25

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng






════════════════





El viaje en el bote fue más divertido de lo que había sido el viaje en el Coastal Venture. Los Pogues nos explicaron con detalle lo que había ocurrido en cuanto yo me fui a mi casa llevada por la policía.

Todos menos Kie y yo fueron a casa de los Cameron y vieron cómo mi madre y Rose me traían en coche. Me sacaron de allí con dificultad y me metieron en la casa sin que ellos pudieran hacer nada. Para entonces Sarah ya había entrado en la casa para conseguir las llaves del camión donde Rafe tenía la cruz guardada, pero estaba tardando mucho y ya se estaban esperando lo peor. Cuando quisieron entrar en la casa, un hombre que patrullaba en su carrito por la calle los interceptó y tuvieron que estar hablando con él durante demasiado tiempo para evitar que les disparara con su escopeta y para que no creyera que eran unos ladrones Pogues. Al parecer, JJ le convenció de que estaban allí para plantar unas flores que, con sólo olerlas, funcionaban como viagra.

Pero cuando entraron por fin en el patio de los Cameron, Rafe salió de la casa y se fue en el camión, pero seguido por Pope, que lleno de rabia lo siguió y se subió a la parte trasera del camión para conseguir su cruz.

John B y JJ vieron cómo nos metían en un coche mi madre, Rose y Wheezie y comenzaron a seguir el coche dándole golpes y gritando nuestros nombres —entonces le di sentido a ese extraño recuerdo que pareció un sueño cuando estuve grogui— para después seguirnos montados en Twinkie.

Mientras, Pope tuvo una tercera ronda de pelea con Rafe Cameron en Goat Island, que terminó con Pope subido a un árbol para esconderse de la pistola de Rafe. Así que tuvo que llamar a Kiara para que le ayudara y le llevara hacia donde estuvieran John B y JJ, y así poder conseguir su cruz. Kiara, arriesgándose a volver a su casa y ser enviada a un internado en el campo, fue con el coche de su padre a por Pope y, rastreando los móviles de JJ y John B, llegaron hasta el puerto donde desembarcaba el Coastal Venture.

Los cuatro decidieron que se subirían a uno de los contenedores del barco para poder seguir con el plan y Pope se encontró con Cleo trabajando como ingeniera y, tras pelear durante unos minutos, Pope nombró a John B y a Sarah y Cleo decidió ayudar. Así que Cleo cumplió su palabra y ayudó a obligar a Eberhimi a lanzar por megáfono el mensaje que había ordenado a toda la tripulación dirigirse a la entrecubierta. Mientras ocurría todo lo que me había pasado después de eso, John B peleó con Rafe y después con Ward, que había intentado ahogar a Sarah.

Agarré la mano de mi amiga y le miré con tristeza al escuchar esa parte de la historia. Ella intentó no verse muy afectada pero en sus ojos se podía ver lo afligida que se sentía por dentro.

—Siento mucho que te haya pasado eso —le dije mirándola con preocupación.

—Es mi padre. Nunca... nunca me habría imaginado que algo así... que era capaz de hacerme eso —se le rompió la voz en esa última palabra, así que acaricié la mano que sujetaba.

—Estás bien con nosotros, ¿vale?

Ella me sonrió débilmente y asintió.

—John B lo ha dejado hecho un cisco —Añadió, sonriendo un poco—. Le ha dado su merecido.

Todos lo miramos con interés al escuchar eso. John B había estado mirando a Sarah con preocupación también, pero cambió su expresión a una de diversión y encogió sus hombros.

—¿Qué puedo decir?

En su voz también se notaba que estaba algo afectado por lo ocurrido. Todos lo estábamos. Nos habían salvado a Sarah y a mi pero no teníamos la cruz y estábamos en un bote en el mar, aún buscando algún signo de tierra a la vista.

Cleo me cayó bien. Era una chica aparentemente muy enérgica y bastante habladora. Nada más presentarnos me dio la mano y la apretó con mucha fuerza para después decirme que lo que me había pasado era una puta mierda, pero que aquel viaje había sido una pasada para ella.

Así que reí.

JJ, aún algo adolorido por la herida en su sien, que seguía con sangre seca, estaba recostado pero era notable que se sentía mejor, porque ya estaba soltando sus típicos comentarios JJ y se incorporaba de vez en cuando para reír y decir cosas que nos hacían fruncir el ceño y reír también.

Quizá estar en un bote sin nada de reservas para nosotros y sin saber dónde estábamos no era algo bueno. Pero con sólo pensar que estaba con ellos y no con los Cameron, me sentía mejor.

—Bueno, chicos. Pensaba que después de llevar a Pope a un barco, y volver a mi casa, acabaría en un internado. Pero estoy en un bote en medio del mar con mis amigos. Es cierto que nunca piensas cómo te acostaras cuando te despiertas un día —comentó Kiara.

—Amén —Dijimos a la vez.

—Yo pensaba que acabaría en una isla donde hablan francés con los Cameron —dije yo.

—Y yo que seguiría sudando como un cerdo en la sala de calderas del barco —Añadió Cleo.

Pasé mi brazo por los hombros de JJ y lo abracé de lado para acercarlo a mi. Él pasó su brazo por mi cintura.

—Tengo hambre —se quejó JJ.

—Pues lo tienes un poco difícil —comentó Pope—. No sé cuándo podremos comer.

—Genial —Bufó—. Ahora estoy hambriento y, además, hecho un asco.

—Qué va —lo miré con burla—. Toda esa sangre se ve bien en ti. Saca a relucir tus ojos.

—Idiota —rió y me dio un pequeño empujón.

Lo miré y pensé en que lo mejor era darte cuenta de que la mejor historia de amor es cuando te enamoras de la persona que menos te esperas en el momento menos esperado.

—JJ —susurré para nosotros dos mientras los demás hablaban de otra cosa.

—¿Hm?

—¿Piensas...? —me interrumpió.

—Todo el tiempo. Soy un buen pensador, ¿sabes?

Fruncí el ceño.

—No me refería a eso. ¿Piensas...?

Sip.

Intenté mantener la calma y cerré los ojos inspirando con paciencia.

—¿Puedes parar de hacer eso? Estoy intentando preguntarte algo.

—Venga, pregunta.

—Gracias.

—De nada.

Me miró a los ojos con media sonrisa, sabiendo que me había puesto de los nervios, y entonces resoplé con molestia.

—¡Ugh! —exclamé con frustración—. ¡Ahora me he olvidado de lo que iba a decir!

JJ se rió de mi y me separé de él apartando mi brazo y quitando el suyo de mi mientras escuchaba su estúpida risa.

Entonces vimos cómo John B miraba a un punto exacto con la cabeza rígida y los ojos fijos en esa dirección, totalmente estupefacto. Seguimos su mirada y soltamos un grito ahogado.

Tierra a la vista.

—¡Vamos! —Dijo Sarah—. Apretad al motor. ¡Hay que llegar hasta allí!

Así que John B arrancó con más fuerza el motor y avanzamos hacia la isla con mucha más energía. Era increíble pensar que no tendríamos que pasar la noche en un bote en medio del agua entre siete personas.

Empezamos a reír y a vitorear mientras llegábamos hasta lo que parecía que era una isla. Y, al menos en la costa, no se podía ver a nadie.

Cuando llegamos hasta la playa de la isla, las chicas bajamos primero y nos sentamos en el suelo. Miramos con tranquilidad cómo los chicos hacían fuerza para meter el bote en la arena. Era una playa muy bonita. Había palmeras y árboles, también había césped y rocas. Como una playa paradisiaca.

Pero estábamos cabizbajas mientras escuchábamos los comentarios de ellos mientras se ayudaban entre los tres. Ninguna de las cuatro hablábamos entre nosotras, pero Sarah, Kie y yo estábamos sumidas en nuestros pensamientos.

Pensé en mi madre, en lo traicionada que me sentía por ella. En cómo yo no le importaba y cómo era capaz de lo que había hecho. Pensaba en mi hermano Topper y en mi abuelo, en cuánto tardaría en volver a verlos.

Y también pensé en Rafe. En cómo ahora parecía que yo había pasado de ser lo mejor que le había pasado y su obsesión a convertirme en su enemiga.

Pero a veces tienes que tomar una decisión que romperá tu corazón pero que dará paz a tu alma. 

—Bien hecho, chicos—les dijo Kie cuando dejaron por fin el bote en un lugar donde no se metería en el agua de nuevo.

Ellos comenzaron a caminar hacia nosotras.

—JJ, ¿estás bien, colega? —le preguntó John B.

—Sí. Sólo algo mareado.

Llegaron hasta donde estábamos sentadas y JJ se quedó de pie mientras John B y Pope se sentaban al lado de Sarah y Cleo.

—Bueno, ¿alguien sabe dónde estamos? —Preguntó el rubio.

—En una playa en alguna isla —Respondió Pope con simpleza.

—Vale. Me lo tomaré como un no. —JJ miró hacia el mar, quedando frente a mi—. Así que un planazo, ¿eh, Pope? Pues sí que ha salido bien.

—Ya no se puede caer más bajo —se lamentó Pope.

Estábamos metidos en una isla desconocida sin nada más que nos pudiera ayudar. Quizá no estaba tan bien habernos alejado de todo. Pope siguió hablando, dando aún más ánimos.

—Literalmente no tenemos nada que perder. La cruz: fuera.

—El oro: fuera —añadió Sarah con pocos ánimos.

—Si nos dieran cinco centavos por cada vez que nos dan un palo, creo que ya llevaríamos un dólar y cincuenta centavos —Comentó JJ, que había comenzado a tallar algo con su navaja en el tronco del árbol al lado de Kie y yo.

—Ya es más de lo que yo llevo encima —Dijo Kie.

—La verdad es que no me hace sentir mejor —Musité.

John B, que había estado callado, intervino.

—Sí, tenéis razón —se encogió de hombros—. Pero, a ver, nos... nos han pasado cosas u buenas, ¿no?

Alcé las cejas intentando pensar en una.

—¿Cuáles?

—Pues... ¿la sala de caldera? —miró a Cleo, dando a entender que allí era donde la habían encontrado.

Cleo sonrió un poco.

—Si no hubiera explotado la caldera, no habría podido huir de Rafe. No había podido coger la zodiac —dijo refiriéndose al bote—, y no nos habría traído hasta aquí.

—Eso no ha sido suerte —replicó Cleo, sonriendo—. Iba a explotar en cuanto dejara de alimentarla.

No pude evitar sonreír levemente.

—Qué aguafiestas, Cleo —bromeó John B.

—Lo siento.

— A ver, Pope. Eres familia de Denmark Tanny. Es de locos.

— Y he perdido todo su legado.

— Vale. ¿Sabéis qué? —John B se levantó y nos miró a cada uno de nosotros—. Chicos, pensadlo. Esto es la vida de Pogue. Estamos en el Caribe, en nuestro trocito de paraíso. Con mis mejores amigos, mi familia. No sé, no lo compartiría con nadie más.

Todos nos quedamos mirándolo con algo de asombro porque, efectivamente, esas palabras eran muy ciertas. Podíamos ver el lado negativo o el positivo. Y quizá era preferible la segunda opción.

— Y mientras vosotros no dejáis de quejaros, JJ...

JJ clavó la navaja en el árbol y se giró hacia el mar al mismo tiempo que John B. Él señaló el agua.

— Ya me he fijado en esas pedazo de olas.

Se miraron entre los dos. Y sonrieron pícaramente.

—Está el agua movidita —asintió JJ.

—Justo.

John B se dirigió a Kiara.

—Kie, ¿has visto? Sé que estás deseando meterte.

Kiara intentó mantener su seriedad pero no pudo evitar la pequeña sonrisa que se formó en sus labios.

—No tenemos tablas.

—Pero podemos surfers sin tablas hasta que nos hagamos unas —Nos miró como si fuera una pedazo de idea y reí por lo bajo.

—Qué cutre.

— ¿Pope? ¡Venga, hombre!

Pope miró las olas del mar caribeño con ensoñación.

—Pintan flipantes. —admitió. Entonces se levantó.

—Efectivamente.

— No hay nadie —asintió Pope—. Podríamos quedarnos. Digamos que ahora es nuestra isla.

—Ahí te he visto —Pope y John B hicieron el saludo Pogue como afirmación.

Poguelandia —saltó JJ. Todos soltamos comentarios burlones en respuesta. Pero él no se cohibió—. ¡Voy a llamarla Poguelandia! Me gusta como suena. Haré una bandera. Saldrá un pollo con un sujetador hecho de cocos, fumándose un porro y con unos crocs.

Todos reímos sin poder evitarlo. JJ me miró con media sonrisa, apoyado en ese tronco de árbol.

—Yo me fumaría un peta —comentó Kiara.

—Y yo me animaría a aprender a surfear —añadí sonriendo.

JJ me guiñó el ojo en respuesta. Estaría bien aprender enseñada por el mejor.

—¿Votaciones? —dijo Sarah, sonriendo.

—Vamos allá —Todos asentimos.

—Empecemos por las provisiones —propuso John B—. Vamos a instalarnos.

John B se acercó a Sarah y se agachó para mirarla con dulzura.

—Sarah. ¿Hasta que la muerte nos separe?

Sarah sonrió con la boca cerrada, con los ojos llenos de amor al mirar a su chico.

—Hasta que la muerte nos separe.

—Bienvenida de nuevo a la vida Pogue —le tendió su mano.

—Cien por cien Pogue.

La ayudó a levantarse y repitió la misma palabra, sin dejar de mirarse entre ellos.

Pope también ayudó a Cleo a levantarse y se sonrieron mutuamente.

—Bienvenida a los Pogues.

—Gracias.

JJ nos tendió sus manos tanto a Kiara como a mi. Kie me sonrió y después me tendió también su mano, así que las dos nos levantamos tanto con la ayuda de JJ como con nuestra ayuda mutua.

—Cien por cien Pogue —dijo ella con seguridad.

Corrió hacia los demás y rió pasando su brazo por los hombros de Sarah y de Pope. JJ me miró y besó mi mano, aún sin caminar hacia ellos.

—¿Eres una Pogue, princesa?

—¿Perdería así mi puesto como princesa?

JJ negó con la cabeza.

—Jamás.

—Entonces soy una Pogue.

JJ sonrió radiantemente. Entonces señaló detrás de mi el tronco de árbol donde había estado tallando algo con la navaja. Lo leí y no pude evitar sentir que mis entrañas se revolvían de la emoción. El mensaje era corto pero claro.

P4L.

—Bienvenida seas —me dio una vuelta y reí—. «Princesa de los Pogues». —me miró seriamente—. En una escala de uno a diez, ¿cómo de mala crees que sería la idea de casarnos?

Abrí los ojos como platos y después solté una carcajada. El corazón me dio un vuelco. Y mi estómago también.

—Rebasaría los límites. ¡Hagámoslo!

JJ rió y me guío hacia los demás sin soltar mi mano.

—Qué mentirosa eres. No lo piensas de verdad —negó con una sonrisita.

Lo miré abriendo la boca con ofensa.

—Claro que lo pienso de verdad. Sarah y John B lo hicieron.

Caer por él no era como caer en absoluto. Era como caminar dentro de una casa y de repente saber que es tu hogar.

Pasó su brazo por mis hombros y conseguimos alcanzar al grupo. En busca de provisiones. Pope comenzó a enseñarle a Cleo entonces cómo hacían el saludo Pogue y los demás empezamos a planear qué haríamos para empezar nuestra nueva vida en Poguelandia.

Conseguimos pescar gracias a los grandes dotes de JJ peces y encendimos una hoguera después de muchos muchos intentos en palos, troncos y piedras, y clavamos el pescado en palos para poder asarlo en la hoguera. Había anochecido ya en aquella isla cuando empezamos a cenar esa comida tan bien conseguida.

Y entonces me di cuenta de que en ese momento estaba siendo feliz.

Tenía muchas razones para no serlo porque sabía que en poco tiempo comenzaría a extrañar a mucha gente que debía y no debía. Sabía que en realidad éramos sólo unos niños de dieciséis y diecisiete años que ahora estaban en una isla sin saber nada de ella, que muchas cosas podían pasar.

Pero todos estábamos riendo y comiendo en ese momento y mi cabeza supo cómo evadirse de todo pensamiento negativo en ese momento. Me obligué a no pensar en mi mellizo que tanto me quería y al que yo tanto quería, en no pensar en mi abuelo que seguramente en ese momento pensaba en mi, ni en mi madre, que en ese instante pensaba probablemente que yo iba de camino al "paraíso" con los Cameron.

Intenté no pensar en Rafe, e intenté no pensar en cómo había decidido no disparar el fusil a nuestro bote. En cómo, por primera vez, había cumplido su promesa de que cambiaría. Y justo cuando se había sentido traicionado por mi.

Decidí no pensar en muchas cosas y traté de disfrutar de la compañía de mis amigos.

Porque una de las mejores sensaciones es reír con personas de manera tan genuina y darte cuenta así de cómo disfrutas con ellos y lo mucho que agradeces que existan.

Pero está claro que ese no sería el final de nuestra historia.




════════════════


¡Fin de la segunda temporada de OUTER BANKS: DOPENESS!

Espero que os haya gustado mucho. Os haré algunas preguntas:

¿Cuál os ha gustado más: la primera temporada o la segunda?

¿Cuál ha sido vuestra escena favorita?

¿Habéis escuchado las playlist que recomendaba? Me da curiosidad.

¿Team Rafe o Team JJ?

¿Leeréis cuando actualice para la tercera temporada?

¿K4L o P4L?

Aún no tengo claro si escribiré los extras al final, luego iré viendo. Estoy súper contenta de haber llegado al final a escribir todo lo que tenía planeado y no puedo esperar a que saquen la tercera temporada para poder seguir con DOPENESS. Cada comentario y cada voto vuestro me animan un montón. ¡Leo todo lo que escribís!

Prometo que escribiré la siguiente temporada en cuanto salga y confío en que para entonces haya más lectores nuevos.

Nos vemos, ¡os amo! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro