Trunks había mantenido su estado base hasta ahora con el pensamiento de que tendría que enfrentarse a Miira una vez Bardock e Ima cayeran, pero ahora se pregunta si subestimó al guerrero.

El padre de Goku tenía un cuerpo de acero, recibiendo y devolviendo cada golpe que propinaba, no importaba cuantas veces intentara terminar la pelea, el saiyan seguía hacia delante como una bestia.

Y en serio quería terminar esto rápido, debía salvar a Ima y detener a Towa y Miira antes de que la situación de ponga más grave.

En un punto de la pelea, Trunks fue embestido por una esfera de Ki y acorralado contra una pared, Bardock parecía a punto de encestarse un golpe cuando una esfera de ki blanca impactó contra él directo en su rostro.

El sayan fue apartado a un lado con la máscara chamuscada cayendo al suelo, Trunks asombrado miró de donde vino el ataque y se encontró con figura de Ima.

La chica estaba libre, cuerda y sin esa horrible mascará en su rostro. Eso lo llenó de alivio e hizo que volara hacia ella con rapidez.

—¡Ima!

—Trunks...—La escuchó apenas, antes de que cayera de rodillas, como si apenas pudiera con su peso, Trunks logró tomarla de los hombros antes de que cayera del todo.

Su tez estaba pálida y maltrecha, contaba con suciedad, raspones y heridas en su cuerpo, y su abrigo rojo característico estaba gastado, aun así se encontraba mejor de lo que imaginó.

Sonrió a la chica como reflejo por su alivio.

—Bienvenida.

—Ah, un ángel...

—¿Eh? ¿Te has vuelto a golpear la cabeza? Soy yo, Trunks—Soltó, pero la chica cerró los ojos como si se estuviera dejando llevar por un sueño.

—Pero qué lerdo...—Masculló Tao, que se aproximaba a ellos algo herida pero sobre sus pies. Por cierto, últimamente le anda insultando mucho...

Trunks iba a ponerse de pie y ayudar a Ima en trayecto, pero entonces un rayo de energía negra se dirigió hacia ellos y un agujero negro se abrió bajo sus pies.

Escucharon una risa fina y maligna sobre ellos, encontrando a Towa con su cetro alzado.

—Un último regalo de mi parte... un viaje de ida sin regreso entre los espacios de las dimensiones.

—¡Towa!

—¡No puedo moverme! ¡Me está absorbiendo!

El agujero lentamente los estaba tragando para la mala cara de Miira que crujió sus puños ante la frustración.

—Yo aún no he peleado...—Dijo, pero Towa le ignoró como suele hacer.

—Ya olvídalos, acabemos con esto ya. Vámonos Miira.

Miira quiere replicar, más, sin embargo, cuando iba a moverse, una esfera de Ki pasa por su lado e impacta directamente a los patrulleros del tiempo. El impacto los salva de ser tragados por la oscuridad de Towa y los pone a salvo unos metros.

No tiene tiempo de reaccionar cuando unos brazos lo apresan y le imposibilitan moverse.

De reojo puede distinguir al saiyajin que antes habían esclavizado.

—¡¿Qué demonios?!—Gruñó forcejeando con todas sus fuerzas pero el firme agarre le imposibilitaba cualquier movimiento—¡N-No me puedo liberar!

Una risa de satisfacción de Bardock mientras Towa tomaba su cetro e intentaba atacarlo con un rayo, el saiyan lo evade reteniendo aún a Miira y se posicionan encima del agujero de vórtice.

Towa quiso seguir atacando para liberar a su invento, pero el mismo Miira lo detiene.

—¡No intervengas!—Gritó para la consternación de ella, siguió forcejeando con el saiyan crujiendo sus huesos cuando este apretó con más fuerza—¡¿Cómo puede un débil superarme?!

—Como te atreves a hacerme quedar como un idiota. Esto ya no es por los saiyajin, o mi hijo Kakarotto ¡Vine a vengarme!—El sayan expulsa todo su poder en un grito de furia—¡No subestimes el poder de los saiyajin!

—¡N-No! ¡¿Cómo un debilucho como tú?!

Finalmente, Bardock descendió dejándose absorber por el agujero negro junto a Miira. El demonio artificial fue consumido entre quejidos de dolor, mientras que el Saiyan sonríe con satisfacción hacia la única persona con la que convivió unas cuantas horas.

El agujero se cerró tras consumir ambos cuerpos, dejando un silencio pesado en el ambiente por tal escena chocante.

—Brutal...—Soltó Tao rompiendo el silencio, Ima asintió siguiéndole y Trunks solo quedó callado sin saber qué decir o hacer.

Bardock estaba a otro nivel.

—I-Imposibles mi Miira... mi Miira...—Towa aterrizó torpemente hasta caer de rodillas, el shok la hace lamentarse dando un aspecto lastimero en ella.

—Anda, malévola cucarachona se puso sentimental...—Dijo Ima por lo bajo y Tao le sigue,

—Ya vez tú, hay sentimientos donde menos lo esperas.

Trunks parpadea incrédulo ante la escena, y escuchar a sus dos compañeras no ayuda a creerse lo que está viendo. Towa entonces golpea el suelo.

—Después de todo ese trabajo para fortalecerlo ¡Me doy asco!

—Ah no espera, lo ve como un objeto, que perra.

—Olvídalo, esa cosa ni sentimientos tiene.

Trunks siente un tick en la ceja ante las palabras Ima y Tao, luego se posiciona firme ante la científica que ya ni pena le daba.

—Se acabó Towa—Anuncia, más sin embargo la mujer le mira furiosa y se pone de pie.

—¡No! ¡No me rendiré tan fácilmente! Si tengo que comenzar de cero ¡Lo haré!

Sonrió de forma maquiavélica antes de desaparecer en frente de ellos sin darles tiempo de reaccionar.

—¿A dónde fue?—Gruñó Tao con expresión hastiada, Trunks aprieta los puños alerta de cualquier inconveniencia, no obstante un quejido lo despierta.

Ima se encorvó en dolor, lo que hizo que Trunks se apresurara a hincarse a su lado con preocupación.

—¿Ima? ¿Te duelen las heridas?—Cuando intentó tocar su hombro se percató de que el cuerpo de la femina se hacía cada vez más transparente.

—¡¿I-Ima?!

—¡¿Qué le ocurre?!

Ima se observa así misma con consternación, Trunks intentó tocar su mano una última vez cuando esta desapareció ante sus ojos del todo.

Trunks tocó el suelo, y miró alrededor confundido, su mente nublada con pensamientos borrosos y una sensación desorientada en su cuerpo.

—¿Nosotros... por qué estamos aquí?

Continuará...