08

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng




════════════════



Dejé el móvil en mi cama, bastante frustrada. Era ya por la tarde y ni Topper, ni Sarah, ni Rafe me contestaban a los mensajes. Parecía como si me estuviesen ignorando. Estaba sola en casa.

Lo pensé bien, dando vueltas por la habitación. ¿Debía escribir a los Pogues? Siempre que los había visto había sido porque ellos me habían avisado. Bueno, en realidad sólo me habían avisado una vez y había sido John B.

Quizá si les preguntaba qué harían ese día se reirían y me dirían que no me importaba o algo así. Quizá no querían verme con mucha frecuencia.

Me armé de valor y abrí el chat de Kiara, pues al menos era la única chica y se suponía que habíamos arreglado nuestras diferencias. Escribí y le pregunté qué hacían ese día.

A lo mejor así podía preguntarles a JJ y Pope qué demonios habían hecho con la lancha de mi hermano, pues estaba segura de que habían sido ellos. ¿No me había preguntado JJ de qué lado estaba? Si quería que estuviese del suyo al menos quería explicaciones para su comportamiento.

La lancha de mi hermano había sido increíblemente cara y ahora estaba estropeada. Lo que costaba arreglarla era demasiado. No me extrañaría que mi hermano quisiese tirarse por la ventana.

La respuesta de Kiara fue rápida y amable.

«Vamos al cine de verano. ¿Vienes?»

Sonreí y le respondí que lo haría. Me dijo que me recogería ella en una hora, así que decidí ducharme, pues seguía hecha un asco desde esa mañana tras la decepción de no encontrar el oro en el Royal Merchant. Aún me parecía surrealista que horas atrás hubiéramos estado buscando un barco hundido en medio del mar.

Miré el chat de Sarah de nuevo al salir de la ducha. Aún no respondía. De Topper eso no era raro y de Rafe... me esperaba que estuviese poco pendiente de su teléfono. Pero Sarah, en cambio, solía contestar a mis mensajes o mis llamadas siempre.

Cuando terminé de arreglarme, bajé las escaleras cuando quedaban un par de minutos para que Kiara me recogiese. Pero entonces me topé con mi madre saliendo del salón, es decir, pasando por la entrada de la casa. En cuanto me vio me miró con su habitual hostilizo.

—¿A dónde vas?

—¿Al cine de verano? —Dije con confusión, pues no entendía por qué me miraba así.

Se cruzó de brazos mientras apretaba los labios. Llevaba de muy mal humor desde esa mañana tras la noticia de la lancha de Topper, y con razón, la verdad.

—Por favor, Charlotte, sé prudente siempre. No puedo lidiar con dos hijos inútiles.

—Tranquila. Utilizo más el cerebro que Top —respondí agarrando una de las llaves en el cuenco de la entrada.

—Hablo en serio.

La miré seriamente. Tragué saliva ante esa mirada tan intensa y amenazante que tenía siempre. Cynthia Thornton tenía el don de hacerte sentir culpable por alguna razón que hasta tú misma desconocías. Entendía cuando la gente me decía que mi madre daba miedo.

—Solo me voy a al cine, mamá.

Intentó relajar su expresión.

—Ya tienes tu vestido de la fiesta de verano —Me avisó con ese tono de siempre que hacía parecer que le debíamos nuestra vida y todo lo positivo que nos pasara. Aunque en parte era así—. Ahora te lo dejo en la cama para que lo veas cuando vuelvas.

—¿Es bonito?

Mi madre alzó una ceja.

—¿Crees que yo elegiría un vestido feo para ti en un evento público lleno de gente clasista?

—Absolutamente no —reí—. Tú misma eres clasista.

—No llegues muy tarde —me pidió antes de subir las escaleras. Suspiré.

Salí de casa y cuando llegué al coche de Kiara, vi que ella me miraba el atuendo con media sonrisa. Bajé la mirada para mirarme a mi misma: unos mom jeans con un crop top blanco con un estampado de rosas

—¿Qué?

—Nada. Sólo es que me hace gracia que te arregles para ir a un cine de verano y sentarte en el césped.

—Siempre hay que ir guapa —me encogí de hombros.

Kiara arrancó y poco a poco salimos de nuestro barrio. Miré mi móvil de nuevo para ver si tenía noticias de Sarah. Llevaba horas sin responder.

—¿Vamos todos?— pregunté.

—No. JJ, Pope y yo.

Hundí las cejas.

—¿Y John B?

—No tengo ni idea —contestó ella con indiferencia—. Pero es normal entre nosotros. Muchas veces no sabemos nada del otro pero al día siguiente nos vemos.

Asentí, aquello no era algo a lo que yo estuviese acostumbrada. Yo sabía normalmente dónde estaban tanto mi familia como mis amigos. No es que solieran tener una vida paralela o algo así.

—Vas a salir en público con nosotros —ella me miró de reojo sonriendo levemente—. Y encima en zona kook. ¿No te parece peligroso?

—Diré que sois mis amigos y ya —le resté importancia.

Kiara me miró con la boca abierta, y después soltó una carcajada.

—Lo tienes muy claro si crees que cualquiera de los dos bandos aceptará que quieras formar parte de todos a la vez. Y no lo digo por mi.

Recordé lo de la lancha y sobre lo culpables que eran JJ y Pope respecto a aquello. Me repetí que tanto un bando como el otro era estúpido.

—No puedo simplemente dejar atrás a otras personas —dije poniendo los ojos en blancos—. Yo quiero a mis amigos.

—¿Cómo puedes querer a... Rafe? —Kiara puso cara de asco, sin comprender—. Te juro que no lo comprendo.

Apoyé mi codo en la ventanilla y después mi sien en mi puño cerrado. Sonreí levemente al recordar cómo había conocido a Sarah y a Rafe. Había sido muchísimos años atrás y no entendía bien cómo recordaba esa escena de mi vida, pues era muy pequeña.

—Cuando lo conocí yo tenía cuatro años —comencé a contarle—. Él tenía siete, para mi era un chico muy mayor. Lo veía siempre tan.. guapo, tan seguro de sí mismo, que me encantó.

Kiara hizo que vomitaba. Yo reí.

—En serio, te lo digo en serio. Conforme crecíamos yo me enamoraba más aún de él. Cuando tenía doce años estaba tan loca por él que incluso lloraba por las noches.

—Doce y quince años —Kiara silbó con asombro—. Eso sí que parecen edades diferentes.

—Exacto. Yo me sentía totalmente inferior respecto a él y sus amigos. —volví a sonreír al pensar en lo siguiente—. Pero entonces cuando yo tenía catorce empecé a crecer, y mi enamoramiento se fue esfumando. Pasaba más de él e iba a mi mundo, y fue cuando comencé a notar que él se fijaba en mi.

Kiara puso los ojos en blanco mientras murmuraba que eso era típico de los chicos, y razón no le faltaba.

—Nunca hizo nada porque yo soy la mejor amiga de su hermana y además tres años Mas pequeña. Ambos nos gustábamos pero no hacíamos nada nunca. Sólo eran miradas y conversaciones pero nada más.

—Sigo sin comprender en qué momento Rafe comenzó a atraerte. —comentó ella.

Le chisté haciéndole saber que debía dejarme hablar, ella alzó una mano como señal de rendimiento.

—El caso es que este verano en una fiesta en casa de Scarlet... —torcí la boca— Rafe y yo llevábamos toda la fiesta hablando y tonteando. Una cosa llevó a la otra y... acabamos haciéndolo en el jacuzzi de Scarlet.

—¿Lo hicisteis en el jacuzzi de Scarlet? —Kiara me miró con sorpresa, asentí levemente.—Dios, JJ estaría muy orgulloso de ti. Siempre ha dicho que quería tener un jacuzzi y hacerlo con montones de chicas en él.

Reí sin poder evitarlo.

—Menudo imbécil.

La risa y diversión se me pasó en cuanto recordé lo que le había hecho a la lancha de mi hermano. No podía simplemente olvidar comportamientos así. No estaba bien.

—Bueno, desde entonces Rafe y yo somos muchísimo más cercanos y a veces actuamos como si estuviésemos juntos. Pero no es algo que hayamos formalizado.

—¿Estás enamorada?

—Lo estuve, ahora no lo sé. Creo que necesito más tiempo para asegurarlo. Supongo que lo sabré cuando lo esté sí o sí.

Kiara simplemente sonrió negando con la cabeza, yo tapé mis ojos intentando no reír también. La verdad es que mi situación en ese momento era algo complicada.

Para cuando llegamos al cine de verano, Pope y JJ nos esperaban en la entrada. JJ cargaba una nevera portátil, Pope y yo las sillas, y Kiara una bolsa con lo necesario. Todo planeado.

—Hoy estaremos en tu salsa —me dijo JJ sonriendo con cinismo—. Con tus kooks.

—Donde tú querrías estar —le recordé guiñándole un ojo.

JJ imitó lo que acaba de decir con burla como respuesta. Me quedé tranquila porque entonces supe que yo había ganado esa ronda.

—Qué bien que se siga haciendo esto —comentó Kiara con felicidad mientras andábamos hacia el lugar donde querríamos sentarnos.—Paz y tranquilidad. Y a disfrutar de la vida en los Outer Banks. ¿No? ¿No estáis contentos?

Pope y JJ estaban más serios de lo habitual. Y yo sabía perfectamente por qué, así que yo los miraba con los ojos entrecerrados y análisis constante. Pope se había dado cuenta.

—Estoy que saltó, sí —respondió él con sarcasmo.

—El sofá es muy cómodo, para qué mentir —añadió JJ.

Comenzamos a colocar las sillas en el césped y me percaté de que Pope le susurraba algo a JJ. Intenté agudizar el oído.

—¿Compramos bebidas? —Me preguntó Kiara, sacándome de mi momento detective.

Asentí sin tener excusas que se me pudiesen ocurrir y la seguí hacia el puesto de comida y bebidas.

—Hola —le dijo ella al vendedor—. ¿Me pone dos Pepsis, por favor?

—Claro.

El hombre se giró para agarrar nuestro pedido y entonces una voz conocida me sorprendió cerca de nosotras.

—Hola, chicas.

Me giré para ver a Rafe andando hacia nosotras. Me miraba con clara sorpresa, aunque tampoco lo hacía notar. Yo lo veía porque lo conocía demasiado.

Llevaba una gorra gris y una camiseta amarilla. Supe al ver su expresión que no iba a ser serio.

—¿Qué tal?

Kiara puso los ojos en blanco mientras yo analizaba a Rafe.

Rafe se puso a mi lado y, muy cerca de mi rostro, me miró intensamente mientras me preguntaba:

—¿Cómo estás?

—Estoy bien. ¿La verdad? —me encogí de hombros fingiendo indiferencia—. Muy tranquila. Sólo os he llamado a ti y a mi hermano durante toda la tarde pero estoy bien.

Él hundió las cejas con diversión.

—¿Qué te pasa? Me dejé el móvil en casa, no es nada. —Miró a Kiara y después se giró para mirar a Pope y a JJ, que estaban sumidos en una conversación misteriosa—. Me sorprende verte con este grupo. En especial después de que uno de ellos le apuntara una pistola a la cabeza de tu hermano.

Suspiré cerrando los ojos, preparándome para el sermón.

—Verás, Rafe, yo paso de esta movida de una guerra constante.

Él sonrió de lado y me di cuenta que pasaba su mirada a mis labios. Estaba peligrosamente cerca. Y es que cuando estábamos delante de Pogues él tendía a comportarse demasiado seguro de sí mismo, y eso me molestaba.

Él puso una mueca, como sopesando lo que estaba pensando en decir, y finalmente nos miró a ambas.

—Decidle a vuestro amiguito que sabemos lo que hizo.

Mierda.

Rafe vio mi cara, que era de pura comprensión. No me dio tiempo a actuar como si no supiera nada.

Pero Kiara no tenía ni idea de lo que pasaba.

—Perdona, ¿de qué amiguito hablas?

—Él ya lo sabe —le aseguró.

Kiara le miró mal y después suspiró con cansancio para darse la vuelta y marcharse de allí insultando a Rafe por lo bajo, aunque ambos lo escuchamos.

Me giré para mirar a Rafe con algo de suspicacia.

—¿Desde cuándo te gusta el cine al aire libre?

—Desde que vienes tú.

Reí sin gracia, después le miré con seriedad.

—Estoy harta de que todo se resuma en una estúpida guerra entre dos bandos.

—Parece que estás con ellos —Señaló a los Pogues justo cuando Kiara se sentaba hablándoles a ambos.

—No estoy con nadie. —respondí con seguridad.

—Pues yo quiero que estés conmigo.

No supe qué responder a eso. Miré a otro lado pero Rafe agarró mi barbilla con sus dedos de manera gentil. Me plantó un beso en los labios.

—Vente con nosotros —me susurró.

—¿Qué planeáis?

Rafe soltó mi barbilla y relamió sus labios antes de explicarme:

—Pope Heyward es el que hundió la lancha de tu hermano, Charlie. La cosa no puede acabar así.

Intenté tranquilízame a mi misma.

—Estoy segura de que no pasó porque sí. Pope no parece una persona muy desequilibrada.

Rafe ladeó la cabeza mientras sonreía y se encogía de hombros. Era un claro gesto que indicaba que, efectivamente, había pasado algo antes de que Pope decidiera realizar una actividad que le pudiese costar un antecedente policial.

— ¿Qué hicisteis? —le miré alerta.

—Nada en comparación con lo que ese Pogue de mierda ha hecho. —pasó su brazo por mis hombros—. ¿Vienes?

Me solté de su agarré con expresión airada.

—Prefiero aclarar un par de cosas con JJ y Pope antes.

—Como digas —rascó su nuca y después me guiñó un ojo antes de volver hacia Kelce y mi hermano. Ellos me miraban con algo de confusión al ver que yo había ido allí con los Pogues.

Llegué hasta ellos mientras JJ preguntaba:

—¿Y dónde está?

—Ahí detrás —Kiara les señaló donde estaban los tres kooks.

—Genial, el escuadrón de la muerte —se lamentó Pope.

—No los mires —le susurró JJ entre dientes girando la cabeza de Pope con la mano en un movimiento agresivo.

Yo, que estaba entre Kiara y Pope, miré a ambos con una ceja alzada.

—Te lo advierto, tío —le decía JJ a Pope—: como me acorralen, me lío a hostias. Me pongo a repartir, me tienen harto.

—Sí, sí. —asentía Pope frenéticamente. Parecía nervioso.

—Y si eso no funciona... —JJ levantó su mochila, dando a entender lo que utilizaría en caso de emergencia— tengo esto aquí.

—Sí, ya.

Kiara y yo nos miramos rápidamente con los ojos muy abiertos.

—No vendrán si estamos unidos —seguía diciendo JJ mientras yo flipaba en colórese

—Como un banco de peces.

—¡Eso! Juntos, nada de separarnos. Siempre juntos.

—JJ, por favor —Kiara se giró para mirarlo con incredulidad—, dime que no has traído un arma aquí. JJ, hay niños.

—No, Kie. No me he traído el arma. Todo controlado, ¿de acuerdo?

—¡Bien, gracias! Muy convincente. Me encanta, JJ.

Ellos se quedaron callados y yo simplemente sentí que mi pecho ardía de la impotencia. Pretendían ocultar lo que habían hecho.

—Es la regla básica —añadió Kie—. No hay secretos entre Pogues. ¿De qué estaba hablando Rafe?

Pope nos miró con intensidad y posó sus dos manos en el hombro de cada una de nosotras.

—Chicas, puede que esta noche se líe.

Kiara se quedó con cara de póquer. Yo más bien le dediqué una mirada que decía: «¿No me digas?».

—¿Cómo que puede que se líe esta noche? —Preguntó Kiara—. ¿Qué habéis hecho?

JJ y Pope se miraron de nuevo. No estaban dispuestos a soltar demasiado por la boca. Pero yo ya sabía todo.

—¿Y piensas utilizar la pistola para matar a mi hermano? ¿O a Rafe? —Añadí yo—. Esa es una excelente manera de conseguir parecer más inocente.

—Ya bueno, princesa, pero es que a mi eso me da igual —se encogió de hombros—. Y me da igual que sea tu hermano o tu novio. Como si es el rey, me defenderé y a lo grande.

Yo negué con la cabeza mordiendo mi labio.

—¿No ha sido suficiente con, literalmente, destrozar la lancha de mi hermano? —espeté enfadada finalmente.

JJ y Pope se miraron a la vez, petrificados. Kiara abrió la boca de par en par, al igual que sus ojos, y después los miró con enfado.

—¿Que habéis hecho qué?

—¿Cómo demonios sabes tú eso? —me gritó en un susurro JJ.

Yo reí, entre divertida y molesta por esa pregunta.

—¿Bromeas? Justo antes de ver la lancha siendo sacada del agua tú me habías afirmado que debía elegir un bando porque la guerra había empezado.

JJ chasqueó su lengua, probablemente lamentándose de hablar demasiado rápido. O simplemente de hablar demasiado.

—Estoy flipando muchísimo ahora mismo —Kiara alzó las manos sin caber en su asomo.

Yo miraba tanto a Pope como a JJ con bastante enfado porque me molestaba que, JJ en especial, siempre actuara como si fuera mejor que el resto. No tenía derecho a amenazar con una pistola a la gente.

—Quizá teníamos nuestras razones —añadió JJ—. ¿No se te ha pasado eso por la cabeza?

—Quizá no soy adivina y si no se me cuenta lo que ha pasado no puedo saber el contexto por mi misma.

—Claro porque tu novio prefiere quedar bien delante de ti. Pero resulta que Pope, ayer en el club de campo, llegó para repartir un pedido y tanto Rafe como tu hermano fueron a darle una paliza sin una razón aparente.

Me quedé boquiabierta. Miré a Pope con el ceño fruncido, y él miró al suelo cabizbajo. No supe qué decir.

—¿Y cómo iba a saber yo eso? Entended que llegué a mi casa y vi que la lancha estaba bajo el agua. Es normal que me molestara sin saber nada más. —Dije después de unos segundos de silencio donde JJ me había estado mirando con altanería. Me giré hacia Pope—. ¿Estás bien?

Él asintió torciendo la boca.

—Ahora sí.

Kiara lo miró con preocupación. Ella tampoco sabía qué decir.

—Así que si podemos ver la película tranquilos y esperar a que no se acerquen, mejor —finalizó JJ.

Apreté la boca mirando hacia la pantalla aún apagada. La gente seguía llegando y situándose en sus lugares. De repente yo había perdido el apetito.

Me giré para mirar a Kelce, Rafe y Topper, y cuando crucé miradas con ellos, me miraron con cara confusa porque yo estaba con los Pogues. Les lancé una mala mirada y volví mi vista al frente. No quería ni mirarles en ese momento.

La película empezó y transcurrió con normalidad. Era antigua y bastante entretenida. Traté de despejar mi mente mientras la veíamos, pero no dejaba de pensar en todo lo que había pasado y no podía evitar sentirme terrible por Pope.

Odiaba pensar en Rafe pegando a alguien con crueldad.

Hubo un momento de la película donde escuché que Pope y JJ susurraban algo durante unos segundos para después levantarse y comenzar a andar hacia la dirección detrás de la pantalla.

—Oye, ¿adónde vais? —les preguntó Kiara.

—A echar una meada —respondió JJ.

—¿Los dos? —Dije hundiendo las cejas.

—¿Os la vais a aguantar el uno al otro? —añadió Kiara.

Yo solté una pequeña risa al escuchar esa pregunta. Ellos simplemente pasaron de nosotras y siguieron con su camino dejando a Kiara poniendo los ojos en blanco.

Pero entonces pensé en algo. Si ellos habían ido a un lugar a hacer pis y no estaban rodeados de gente, entonces mi hermano y sus amigos se acercarían porque era la oportunidad perfecta.

No me dio tiempo a reaccionar cuando me di cuenta de que el grupo de tres pasaba entre las sillas e iba directo hacia el lugar donde JJ y Pope estaban.

Kiara y yo nos miramos a la vez con los ojos muy abiertos. Miramos a todas partes con miedo y finalmente nos levantamos poco a poco intentando no molestar al resto. Pero teníamos que llegar hasta allí enseguida.

Para cuando lo hicimos, Topper estaba dándole una paliza a Pope y Rafe y Kelce golpeaban sin parar a JJ. Estaba en clara desventaja.

Miré a Rafe con incredulidad y decepción para después correr hacia ellos dos mientras Kiara defendía a Pope pegando a Topper con su bolsa e insultándole.

—¡Venga, Rafe! —le decía JJ mientras le pegaban—. ¿Eso es todo?

—¡Parad! —Grité enfadada, agarrando el brazo de Kelce para que soltase a JJ.

—¡Charlie, no te metas! —Respondió Rafe y le propició de nuevo un puñetazo en el rostro a JJ.

Vi que Kiara se subía encima de Topper para pararle y se agarraba a él para golpearle también. Al ver eso, Rafe corrió hacia ellos y agarró a Kiara y la apartó de Topper.

—¡Suéltame, Rafe!

—¡No te metas, Kiara!

Rafe la soltó con fuerza y ella cayó al suelo de manera dolorosa.

—¡Rafe! —Chillé.—¡Para esto, joder!

Pope se acercó a Kiara para ver si estaba bien, pero Topper puso su brazo alrededor del cuello de Pope y así comenzó a ahogarlo.

—¡Vamos, admítelo! ¡Admite que fuiste tú, cabronazo!

Intenté acercarme a Kelce, que seguía dándole puñetazos a JJ, pero entonces Rafe desde atrás me inmovilizó sujetándome desde la cintura y conteniéndome. Me removí en sus brazos con furia mientras gritaba.

—¡Suéltame!

—¡No quiero que te hagan daño, quédate quieta!

—¡Que me sueltes!

—¡No me toques los huevos, Pogue! —le seguía diciendo Topper a Pope—. ¿Me has oído? Te doy una oportunidad. ¡Sólo una, Pogue!

—¡Le está ahogando, Rafe! —Intenté decirle.

Mi hermano seguía ahogándolo con su antebrazo oprimiendo su cuello. Pope abría la boca sin poder gritar y Topper no cesaba de gritarle cosas para hacerle hablar.

No podía creer lo que estaban viendo mis ojos.

—¡Acaba con él, Top! —Le decía Rafe.

Y entonces una llama surgió en la esquina de la pantalla, y la llama se hizo grande consiguiendo que la pantalla por completo comenzara a arder.

Se escucharon gritos del otro lado de la pantalla y entonces me di cuenta de que había sido Kiara. Había utilizado una medida desesperada para parar aquel caos.

Funcionó porque Rafe soltó mis brazos poco a poco y Topper soltó a Pope, el cual cayó al suelo y comenzó a toser con dificultad.

—¡Kelce, deja en paz a JJ! —Le grité cuando vi que él seguía.

Kelce soltó a JJ y éste comenzó a toser también.

—Larguémonos de aquí —Dijo Rafe sujetando a mi hermano y queriendo llegar hasta a mi.—Vamos Kelce.

Kelce se acercó a ellos y cuando Rafe me indicó con la cabeza que lo siguiera me giré y fui hasta JJ para ver cómo estaba.

Puse mi mano en su espalda y le miré con preocupación.

—¿Estás bien?

Él se apartó de mi con brusquedad y me miró mal. Abrí los ojos con sorpresa, dejando mi mano en el aire.

—Déjame en paz.

—¿Pero qué...?

—¡Aléjate! Estoy harto de vosotros.

—No me puedo creer que me incluyas en todo esto.

Él me miró con furia y me señaló. Tenía heridas en la cara. Tragué saliva.

—Eres una kook —me espetó sin reparo—. Y yo no tengo por qué aguantar que estés de lado de ambos bandos. No quiero hablar contigo.

Kiara y Pope, que habían estado hablando cuando ella se había acercado a ayudarle, nos miraron sin saber qué hacer o decir.

Yo, que no vi que me resguardaran o algo parecido, finalmente asentí y apreté los labios.

—Si eso es lo que pensáis... perfecto. Me largo.

Me giré y comencé a andar lejos de allí. Rafe sonrió al ver que me alejaba del grupo de Pogues, y cuando me tendió su mano pasé de largo y seguí andando.

Escuché que me llamaba, pero no me di la vuelta. Me sentía demasiado impotente en ese instante.

Rafe corrió y llegó hasta a mi. Me agarró del brazo y me giró para que lo mirara. Me miraba con las cejas fruncidas y con confusión.

—Charlie —me dijo contemplando mi rostro inundado por el enfado.

—Déjame estar a solas, por favor. Necesito pensar.

Rafe, sorprendentemente, soltó mi brazo y asintió un poco. Yo suspiré y volví a caminar.

Limpié una lágrima que acababa de bajar por mi mejilla y me dije a mi misma que no debía llorar.

No quería estar triste, así que me enfadé.

El enfado era mejor que las lágrimas, mejor que el dolor y mejor que la culpabilidad.

════════════════

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro