Cuando amas a una persona y ese sentimiento no a desaparecido sabes que una declaración era de vida o muerte, correr el riesgo de un rechazo era algo por lo que muchos no querían pasar.

Pero esto no era así para Sasha, ella estaba dispuesta a correr ese riesgo tomando el valor necesario de pararse frente Anne y decirle todo lo que sentía.

-Por todo eso, Anne Boonchuy, ¿quieres ser mi novia? -Dijo Sasha casi gritando mientras le entregaba un ramo de flores a la tailandesa.

-Si, claro que si. -Anne no espero más y abrazo con fuerza a su ahora novia, esperando unos segundos para luego besarla sin importarle que media escuela las estaba viendo.

Incluyendo entre ellas a Marcy Wu, quien hasta ese momento no había tenido de todo claro sus sentimientos por la morena.

Marcy se había quedado quieta en su lugar observando la declaración de Sasha, sintiendo como un nudo en su garganta se iba formando, sentía sus ojos picar además de un fuerte dolor en su pecho.

Pero aun así no se movía, su expresión era una neutral y lo único que podía hacer era observar.

¿Se supone que debía expresar lo que sentía ahora mismo?

Ponerse a llorar y arruinar el momento de sus dos amigas no estaba dentro de sus opciones por lo cual comenzó a caminar alejándose de toda la multitud.

¿Debería estar feliz por sus amigas?

Supongo que sería lo más obvio, debería apoyarlas hacerlas saber que estaba para todo lo que necesitaran y que siempre contarían con ella, aun si todo el mundo les diera la espalda, ahí estaría Marcy.

¿Debería estar triste al ver como Anne era feliz con otra persona que no fuera ella?

A pesar de sonar egoísta, no podía evitarlo, ella simplemente no sabía que hacer además de irse del lugar sin dirigirles la palabra.

Pero tampoco podía enfrentarlas porque en el momento que lo hiciera sabía que las lagrimas no tardarían a salir, estaba segura de que el momento que se les acercara su voz se quebraría Por ello escapo.

Las lagrimas comenzaron a resbalar por su rostro sin que se diera cuenta, comenzó a correr agradeciendo que su casa no estaba muy lejos y que sus padres no estaban.

Entro como pudo encerrándose en su cuarto dejando que todas esas emociones que no pudieron salir en su momento comenzaran a fluir.

Y dolía más de lo que había imaginado. Llamándose de todo por no a ver tenido el valor que tenía la rubia, además de eso no saber diferenciar lo que era amor o simplemente amistad.

-Maldición. -Tomo el libro que había leído hace unas semanas lanzándolo hacía la pared, quería negarse que eso le iba a pasar. -Anne no me gusta. -Se dijo así misma tratando de convérsese a si misma de esa mentira. -Anne...

El amor era tonto, ¿no es así Marcy?

Nadie lo necesitaba, era una perdida de tiempo que solo provocaba molestias, ¿quien queria ser amado y amar?

¿Quien quería tener a alguien con quien pasar el tiempo disfrutando de la compañía del otro?

Nadie, ¿verdad?