CAPITULO CINCO

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Mike

Abrió los ojos. Mareado. Preguntándose en donde estaba. Clavó la vista en el vaso de agua que había en la mesa de noche. «No tengo mesa de noche en mi casa.» en pánico, tocó su cuerpo para asegurarse de que aún tenía ropa, se creía tan capaz de dejarse llevar por cualquier tipo estando tan borracho.

El alivio lo invadió una vez se dio cuenta que seguía vestido.

Pero la sensación fue remplazada repentinamente en cuanto se fijó en la persona que había en el suelo. No podía verlo con claridad, cubría cada parte de su cuerpo con la manta, pero fue suficiente el espanto de Mike como para tirarle ambas almohadas y cubrirse con la sábana.

Escucho pequeños quejidos por parte del extraño, miro por encima de la sábana la sombra del desconocido y, antes de que pudiese quitarle esta, lanzó una patada directo a lo que sospecho que era su abdomen. Aún seguía mareado, por lo que, al intentar levantarse cayó justo en el suelo.

Tomó la sábana una vez más para cubrirse, el extraño aparto la sabana agachándose frente a él.

––Oye, yo pagué la habitación ––informo––. Así que… ¡Agh!––quejo––, no deberías pegarme en el abdomen, ¡eso dolió! ––dijo en un chillido.

Mike reconoció la voz y miro al pelirrojo delante de él intentando ayudarlo a levantarse, tomó su mano inconsciente procesando lo que estaba sucediendo.

––¿Tú qué haces…?

––Me llamaste mientras estabas borracho ––respondió al instante con una voz severamente tranquila, sentándose y abrazando su abdomen––, así que fui a buscarte, luego te traje a este hotel.

––No recuerdo nada de eso ––Mike no solía recordar muy bien lo que pasaba cuando se pasaba de cuatro tragos. Lo único que recordaba era haber tomado whisky ¿Desde cuándo lo afectaba tanto?––. Lo siento. Debí haber sido una molestia.

––Para nada ––a diferencia de los demás días, Kun sonrió con algo de amabilidad acomodando sus almohadas en el suelo––. Supongo que debía salir un rato de casa.

––Esto es extraño para mí.

––Para mi también. Pero, hey al menos todo está bien.

––No te recuerdo muy optimista. ––sonrío.

––Tampoco me muestro mucho siéndolo.

––Bueno, me alegra que ahora lo estés siendo ––el pelirrojo se fijo en Mike con una sonrisa leve luego de un par de segundos. Tomó una almohada y golpeándolo justo en la cara––. ¡OYE!

––No hagas ruido ––antes de que Mike pudiese pronunciar palabra alguna, Kun volvió a golpearlo y haciéndolo callar––, es de madrugada ––volvió a acostarse en el suelo, y Mike tuvo curiosidad.

––¿Por qué duermes en el suelo?

––Porque no quiero lucir como un acosador, o sea tú.

––Te dije que no soy un acosador ––trato de enfocar bien la vista mientras se acurrucaba en las sábanas mirándolo desde arriba––. Supongo que te debo un gracias.

El pelirrojo abrió los ojos una vez más para mirarlo de arriba abajo. Suspiro asintiendo y haciendo un vago gesto con la mano, Mike sonrió por eso y se acerco un poco más a la orilla, con movimientos cautelosos de gusano.

––Cuéntame algo. ––Kun gruño.

––¿Algo como qué?

––Mmmh, no lo sé ¿Por qué eres tan indiferente?

––No lo soy.

––Claro que sí.

––No, claro que no.

––Te digo que sí.

––No es algo de lo que me guste hablar ––dijo entonces––. La verdad, ni siquiera es algo que debería hablar con un desconocido.

«Mierda.»

––Lo siento ––el pelinegro se dio la vuelta pensando que había llegado a incomodar al Kun. Miro una vez más la habitación, buscaba convencerse de que nada de eso era un producto de su borrachera y tonta imaginación.

«¿Habrá pasado algo para que lo llamase?»

Decidió guardarse esa pregunta para si mismo y, conciliar el sueño.

Era irreal estar en un hotel con un chico con el cual, apenas mantenía una conversación, y todo por una borrachera. La jaqueca comenzó a afectar a Mike haciendo que llevase las manos hasta su cabeza.

––Te dejé un vaso de agua en la mesita ––Kun estaba dándole la espalda cuando el pelinegro lo miro––. Supuse que podría ayudarte un poco.

Sonrió de una manera estúpida. Para su suerte, el pelinegro no tenía problema con ser estúpido, solo con ser intenso.

––Alguien se preocupo por míiiii.

––Solo bebe en agua.

Ensanchó cada vez más la sonrisa a medida que la conversación avanzaba.

––¿Molesto?

––Para nada, solo tengo sueño. ––Mike dejo el vaso vacío a un lado, luego de haber terminado. Tomó una almohada y la tiro directo en la cabeza del pelirrojo––. ¿Qué te pasa? ––chillo, devolviéndole el golpe con la misma almohada.

––¡Hey! ¡No me golpees con mi propia almohada!

Entonces Kun hizo otro golpe.

Mike que, estaba indignado, tomó la única almohada que le quedaba y comenzó a golpearlo con esta, protegiéndose de los inevitables golpes que Kun hacía. El pelirrojo gateo hasta el otro lado de la cama cubriéndose de los golpes.

Tomó impulso y tiro a Mike con él en el montón de almohadas y sábana que se encontraba en el suelo.

El pelinegro no perdió el tiempo y continuó golpeando a Kun. Este, tenía un pequeño brillo en su mirada que hizo distraer a Mike, Kun aprovecho eso para finalizar cubriendo su cara con la almohada. En su indignación por la derrota, decidió recurrir a las cosquillas abalizándose hacia él e invadiendo sus axilas y pecho con cosquilleos.

––¡Pa-a… JAJAJAJA!
Kun se dejó caer con el pelinegro encima haciéndole cosquillas y cubriendo su boca, Mike se llevó un mordisco en su intento de callar al pelirrojo.

––JAJAJAJAJA…PARA…JAJAJAAJ…
––¿Por qué? Estás riéndote ––Kun intento dar una patada en el estómago de este sin tener algún éxito.

Su cuerpo se debilitaba a medida que Mike seguía, y él, comenzaba a cansare, pero la risa de Kun era algo que simplemente le parecía muy tierna, pese a reírse como un maniático.

Distinta a como se reía en el café. En aquel momento lucia más… relajado. Cuando Kun miro a Mike había parado con las cosquillas y lo miraba fijamente también con un brillo en su mirada. Entonces bajo la cabeza y se fijó en que el pelinegro estaba encima de él, tomando un color carmesí en sus mejillas que apenas se notaba en la oscuridad.

––¿Podrías…?

––Lo siento ––la voz del pelinegro sonaba apenada en aquel momento. Carraspeo un poco recostándose de su cama, cerrando sus ojos con fuerza mientras el pelirrojo se sentaba frente a él.

––No te disculpes. No recuerdo haberme reído tanto en un tiempo.

––Yo pensé que eras una roca que no se reía.

––Muy gracioso, pero no, para tu desgracia no soy una roca.

––Eso rompe mi corazón ¿Ahora que haré con todos estos añicos? ––pregunto tendiendo ambas manos en dirección al pelirrojo.

––Podrías hacer una obra de arte.

––No soy bueno en el arte. ¿Qué tal si lo reconstruyes?

Kun bajo la mirada hacia las manos del pelinegro mirándolas fijamente y con cierta sentimiento que, Mike no supo interpretar. Tomó sus manos fingiendo tomar trozo por trozo e intentar encajar las piezas.

«¿Estará bien?»

El chico que tenía en frente lucia un aura algo muy vulnerable a lo que estaba acostumbrado a ver mientras reconstruía un “Corazón” mal formado. Cuando hubo acabado el pelirrojo se tomó su tiempo en cerrar las manos de Mike y alejarse, levanto la comisura de sus labios cuando el pelinegro sonrió y fingió guardar su corazón.

––¿Te han hecho daño? ––«Ahora me siento como un idiota.»

Kun miro a Mike detenidamente sin bajar la comisura de sus labios.

––Un poco ¿Y a ti? ––solo asintió.

––Creo que no estoy hecho para recibir amor.

––Yo creo que no estoy hecho para expresarme bien. Diría que me cuesta mucho hacerlo.

––¿Por?

Se limitó a encogerse entre hombros.

––Diría que por mi pasado, pero no quiero sonar como un Fuckboy de 2016 ––el pelinegro sonrió reteniendo las ganas de reír, acercó su pie al brazo de Kun, ese dio un pequeño golpe antes de reír.

––Me gustan los Fuckboys, así que, cuando quieras, cuenta conmigo  ––dijo con una pequeña sonrisa.

––Lo tendré en cuenta ––«Con eso basta»––. Parece que no soy el único que luce diferente fuera de la tienda.

––Es que más complicado de lo que parece ––explico––, estoy bien con tal de no parecer intenso ––suspiro.

––Yo creo que es bueno ser intenso de ves en cuando. Si dices ser alguien que, por ejemplo, siente mucho, es más que suficiente para saber que realmente no mientes con tus emociones y te dejas llevar por lo que estás dicen. ––respondió el pelirrojo en un intento de alentarlo.

––Si tuviera que describirme…  ––llevo una mano hasta su cabeza en busca de una respuesta––… sería algo como: un chico que llora por todo y también chilla mucho, infantil en muchos aspectos, y curioso, diría que mucho, soy como una señora chismosa. Un romántico que busca la misma intensidad romántica de la otra persona, y un chico atrapado en sus inseguridades. ––miro a Kun quien, estaba recostado de sus rodillas prestándole atención. Sintió un revuelo en su estómago––. ¿Y tú?

––Un chico a quien le cuesta expresarse y mostrarse tal y como es. Alguien cariñoso que se pierde en sus propios pensamientos, alguien que ama comer pero detesta compartir su comida, y tal vez, inseguro en cuanto se trata de una relación.

––¿Infidelidad?

––No ser lo suficientemente bueno para estar con la otra persona. ––inconscientemente, parecía aferrarse muy mucho a sus brazos a tal punto de clavar sus uñas muy fuerte. Mike se sentó a su lado al notar esto llevando una de sus manos hasta sus brazos y, haciendo que se suavizará. Kun tenía la mirada clavada en el suelo––. Es difícil de explicar cuando ni siquiera sé cómo estoy, o qué pasa cuando estoy con alguien más. Ni siquiera he hecho el intento de salir con alguien nuevo.

––No te preocupes ––la voz de Mike era tranquila y serena––, estoy seguro de que encontrarás a alguien.

––No siendo como soy…

Y por instantes pensó que lloraría, pero no fue así, aunque su voz dejaba en claro que quería hacerlo.

––Entonces deberías buscar una manera de sanar ¿No crees? ––dejo caer su brazo cerca de su mano, respirando con fuerza recostándose en el suelo––. Pienso que también necesito sanar.

––¿Estamos tan mal? ––pregunto con un pequeño tono humorístico.

––Tal vez. ¿Te gustaría ser Joker de mi Batman, guapo?  ––insinuó subiendo y bajando las cejas.

––No me digas así ––se dejó caer a su lado junto a su montón de sábana y almohadas––, me gustaría ser Batman.

––¿Quieres ser el huérfano en vez del traumado? ––pregunto con cierto tono chillón.

––No. Creo que mejor seríamos… ¿Edward y Jacob?

––Ni siquiera son pareja. Creo que mejor, Goku y Vegeta.

––Son los personajes más heterosexuales que he visto en mi vida ¡No tiene nada que ver con esto!

––Bueno, bueno, ¿Bulma y Vegeta?

––No.

––¿Steve y Alex?

––No juego Minecraft, así que no.

––Ya se. Ángel y Husk.

––¿Y ellos son…?

––Te haré ver Hazbin Hotel luego de que planeemos nuestra relación falsa ––recordó lo que había hablado con su madre luego de que él se fuera––. Mi mamá quiere que nos veamos el lunes para cenar ¿Crees poder?

––Por mi está bien. ––sonrío levemente.

––Entonces el lunes comenzaremos nuestra falsa relación.

––¿Qué ya no habíamos empezado? ––su sonrisa se ensanchó cada vez más.

––¡Que no! Tengo que darte clases de memoria.

––Como tú digas. Falso novio.

––No me gusta ese apodo, prefiero algo como: verga grande.

––¿¡Y eso de donde salió!?

El pelirrojo comenzó a alejarse mientras que Mike reía. Pensaba a ese punto ya deberían haber despertado a medio hotel.

––¡¡Es un apodo muy original!!

––¡Es algo que diría un acosador! ––chillo tratando de defenderse mientras el pelinegro de acercaba a él.

––¿Volvemos con lo de acosador? ¡Es tema superado!

––Eso antes de que dijeras…

––¿Verga grande? ––Kun chillo haciendo que Mike riese aún más fuerte.

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