Los días seguían pasando y en cada uno parecía que Marcy solo empeoraba visiblemente, parecía que tenía una enfermedad bastante grave, como por ejemplo anemia.

Pero aun así trataba de ir todos los días a clases, decayendo de vez en cuando causando que ahora los profesores ya no la regañaran, ahora se veían preocupados por el estado de la que en algún momento llego a ser la mejor estudiante de aquella secundaría.

-Señorita Wu. -La llamo uno de sus profesores antes de que esta abandonara la habitación. -Venga un momento.

-¿Hice algo mal? -Dijo Marcy bastante apenada mientras se acercaba al asiento de su profesor.

-La he visto muy mal los últimos días no cree que seria mejor si no viene a clases.

-Yo lo siento. -Marcy parecía estar bastante apenada y avergonzada. -Mis padres no me dejan faltar así que yo no puedo..

-Señorita sus notas, son solo eso, un numero escrito en un papel lo puede recuperar en algún momento, primero esta su salud así que le pido que se tome un debido descanso.

-Muchas gracias, lo tomare en cuenta. -Y sin más que decir se fue del salón

Marcy no tardo mucho en comenzar a llorar, aunque quisiera decirles eso a sus padres tenía miedo de lo que llegarían a decir, tenía miedo de la forma en la que iban a reaccionar. Ya no podía seguir más el sueño le estaba ganando muchas veces, quería descansar, encerarse en su habitación y no salir de ahí.

-¿Marcy?

La nombrada volteo rápidamente quien la había visto, era Anne, se apresuro en alejarse de donde estaba ignorando los gritos de su amiga pero esta siendo tan persistente logro atraparla y abrazarla con toda su fuerza.

-Esta bien Mar Mar. -Anne se recostó en el hombre de su amiga acariciando delicadamente su cabell0. -No tienes que decirme que te pasa, pero si quieres llorar hazlo.

Marcy en ese momento se derrumbó, sus piernas le traicionaron y termino cayendo al suelo siendo sostenida por Anne para que la caída no le doliera.

-Estoy cansada Anne. -Dijo con la voz quebrada. -Quiero complacer a mis padres, pero no puedo más, no importa lo que haga parece que siempre los decepciono pensé que por mi estado me tendrían algo de piedad. -Anne se mantuvo callada sosteniendo a su amiga. -Pero pareciera que no les importo, yo ya no puedo más.

Anne no sabía cómo responder así que se limitó abrazarla susurrar lo mucho que la quería.

-Esta bien, yo estoy aquí, ¿Marcy? -Pero esta se terminó durmiendo en los brazos de la mayor, teniendo una expresión de calma en su rostro. -Te amo Mar Mar.

Anne dejo un suave beso en la mejilla de la menor cargándola como pudo para así llevarla su cada y de paso hablar seriamente con los padres de la misma.

Ese momento pudo significar un cambio, una oportunidad de vida, si tan sola una joven rubia no estuviera viendo a lo lejos la escena con unos celos bastante visibles en su rostro.

-¿La amas? -Susurro apretando con fuerza aquel ramo que traía en su mano. -Claro, son amigas la amas como amigas Anne, solo como amigas..

Anne logro llegar a la casa de los Srs. Wu con las justas ya que sus brazos no podían seguir cargando con el peso de su amiga la cual seguía profundamente dormida, toco la puerta con fuerza siendo recibida por el Sr.Wu.

-¿Qué le hiciste a mi hija? -Dijo mientras tomaba a Marcy para llevarla dentro y Anne no se tardó en seguirlo.

-¿Disculpe? -Anne estaba enojada se podía ver, pero aun así no era capaz de faltarle el respeto a un adulto. -Su hija esta cansada, ¿acaso no puedo ver lo mal que ha estado los últimos días?

Pero pareció ser ignorada ya que el Sr. Wu se limito a dejar a Marcy en su cuarto para que este durmiera más cómoda.

-Solo está exagerando en unos-

-¡¿Exagerando?! -En ese momento Anne ya no importaba si la terminaban echando de la casa a patadas. -Marcy es la persona más alegre que he visto, me duele verla tan apagada estos días, me preocupa que en cualquier momento se apague...

-Ella tiene que mejorar sus notas esta triste por eso así que puedes dejarla en paz.

-Usted no sabe de lo que habla.

-¿Qué eres tu para mi hija? -Esta vez entro la Sra. Wu con su expresión tan neutra como siempre. -Crees saber más de ella que nosotros que somos sus padres así que responde, ¿Qué eres para Marcy?

Anne tardo unos segundos en poder responder. -Soy su amiga...

-No eres quien para decirnos como cuidar a nuestra hija así que por favor retírate y no te vuelvas acercar a ella.

-¿Qué dice?

-Por lo que vemos solo eres una mala influencia para Marcy.

-Yo la cuido más que ustedes. -Susurro Anne apretando con fuerza falda. -Ustedes son unos pésimos padres

Lo siguiente que se escucho fue una cachetada y un par de gritos que terminaron en Anne siendo echada de la casa con amenazas de si que volvía entonces estaría en más problemas.

Claro que Marcy despertó por todo este alboroto sus padres trataron de que Anne quedara como la mala de la historia, pero la menor no podía creerles, sabía que Anne nunca haría nada mala hacía ella.

Sabía mejor que nadie que Anne sería incapaz de dañarla, lo sabía porque cuando sintió aquel beso, sentido bien, se sintió tranquila.

-No te volverás acercar a esa irrespetuosa. -Hablo su madre más enojada que nunca. -Y si llegas hacerlo ten por seguro que nos mudaremos.

-¿De que hablas? -Marcy comenzó a temblar. -No puedes hacerme eso..

-Somos tus padres vemos lo que es mejor para ti...

-Pero Anne ella es-

-Una pésima influencia para nuestra perfecta hija..

-Así que estas advertida

Marcy sabía que ya no tenía caso seguir devatiendo, ignoro cualquier reclamo de sus padres y se encerró en su cuarto para comenzar a llorar y maldecir a sus progenitores. No quería nada de lo que estaba pesando, quería ser feliz, quería estar con Anne aunque fuera una simple amiga, quería olvidar todo el dolor que sentía.

Entre lagrimas y gritos la flor comenzó a crecer rápidamente por lo cual comenzó a toser varios pétalos, todos ellos cubiertos de sangre. Desesperación y negación era todo lo que sentía.

-No. -Marcy tomo los petalos entre sus manos para comenzar a romperlos unos por uno y lanzarlos lejos. -No es verdad, no, no, no, ¡no!

En ese momento comenzó a darse cuenta que todo lo que le había pasado hasta ahora era por culpa de la flor. Estaba muriendo y no se había dado cuenta de ello.