01. gellert grindelwald's escape

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𝗚𝗘𝗟𝗟𝗘𝗥𝗧 𝗚𝗥𝗜𝗡𝗗𝗘𝗟𝗪𝗔𝗟𝗗'𝗦 𝗘𝗦𝗖𝗔𝗣𝗘
part one; i did something bad


Desde el momento en el que el caos explotó en el mundo mágico Kassia Fawley supo perfectamente que mientras más involucrada estuviera ella o su familia, más peligro correrían.

Lamentablemente tuvo razón.

Porque, aunque en el momento que todo aquello comenzó nadie creyó que llegaría tan lejos, ahora todo el mundo mágico estaba en una alerta constante; con miedo que en cualquier momento aquel mago tenebroso apareciera en sus hogares y reclamara su apoyo. No era algo que el soliera hacer, no obstante, a esas alturas ya se podían esperar cualquier cosa.

La mayoría intentaba mantenerse al margen, desentendiéndose de la situación y la familia de Kassia no fue la excepción. Por algún tiempo lo lograron pero, cuando tu familia es una de las más antiguas e influyentes de Gran Bretaña (incluso de otros continentes), pasar desapercibido se vuelve difícil y pronto el mago tenebroso estaba tocando sus puertas. Él buscaba aliados y no le gustaban las respuestas negativas.

Para Grindelwald la vida de cada mago y bruja era valiosa, no solía ser partidario de derramar sangre de los que podrían ser útiles aliados en su momento, ni tampoco quería comprometer sus planes; prefería algo más persuasivo, sin embargo, la causa era más importante y encontraría la manera de salirse con la suya. Él arruinó la vida de Kassia en un instante y tuvo el descaro de mostrarse genuinamente arrepentido.

—Maldita sea. ¡No puedes quedarte aquí, mamá! —estaba alterada y sabía que no debía hablarle a su madre de esa forma, pero no podía evitar desesperarse al ver lo terca que estaba siendo en aquella situación.

Kassia solo estaba intentando poner a salvo a su familia pero nadie en aquella casa parecía querer poner de su parte, estaban empeñados en quedarse ahora que todo el mundo mágico parecía tomar un bando.

—No voy a huir. No vamos a huir —Ella parecía firme en su decisión y, aunque Kassia siguiera insistiendo, era obvio que no daría su brazo a torcer—. No lo hicimos antes y no lo haremos ahora, este es nuestro hogar.

Aquello tocó la fibra sensible de Kassia, quien apretó los dientes buscando contenerse y, aunque quiso evitarlo, las palabras venenosas escaparon de su boca:— Pues mira como acabó.

Arlene Fawley miró a su hija con los ojos llenos de lágrimas, aquellas palabras se le clavaron como un puñal en el pecho y el dolor de la pérdida fue claro en su expresión. Por un instante fue como transportarse a aquel fatídico día; reviviendo el momento exacto en el que sintió que el corazón le había sido arrancado del pecho, recordando el dolor en su garganta de tanto gritar y suplicar por la vida de sus hijos. El simple hecho de que alguien mencionara lo ocurrido lo hacía doloroso, pero cuando era su propia hija quien lo hacía era todavía peor.

—Estás siendo cruel.

—No, estoy siendo realista—dijo Kassia pareciendo impasible, aunque soltar aquellas palabras le dolía tanto como a su madre, se acercó donde la mayor estaba sentada. Debía ser firme y dura con sus palabras, solo tal vez así ella desistiría ante la idea de quedarse—. Colin y tú tienen que irse lejos—insistió mientras se sentaba frente a ella—. Las cosas aquí van a empeorar y no quiero que ustedes estén en medio cuando esto explote.

—¡No es justo lo que haces!

No, no lo era, pero debía hacerlo por ellos, por los que le quedaban. Iría directamente al peligro si eso protegía a Colin y a su madre, iniciara una guerra ella sola con tal de mantenerlos a salvo y sería capaz de hacer el mundo arder solo por ellos. Ya había perdido demasiado, esta vez no iba a quedarse de brazos cruzados. Por Thalia y su padre haría que todos ardieran.

—No, no lo es, pero esto nos mantiene con vida—intentó mantener la calma, no queriendo comenzar una discusión que no las llevaría a nada.

Y si era sincera, en realidad no estaba segura de cuanta verdad había en sus propias palabras.

—¿Por cuánto tiempo? ¿Que nos asegura que en el momento que dejes de serle útil no nos va a matar?

Colin acababa de aparecer haciendo la pregunta que se hacían internamente ambas mujeres en ese momento. Ella supo que sería imposible convencerlos a ambos.

Kassia no era estúpida, estaban siendo vigilados y los seguían todo el tiempo, ya se había dado cuenta que estaban controlando todos sus pasos. Era obvio que ahora que los tenían no iban simplemente a dejarlos en paz. El poder de la familia Fawley era algo que Grindelwald quería desde el primer momento en que supo acerca de ellos y, aunque todavía la necesitaba, no tenía ninguna garantía de que, en el momento de que diera un paso en falso, no terminaran matándolos a todos. Así que no pensaba arriesgarse.

Ella seguiría con el plan original, ser simplemente un soldado más en su filas.

—Nos va a matar—aseguró su madre.

—Entonces hay que retrasarlo lo más que podamos.

—Como si eso fuera posible—bufó el menor yendo a sentarse junto a su madre y enviándole una significativa mirada a su hermana. Él sabía —. No puedes simplemente esconderte del mago tenebroso, sería como jugar al gato y al ratón. Eso no es vida.

—Si huimos o nos quedamos siempre viviremos con miedo—la seguridad que había en su voz fue algo que Kassia no pudo ignorar, ya era un hecho que no iban a irse y ella se sintió aterrada ante la idea—. Si nos quedamos al menos podremos luchar por lo correcto.

—Eso no va a terminar bien—soltó una risa sin gracia mientras el sentimiento de impotencia le oprimía el pecho—. No cuando estaremos en diferentes bandos.



Kassia aborrecía terriblemente el momento en el que tuvo que tratar con Vinda Rosier. Era alguien desagradable y había algo en su sola presencia que le causaba escalofríos; en su rostro siempre había una expresión de soberbia que la Fawley deseaba borrar con un buen golpe, mientras que sus ojos llenos de desdén la vigilaban a la espera del más mínimo error de su parte. Tendía a subestimarla, mostrando su descontento y desconfianza hacia ella constantemente de una manera tan enfermiza y obsesiva que llegaba a asquearla, comprendía que era alguien leal a la causa pero (para Kassia) eso ya era demasiado.

Lamentablemente, tenía que convivir con Vinda más de lo que le gustaría y no le quedaba de otra más que fingir que la toleraba.

—¿Está todo listo para su llegada?

Apenas había llegado y Kassia ya quería irse, pues al poner un pie en aquella casa fue inmediatamente bombardeada a preguntas por la Rosier.

La casa en la cual se encontraban había pertenecido a una familia de muggles adinerada que vivía a las afueras de Londres (ni siquiera quería pensar que había sido de aquellos desgraciados), allí era donde los acólitos se mantenían ansiosos ante la llegada de Grindelwald después de su fuga y también era el refugio que les había mantenido escondidos durante los últimos meses. Meses en los cuales la Fawley no había aparecido por allí en ningun momento, siendo esa la razon por la cual la mujer le había hecho un interrogatorio apenas llegó para luego enviarla a terminar los preparativos para la llegada de su líder.

—Las últimas lechuzas ya han sido enviadas y los problemas en España ya fueron resueltos—su tono de aburrimiento hizo que la mujer le enviará una mala mirada, la cual ella solo ignoró al estirarse sobre la mesa y tomar una de las galletas que tenía la mujer en un plato junto al té—. El grupo ya está listo y a la espera de órdenes, en cuanto él lo autorice saldrán de inmediato.

—Bien—dijo mientras se servía té—. Todo debe estar exactamente como él lo pidió.

Kassia rodó los ojos comiendo de su galleta, mientras buscaba una posición cómoda sobre el sillón de terciopelo en el cual llevaba sentada casi una hora.

—¿Siguen teniendo el rastro de Credence? —quiso saber, pues lo último que ella supo (después de su supuesta muerte) fue que había salido de América con rumbo a Europa y tiempo después le había llegado información, que no compartió con ella, sobre el posible parentesco del muchacho con los Lestrange.

—Nunca lo perdimos—una sonrisa ladeada se formó en sus labios después de darle un sorbo a su té—. En cuanto nos diste la información enviamos a Ares a seguirle el rastro y luego Galatea fue enviada para su vigilancia.

¿Black trabajando con Ares? Era algo que le encantaría ver después de todos sus años profesando odio, pero si hasta ahora no se han matado, supuso que debía aplaudirles por su autocontrol.

—Hay que enviarles una lechuza pronto—fue como si de repente hubiese recordado algo—. El ministerio por fin parece hacer su trabajo y ahora saben del paradero de Credence, no van a hacer nada en su contra, pero si alguien debe llegar a él primero ese es Grindelwald.

Y, como si esa fuera su entrada, un gran revuelo se escuchó fuera de la sala y pronto las puertas fueron abiertas de par a par mostrando la imponente figura de Gellert Grindelwald acompañado de su más reciente miembro entre sus seguidores.

—Es bueno verlas después de tanto tiempo, bellas damas.











↳ ੈ🔥nota de autor

¡resurgí de las cenizas!
hola, ¿cómo me lxs trata la vida?
he regresado después de muchísimo tiempo, lamento tener todas mis fic abandonadas pero aún estoy superando un bloqueo de escritor terrible y apenas estoy volviendo a la costumbre de escribir, me está costando más de lo que imaginé pero voy poco a poco

ya se que el cap es un poco aburrido, pero es importante para ir introduciendo a mi niña en la historia 
trataré de estar más activa por aquí porque la verdad la idea de hacer esta historia me emociona 💕💕

agradecería mucho sus votos y comentarios💕🥺

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