⁶. Especial 900k: El Gguktae y su retoño.

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Si a Jeongguk le hicieran una pregunta de qué era eso que más feliz lo hacía, él simplemente señalaría a su pequeña familia y diría que ellos. Porque su hijo y su esposo llenaban cada vacío que alguna vez pudo sentir, habían iluminado cada parte de oscuridad que su vida se había vuelto, ahora brillaba de alegría y repartía amor a todo aquél que lo necesitara. Mientras acomodaba al pequeño Jaegguk entre sus brazos con un cuidado del que no se creía capaz, soltó un suspiro. Ninguno de los dos estaba durmiendo bien porque el bebé seguía despertando en la madrugada para un biberón o un cambio de pañales, los momentos únicos Jeongguk no los cambiaba por nada porque era parte de su aprendizaje como padre primerizo.

—Buen día, amor—Susurró besando la suave cabecita de su hijo antes de sonreír con dulzura y moverse con cuidado hacia la parte de abajo de la casa.

En la sala de estar con la laptop en una pequeña mesa de café y sus lentes de leer puestos, se encontraba Taehyung quien estaba terminando algunas cosas para por fin dar por terminada, por un tiempo obviamente, su carrera como modelo. Quería centrarse en el pequeño retoño que había llegado a su vida tan de sorpresa así como quería cuidar de su pequeña, pero a veces, numerosa familia. Estiró los brazos por encima de su cabeza antes de notar que su precioso esposo bajaba por las escaleras con su bebé en brazos. Sonrió enamorado y aún sin poder creer que ellos eran parte de su día a día, que ahora eran su familia y que él estaba dispuesto a dar todo el amor que se merecían como un pequeño agradecimiento de toda la felicidad que ambos habían traído a su vida.

—Buen día, bebé—Susurró Tae cuando recibió un suave beso de parte de Jeongguk, tomó con suavidad a su hijo de brazos y lo recostó en su pecho.

—Buen día, mi hermoso esposo—Le correspondió Jeon con esa sonrisa que ponía a Tae en una forma líquida porque era preciosa y la admiraba desde el primer momento que él le sonrió, aunque sus principios realmente no habían sido buenos.

No había querido enamorarse de Jeongguk, pero eso es lo que había terminado haciendo. A pesar de que había hecho todo lo posible para evitar que él entrara a su corazón, Gguk había sido más insistente, lo había conquistado y le había dado una oportunidad la cual no desaprovechó. Y mirando hacia el pasado se preguntó qué hubiera sucedido si él no le daba esa oportunidad, si se seguía haciendo el duro y no admitía que Jeon había llegado a conquistar bastante rápido su corazón, qué hubiera pasado si ambos no terminaban juntos.

—Amor—Llamó Tae tapando uno de los oídos del pequeño Jaegguk que dormía muy plácidamente en su pecho—, ¿qué hubiera pasado con nosotros sino terminábamos juntos?—Jeongguk frunció el ceño mientras masticaba una manzana y se ponía pensativo, mirando hacia otro lado.

—Probablemente la fama me hubiese sobrepasado y me hubiese suicidado hace tiempo...

— ¡Jeongguk!—Susurró gritando porque no quería despertar al bebé.

—Mi vida, es la verdad. Tú hubieras sido el mayor modelo de Gucci que querrían todas las marcas y yo hubiera estado enterrado bajo tres metros de tierra mientras mis fans me siguen llevando flores a mi tumba—Siguió paseando por el lugar, levantando las cosas que se encontraban en el suelo—. ¡Ah!

—Shhh.

—Lo siento y seguramente tú visitarías mi tumba mientras te preguntas porqué no me diste una oportunidad.

—Eres un idiota—Murmuró molesto antes de negar con la cabeza.

—Pero me amas, ¿qué quieres comer?

—Maldita sea que te amo. No sé, amor, ¿quieres salir a algún lado?

—Yo también te amo, amor de mi vida—Guiñó un ojo antes de sonreír. Taehyung admiró la vista que su esposo le brindaba, había estado trabajando su cuerpo y eso se notaba bastante, estaba en boxers y la tinta hacía un contraste brillante en su blanca piel mientras que los músculos le daban ese aspecto rudo que Tae tanto amaba—. Me doy una ducha rápido, Tete. Podemos ir al restaurante que abrió la hermana de Jimin, los chicos dicen que es bueno.

—Está bien, apresurate que también quiero ducharme.

—Mierdaaaa ¿por qué no hay nadie hoy para que cuide de Jae? Un rapidito mientras nos duchamos—Volvió a guiñar uno de sus ojos y mordió su labio inferior con fuerza.

—Ve, ve—Gguk rió y subió corriendo las escaleras hacia el piso de arriba donde, se preparó para ducharse—. Tú sabes que te amamos, ¿no es así? Probablemente no entiendas nada en estos momentos, pero papi y papá te aman con todas sus fuerzas Jaeggukie. Nunca te dejaremos de amar y haremos todo lo posible para que tengas una infancia, una adolescencia y adultez feliz ¿sí? Todos tus tíos también te aman, nene. Y tus abuelos lo hacen mucho más. Eres nuestra joya y aunque probablemente en un tiempo se te haga imposible de creer, tienes tu propio fanclub por parte de tu papá rockero y esas personas siempre te entregan parte de su amor a su manera—Dio suave caricias sobre la pequeña espalda del bebé que acababa de cumplir seis meses hacía unos días—. Así que serás mi pequeño aún cuando tengas veinte años—Rió suave y se quedó quieto cuando Jaegguk comenzó a removerse y luego, abrió de a poco sus ojos parpadeando hasta que una sonrisa sin dientes fue dedicada a su persona y luego vino el llanto—. No, no llores, papi está acá. Vamos a preparar un biberón antes de que tu padre salga de ducharse—Se movió hasta la cocina en donde tenía una máquina que era especialmente para realizar los biberones del pequeño Jaegguk.

Unos minutos después Jeongguk bajaba por las escaleras, secando su cabello algo largo con una toalla y sonriendo con suavidad cuando notó que su hijo ya estaba despierto y Tae estaba tratando de darle el biberón.

—Buenos días—Susurró en una voz que le hizo gracia a su esposo y Jae rió—. Ve a ducharte, yo me encargo.

—Bien, gracias—Besó los labios de su esposo antes de subir escaleras arriba y meterse directamente dentro de la ducha del baño principal, se relajó unos segundos porque últimamente estaba algo tenso y el agua caliente había relajado los músculos de su espalda y cuello.

Cuando bajó ya cambiado y secando momentáneamente su cabello con una toalla, Jeongguk estaba sentado en los sofás de la sala de estar con Jaegguk cambiado con otras prendas y ya abrigado. Miró a su esposo y sonrió cuando este hizo una seña de que se sentara en su regazo, pero negó con la cabeza.

—Vamos, un ratito ¿sí?—Jae estaba sentado en la otra pierna de Gguk mientras balbuceaba y jugaba con sus manos siendo un bebé sumamente energético.

—Debemos irnos, tengo hambre—Y ese puchero bien sabía Jeon que era un truco, pero maldita sea él no podía decirle que no a ese hermoso gesto.

—Bueno, ya nos vamos—Tae tomó su abrigo, una manta y el portabebés antes de hacerle una seña a Jeongguk que asintió con su cabeza cuando notó que estaban olvidando algunas cosas—. ¿Quieres que llevemos la camioneta?

—Como quieras, amor—Su esposo asintió antes de tomar las llaves de la casa y la camioneta junto al bolso de Tae.

Ambos salieron de su hogar rumbo al nuevo restaurante que hacía un tiempo estaban deseosos por ir.

ଘ(੭ˊᵕˋ)੭* ੈ✩‧₊˚

Con el tiempo que había pasado, ambos estando juntos en la relación y entendiendo el trabajo que el otro tenía, se habían realmente acostumbrado a que algún fan de Jeongguk se les acercara en la calle y les pidiera algún autógrafo o alguna fotografía, y no tenían problema alguno en brindarlo, pero a veces cuando se ponían en insistentes y los perseguían por todos lados, esos momentos, Jeon los odiaba con toda su alma.

—Tengo miedo que mucha gente nos vea y quieran venir, Jae aún es pequeño—Murmuró Gguk cuando ya estaban en el restaurante, comiendo agradablemente lo que habían perdido. El hijo de ambos dormía plácidamente en el coche de bebés que había sido un lindo regalo de sus tíos.

—Amor, si es que llega a suceder, llevaré a Jae para otro lugar ¿sí? Recuerda lo que hablamos hace un tiempo—Gguk rodó los ojos.

— ¿Cuándo nos separamos? Recién habíamos comenzado a salir—Tae asintió y negó con su cabeza mientras Jeongguk masticaba un pedazo de filete—. Esa vez realmente iba a dejar la banda y quedarme contigo, no entiendo porqué hiciste todo eso para que terminaramos—Taehyung lo miró casi ofendido antes de rodar los ojos y seguir comiendo de su pasta.

—¿Por qué aún sigues sin entenderlo? ¿Que hubieran pensado tus fans si hubieras decidido dejar la banda por mí? No me querían cuando comenzamos a salir y mucho menos iban a quererme si tú te salías de la banda. Era algo que tenía que hacer por ambos, Ggukie. Sonará egoísta, pero tú no estabas pensando y sigues sin pensar con claridad ¿entiendes? No podía dejar que tú echaras a perder años de esfuerzo, sudor y lágrimas, por nosotros, yo ya te amaba en ese tiempo y no quería permitir algo como eso porque podíamos estar juntos en cualquier momento, solo debíamos de esperar un tiempo antes de que pudiéramos estar realmente juntos.

—Los fans iban a aceptarlo, sea por las buenas o por las malas. Pasaron años, bebé y aún hay gente descontenta con nuestra relación, aún cuando nos hemos casado y hemos alquilado un vientre para que podamos tener un hijo.

—Amor, nuestra vida ya está hecha. Nadie puede meterse en medio de nosotros porque te amo, me amas y amamos más que a nada a Jaegguk ¿entiendes? No hay nada que pueda hacernos separar.

—Te amo, amor—Jeongguk sonrió y entrelazó su mano con la de su esposo antes de dejar un suave beso sobre el dorso de esta.

—También te amo, bebé—Dijo Tae antes de escuchar como Jae se quejaba, tomándolo rápidamente en brazos porque sabía lo que se venía a continuación, el llanto que indicaba que quería tomar el biberón—. Ya está, nene. Ya está—Soltó mientras daba pequeños masajes en la espalda del pequeño al tiempo que Jeongguk buscaba en el bolso uno de los biberones que había preparado antes de salir de su hogar—. ¿Cómo van con el álbum? Sé que son cosas que no quieres llevar a casa, pero es bueno que me cuentes de vez en cuando. Sé que has estado algo estresado últimamente.

—No es el álbum lo que me tiene estresado, quien me tiene estresado es Hoseok. Sigue teniendo esa estúpida mentalidad en donde cree que aún es joven y que lo que ingiere o esnifa, no le hace mal. Llegará un punto en que su cuerpo no aguante más, ya tuvo una sobredosis, no sé qué más quiere—El de piel acanelada mordió su labio con fuerza mientras negaba con la cabeza—. Sé que él grande y es quien decide lo que hace con su vida, pero nos está desgastando a todos. Jimin es el que más sufre, no entiendo cómo es que puede amarlo tanto, cómo es que está tan aferrado a él—Taehyung levantó una ceja en su dirección y Jeon rió bajo antes de negar con la cabeza—. Sabes que no es igual. Nuestro amor es puro, Tete.

—Eres un cursi, señor rockstar—Quería cambiar de tema porque el cambio de humor que Hoseok provocaba en su esposo era molesto—. Vamos a cambiar de tema, pero antes, tienes que hablar con Hoseok, tranquilos y sin golpes. Eres su amigo de toda la vida, él va a escucharte y si realmente precisa ayuda, él va a aceptar la mano que les estarás brindando. He hablado con Jimin y él realmente ya está harto de todo.

—Lo sé, se nota en su rostro incluso—Un grupo de personas ruidosas ingresaron al establecimiento y Jeongguk hizo todo lo posible para seguir con su concentración en Tae que alimentaba a Jaegguk mientras le hacía algunas caras graciosa, hablándole bajo.

Esa escena, él no la cambiaría por absolutamente nada en la vida.

ଘ(੭ˊᵕˋ)੭* ੈ✩‧₊˚

6 meses después.

—Papá—Dijo Jae. Taehyung abrió su boca mientras la cuchara de madera se resbala de sus manos y caía al suelo. Se dio vuelta lo más rápido que pudo, observando a su hijo estar sentado en la silla mientras golpeaba las palmas de sus manos contra el plástico que lo protegía de una caída al piso.

— ¿Qué dijiste, JaeJae?—El niño lo miró y sonrió en grande monstrando los pocos dientes que sus encías poseían—. De nuevo, amor. Di pa-pá—Jae giró la cabeza, confundido antes de soltar un gritito y reír.

—Pa—Fue lo único que dijo antes de refregar uno de sus ojos.

—Tu papá Jeongguk se va a desmayar si llega a escucharte, esperemos que llegue temprano—Lo tomó en brazos y besó sus rellenas mejillas sacándole risitas. Apagó las hornallas antes de olvidarse y que todo terminara en un desastre.

El niño colocó sus pequeños brazos alrededor de la nuca de Tae y acercó sus labios a la mejilla de su papá, babeando esa parte y haciendo reír al mayor.

—Vamos a cambiar ese pañal, creo que quieres tomar una siesta—Abrazando aún a su padre, Jaegguk escondió su rostro en el hueco que se formaba entre el hombro y cuello del mayor—. ¿Qué sucede que estás tan cariñoso con papi?—Besó las infladas mejillas del niño y sonrió cuando este balbuceo algo.

— ¡Estoy en casa!—La cabeza de Jae se levantó rápidamente del espacio seguro que había encontraso y buscó con sus ojos por todo el lugar mientras estiraba sus brazos hacia la escalera que segundos antes Tae había subido—. Oh, aquí están—Sonrió Jeongguk antes de acercarse ambos, dejar un beso en los labios de Taehyung y tomar en brazos al pequeño, que deseperado quería que lo alzara—. ¿Qué sucede con mi niño gordito? Hola mi amor—Soltó mirando a su esposo antes de acariciar una de sus mejillas e ir bajando despacio su mano por su espalda hasta apretar una de sus nalgas.

—Jeongguk—Dijo el menor, dando un manotazo a la mano contraria.

—Papá—Dijo con algo de dificultad el pequeño tratando de llamar la atención de alguno de sus padres.

—Tete, amor, agarrame porque siento que caeré—Soltó, Tae rodó sus ojos porque su esposo a veces podía ser muy dramático—. ¿É-Él acaba d-de de-decir eso?

—Amor, dame al niño—Dijo apresurado, tomando a Jae en sus brazos porque ya podía ver que Gguk sí era capaz de desmayarse—. Estaba terminando de cocinar y fue cuando lo escuché decirlo por primera vez, me emocioné mucho y sabía que una situación así a ti te pondría peor, estaba por cambiar el pañal de Jae.

—Pa—La pequeña vocecita parecía retumbar en los oídos de Jeon y hacerle latir el corazón con una fuerza sorprendente, le hacía sentir tanto amor por él, por su esposo, por todo lo que estaba viviendo.

—Y-Yo, te amo, lo sabes ¿no? A ti también Tae, te amo muchísimo por favor nunca me dejen.

—Y no tenemos pensado hacerlo, ¿por qué te dejaríamos principalmente? Te amamos, somos felices, podemos entendernos, nunca vamos a irnos ni a dejarte, mi amor. Sé que lo que pasó con Jimin y Hoseok te afectó bastante, pero sabes entender la situación de ambos, nosotros no somos ellos y no pasamos lo mismo que ellos ¿sabes?—Tae se acercó y quitó el cabello que se interponía entre los ojos de Gguk antes dejar un beso en su mejilla—. Si hyung viene esta noche, podemos decirle que se lleve un rato a Jaeggukie ¿sí? Hay una sorpresa que quiero darte hace algún tiempo.

—No prometas si después no vas a cumplir porque voy a estar ansioso toda la tarde—Jeon sonrió, tomó entre sus dedos el rostro del menor y dejó un largo, suave y delicioso beso que puso a Tae por unos momentos en las nubes—. Ven aquí, gordito—Volvió a tomar en brazos antes de seguir a su esposo a la habitación que era solo de Jae, en donde estaban la mayoría de cosas.

En ocasiones el pequeño Jeon dormía en su habitación, en su cuna y muchas otras no quería saber nada más que dormir entre sus padres toda la noche. Las veces que dormía en su cuna, en la mañana antes de que Gguk saliera al trabajo, le preparaba un biberón y se aseguraba que se lo tomara todo antes de darle un cambio de pañal y luego, recostarlo con su papi Tae para que siguiera con su sueño durante unas horas más. A pesar de que Jae estaba pronto a cumplir su primer año de vida, Taehyung aún no había vuelto a la rutina del modelaje sino que hacía pequeñas sesiones cuando realmente lo necesitaban, aún no estaba listo para separarse de su pequeño y aunque sabía que eso no era nada bueno, no estaba haciendo nada para impedirlo.

Tae se apoyó contra el umbral de la puerta mientras veía como Jeongguk hacía el trabajo que él iba a realizar. Cambiar los pañales de Jae había sido todo un infierno las primeras semanas que él había llegado, pero la rutina había logrado que ambos se adaptaran a la perfección al revoltijo de cosas que sus vidas se habían vuelto.

Muchas veces se había preguntado si es que su vida pasada había sido una persona tan buena porque todo lo que había recibido en recompensa lo hacían ser la persona más feliz del planeta y no cambiaba nada, mil veces lo dejaría de la forma en que las cosas fluyeron porque de esa manera era feliz y no esperaba nada a cambio más que el amor de su esposo, y obviamente, su precioso hijo.

Ambos, sabían que eran la felicidad del otro y se amaban más que nada. Eso, era todo lo que querían en su vida, ser la familia que siempre habían deseado.

Muchísimas gracias por el apoyo a Dionysus, llegó a las 900k de leídas dentro del año y medio que lleva en la plataforma, y siento nunca tener las palabras suficientes para describir todo lo que me hacen sentir, la felicidad y el amor. Les agradezco el apoyo que le brindaron desde el principio hasta el final e incluso a quienes se están sumando hace muy poco.

El primer especial que hice acá, fue cuando este au tenía recién 50k de leídas y ver todo lo que creció durante este tiempo, me hace realmente feliz. Muchas gracias, en serio. Tengo pensado seguir trayendo más especiales si es que a ustedes les gusta, obviamente.

Espero que sigan apoyándome en el futuro♡

Y si es que les gusta la idea de bandas de rock y mitología griega, subí una nueva historia con esta temática titulada Eris, pero esta es más narrada y siento que va a tener más explicación acerca de porqué la banda tiene un nombre de una Diosa griega.

Nada más, muchas gracias de nuevo y cuídense♡

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