Extra JJ

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EXTRA 1.1– JJ MAYBANK

JJ miró a su alrededor mientras dejaban el barril en el centro de la playa. Kiara le pasó el cable de la manguera y él lo cogió al vuelco pera después conectarlo en el barril. John B comenzó a sacar vasos rojos de plástico que había llevado en una enorme bolsa de plástico.

La idea de la fiesta en la playa había sido por completo de Kiara. Debían actuar con normalidad, como si no estuviesen buscando el oro de un barco hundido muchísimos años atrás. ¿Y que otra manera de actuar tratando de parecer normales que festejando con un barril de cerveza?

JJ encendió la manguera en la cara de John B y esta cayó sobre su cara mientras su amigo sacaba la lengua con expresión de placer. Sin embargo, se le metió por la nariz y los ojos, haciendo reír a sus amigos.

John B comenzó a llenar los vasos rojos de cerveza mientras esperaban a que la gente comenzase a llegar. Después le ofreció otro a Pope, que lo rechazó, así que JJ acercó su mano y dijo:

—Pues para mi.

John B le dio el vaso y JJ no tardó en darle un buen sorbo.

En cuestión de minutos, adolescentes sedientos de fiesta comenzaron a llegar y a arremolinarse alrededor del barril que ellos manejaban. Las noticias sobre fiestas corrían con rapidez sobre la isla, así que no les extrañó que tanto Pogues, como Kooks, como turistas (o, mejor dicho, turilerdos) acudieran con rapidez.

John B se quedó ofreciendo la cerveza a los Pogues y a los kooks que llegaban. Mientras, Pope, Kie y JJ se sentaron en los troncos caídos de árboles que había sobre la arena por el efecto del huracán Ágata, hablando con sus amigos de la isla.

—Me puedo beber esta cerveza de un trago —les avisó JJ a los demás.—Contemplad.

Entonces puso los labios en el vaso rojo y comenzó a tragar. Sin embargo, su garganta no dio para más y acabó escupiendo la mayor parte de la cerveza. Los demás rieron y Kiara acabó empujándolo bromeando.

—Eres un fantasma, JJ.

—Pero no hay nadie más fantasma que los kooks.

—¡Que le follen a los kooks! —gritó uno de sus amigos, obviamente Pogue.

Todos alzaron los vasos y brindaron ante esa frase.

Pero en cuanto llegaron los turilerdos, JJ y Kiara corrieron a acompañar a John B. Era la hora de la caza. ¿Por qué? Fácil. Los turistas no se enteraban de absolutamente nada. Llegaban a la isla de vacaciones con sus familias por una semana y era fácil ganárselos.

Eran carne de cañón.

La primera turista era una chica morena con dos trenzas y gafas enormes. Los miró con una sonrisa que parecía algo desquiciada.

—¿Cerveza? —John B le tendió la cerveza y la chica se marchó sonriendo.

Pero entonces ante ellos apareció otra turista. Era rubia, alta, de ojos azules, y parecía la más atractiva de entre ellos. Kiara entendió al instante lo que sus dos amigos estaban pensando, y cómo la estaban mirando.

—Hola, ¿quieres... una birra? —le preguntó John B tendiéndole el vaso, esta vez con un tono de voz más seductor que a la anterior.

Ella la aceptó y JJ la miró de arriba a abajo mientras pasaba su lengua por los labios. Kiara rió mientras negaba con la cabeza y se dirigía para hablar con otro chico turista. Seguramente le preguntaría qué signo del zodiaco era.

John B y JJ se miraron a la vez, claramente pensando en que competirían para ver quién de los dos se ligaría a la chica rubia turilerda.

JJ fue rápido y no tardó en correr hacia ella para retarle a beberse el vaso entero de una mientras cruzaban sus brazos entre ellos dos para hacerlo más complicado. La chica aceptó y John B simplemente rió pensando en su próxima estrategia.

La chica rubia terminó antes y tiró el vaso mientras los demás aplaudían. JJ rió y le chocó los cinco, impresionado.

—¡Alucinante!

La chica le sonrió complacida. Todos comenzaron a imitar a JJ y a la chica y jugaron al mismo juego. Él, que quizá se había bebido ya cinco vasos, se subió a uno de los troncos y gritó emocionado:

—¡Somos una familia!

Todos rieron y repitieron lo mismo. Junto a los Pogues estaban los turistas y a unos metros más apartados estaban los kooks, que se habían autoinvitado.

JJ se acercó rápidamente hacia la chica rubia y le preguntó:

—¿Te gusta la isla? —le preguntó mirándola de manera intensa.

La chica se sonrojó un poco y colocó un mechón de su cabello detrás de su oreja, y asintió.

—Es genial. Me gustaría vivir aquí.

—Bah, tampoco te pierdes tanto —respondió él encogiéndose de hombros—. ¿De dónde eres?

—Nueva York.

—Qué nivel —bromeó JJ, haciéndola reír—. Entonces no entiendo cómo querrías venirte aquí. Sólo hay pescado y gente pija asquerosa.

La chica comenzó a explicarle cómo era la vida en Nueva York y porque últimamente no le gustaba. JJ trató de actuar como si le interesara lo que le contaba, pero no pudo evitar mirar a otro lado con aburrimiento mientras le daba un sorbo a su vaso rojo.

Sarah Cameron y Topper Thornton estaban andando mientras Topper parecía estar detrás de ella. Sarah lucía emocionada, como mirando a todas partes con una gran sonrisa. Mientras, Topper la agarraba de la mano y trataba de pararla.

Sus ojos se movieron, y sin poder evitarlo, comenzó a buscar a cierta persona. Si Sarah estaba allí, eso significaba que ella también.

Y, efectivamente, sus ojos dieron con ella.

Charlotte Thornton.

La hermana melliza de Topper Thornton. Una princesa kook. Una monada de cabello marrón muy claro, ojos verde oscuro y pecas por las mejillas. Después de Sarah, era considerada una de las chicas más guapas de la isla.

JJ no podía negarse a sí mismo que muchas veces la miraba y la analizaba. Había algo de ella que le llamaba mucho la atención. Pero no merecía la pena, tan sólo era una chica rica acostumbrada a tener todo lo que quería. Seguramente era creída y se aprovechaba del poder de su familia. Si Topper era así de idiota, no quería imaginarse cómo sería ella.

Sin embargo, iba guapísima. Llevaba un vestido corto de color blanco. Le favorecía.

Entonces en la escena entró Rafe Cameron, el hermano mayor de Sarah Cameron —la mejor amiga de Charlotte—. Se trataba de un chico de diecinueve años que odiaba a los Pogues y siempre que podía se metía con ellos. Era lo peor de lo peor. JJ lo detestaba.

Pero la sorpresa de JJ no fue poca cuando vio cómo Rafe se acercaba a Charlotte y posaba sus manos en la cintura de la chica. Tenían sus rostros muy cerca. Se miraban románticamente.

¿Desde cuándo estaban juntos? Aquello sí que era una noticia interesante.

Parecieron hablar algo en voz muy baja para sólo escucharse entre ellos. Charlotte parecía haber bebido un poco porque mientras posaba sus manos en los brazos de Rafe, se ponía de puntillas para alcanzarlo mejor y parecía tambalearse levemente.

Ella acabó besándolo en los labios de manera rápida. Rafe se quedó mirándola muy serio, pero después la besó de manera más pasional. La apretaba con fuerza contra él, y ella pasaba sus manos por el cabello de Rafe. JJ apretó su vaso rojo sin querer.

Rafe comenzó a bajar sus manos por el cuerpo de Charlotte.

Y entonces se separó bruscamente. Charlotte lo miró con confusión, pero él le enseñó el móvil con disculpa. Le estaban llamando. JJ no pudo evitar sonreír con malicia.

Rafe se alejó de Charlotte para contestar a la llamada, y ella comenzó a mirar con incomodidad quiénes estaban cerca. JJ la contempló apartando su cabello marrón claro de su rostro, y observando a las personas que había a su alrededor.

Entonces lo miró a los ojos.

Los ojos de Charlotte y de JJ conectaron durante unos segundos y en su expresión comprendió que ella se había dado cuenta de que él la había estado mirando. Así que lo único que se le ocurrió para no quedar mal fue alzar su vaso rojo sonriéndole cínicamente.

La mala mirada que Charlotte le lanzó no fue una sorpresa, en absoluto. Era lo que se habría esperado de alguien como ella.

—¿Me estás escuchando? —le preguntó la turista rubia frunciendo el ceño.

—¿Eh?

—Veo que no —ella se separó de él y señaló a John B—. Creo que iré a hablar con tu amigo.

Pero nada más ver a Charlotte, aunque JJ no quisiese admitirlo, su interés por la turista se había desvanecido como polvo. Ahora sólo podía mirar a la pequeña de los Thornton.

Para cuando volvió a mirarlos, Rafe se estaba despidiendo de ella por alguna razón. Charlotte formaba un puchero de desagrado mientras miraba hacia el suelo. Rafe la agarró de la barbilla y la obligó a mirarlo. Le dijo algo y después la besó en los labios. Hecho esto, se comenzó a alejar de ella, dejándola completamente sola en la playa.

JJ se obligó a dejar de mirar y se dirigió a sus amigos. Ahora, efectivamente, la chica turista hablaba con John B. Estaban claramente flirteando.

Más tarde, era de noche en la playa y todos parecían más calmados. Muchos estaban de pie hablando, pero otros muchos se habían sentado ya alrededor de los troncos y hablaban de manera más tranquila.

—¡Eh, John B! —JJ se acercó a su amigo con dos vasos rojos.

—¿Qué estás haciendo? —John B rió mirando los dos vasos—. A ver, flipado, ¿qué estás haciendo?

—Te he traído esto —le explicó mostrándole el vaso lleno de cerveza Milwaukee—. ¿La quieres?

—Vale —respondió John B agarrando el vaso—. Le daré un trago.

Pero JJ miró a un lado, donde Sarah y Topper hablaban con Charlotte a unos metros de ellos. JJ le arrebató rápidamente el vaso a John B. Le apetecía pelea. Y hablar con Charlotte.

—Espera un momento —le dijo a su amigo—. Oye, Charlotte.

Le sonrió con diversión y le tendió el vaso que antes le había ofrecido a John B.

—Charlotte. ¿Puedo ofrecerte esta deliciosa Old Milwaukee?

Ella bajó su mirada hacia el vaso, y lo miró con desconfianza, pero después lo miró a los ojos y negó con la cabeza sonriéndole dulcemente. Tenía una sonrisa muy bonita.

—No, gracias.

Sin embargo, JJ no quiso apartar el vaso.

—Oh, vamos. ¿No es lo suficientemente pijo para ti?

Ahí su expresión cambió de dulce a cansada. Entonces Topper se puso en modo hermano protector y se colocó frente a su hermana y su novia.

—Yo me lo beberé.

JJ quiso reírse allí mismo. ¿Que Topper se la bebería? Eso en sus sueños. Antes de dejarle que se bebiera esa cerveza se tiraba de un acantilado. Alejó el vaso sin separarse de ellos.

—No te lo he preguntado a ti, Topper.

—Venga ya.

—Si me lo hubieras pedido por favor, a lo mejor. Pero no lo has hecho.

—Oh, ¿por favor? —repitió Topper con burla.

—Puedes tenerla, Charlotte —miró a la chica—. Pero no Topper.

—Ha dicho que no la quiere, imbécil —intentó avisarle Topper.

Pero JJ siguió insistiendo y se acercó más a Charlotte, la cual le miraba con recelo. Parecía temerle, y eso le hizo gracia. Le sonrió con suficiencia sin apartar el vaso.

Entonces Topper firmó su sentencia de muerte: le tiró a JJ la bebida encima con un solo golpe en el vaso.

JJ empujó a Topper con fuerza, sintiéndose muy furioso.

—Eh, no, no, no —John B agarró a JJ de la camiseta y lo alejó intentando parar una pelea.

—¡Me parto contigo, macho! —Gritó JJ con enfado hacia Topper.

—¡Ya basta! —escuchó que exclamó Charlotte.

—Pogues de mierda —dijo Topper con cara de asco.

Eso encendió la ira de John B, porque esta vez se alejó de JJ y corrió hacia Topper para empujarlo.

—Eh, John B —le llamó Pope—. Se suponía que íbamos a pasar desapercibidos.

—Cariño —intentó llamarle Sarah a Topper.

Pero Topper guió su puño directo hacia la cara de John B, y lo hizo con tanta fuerza que lo tiró al suelo. Sarah comenzó a gritar.

Topper comenzó a golpear más veces a John B, que seguía tirado en el suelo.

—¿Qué haces? —gritaba JJ—. ¿Te has vuelto loco?

Topper empujó con el pie en el pecho a John B y lo hizo rodar hasta acabar en el agua.

—Venga, John B, no querrás que te ahogue como tu viejo, ¿verdad? —le dijo Topper esperando a que el otro reaccionase.

JJ quiso matarle solo por esa frase.

John B lo miró con muchísima furia, agachado en el agua, mientras los demás en la playa comenzaban a gritar «¡Pelea! ¡Pelea!». Topper volvió a empujar con el pie a John B.

En cuanto Topper se giró sintiéndose victorioso, John B apretó los labios y corrió hacia Topper para derribarlo sobre el agua y así los dos acabaron mojándose con el agua del mar por completo.

—¡Topper! —Gritaron Sarah y Charlotte al mismo tiempo.

Los dos forcejaban en el agua y se golpeaban el uno al otro sin parar. Llegaron a tierra firme de nuevo y comenzaron a darse puñetazos dando vueltas alrededor del círculo que había formado la gente sedienta de pelea y violencia.

—¡Vamos! —Gritaba JJ animando a John B—. ¡Mátalo!

Topper acabó golpeando a John B, tirándolo al mar de nuevo.

—¡Ya basta! —chilló Kiara con preocupación.

Sarah y Charlotte trataban de acercarse a los dos, pero se daban cuenta de que no podían hacer nada o acabarían heridas, así que simplemente miraban la escena con terror.

De una manera u otra, Topper acabó con la cara en el agua, y John B comenzó a alentarle a que se acercara de nuevo. Topper le hizo caso y esta vez lo tumbó a John B.

Lo agarró del cuello y metió su cabeza en el agua sin dejarle respirar. Comenzó a ahogarlo.

—Lo está ahogando —dijo Charlotte, incrédula—. ¡Top, para!

Pero seguía ahogándolo. John B tenía su cabeza entera metida debajo del agua y no podía coger aire porque Topper no se lo permitía.

—¡Topper, para! ¡No! —le rogaba Sarah.

JJ no vio otra opción. Su amigo acabaría muy mal si nadie hacía nada. Así que se giró y caminó hacia mochila para sacar lo que había conseguido esa misma mañana en la habitación del motel que habían visitado: la pistola.

Pasó al lado de Charlotte a toda prisa y corrió hacia el mar para después cargar la pistola y apuntarla directamente sobre el cráneo de Topper, consiguiendo que se quedara paralizado y dejara de ahogar a John B.

—Sí, sabes lo que es eso —JJ sonrió de manera siniestro sin poder evitarlo. Le gustó la sensación de la pistola sobre la cabeza de Topper y poder sentir el terror que crecía en su cuerpo.

Topper soltó a John B y levantó las manos lentamente. Escuchó cómo todos comenzaban a correr y a gritar despavoridos detrás de ellos. Le dio igual.

—Tú decides, colega —siguió diciéndole JJ, sin apartar la pistola.

—¡Tranqui, tío! —le gritaba Pope.

—¡JJ! —le llamaba Charlotte con el pánico reflejado en su mirada—. ¡Ya basta! Baja esa pistola.

—¿Qué has dicho, princesa?—la miró con una expresión propia de un maniaco.

—¡Ya está! —Decía Topper con las manos en alto.

JJ empujó a Topper lejos de allí, liberándolo por fin, y éste corrió hacia su hermana y hacia Sarah. Charlotte miraba a JJ con los ojos abiertos de par en par sin poder creer lo que veía.

Sarah se giró hacia John B.

—John B, ¿puedes vigilar a tu amigo psicópata?

JJ subió el brazo y señaló al cielo como un poseso con la pistola. Miró al resto de personas que quedaban. Se escucharon más gritos en la playa, todos corrían despavoridos.

—¡Muy bien, escuchad! ¡Iros a tomar todos por el culo de nuestra zona de la isla!

Y entonces disparó al cielo dos veces seguidas. Vio cómo Charlotte se sobresaltaba. Topper rápidamente agarró a Sarah y a ella de la mano y las llevó lejos de allí para poder correr hacia su coche y huir de JJ.

Pope y Kiara corrieron hacia JJ con enfado.

—¿Te has vuelto loco?—le dijo Pope.

—¡Imbécil! —le gritó Kiara empujándolo.

—¡Idiota! —Estalló Pope—. ¿A qué coño ha venido eso?

JJ empujó a Pope con enfado. ¿Cómo se atrevía a decirle eso después de haber sido el único con los cojones suficientes de defender a John B?

—¡Le he salvado la vida! ¿Te enteras?

—¡Gilipollas, lo vas a estropear todo!

John B cayó de nuevo al agua, agotado, y JJ siguió escuchando los gritos de Pope y Kie hacia él mientras miraba hacia arriba.

En la carretera al subir fuera de la playa, Charlotte Thornton entraba en el coche a toda prisa, huyendo de allí. Huyendo de él.

Pero había merecido la pena. Y no se arrepentía de lo que había hecho.

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¿Qué os ha parecido el primer extra? ¿Os ha parecido raro leer a Charlotte sin su punto de vista? ¿Qué opinión habríais tenido de ella si hubieseis comenzado así la historia?

Nos vemos en el próximo extra... de Rafe. ¿Qué escena creéis que será? Os leo.

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