Te Necesito, Mamá

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𝐓𝐄 𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒𝐈𝐓𝐎,
𝐌𝐀𝐌Á|𝐀𝐂𝐓𝐎𝐍𝐄 𝐎𝐍𝐄

──────
──¡Mamá! ¡Mamá! ──gritaba una pequeña de solo seis años. Su voz brillaba en emoción y desespero, no pudiendo esperar más que su mamá respondiera a su llamado.

──¡Python! ──gritó la mujer, subiendo torpemente las escalares en busca de su hija.

──¡Aquí! ──le gritó, dando pequeños salititos en su lugar, ansiosa de ver la reacción de su madre ante su invento.

──¡Python! ──gritó la mujer sin aliento, entrando de un portazo al baño. Los colores le devolvieron a la cara cuando divisó la sonrisa traviesa de su hija, estaba asalvo──. Mi niña, ¿qué pasó?

──¡Mira lo que hice! ──la niña se quitó la toalla del cabello, dejando ver el tinte verde que lo cubría, así como las numerosas trenzas que adornaban su cabello. Había pasado de un cabello negro liso absoluto, a uno negro con matices verdes peinado totalmente en trenzas──. Yo también tengo serpientes en el cabello, ¡somos igualitas! Ahora voy a poder pelear con los malos y ayudarte.

Mientras Python actuaba una pelea imaginaria, dando puños al aire; Medusa, sin poder evitarlo, inundó sus ojos de lágrimas ante la tierna e inocente acción de su hija.

──Mamá, ¿por qué lloras? ──preguntó Python, asustada que su sorpresa no le hubiese gustado a su heroína──. ¿No te gustó? No se ve tan verde pero creo que si lo vuelvo a pintar se ve más, como con la pintura.

Cada palabra inocente que salían de los pequeños labios de Python, solo causaba más lágrimas en los azulados ojos de su madre.

──Estoy bien, ni niña y-yo, yo so-solo. ──las palabras quedaron aprecionadas en su garganta, siendo opacadas por un chillido. La mujer se tapó la boca y miró arriba, no queriendo que su hija la mirara así, débil y vulnerable.

──¡No, no estas bien! ──respondió Python frunciendo el ceño pensativa, buscando en su pequeña cabecita una solución──. ¡Necesitas un abrazo!

Sin decir más, se abalanzó a su mamá, abrazando las piernas de la mayor con fuerza, tratando de absorber todo su dolor y cambiarlo por amor.

Medusa seguía llorando, su corazón herido recibía tanto amor de golpe que no lo soportaba. Sin saber qué más, hacer, se agachó, quedando de rodillas al suelo y abrazó con fuerza a su motor de vida: su hija.

No le importó mancharse la ropa y cara con el tinte verde aún mojado, solo quería sentir el calor de su hija.

Su inocente hija que creía que ella era una heroína que salvaba al mundo
Cuando en realidad ella era un monstruo.

──Aún necesitas más amor. ──dijo Python decida, abrazando con más fuerza a su mamá al notar que la mujer seguía llorando por lo bajo. Python estaba decidida a usar todas sus fuerzas en ese abrazo si eso ayudaba a su mamá.

──¡Cariño, ya llegué! ──gritó una voz desde abajo, pero las mujeres no se inmutaron, demasiado sumergidas en su abrazo. El hombre subió las escaleras lentamente, asustado de no escuchar respuesta──. ¿Mis amores? ¿Dónde están?

──¡Papá, ven rápido! ──gritó la niña y el papá subió tan rápido las escaleras que a los dos segundos estaba frente a la adorable escena──. Necesito ayuda, mi abrazo no es suficiente.

──Oh, mi Python. ──fueron las palabras enternecidas y aliviadas   del padre antes de unirse el abrazo mágico y consolador.❞

──────

Python's Pov

𝐍𝐎 𝐄𝐒𝐂𝐔𝐂𝐇𝐀𝐁𝐀 𝐍𝐀𝐃𝐀, el ruido había sido opacado por un pitido que destruía mis oídos.

¿Dónde esta mi mamá?

¡¿Dónde está?!

──¡Python, no! ──escuché que me reprendía Nigari mientras salía de mi escondite; pero se escuchaba tan lejana, como si estuviese a cientos de kilómetros lejos de mi.

Sin prestarle mucha atención, llevé mi mano libre y aún intacta a mi venda y la arranqué de un tirón.

A lo lejos vi a los tres semidioses, ahí de pié, intactos.

Pero no había rastro alguno de mi mamá. ¿Por qué?

──¿Mamá? ──pronuncié en un murmuro, comenzando a hiperventilar. ¿Dónde está?

Mi voz alertó a los contrarios, sobretodo a Perseus.

Se giró hacia mi dirección rápidamente y el susto hizo que lo que parecía tener en sus manos se le callera.

──Python...──dijo él, pero su voz solo era un ruido de fondo, opacada por el sonido de algo rodando por el suelo, algo que no podía ver. Se vió una gorra azul de los Yankees, y luego lo peor.

Eran las serpientes de mi mamá.

¿Esa es su cabeza?

El aire se me escapaba de los pulmones, mi pecho subía de arriba a bajo.

De reojo noté como Annabeth agarró su daga, Perseus reforzó el agarre en su espada y la mirada atónita de Grover.

Habían decapitado a mi mamá, la habían matado.

El aire me faltaba a los pulmones, el cuerpo me ardía como si tuviese fuego en mis venas.

Todos los recuerdos de mi vida pasaron por mi cabeza, pues en todos y cada uno de ellos estaba presente su rostro, el rostro que alguna vez estuvo lleno de vida y amor y ahora estaba tieso e inexpresivo en el suelo.

Cumpleaños, noches de cine, mi primera persona convertida en piedra, mi vida. En todo estaba mi mamá, y ahora su rostro rodaba por el suelo.

Grité.

Grité tan fuerte que mi garganta comenzó a dolerme, caí de rodillas al suelo, con mi rostro inundado en lágrimas.

──¡MALDITOS SEMIDIOSES! ¡ELLA ERA MI MAMÁ!──les maldije, tomando con fuerza mi espada y abalanzándome sobre mi objetivo: Perseus Jackson, el hijo de Poseidón.

Mis ojos se tornaron de un azul inteso, señal de que ahora las serpientes de toda la casa, y si lo deseaba de todo el mundo, me obedecían.

Annabeth trató de tirarse encima de mi, pero una cola de serpiente la sujetó de fuerza del brazo como un latigó y la inmovilizó.

Todos habían cerrado los ojos, solo yo podía verlos. Yo tenía el control.

Se habían enfrentado a alguien compasivo, la única que pensó en salvarlos.

Ahora se enfrentarían a una guerrera cegada por la ira y el dolor.

Me tiré en el suelo, le corte con mi espada la pierna y lancé su gorra lejos, segura de que Kara se la llevaría.

No quería matarla rápido, no lo merecía. Decapitar a mi mamá fué su plan, la haría pagar por eso.

Grover también trató de atacarme, pero esta vez una serpiente lo agarró del cuello.

Solo quedábamos Perseus y yo;  después solo quedaríamos su cuerpo, su cabeza muerta y yo.

Di un giro en mi lugar, buscando impulso y lo ataqué. Él bloqueó mi ataque, pero torpemente y perdió el equilibrio, cayendo al suelo.

Ellos no estaban acostumbrado a pelear a ciegas, el usar sus otros sentidos era una rareza para sus futuras cabezas de piedra.

Pero no para mi.

Entrené toda mi vida para este momento, para el momento en el que mate al hijo de Poseidón.

Mis pasos eran silenciosos, imperceptibles, lo único que me delabata era mi respiración errática y mi voz dolida.

──¡ELLA LES MOSTRÓ PIEDAD, Y LA MATARON A PENAS TUVIERON LA OPORTUNIDAD! ──les grité. Sabía que debía callarme, matarlos silenciosamente era mi mejor arma, pero no podía, tenía demasiado odio y dolor acumulado.

Lo ataqué, apuntando a su cabeza, él se movió a un lado, confianzado que se salvaría.

──¡Τycheró skatá! (suertudo de mierda) ──murmuré por lo bajo, destruyendo la estatua donde se había escondido el rubio ─he de admitir que lo imaginé pelinegro─.

El piso vibró con fuerza, alguien corría a mi dirección.

Miré de reojo a la izquierda, no era Grover estaba luchando y escapando de una familia de Pitones.

Debía ser Annabeth, ella usaba la daga en la mano izquierda, debe ser zurda.

Si es zurda, atacará por eso lado, derecho libre.

Giré y apunté a ese lado, esperando decapitarla.

Por desgracia logró bloquear mi ataque, pero tarde, su propia daga le cortaba la mejilla ante la presión de la mía.

──Hija de Atenea, igual que insufrible que su madre. ──dije con asco, tomándome la libertad de ponerle rostro a los insultos. A ella si la imaginé rubia, ¿se cambiaron los físicos o cómo?

Perseus, guiado por mi voz trató de abalanzarse sobre mi. Pateé a Annabeth lejos, provocando que se estrellera sobre unas cajas. Trató de levantarse, pero las serpientes ya la tenían atada, apostando si la ahogarían con sus cuerpos o la matarían con sus bocas.

Me enfrenté a Perseus, quien al perder el rastro de mi voz no supo a quién a atacar.

Otra patada en el estómago lo hizo caer se rodillas, lancé su espada lejos, y llamé a las serpientes y en un segundo lo inmovilizaron.

Lo golpé con el mango de mi espada en la cara, la sangre cubría su rostro y fue un deliete visual.

──Su error fué creer que eras diferente a él ──dije, queriendo enfocar mi odio y asco a alguien antes de matarlo──. Yo no cometeré ese mismo error.

──Y-yo, lo siento por lo de tu mamá...──pronunció, de forma casi imperceptible.

Su comentario solo me hizo enfurecer más. Él la mató y ¿ahora se disculpa?

Insolente, maldito, cabeza de cacatúa, bruto, bastardo asqueroso, agua contaminada, feto mal hecho, algas podridas. ¡IMBÉCIL!

Con el rostro contraído en ira alcé mi espada y la apunté a su cuello.

¿Quería ir con su madre? Bien, lo llevaría con ella.

──¡Percy!

El grito del sátiro quedó como un rudio de fondo, solo escuchándose el sonido de mi espada cortando el aire.

Hasta que un chorro de agua me empujó contra la pared.

──¡CARAJO! ──maldije, sintiendo como el agua me arrastraba por todo el lugar.

Me causaba golpes, rasguños y entre tanta agua no veía nada.

El agua no era común, parecía que tenía cloro, y eso me quemaba los ojos.

Grité desesperada, queriendo salir de la prisión acuática que me ahogaba lentamente. Me golpó con todo a su paso, mi cuerpo sangraba y el aire era casi una fantasía.

Cuando mucho sorportaría diez segundos más.

──¡Basta! ──la voz de un chico hizo acto de presencia entre el caos del agua──. ¡La vas a matar, basta!

Ocho segundos.

Si muero, ¿iría con mi mamá? ¿qué me diría? ¿me regañaría por ponerme en peligro o estaría feliz de verme?

Seis segundos.

Creo que la falta de aire y las heridas me tiene alucinando. Porque es imposible que vea el reflejo de Percy mirando a través del agua con dolor y preocupación.

Cuatro segundos.

──¡Si quieres que busque el estúpido rayo, para!

Parece que no logré sobrevivir mucho tiempo sin mi mamá.

Si papá estuviera ahí diría algo como: "Obvio que no, mi peueña serpientes, es mamá, ¿quién viviría sin ella?"

《Tu, Python, tu puedes sobrevivir.》 dijo una pequeña voz en mi cabeza y es la muestra de que estoy volviéndome loca ante la falta de aire. Y aunque lo logre, sobrevivir no es lo mismo que vivir.

Un segundo.

Y el cero nunca llegó.

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¡Hiii! 💕

¿les gustó el cap? Se que les dejé esa intriga ahiii pero es un 2×1 así que sigan leyendo que aun falta caaap, solo no quería que fuese tan largo (creo que ha sido el más largo hasta ahora).

¿Quién creen que es el padre de Python? (NO, NO ES POSEÍDON)

¿Les gustó el cap? ¿opiniones? ¿teorías? ¿qué cren que pase ahora?

¡MEMES DEL CAP!──────────

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