Querido Jaebum,
Adivina? Soñé nuevamente contigo, pude estár en tus brazos nuevamente y sentirme seguro dentro de ellos.
Soñé que fuimos a tu casa, aprovechando que tus padres fueron de viaje, no mal pienses las cosas.
Pusiste una película aunque no tenía la más mínima idea de qué era, preparé unas palomitas y las eché en un bol, luego me dirigí a la sala en la que estabas y la coloqué en una pequeña mesa que estaba en medio de los sillones para ambos comer de ellas.
Estaba a punto de sentarme en el otro sofá, pero me tomaste de la mano y me jalaste hacia ti, provocando que cayera encima tuyo y nuestros rostros quedaran a escazos centímetros, pero eso no pareció molestarte, más bien sonreíste con ternura y luego me besaste dulcemente.
Te corriste un poco hacia adelante, dejándome espacio atrás, porque querías que te tocara el cabello.
-Huele bien, no?
-Sí- dije acercando mi nariz a él.
-Y eso que no lo he lavado, en realidad hoy ni me he bañado.
-Jae...
-Solo bromeaba- dijiste riendo.
Algunas veces tenías un extraño sentido de humor, aunque de todas formas me reía por todo.
Después de un rato, coloqué uno de mis brazos sobre tu estómago.
-Has estado comiendo últimamente de más, verdad?
-Insinúas que estoy gordo?- preguntaste mientras te girabas hacia mí.
-No es natilla, ni mantequilla, es JB y su barriga.
-Ay, este mocoso. Mira nada más quien habla- dijo mientras levantaba mi camisa- De todas formas así te gusto, es por ti que estoy gordo, siempre quieres que vayamos a comer.
-No es cierto.
-Claro que sí- dijo con los ojos entrecerrados, bueno, en realidad casi que los tenía cerrados por completo -No es panza, ni barriga, es Youngjae y su risa.
-No, definitivamente no es lo tuyo.
-Está mejor que la tuya- dijo con indignación.
-No lo creo.
Por un momento ambos nos quedamos en silencio.
-Jae, estás dormido?
-No, te estoy viendo, por qué lo preguntas?
-Tenías los ojos como si estuvieses dormido.
-Qué dices? Solo los tenía un poco entrecerrados. Ya no puedo intentar ser romántico y admirar la belleza de mi hombre, ya verás- dijiste mientras te colocabas sobre mí y luego sujetaste mis brazos.
-Voy a castigarte.
-Y comó?
-No lo sé... talvez besarte sin que puedas acariciar mi barriga.
-Hey! Eso no es justo, suéltame- dije mientras me removía, pero sabía que eres mucho más fuerte que yo.
Intentaste besarme pero movía mi rostro una y otra vez, entonces sujetaste con solo una de tus manos las mías y con la otra sujetaste mis mejillas y me besaste.
-Me castigas otra vez?- te pregunté tímido.
-Eres un descarado- dijiste mientras reías, pero me besaste nuevamente y soltaste mis manos -Ya puedes tocar nuevamente mi barriga.
Y en realidad fue lo primero que hice.
Te ama con todo su ser,
Youngjae
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