Sin Hogar

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Meses atrás....

Alguna parte de Nueva York.

La ciudad se encontraba en la oscuridad total, habían pasado días desde la invasión.

El ejército los que se suponían iban a pelear contra aquellos invasores fueron derrotados. No pudieron ser rivales para ellos.

Con el mútageno perfeccionado Supremo estaba alegre de que su plan había resultado, lo había esperado desde hace casi dos años.

Las personas huian asustadas, escondiéndose de los Kraang. Protegiendo a sus familias del horrible destino que les esperaba si eran vistos.

Mutados en híbridos kraang.

La mayoría no tuvo suerte, la falta de alimento y agua fue una desventaja grande para los sobrevivientes sin mencionar la falta de electricidad hacia imposible encontrar un lugar cálido.

El crudo frío hacía que los sobrevivientes se expusieron a ser encontrados por el kraang siendo mutados, los que lograron huir a tiempo tuvieron que abandonar mucho, su hogar.. Amigos y familia.

Pero hubo alguien que a diferencia del resto quienes deseaban escapar, éste sujeto entró a la ciudad algo que logró sin llamar la atención.

Escabullendose por las calles vacías llegó a una farmacia abandonada, él sujeto, un joven de cabello plateado ingresó tenía heridas aunque no eran profundas si no se las atendía podían traerle problemas en el futuro.

Buscando entre las gavetas tomó un kit de primeros auxilios, al abrirlo tomó las vendas, cubriendo su herida del brazo.

El cabello del joven al igual que parte de su cara estaban cubiertas de sangre que no era suya.

- Kraang ordena lo conocido como Detenerse en el tiempo conocido como ahora - sintió como el Kraang hacia presión en su espalda con la boquilla del arma.

El joven levantó ambas manos, rindiendose, eso era lo que creía el Kraang. Con un movimiento rápido, le quitó el arma, con éste se llevó los brazos robóticos de un zarpazo.

Sin brazos el kraang trató de huir, rápidamente fue alcanzado. Lo que parecía ser un humano simple resultó ser un engaño.

El kraang fue derribado con tanta violencia que parte del cuerpo robótico se rompió.

El kraang sin su cuerpo robótico fue tomado por éste chico. Lo último que vio éste Kraang fueron sus ojos, un intenso color verde antes de ser quemado vivo.

El chico cambió a su forma cuadrúpeda alejándose de la escena de crimen.

(..)

Por más que aquel chico buscará no pudo encontrar alguna pista o algo que le dijera donde estaba.

Pensó lo peor, en su mente llegó el recuerdo de la última vez que hablaron, se arrepentía de no haberle insistido en regresar juntos.

Sabía que era terca, la conocía de toda la vida, desde que llegó a la ciudad buscó en todos lados, donde ella vivía y no había nada.

"Solo espero que no sea cierto".. pensó

Rezaba por que aquel rumor simplemente fuera eso... Un rumor.

El atardecer pronto iba a terminar, alzandose la noche. La ciudad se volvía más peligrosa de noche.

No podía entrar a las alcantarillas habían muchos kraang tantos que sería imposible llegar a su destino, pero.. Tal vez habría pistas.

Lo intentaría mañana.

En su forma mutante (imagen de arriba) corría por las calles más oscuras. Estaba a punto de llegar cuando escuchó una batalla y algo más

Alguien gritaba. No era su problema, ya estaba concentrado en su búsqueda.

En cierta manera su conciencia no se lo permitió, suspiró pesadamente y corrió en dirección a donde se oían la batalla.

Se encontró con varios kraang armados y a alguien más. La tenían en una especie de red, parecía estar herida.

Supo de inmediato de quién se trataba, un recuerdo fugaz le vino a su memoria junto con el un sentimiento de rencor.

"Puede cuidarse sola"- pensó.

Lo que no esperaba, es que uno de los kraang con su bastón eléctrico le diera tremenda descarga haciendo que Karai gritara de dolor volviendo a su forma "humana" se desmayó del dolor.

- Kraang no debería de hacer lo conocido como daño a la mutante conocida como Karai por órdenes de Kraang Supremo..

- Kraang le dice a Kraang, la mutante conocida como Karai intentó hacer lo conocido como escape, dejarla inconsciente fue lo conocido como buena opción.

El enojo de aquel joven se desvaneció, aunque ella hizo cosas malas en el pasado, no podía permitir que sufriera, después de todo es hija de Splinter.

Lo salvó aún sin conocerlo. Se lo debía.

En su forma mutante atacó a los kraang, era demasiado rápido para los alienígenas sus disparos no le daban, el desconocido de un zarpazo partió en dos a un kraang junto con su arma.

De manera violenta acabo con los kraang que se quedaron paralizados por el miedo, algo que el mutante percibió. Eso hacía que matarlos fuera más satisfactorio.

Miró a su alrededor, los cuerpos de los kraang, estaban despedazados así como cubiertos de su sangre, pronto llegaría los guardias buscando a sus compañeros, tomó a Karai y se alejó de ahí.

(...)

Abrió lentamente sus ojos, al recuperar sus sentidos, ya no estaba en la fría calle, se encontraba en un lugar cálido, alejada del frío y la nieve.

En vez de una red que la aprisionaba tenía una manta que le proveía calor.

Sus heridas estaban limpias y vendadas.

Escuchó unos pasos aproximarse, se puso en alerta y siseando al que había entrado a la habitación.

- Tranquila.. No te haré daño - dijo el chico. - te traje esto. - en sus manos había un plato con comida. - es conejo, espero que te guste.

Sin más que hacer el chico solo dejó el plato y se fue dándole su espacio.

Un día después..

La nieve fresca hacía que caminara con dificultad, lanzando un fuerte bramido el vapor que salía de su hocico era muy notorio.

El ciervo, buscaba que comer. Y no era el único.

En su forma mutante, aquel desconocido seguía al ciervo, escondido entre los árboles.

Acercándose lentamente.

El ciervo no había notado su presencia, algo que el mutante agradeció. Desde la invasión muchos animales fueron mutados en criaturas de la dimensión x y los que quedan al igual que los pocos humanos se esconden. Así que ver a un ciervo de buen tamaño era una oportunidad que no debía de desaprovechar.

Más aún con otra boca que alimentar.

Usando su pezuña el ciervo excarvaba la nieve buscando comida. Con gran velocidad salió de su escondite, el ciervo levantó su cabeza sus orejas estaban ergidas pero fue demasiado tarde.

El cuerpo sin vida del ciervo descansaba en la nieve manchada de la sangre de éste.

El mutante se lamió su hocico, tomó el ciervo entre sus dientes y partió de regreso a su refugio, una pequeña cabaña que se encontraba en los muelles, podría parecer una mala idea esconderse ahí pero a decir verdad, los kraang no iban por que no había forma de que cualquier humano logrará llegar hasta los muelles.

Los copos de nieve seguían cayendo, esos días no habían sido fáciles. El rostro del mutante estaba cubierto por la nieve, Alcanzó a ver su refugio a lo lejos, la tormenta estaba por empezar.

Debía de darse prisa.

(..)

Justo a tiempo, la tormenta inicio, pero ya no era preocupación para él ahora que estaba en casa.

Cambiado a su forma humana dejó el venado muerto a un lado. Juntando todo lo necesario para la fogata.

Utilizando un pedernal y un pedazo de metal sacó chispas logró encender la fogata.

Soplando suavemente hizo que las pequeñas chispas se volvieran en un fuego, consumiendo las ramas secas que le había puesto, puso sus manos cerca del fuego recibiendo el calor de éste, sus poderes no funcionaban estaba demasiado congelado para poder generar calor y usarlos.

Al tener la fogata hecha prosiguió con el ciervo, ató las patas traseras colgandolo boca abajo, una manera más fácil para despellejarlo

Recordaba como se debía de hacer, fue una de las lecciones más importantes que si padre les enseñó a él y a sus hermanos. Con un cuchillo empezó a despellejar al animal.

Tres horas después.

Con un soporte improvisado que hizo para el caldero echo la mayor parte de la carne a éste, lo demás lo enterró en la nieve. Había demasiada que podía enterrarse sin problema.

Se sentó esperando a que estuviera lista la comida para retirar el caldero, escuchó unos pasos aproximarse.

- Ya perdiste tu habilidad de kunoichi - volteó para encontrarse con Karai aunque predominaba su forma humana continuaba teniendo sus rasgos de serpiente presentes.

Se levantó para caminar hasta una caja de madera y abrirla sacando algo de ésta.

- Esta haciendo mucho frío - dijo - usa esto.. - entregándole el abrigo.

Karai lo tomó sin decir nada, no parecía ser la chica envalentonada que había demostrado tiempo atrás.

Debe ser el mútageno. - pensó

Él sabía cuanto te podía cambiar la mutación.

- Te avisaré cuando este la comida, mientras descansa. - se dirigió hacia la fogata y terminar de preparar la comida.

Pasaron unas horas y el chico retiró el caldero del fuego, ya estaba lista la comida.

Sirviendo en dos platos hondos, en uno de los platos sirvió más carne que en otro.

Con el plato lleno de carne caminó hasta donde Karai estaría descansando.

Se sorprendió de que la chica pudiera tener energía, estaba desnutrida desde su punto de vista aunque es parte serpiente quizás no le afecte tanto esa situación.

Al entrar la vio acostada le daba la espalda. No quiso molestarla, dejó la comida aún lado y se fue.

La noche estaba más oscura debido al número de nubes, el fuego era lo única luz que había.

El único ruido que había era del viento golpeando las paredes de madera del refugio.

Sentándose enfrente de la fogata tallaba un pedazo de madera con su cuchillo, buscaba darle forma.

Alguien se sentó a lado de él.

- ¿Comiste? - preguntó sin dejar de tallar la madera.

- Sssi. - sisear dificultaba su habla algo que notó el joven. Dejando aún lado su proyecto se levantó para ir a buscar algo entre las cajas, al encontrarlo se lo dio a Karai.

Un cuaderno y lápiz, la kunoichi no entendía el porque le había dado eso.

- Te cuesta hablar.. Usa eso para comunicarte conmigo. - dijo para regresar a tallar su pedazo de madera.

Karai recordó lo que había dicho aquella noche, el daño que había ocasionado a él y su hermana. Y aún después de todo eso estaba ahí.. Ayudándola.

Al abrir el cuaderno, escribió. Le tocó el hombro llamando su atención, lo leyó

- No te tienes que preocupar por eso..

"Lo siento"

Fue lo que ella había escrito, no había que ser un genio para saber a que se refería.

Días después.

El clima seguía estando peor, lo que empezó como una ventisca terminó volviendose una tormenta de nieve.

Pero no todo era malo, Karai recuperaba su energía, aunque seguía algo desnutrida ya tenía más fuerzas, sus heridas sanaban poco a poco.

Todo gracias a los cuidados que recibía del chico, a pesar de que no la conoce bien y llegó a hacer cosas que ahora ya no se sentía orgullosa de admitir... Para ella era algo extraño, en cierta manera tenía un parecido comportamiento con Leo, solo que a diferencia de su hermano, él era más reservado.

Su mutación ya no era un problema, bueno al menos no se transformaba y atacaba todo lo que se movía.

Podría ser que le falta energía suficiente para cambiar a su forma completa de serpiente, quién sabe.

Jason, vio que la reserva de comida, estaba casi vacía, ya era hora de conseguir más.

La tormenta era fuerte pero no podían estar sin comer, debía de partir pronto.

- Ya casi no hay comida.. Iré a cazar. - dijo

Karai le mostró su libreta.

"Iré contigo"

- No - dijo secamente - apenas te estás recuperando y no mal no recuerdo a la que buscan es a ti, es mejor que te quedes. Además, las serpientes no son amigas del frío.

Sin más que decir, salió de la casa, emprendió marcha cambiando a su forma mutante.

Alejándose de los muelles llegó a un zoológico de la ciudad, podría encontrar algo para comer.

Al entrar olfateó el lugar, la mayoría eran olores viejos, nadie había estado ahí en mucho tiempo.

Los hábitats estaban rotos ya no había ningún animal en ellos.

Pasando por varios hábitats se topó con una placa metálica aquellas en la que te daban la información del animal que vivía en el habitat.

Sopló un poco de aire caliente derritiendo la nieve que cubría la placa.

Elefante.

Leyó la información como si se tratara de un visitante aprendiendo algo que ya sabía.

Su padre le hablaba de lo importante que era respetar la naturaleza, por un breve momento recordó esa sensación de paz, el calor que brindaba el sol, el viento soplando aire fresco un clima perfecto a decir verdad.

Podía sentir el pasto en sus manos y pies, mientras que podía escuchar las risas de sus hermanos y la voz de su padre pidiendo que prestaran atención.

Su mente lo llevó a un recuerdo que trataba de evitar desde hace semanas.

Varios hogares quemados arruinados por completo por las llamas, el olor a carne quemada se le había impregnado en su memoria cuando la olió justo antes de ser capturado en lo que antes llamaba hogar.

Ahora no era más que cenizas, una zona de combate claramente perdido.

Sacudió su cabeza alejando esos recuerdos. Debía de concentrarse, no todo estaba perdido.

Tenía alguien más que lo esperaba, debía luchar por esa persona, por su hermana.

Debía de sobrevivir.

Escucho un ruido, usando su oído mutante siguiendo una especie de lloriqueo no era humano de eso estaba seguro.

Al caminar más el lloriqueo se oía más fuerte. Dio con el causante de ese lloriqueo.

Un puma.

Se había quedado atorado en una especie de cueva producto de un derrumbe reciente. Las paredes de concreto se cayeron y hicieron esa cueva.

Al verlo el puma le siseo, mostrándole sus dientes.

Su apariencia mutante era imponente sin mencionar las cicatrices que había en su hocico, pero sabía que el puma no se someteria ante él.

Colocando ambas patas delanteras empujó la roca al tener espacio suficiente el puma salió, al fin era libre.

El puma se alejó sin mirar atrás. Jason siguió su camino, aun no conseguía comida, debía de apresurarse.

Algo que agradeció fue que la tormenta disminuyera, aunque sea un poco eso era bueno, los animales que se refugiaban pronto saldrían a buscar comida.

Si tenía suerte podrían comer venado.


























NADA

El día pronto iba a acabarse y no había encontrado alguna presa.

No podía llegar con las manos vacías, ya no había alimento.

De pronto de entre la nieve vio un zorro al igual que él buscaba comida se veía desesperado.

No podía perder esa oportunidad, se acercó lentamente hacia él, estando lo suficientemente cerca se abalanzó matandolo de manera rápida.

Era pequeño, tendría que buscar la manera de que les dure por lo menos 3 días.

La oscuridad se hacia más presente, tomando el zorro entre su boca se regreso a su refugio.

Atravesando las calles con cuidado de no ser visto, aunque hacia semanas que no había visto algún kraang no podía permitir ser visto.

En el cielo pudo ver una esfera kraang escaneado las calles buscando humanos para mutar.

Se escondió en el callejón hasta que paso esa cosa. Si era atrapado lo llevarían a una base kraang, y no podría escaparse.. Otra vez.

Sin mencionar a Karai, ella no podría sobrevivir.

Como si estuviera en cámara lenta un disparo láser paso frente a sus ojos lo que lo obligó a deteniendose de golpe.

- Experimento 6A2319 haz lo conocido como rendirse ante kraang. - un grupo de kraangs le apuntaban.

Soltó al zorro gruñó mostrando sus enormes dientes bañados en la sangre del animal para saltar hacia ellos en una batalla que se sabía quien sería el ganador.








Jason llegó con el zorro intacto, al regresar a su forma humana se pudo notar los golpes y heridas en sus brazos y cara. Al mirar adentro de la casa se sorprendió por lo que vio.

Karai lo había estado esperando a tal punto que se quedó dormida.

Jason la cargó llevándola a la habitación y acomodandola en la cama.

Puede que sea el miedo a estar sola o el mero remordimiento que sentía por lo que había hecho en el pasado que la haya hecho decidir esperarlo.

Las personas cambian ante la adversidad más cruel y dura de la realidad.

Saliendo de la habitación Jason buscó las vendas y gasas para curar sus heridas.

Algunos disparos láser le habían rozado la piel, aunque en ese momento no había sentido dolor debido a la adrenalina, ahora podía sentir el ardor.

En sus manos habían quemaduras, se había lastimado al usar sus poderes de fuego de manera exagerada.

Le costó tomar el paquete de vendas, a estas alturas sus heridas ya debían de haber sanado.

- Mierda.. - murmuró, se le resbaló el paquete, mover sus manos le dolía.

Tomando el paquete de vendas que se le había caído a su compañero.

- Pensé que estabas dormida. - le dijo - deja yo puedo hacer esto.. - intentando tomar las vendas algo que Karai no permitió.

Karai escribió en la libreta y al terminar se la enseñó

"Deja de portarte como un idiota"

- No tengo energía para pelear. - dijo permitiendo que ella lo ayudara.

(..)

Las manos y las heridas fueron vendadas.

Jason metió la nieve en la tetera para colocarla en el fuego.

Desafortunadamente para ambos no había nada de té, así que tendrían que tomar agua caliente.

Dándole un vaso a la kunoichi y bebiendo el suyo.

Karai le entregó su libreta, Jason al tomarla leyó lo que había escrito la chica.

"¿Porqué me estas ayudado?"

- Ya sabes la respuesta. - dijo

Tomando de nuevo su libreta anotó algo más

"Mientes, hay otra razón."

Suspiró pesadamente, aunque le había dicho que lo hacía por una deuda hacia Splinter, Karai tenía razón si había otra razón.

- Porque... Te entiendo, se perfectamente lo que sientes. Yo pasé por lo mismo, hice cosas de las cuales aún me arrepiento.. Ya no puedo redimirme.. Pero tú aún puedes, es por eso que te ayudo a que tengas lo que yo nunca volveré a tener..

Un hogar.












Al otro lado de Nueva York.

Superior en su armadura robótica veía desastre, cuerpos robóticos cubiertos de sangre y restos de sus soldados kraang.

- ¿Saben quién lo hizo?. - empujando a uno de los suyos para que hablara, Superior estaba molesto.

- Kraang le dice al conocido como.. - Superior tomó del cuello robótico al soldado kraang.

- Escuchame bien idiota, quiero que me resumas lo que me ibas a decir o si no.. - con su otra mano libre sacó un arma para apuntar al torso del robot.

- Fue el experimento 6A2319 - dijo

- El experimento 6A2319.. Pensé que había muerto.. Nadie pudo haber sobrevivido a esa explosión... ¡Todos ustedes inútiles busquen al experimento 6A2319! - los soldados se alejaron corriendo acatando las órdenes - y tú quiero que vayas a la dimensión X y traigas a 0X35-1...Por tu bien que esto no lo sepa Kraang Supremo - soltando bruscamente al soldado Kraang, éste se levantó con dificultad para hacerlo lo que le habían dicho.

N/A

Espero que les haya gustado.

Me despido debo Chambear.

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