21

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


════════════════


El camino hacia el garaje donde el padre de JJ tenía a su lancha Phantom era silencioso, cargado de preocupación y expectación a lo que podía pasar a lo largo de ese día.

Necesitábamos que todo saliera bien. Si era cierto que Sarah se marchaba con John B —aún me estaba costando aceptar ese hecho—, teníamos que asegurarnos de que estuviesen sanos y salvos.

JJ giraba la llave entre sus dedos y Kiara miraba hacia la carretera con expresión muy preocupada.

—Estarán bien —intentó relajar el ambiente JJ—. No les pasará nada. Saldrán de aquí en seguida.

Ojalá y eso fuera cierto.

Delante de nosotros, por el otro carril, tres coches de policía con las sirenas y las luces encendidas pasaron a toda velocidad junto al coche de Kiara.

—Oh, oh, oh —dijo JJ rápidamente intentando ocultar un poco su cara, pensando que lo reconocerían.

Los coches pasaron y Kiara se quedó estática mientras seguía conduciendo. Los coches pasaron de largo y nos giramos para mirarlos. Aún costaba creer que tanta gente buscara a John B.

—Aún le buscan —dijo Kie—. Es buena señal.

Para cuando llegamos al garaje, bajamos del coche y anduvimos hasta las puertas oxidadas que guardaban a la Phantom. JJ las abrió y pudimos ver una gran lancha algo antigua en la mitad del enorme garaje.

—Aquí está —dijo JJ, orgulloso de lo que teníamos ante nosotros. Se acercó a la lancha y le dijo—: Hola, monada.

Le quitó el trapo que tenía en la proa.

—Una Formula 402 SR1 de 1983. La Phantom.

Nos miró buscando nuestra aprobación con una pequeña sonrisa. Yo fruncí el ceño.

—La primera que llegó a las Bermudas en menos de dieciséis horas —dijo pasando su mano por ella.—¡Tiene casi cuarenta años! Cuarenta... —hablaba de la lancha como si fuese lo más bonito que había visto en su vida—. Y sigue siendo la más rápida de Kildare.

—No tiene muy buena pinta. —no pude evitar decir.

—Parece una chatarra —Kie coincidió conmigo.

JJ nos miró muy serio.

—¿En serio? Está aquí mismo. Puedo oíros. —lo dijo tan convencido que hasta me dio miedo que pensara eso.

—Claro —dije fingiendo obviedad, y reí un poco.

Kiara simplemente puso los ojos en blanco.

—Digámoslo así —dijo él—. Ahora mismo no fumaríais hierba, si no fuera por ella. ¿Vale?

—Espero que corra —Kie se encogió de hombros.

JJ agarró el gancho y lo conectó con la parte trasera del coche de Kiara.

—Rápida es. Corre más que cualquier lancha de la policía.

Se escuchó el sonido de una moto en el exterior y Kiara rápidamente saltó por encima de la cuerda que conectaba el barco con el coche para ir al encuentro del recién llegado.

—¡Pope! Por fin.

Corrió hacia el otro lado de la lancha, y miré en esa dirección. Pero Kiara se paró en seco y mi corazón dio un vuelco al ver que no se trataba de Pope.

Era Rafe.

—Hola —nos sonrió—. ¿Qué pasa?

Todos lo miramos con incredulidad.

—JJ —Dijo Rafe sonriendo cínicamente. JJ paró de hacer lo que estaba haciendo para mirarlo con sorpresa—. Charlie, cuánto tiempo. No me habría importado que me contestaras a algún mensaje.

Me eché hacia atrás sin poder evitarlo. Me había quedado totalmente petrificada.

Era la primera vez que le veía después de enterarme de que había matado a la sheriff Peterkin. Y ahora no sabía cómo actuar frente a él.

—¿Cómo estáis? —siguió hablando con ese tono divertido.

Entonces se subió a la plataforma donde se sujetaba la Phantom mientras silbaba.

Alguien apareció por detrás de JJ haciendo un sonido de asombro exagerado: Barry. Carraspeó su garganta y puso su mano en el coche de Kiara.

—Vaya, vaya... —comenzó a decir mientras los dos se iban a acercando lentamente a nosotros tres. Barry cargó su pistola en un momento rápido y con ella apuntó a JJ. Él levantó los brazos sin poder hablar—. No creas que he olvidado lo que me hiciste en la cuneta. Estoy aquí porque quiero que me des —le dio con la mano en la cara y lo tiró al suelo— ¡mi puta pasta!

—¡JJ! —Gritamos Kie y yo a la vez corriendo hacia él.

Pero entonces los brazos de Rafe me envolvieron la cintura y me levantó del suelo para alejarme de allí mientras Barry apuntaba con la pistola a Kiara para evitar que se acercara.

—¡JJ! ¡Basta! —gritaba yo sin parar de revolverme en los brazos de Rafe.

Barry le daba golpes a JJ en la cara contra el suelo mientras las demás no podíamos hacer nada para evitarlo.

—Charlie, para —me intentó avisar Rafe dejándome en el suelo mientras me sujetaba con fuerza con las manos en mis brazos—. ¿Ahora le defiendes a él?

—Suéltame, Rafe —le dije sintiendo cómo mis ojos se llenaban de lágrimas.

—¿Ya te has olvidado de mi? —señaló a JJ con la cabeza—. ¿Es por él?

—¡Rafe, que me sueltes! —chillé.

—No hemos venido aquí por ti —me dijo algo alterado—, ¿dónde está John B?

Lo miré enfadada y entonces Kiara fue valiente para alzar su mano y darle con toda la palma en su mejilla, girándole la cara.

—¡No lo sabemos!

Barry seguía golpeando a JJ en el suelo mientras él no podía defenderse de alguna manera.

—Ojalá no hubieras hecho eso —comenzó a decirle Rafe a Kiara con expresión fuera de sí. Parecía... desquiciado.

—Sé lo que hiciste —le dijo ella con miedo.

Rafe me miró de reojo, algo más nervioso.

—¿Qué? ¿Qué hice?

—¡Mataste a Peterkin! —exclamé yo furiosa, sintiéndome traicionada por él y sintiendo finalmente que había estado enamorada de alguien que no era lo que yo pensaba.

Rafe me miró totalmente estupefacto. Y cuando pensé que se quedaría estático sin saber qué hacer, hizo un movimiento tan rápido que no me dio tiempo a reaccionar. Puso su mano envolviendo mi garganta y apretó mientras me miraba muy de cerca. Abrí la boca sin saber cómo respirar y puse mis manos en su muñeca intentando liberarme de él.

—No vuelvas a decir eso, Charlie —me dijo con una voz que jamás habría creído escuchar hacia mi.

—Rafe —dije con dificultad, no me estaba ahogando, no estaba haciendo fuerza para eso, pero aún así lo miré con los ojos muy abiertos.

Escuché de fondo como Kiara gritaba mi nombre y el de JJ, el cual seguía siendo golpeado por Barry. Kiara corrió hacia Barry e intentó derribarlo, pero fue en vano porque él le pegó en la cabeza y la tiró al suelo.

Rafe acercó su frente a la mía aflojando aún más su agarre, y después me dijo:

—Dime dónde está John B, Charlie, te lo ruego.

—¿Quién eres?—le pregunté comenzando a llorar, con la voz rota.

—Hazlo por mi. Dímelo —me pidió él formando una mueca de tristeza en su rostro.

Kiara, que al parecer se había levantado del suelo, le empujó para separarlo de mi.

—¡Que no lo sabemos!

—¿¡Dónde está John B!? —Siguió gritando Rafe acercándose amenazadoramente a Kiara.

Pero entonces alguien gritó por el esfuerzo y golpeó a Rafe con un palo de metal en la espalda, tirándolo al suelo. Pope.

—¡No te atrevas a tocarla! —Gritaba Pope mientras volvía a golpearlo. Intentó darle de nuevo, pero Rafe lo esquivó con dificultad, y acabó golpeando a Pope en la cara.

Me quedé mirando con la boca abierta y sin saber qué hacer. Rafe intentó darle de nuevo, ya que a Pope se le había caído el palo al suelo, pero entonces Pope le dio dos puñetazos en la cara casi al mismo tiempo y lo agarró de la camiseta con la mano hecha un puño.

Barry dejó a JJ y se acercó a Pope y Rafe.

—Rafe...

JJ fue rápido y agarró a Barry del tobillo para conseguir que se tropezara y cayese al suelo, así consiguió que se le cayese la pistola también al suelo.

—¡Dale una patada! —me gritó JJ.

Obedecí y empujé la pistola con el pie lejos de allí. Y JJ se levantó ahora para ser él el que golpeaba ahora a Barry.

Pope no paraba de golpear una y otra vez a Rafe, el cual se había quedado sin fuerzas y ahora simplemente recibía puñetazos sin parar. No pude evitar sentirme abrumada y sólo quería que Pope dejara de hacerle daño.

—Para, Pope... —intentaba decirle—. ¡Pope!

Kiara también intentó avisarle de que parara, Rafe había perdido todo el control y parecía estar a punto de desmayarse en cualquier momento.

JJ también se giró y dejó a Barry en el suelo.

—¡Ya basta, Pope!

Rafe cayó contra una mesa, con la boca llena de sangre, pero Pope no sintió que era suficiente porque agarró una correa de la mesa y con ella envolvió el cuello de Rafe.

—¡No! —Grité asustada, llorando, e intenté acercarme a él—. ¡Para! ¡Para ya, por favor!

—¡Corta el rollo, tío! —le decía JJ.

Pero Pope levantó a Rafe con la correa apretando su cuello y Rafe intentó respirar colocando sus manos en la correa para apartarla de él. No podía respirar. Sus ojos se conectaron con los míos y me acerqué para empujar a Pope, pero él no paraba.

—Basta —pedía sin poder mirar bien la escena por las lágrimas, intentando empujar a Pope.

—¡Te estás pasando, Pope! —le decía Kiara.

JJ colocó sus brazos en el pecho de Pope desde detrás y lo separó de Rafe.

—¡Para, tío! ¡Déjalo!

—¡Mírame!—le suplicaba Kiara.

Entonces Pope soltó la correa con los ojos abiertos como loco, y Rafe cayó al suelo con la boca llena de sangre y el rostro rojo por la falta de aire. Miró a Kiara sin entender cómo había llegado a hacer eso.

—Rafe —sollocé agachándome junto a él y posando mis manos en ambos lados de su cara.

Rafe comenzó a toser cerrando los ojos con fuerza. Los demás se quedaron mirando con la respiración agitada mientras maldecían.

—Hay que irse —dijo Kiara.

—Rafe —repetí intentando que me mirara. Necesitaba saber que estaba bien.

—Andando —repitió Kiara caminando hacia el coche.

Alcé la mirada y vi que JJ pasaba junto a mi mirándonos a Rafe y a mi con una expresión que no supe descifrar.

—¿Por qué lo has hecho? —le pregunté a Rafe sollozando.

Rafe me miró y sus ojos se llenaron de tristeza. No supo qué responderme.

—¿Por qué, Rafe? ¿Por qué lo has estropeado todo?

Una lágrima cayó por la mejilla de Rafe.

—Ven... conmigo —me pidió con la voz entrecortada.

Yo miré a otro lado, con los ojos llenos de lágrimas, y susurré:

—No puedo.

Me levanté y entonces Rafe intentó agarrarme de la muñeca.

—Charlie... —parecía desesperado—. Charlie, por favor. No me abandones.

Negué con la cabeza limpiando mis lágrimas y me levanté definitivamente. Rafe intentó levantarse, por mucho que le costara, y llegar a mi.

—Charlie, no te vayas —comenzó a suplicarme—. ¡Charlie!

—Lo siento —dije con sinceridad, mirándolo una última vez mientras limpiaba mi rostro y caminé hacia JJ y Kiara.

Llegué hasta ellos y Kiara pasó su brazo por mis hombros. Yo intenté dejar de llorar y Rafe apoyó su cabeza en el suelo de nuevo, derrotado.

Pope se agachó frente a Rafe y le dijo con una expresión furiosa:

—Aléjate del arrabal.

—¡Pope! —le llamó Kiara de nuevo.

Pope se alejó de Rafe y todos nos metimos en el coche. Pope y Kiara en los asientos delanteros, y JJ y yo en los de detrás. Nos quedamos en silencio y no quise mirar atrás. No quise mirar a Rafe de nuevo, porque entonces me dolería más.

El camino hacia el muelle se me hizo eterno y JJ y yo no cesamos de mirarnos de reojo. Parecía que quería decirme algo y no se animaba hacerlo finalmente. Yo dejé de llorar, pero apoyé mi cabeza en la ventanilla sin tener fuerzas para hablar.

Para cuando llegamos al muelle, y eran las tres y habíamos sacado la lancha en el agua. John B debía estar allí ya, pero llegaba tarde.

—¿Pero dónde está? —Gritó Kiara encolerizada.

—Dale tiempo, estará bien —dijo Pope.

—Claro —respondió JJ quitando una manta de los asientos de la lancha—, todo controlado.

Entonces un coche de policía con la sirena encendida llegó y aparcó frente a nosotros. Miramos con sorpresa hacia ese punto.

—Mierda. —maldije. Me giré—. JJ.

—Venga, volved al barco, empujad —avisó JJ.

Caminamos hacia el barco, pero la puerta del coche se abrió y vimos cómo John B salía por ella, de la puerta del conductor. Lo miramos sin dar crédito.

—¿Cómo? —preguntó JJ—. Venga ya.

John B caminó hasta nosotros ajustando la mochila a su hombro.

—No me lo puedo creer —comenzó a decir Pope.

Kiara frunció el ceño—: ¿Perdona?

—Esto es de coña —JJ rió comenzando a salir del barco para caminar hacia su amigo.

—Shoupe me ha dejado dar una vuelta —bromeó John B, consiguiendo hacerme reír.

—Vale, es creíble —comenzó a decir Kiara abriendo los brazos y abrazando a John B—. Me sirve, por ahora.

—No ha sido fácil, pero he traído la Phantom, y va como la seda —le explicaba JJ mientras John B me abrazaba a mi.

John B se separó de mi después de sonreírme y JJ le lanzó las llaves. John B las agarró al vuelo.

—¿Estás listo? —le preguntó JJ subido al capó.

John B miró a la lancha con preocupación.

—¿Y Sarah?

—¿No está contigo? —preguntó Kie.

—No, ¡nos separamos en las marismas! Me dijo que vendría.

—No la hemos visto, tío —Pope negó con la cabeza.

—Mierda, ¿y si la ha visto su familia? —dije muy preocupada.

—Pues no pienso irme sin ella —John B se negó en redondo.

—John B, mírame —le pidió JJ bajando para estar frente a él—. Sé que no te hace gracia irte, pero no hay tiempo. Tienes bastante gasolina y comida. En cuanto pases el point, es todo recto por el estrecho hasta el pantano. ¿Vale? Una vez allí, pasa desapercibido. Quédate un par de semanas, y luego sigues por tierra y cruzas la frontera en Brownsville. ¿Entendido? Brownsville.

Pero John B miraba hacia el coche con expresión ida, pensando en otra cosa, o mejor dicho, en otra persona.

JJ puso su mano en la cara de John B para obligarlo a mirarle.

—¡Oye! ¿Me has oído?

John B salió de su ensimismamiento.

—Sí, sí. Brownsville.

—Venga. Ármate de valor y sigue adelante.

—Vamos allá —respondió él subiendo al capó donde había estado JJ antes.

JJ se puso entre Pope y yo y John B se giró para mirarnos con los ojos llenos de lágrimas.

—Eh, chicos. —estaba comenzando a llorar. Yo noté que en cuestión de segundos me pasaría lo mismo—. Siento haberos metido en la boca del lobo con todo lo del tesoro.

—Venga, John B —respondió JJ, me miró un segundo—. Nos habríamos metido de todos modos, ¿verdad?

—Exacto —sonreí a pesar de las lágrimas—. Te recuerdo que yo fui la que metió las narices en vuestro plan cuando me odiabais.

Todos rieron aunque tuviesen ganas de llorar. John B asintió sonriendo.

—Sí —susurró con los ojos rojos.

JJ pasó sus brazos por los hombros de Pope y los míos, y yo hice lo mismo con Kiara. Nos abrazamos entre los cuatro para mirar a John B con expresiones llenas de tristeza. Esperaba que Sarah estuviese bien.

—Y lo hemos hecho juntos —dijo JJ, mirándome de cerca, para después mirar a John B de nuevo—. A lo Pogue.

—A lo Pogue —repitió John B, destrozado.

—Lárgate ya, por favor —le pidió Kie.

—Corre —asintió Pope—. Hasta dentro de dos meses en México.

—Te queremos —le recordó JJ mientras John B se caminaba hacia la cabina de la Phantom.

Pero antes de entrar, se apoyó en ella y nos miró.

—Una cosa más. —puso su mano en la boca intentando parar las inmensas ganas de llorar que tenía—. Decidle adiós a Sarah por mi.

Yo tragué saliva intentando no llorar también.

—Lo haremos, te lo prometo.

Todos nos despedimos con los dedos en la frente y luego alzándolos hacia él, deshicimos el abrazo grupal.

—No lo olvides. Cruza la frontera por Brownsville, ¿vale?

—Tranquilo.

Ayudamos a empujar el barco lejos de allí y John B comenzó a conducir girándose hacia el interior de la marisma. Se giró una última vez y finalmente avanzó alejándose de nosotros. Nos quedamos mirando cómo poco a poco se convertía en un punto pequeño que estaba muy lejos.

JJ y yo caminamos lejos del borde del muelle y llegamos hasta los coches. JJ parecía devastado.

Entonces me giré y vi que Pope y Kiara estaban hablando. Y acabaron abrazándose durante largos segundos.

Cuando se separaron, vi que se miraban muy de cerca, y supe lo que iba a pasar.

Sin poder evitarlo, agarré la mano de JJ con mucha incredulidad y vi cómo Pope y Kiara se besaban en los labios finalmente.

—Madre mía —dije mirando a JJ sin caber en mi asomo.

Pero unas sirenas se escucharon a lo lejos, se iban  acercando cada vez más hacia nosotros.

—Eh, tíos, siento aguaros la fiesta —habló JJ, aún agarrando mi mano—, pero tenemos que irnos. ¡Vamos!

Intentamos correr hacia el coche pero otro coche aparcó de manera rápida con otros de policía detrás y de ellos bajaron muchos policías y agentes que nos apuntaban con pistolas. Kie y yo alzamos las manos.

—Pope —le llamó Kiara.

—¡Manos arriba! —dijo un agente del SBI—. ¡Manos arriba!

—JJ, las manos —le pedía yo con preocupación.

El agente del SBI apuntaba a JJ y a Pope, que no subían las manos.

Entonces los dos acabaron subiendo las manos y los policías se acercaron a nosotros mirando a todas partes.

—¡Llegamos tarde! —decía Shoupe—. Se ha ido. ¡Joder! Bratcher, que los suyos se relajen. Yo hablo con ellos.

Shoupe se acercó a nosotros mientras Bratcher buscaba a John B sin éxito. Ya no se le podía ver por ninguna parte.

—Decidme, ¿dónde coño está? —nos decía Shoupe, muy alterado—. ¿¡Dónde está!?

Ninguno respondió.

—JJ, veo que haces honor a tu apellido. —miró a Pope—. ¿No? ¿Qué me dices, Pope? ¡Esto no es un juego! ¡Pórtate bien!

Shoupe me miró sin comprender por qué no respondía.

—Charlotte, ¿qué diría tu abuelo si te viera metida en todo este lío? Hazlo por él. Contesta.

Pero no lo hice. Miré al suelo con las manos alzadas y evité la mirada de Shoupe.

Mientras, Bratcher anunció por el walkie-talkie a la patrulla marina que John B se había marchado en una lancha por el muelle veintiséis.

Shoupe asintió, comprendiendo que no hablaríamos.

—De acuerdo, venís con nosotros.

════════════════

Nos queda un último capítulo para terminar la primera temporada. Será un capítulo muy intenso —el cual acabó de subir también— espero que este os haya gustado.

Aviso de que en la segunda temporada todavía queda mucho, mucho por ver. Esto no ha acabado, aún así, tenéis que esperar a ver qué pasa con Charlotte en el último capítulo de esta temporada —lo tenéis ya subido.

Ya sabéis, antes de comenzar la segunda subiré algunos extras de JJ y Rafe vistos desde su punto de vista.

Así que, ¿qué hacéis que no estáis leyendo ya el último?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro