Capítulo 9

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Taehyung ni siquiera tuvo tiempo de anunciar que estaba en casa después de cerrar la puerta, porque la acusadora y molesta mirada de su hermano mayor lo recibió, haciendo que sus piernas temblaran y la respiración le fallara.

Su madre apareció detrás de su hermano, mostrándole una sonrisa apenada. —Taehyung, llegaste tarde, ¿pasó algo malo?—

Negó lentamente con la cabeza. —Estaba con... alguien—

—¿Quién?— Fue el turno de SeokJin para hablar, demostrándole en su tono de voz que estaba realmente molesto.

El castaño no lo culpaba. Él sabía que vendría de visita ese fin de semana y quiso evitarlo, tenía motivos para estar enojado.

—Un... amigo— Susurró.

SeokJin alzó una ceja, pero cualquier posible palabra fue interrumpida por la mujer mayor. —¿Jungkook?—

Taehyung asintió, un poco desconcertado, ya que no recordaba haber mencionado el nombre del azabache frente a su madre.

—¿Y ese chico lo sabe?— Preguntó su hermano.

El castaño apretó sus labios en una fina línea y negó con la cabeza.

SeokJin frunció el ceño. —¿No piensas decírselo?—

—Quiero evitar que lo sepa— Respondió en un susurro con la cabeza abajo.

—Vamos a comer— Intervino su madre antes de que el mayor de sus hijos pudiera decir algo más. —Tae, ve a lavarte las manos—

El nombrado dejó su mochila sobre uno de los sillones de la sala de estar y cumplió con lo pedido. Estando listo, se sentó en la mesa de la cocina frente a su hermano mayor, empezando una comida en silencio.

Su madre le preguntó cómo estaba y cómo le estaba yendo en el trabajo, a lo que su hyung respondía amablemente y con una sonrisa.

—Probablemente ahora sí pueda pedir un traslado. Si todo sale bien, me mudaría con ustedes el próximo mes—

Esa sería una buena noticia para el castaño si no estuviera peleado con él. Adoraba a su hermano mayor, pero después de la discusión que habían tenido, las cosas no eran iguales.

—Taehyung— Empezó cuando terminaron de comer. —¿No me preguntarás por Jimin?—

El castaño abrió sus ojos aún más y lo miró sorprendido. —¿Jimin?— Susurró.

SeokJin sonrió de lado y apoyó su cabeza en sus manos. —Sí, ¿no quieres saber qué pasó con él?—

Taehyung miró sus manos y vio como estas empezaban a temblar. Esto no era bueno. —Creo que sería mejor que no me dijeras nada respecto a él— Respondió, tratando de que su voz no sonara temblorosa.

—¿Por qué no? ¿Acaso olvidaste-?—

—SeokJin— Su madre interrumpió. —Sería mejor que te detuvieras aquí. Viniste a visitarnos, no a discutir con tu hermano—

Su hyung bufó molesto y se recargó en la silla, mientras que el castaño agradecía internamente la intervención de su madre. —¿Puedo levantarme?—

Después de que la mujer asintiera, no dudó en levantarse y dirigirse a su cuarto.

—Lo estás consintiendo mucho— Le reprendió el mayor de sus hijos.

—SeokJin, entiéndelo, no es fácil para él—

—Ni es fácil para ti ni para mí, ¿vas a dejar que siga siendo un cobarde? ¿Vas a dejar que siga haciendo lo que quiere? ¿Ocultando las cosas?— Negó con la cabeza. —Mamá, deberías saber mejor que nadie que mi hermano no está haciendo bien las cosas— Sin más que decir, se levantó de la mesa y la dejó sola.

Suspiró y escondió su cabeza entre sus manos. Por supuesto que lo sabía, pero Taehyung no era como su esposo.

El castaño dejó su mochila a un costado de su cama, se recostó sobre esta, sacó su celular de su bolsillo y lo encendió, encontrándose con un mensaje del azabache.

Jungkook.

Taehyung, olvidaste tus medicamentos en mi casa.

¿Por qué estás tomando betabloqueantes?

El castaño no tuvo reacción alguna; estaba procesando lentamente el mensaje. Había olvidado sus medicamentos, y Jungkook no sabía por qué los estaba tomando.

Comenzó a entrar en pánico, se sentó en la cama y comenzó a respirar pausadamente, tratando de calmarse.

Taehyung.

Lo lamento, no me había dado cuenta.

¿Puedo pasar a buscarlos mañana?

La respuesta fue casi inmediata.

Jungkook.

Sí.

No hay problema.

El castaño suspiró, ligeramente aliviado de que el azabache no volviera a preguntar sobre sus medicamentos.

Se recostó nuevamente sobre su cama, sintiendo unas repentinas y potentes ganas de llorar, las cuales no pudo contener.

Ahogó sus sollozos con su mano, mientras que con su antebrazo libre tapó sus ojos.

¿Jungkook terminaría igual que Jimin?

Jeon estaba recostado en su cama, con el pequeño frasco en sus manos y mirándolo con el ceño fruncido.

¿Por qué Taehyung está tomando betabloqueantes?

¿Los betabloqueantes también los usan para una gripe?

Era estúpido, pero sabía que ese tipo de medicamentos lo usaban para tratar ciertas enfermedades cardíacas.

Quería creer que el castaño no le había mentido, aunque estaba más que claro que no era eso.

A pesar de tener una increíble curiosidad, no sabía qué síntomas presentaba Taehyung, por lo que no podía dar con una enfermedad en concreto.

Al día siguiente, Jungkook se encontraba estudiando cuando recibió un mensaje del castaño.

Taehyung.

Estoy afuera de tu casa.

El azabache se levantó de su lugar, tomó el frasco y, después de observarlo con curiosidad una vez más, salió de su habitación, bajó las escaleras y abrió la puerta de su casa, encontrándose con el castaño frente a él mientras miraba sus pies.

Lindo.

—Hola— Saludó.

Taehyung levantó la cabeza. —Hola, ¿tienes mis medicamentos?— Jungkook asintió y le extendió el frasco para que lo tomara. —Gracias—

—¿Puedo... hacerte una pregunta?— Dijo, su tono de voz reflejando inseguridad.

—Claro—

Suspiró. —¿Por qué estás tomando esos medicamentos?— Taehyung se tensó y apretó el frasco en sus manos. —¿Estás... enfermo?—

Jungkook supo que no debió haber hecho esa pregunta cuando vio al castaño desplomarse frente a sus ojos.

[Hi.

Se está poniendo buena la cosa 7u7

Recuerden que todo se irá aclarando con el paso de los capítulos, no se alteren.

Hasta el viernes, bye.]

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