. Y me olvido de lo que iba a decir sobre Caramelo.

— Yo soy tu hombre, yo soy quién te pone así de cachonda, nadie, jodidamente nadie más... –vuelve a besarme con posesividad mientras nos movemos entre caricias y gemidos– princesa.. –dice bajando sus labios a mi oído, entre estocada y estocada, amasando uno de mis pecho. Ah joder, ya casi estoy ahí, estoy que me vengo por lo bueno que lo hacemos juntos– ¿cásate conmigo?

— ¡Siii! Siii... –llego entre bombos y platillos, voy bajando y subiendo un arcoiris, me estremezco abrazando con mi interior su dureza. Es tan bueno jodiendome, ¿porqué solo con él es así de bueno?

Esa tarde la pasamos en su departamento, y fue como recordar viejos tiempos, pero con yapa. No recuerdo muchas de las cosas que dije, pero si las que hice y me hizo.

~~~~~

~Dos Días Después~

Miro el anillo en mi dedo que dice "Angel, eres una mujer casada" ¿pero cómo, cuándo?

Fue ayer, en un arranque de locura. Me gustaría decir que nos fuimos a la vegas, pero no, entre el maldito deseo y pasión abrasadora nos casamos por el civil. En la primera oficina que pillamos disponible que por milagro estaba vacía, solo con sus trabajadores, y sin la tremenda cola de siempre.

¿Es que justo hoy era el día de los No trámites para ellos?

Sin duda ese hombre es un maldito aprovechador. Utilizo el sexo para llevarme al matricidio.

No se si llorar o reír, tal vez después de todo no sea tan malo estar con él, es tolerable desnudo y ejerciendo su deber de marido en la cama. Y esa cosa que hace con su lengua y su amiguito allí abajo. Me hum*dezco de solo recordarlo. Es un arma de doble filo, ¿cómo iba a decirle no?

Ay de mí, solo que el hecho de pensar en cuando habla, Dios, cuando habla la caga literal. Sonrió internamente porque mientras me rehúsaba a estar con él, y por más mal que lo trataba, él mas insistía. Creo que Sebastián es todo un masoquista. Sí, eso, un masoquista rebuenote en la cama, y de padre, creo que ahí si me sorprendió sobremanera por lo admirable que es. Mi hijo se ha adaptado a su padre con facilidad, tiene un no sé qué, que hace quererlo a pesar de ser un idiota.

Mi hijo, nuestro hijo. Ahora somos una familia.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro