En la frontera celeste,
vasto horizonte,
una mirada desfallece
con suave melancolía;
el eterno velo de Borges.
En la estocada final,
tenue eres reflejo
de la claridad postrera,
que mis pupilas
custodian en sed,
conformes;
la brisa vespertina,
breve en tus manos,
gracia en polvo de arena.
La calma y el canto,
tu risa serena,
mis días de marzo,
mi ruina de Atenas.
La voz en abriles,
en cimientos
de primavera,
lirios de alabastro,
en pena de Aquiles.
Somos cuarzo
junto a un río
y su ribera.
¿Qué exilio
me trajo a tu encuentro?
El más benévolo,
oportuno.
Donde, descalzos,
danzan vigorosos
y libres unos pasos,
en un suelo
y espíritu fecundo.
Dedicado a Nicolas_Melian .
Por inspirar este poema y por ser un gran referente en toda mi trayectoria.
Es gran poeta y amigo.
Su cuenta de poemas públicos es raisedinsmoke .
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro