Capítulo 7: ¡Maga del trueno!

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

He decidido comenzar a ver las noticias. En un principio me parecían aburridas, tal como decía Jova, pero ahora entiendo que comprender mi realidad es más fácil si estoy informada.

El lío es que no confío en Canal 7.

En la tanda vespertina. Estaremos entrevistando a los funcionarios responsables...

El director del canal, no deja de hablar cosas horribles del Vigilante. Me molesta, pues él no está haciendo nada malo. Solo pelea por los que no pueden luchar por si mismos.

Este gobierno es la causa de que esa amenaza exista. Su inoperancia a la hora de aplicar mano dura...

John J. Jhonson. Director del Canal 7

No es una amenaza.

Ni siquiera mata a sus oponentes, pese a que puede hacerlo, solo los incapacita.

Además, no pasa por ahí apresando al sujeto que se robó un atún, porque tenía hambre, sino que pelea contra mafiosos que trafican niños.

Nunca hemos sido permisivos con los delincuentes. Lo que hemos hecho son políticas para prevenir, para atacar las causas del delito.

Morgan Riviere, Ministerio de Justicia y Paz.

No es justo. No es justo que él dé todo de si para ayudar a las personas y que lo traten como a un delincuente.

Pude sentirlo ese día que lo ví ayudar a la camarera. Pude sentir que es una persona amable, pero también sentí la soledad que hay en su corazón.

«Te has tenido que alejar de todo lo que amas, para poder ayudarnos a todos», pienso.

Además, yo lo empeoré trayendo a Scarlet Blitz a la ciudad. No te causaré más problemas, Vigilante.

Yo resolveré el lío que causé.

✨🪄

Es hora de estudiar.

—¡Thunder Force! —digo mientras invoco una docena de rayos que atacan desde múltiples direcciones.

—¿Que demo...? —dice Scarlet, mientras los esquiva—. Se supone que solo puedes hacer ese ataque cuatro veces.

»¿Cómo demonios puede espamearlo de esta forma ahora? —Tras decir esto, da una serie de saltos largos hasta esconderse en un edificio vacío.

Yo subo a mi escoba voladora y procedo a perseguirla.

La primera vez, me tomó por sorpresa y estaba con poca energía. Ahora tengo toda mi magia ¡No pienso perder! No si eres un peligro para mis amigos.

Scarlet Blitz es una buena observadora.

Ella sabe que yo no debería poder usar tantas veces mi hechizo eléctrico y es precisamente ese el motivo, por el cuál previo al combate, dibujé círculos de invocación en varios lugares del sitio.

—¡Muérete de una vez! —exclama mientras sale del edificio en el que estaba escondida.

»¿Crees que porque estudiaste un poco me vas a vencer? —Me ataca con su alabarda.

Si recibo un golpe, estoy muerta.

Lo esquivo balanceándome hacia un costado en la escoba. Luego sigo volando. Tengo que llevarla a un sitio donde yo tenga ventaja.

Ella parece entender mi estrategia, así que rápido cambia su alabarda a su modo flexible, y tiene más alcance del que imaginé.

En unos segundos, esa cosa que parece una serpiente está rodeándome, a punto de constreñirme con todo y escoba voladora.

—Teleportation —digo.

No obstante, esta vez si es efectivo, porque en uno de los edificios cercanos, puse un muñeco que tiene mis dimensiones. Así que mi cuerpo es sustituido por este.

El muñeco y la escoba quedan hechos polvo, pero ahora yo estoy en el edificio en donde estaba el reemplazo y soy yo quien la observa.

No le toma más de unos segundos encontrarme. La alabarda atraviesa el techo. Luego, no una, sino varias espadas, sais, hachas, tridentes y cuchillas comienzan a atacarme.

«Puede invocar armas a voluntad», pienso mientras reúno energía mágica. 

—¡Thunder Wave! —exclamo para crear una onda eléctrica que repele las armas de mi oponente.

Inmediatamente ella se acerca y busca golpearme. Sabe que a diferencia de mi anterior ataque que se vio potenciado por los círculos mágicos, este si consumió bastante mana.

—Vamos a ver qué tan buena eres peleando de cerca —me dice, mientras comienza a tratar de cortarme con su arma.

No soy particularmente agil, ni buena peleadora. Es por eso que preparé algo en caso de que recortara distancia.

«Dhyana Mudra», pienso, mientras hago un sello de manos.

El Dhyana Mudra, sirve para calmar la mente y mejorar la concentración. Eso me permite obtener un breve aumento de "stats" y esquivar sus ataques.

—Ya veo —dice con esa molesta sonrisa sádica—. No eres tan mala esquivando, pero solo huyendo no se gana una batalla.

Tiene razón, así que procedo a juntar mis palmas, «Anjali Mudra».

Con esto, logro balancear mi energía, para de esa forma no perder tanto mana con lo que viene.

Hago un Thunder Wave que electrifica todo el lugar. Lo cual la obliga a retroceder, para esquivar los rayos que parecen telarañas.

Pero eso no la va a vencer. Ella invoca cientos de cuchillas nuevamente y me las lanza, pero está vez son capaces de perseguir, de modo que aunque las esquivo, siguen dando problemas.

«Hakini, Kali». Estos últimos sellos son ofensivos. Daré todo de mi en este ataque.

Invoco varios círculos mágicos a su alrededor.

—¿Otra vez con tus débiles rayos? —dice confiada, mientras se acerca a mi—. Aunque me ataques de forma directa, no me harás daño.

—Thunder Prision —Tras decir eso, los rayos salen de los círculos mágicos, pero no impactan contra ella, sino que se convierten en una especie de látigos eléctricos que la aprisionan.

—¿Que demo...? —dice la chica mágica.

—Sé que no puedo vencerte, pero si inmovilizarte —le digo, mientras me le acerco.

»¿Quien es la bruja patética ahora? —agrego algo presuntuosa, mientras me ajusto mi sombrero.

»Por cierto, ¿te gusta mi nuevo traje de chica mágica? Lo hice pensando en el diseño del tuyo —digo con algo de ironía.

—Me venciste gracias a esos sellos de porquería —grita, mientras intenta safarse del agarre de los látigos eléctricos, pero entre más lo intenta, más se lastima.

Es bastante perturbador ver como las heridas que se hace, se regeneran casi de inmediato.

Por otro lado, tiene razón, le gané gracias a los sellos, ya que estos potencian la energía magica y mejoran el balance entre esta y la energía física.

—Estabas demasiado confiada —digo mientras apunto un último ataque contra su soulgem.

»Para ser sincera no quiero matarte, pero no me dejas de otra.

»Si te dejo vivir seguirás intentando comerme y además, el hecho de que haya dos seres mágicos en una zona, puede ser problemático.

Ella se comienza a reír, como si le hubiera contado un chiste.

—Entonces, ¿por qué no me matas ya, en vez de decir tanta palabrería? —dice con un tono cínico.

»Es comer o ser comido, vivir o morir, tú o yo. No hay nada más allá de eso. Perdí, toma tu recompensa.

Ella se refiere a que si absorbo la energía de su gema, podré volverme más fuerte y eso de seguro me evitaría problemas con otras chicas mágicas.

—Anda —agrega con una expresión descompuesta—. Acepta la oscuridad que hay en ti, mátame y come mi energía, para que este juego continúe.

«De verdad no quiero matarla», «No me interesa volverme el ser mágico más fuerte. Solo quiero una vida normal», pienso.

—Dudas... —dice ella.

»No puedes tener dudas cuando estás usando un hechizo que consume tanto mana. —Luego de decir esto, se libera y en menos de un segundo, tengo su alabarda a punto de cortar mi cuello.

Pero...

—Ya déjala en paz, Scarlet —dice el Vigilante, mientras impide que la alabarda me corte, usando una espada.

—¡No te metas en esto! —dice ella con un tono de molestia.

»¡No es tu asunto!

—Claro que lo es. Tú eres mi asunto —dice mientras guarda su katana y se le acerca.

—¡No deberías bajar la guardia! ¡Presumido! —dice ella, mientras lo intenta atacar, pero él le extiende su brazo y ella detiene su ataque.

—No bajé la guardia. Sabía que no ibas a atacar —le dice el Vigilante—. Si lo que necesitas es alimentarte, entonces te doy mi energía.

«¿Qué?», pienso. «Ella se alimenta de seres mágicos. El Vigilante no usa magia».

Pero, ahora que lo recuerdo, ella había dicho que los humanos aportaban poca energía. Eso significa que técnicamente si se puede alimentar de personas.

«¿Eso significa, que ella me quiere comer para así no tener que matar a decenas de personas?», pienso.

No tengo tiempo para hacerme esa pregunta. Lo más importante es, «¿él va a dejar que se lo coma?», me pregunto mientras veo al Vigilante extenderle su mano.

—Olvidalo —le dice ella al Vigilante.

»La última vez que me alimenté de tu energía casi te mueres. Prefiero matarla a ella, antes de hacerte algo a ti.

Tras decir esto, la maléfica chica de la alabarda hace una expresión, ¿tierna?, si, tierna.

Esta sonrojada.

«Ella, ¿esta enamorada?», «¿Es por eso que no le quiere hacer daño?».

«No seas tonta Blair, estás sacando conclusiones muy apresuradas».

—Vigilante —le digo. El voltea a mirar.

—Tú cállate bruja estúpida —me responde Scarlet—. Es por tu maldita culpa que estamos en este predicamento, en primer lugar.

»¿Podrías hacernos un favor y cerrar el maldito pico? —agrega furiosa.

Yo la ignoro, pues mi pregunta no es para ella.

—¿Puedes ayudar a Scarlet, sin morir en el intento? —le pregunto—. Yo tampoco quiero que te mueras.

»No solo me has salvado a mi, también a C.J. y a muchas personas.

»Ese día que ayudaste a la camarera, me di cuenta que eras una buena persona.

«Rayos, no debí decir eso. Ese día, él estaba haciendo cosas de ciudadano normal», pienso.

Aunque usa máscara, algo me hace sentir que me está mirando con una expresión amable.

—Descuida —me responde—. Si Scarlet decide dejar de ser tan terca y me muerde el brazo, podrá obtener suficiente energía para estar bien por un tiempo considerable.

»Me dolerá un poco, pero puedo con eso.

—¿Un poco? —le dice ella frustrada.

»¡Quedaste en cama por días!

—Si, y por eso es que tomé precauciones para esta ocasión —Tras decir esto, procede a quitarse el vendaje que tiene en su brazo izquierdo.

Una llama oscura comienza a envolver su brazo.

—¿Es magia? —pregunto.

—¿Podrías dejar de hacer preguntas estúpidas? —me reclama Scarlet.

»Es qi. El qi es energía vital. No llena tanto como la energía mágica, pero si cumple el objetivo —agrega.

Eso quiere decir que esa llamarada es energía vital pura manifestándose en forma de fuego.

—No me imaginé que tenías tanta —le dice Scarlet a Vigilante.

—Para eso era el vendaje —le responde—. La estaba acumulando. 

Ella muerde su brazo y comienza a drenarle la energía. Esto le genera al Vigilante bastante dolor. Toda la llama es tragada por la chica mágica y el enmascarado cae en el suelo.

Ella cambia su expresión molesta por una sensación de ansiedad.

—¡Oye! ¡Oye! Dijiste que estarías bien. Confié en ti —le dice a Vigilante, que yace tirado en el piso.

»No me hagas esto, tonto. No quiero perderte de nuevo —agrega frustrada. Sus ojos están vidriosos.

Luego cambia su expresión a una de odio y furia.

—Tú, maldita bruja ¡Ahora sí te voy a matar! —me dice.

Antes de que Scarlet se pudiera acercar a mí, Vigilante le toma la mano.

—Ya deja de ser tan agresiva —dice jadeando— Estoy bien.

—Te odio, te odio, te odio —le dice Scarlet mientras le da golpecitos en el pecho y llora— ¿Por qué me asustas así?

Luego ella me voltea a ver.

—A menos que sepas usar magia curativa. No estás haciendo nada aquí ¡Largo! —me dice con desprecio.

—No sé usar magia curativa —le digo apenada.

—Entonces vete a la mierda, bruja mediocre —me grita.

No quiero dejarlo aqui solo con esa loca, pero él se logra levantar para sentarse en el piso y se comienza a masajear el brazo.

Luego se quita la máscara. Él de todos modos sabe que yo sé quién es, así que lo veo lógico. Al hacerlo, me mira con esa expresión que imaginé y si, es una expresión amable.

—Estaré bien. Gracias por preocuparte —me dice.

Yo sonrío.

—Ya veo por qué que estás enamorada —le digo con ironía a Scarlet Blitz antes de irme.

Ella se enfada y me dice algunas groserías antes de que yo me vaya, pero yo solo me río y Vigilante también esboza una leve sonrisa.

Verlo sonreír, me hace feliz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro