🌸Capítulo 48

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Después de aquella explosión de sentimientos y honestidad entre omega y alfa, ambos se encontraban aún en la habitación de Yoongi.

Los dos ya se habían cambiado de ropa dejando el pijama y se encontraban sentados al medio de la cama hecha, uno frente al otro con sus piernas flectadas hacia adentro al estilo 'indio'.

En silencio, ambos solamente se miraban con intensidad, sin poder borrar aquella felicidad presente entorno a ellos. Compartiendo miradas cómplices y sonrisitas traviesas que mataría de ternura a cualquiera que presenciara tan simple pero extrañamente hermosa escena.

—Hyung... Ya deja de mirarme —pidió sonriente Jimin, sus ojos llegaban a desaparecer suavemente ante su hermosa sonrisa.

Yoongi observó las considerablemente más pequeñas y suaves manos entre las suyas, encantado con la diferencia entre los dos y sonrió sin poder evitarlo. Con sus pulgares acarició los nudillos del menor con ternura.

—¿Qué quieres hacer ahora? —preguntó, sabiendo que el omega entendería su pregunta.

Aunque ambos ya prácticamente se habían declarado hace unas horas atrás y eran conscientes sobre los sentimientos del otro, siendo hermosamente correspondidos para felicidad de ambos, qué era lo que iban a hacer a continuación era la clave del asunto.

Aunque no lo admitieran, ambos temían de la reacción de sus padres, Jimin más que Yoongi realmente.

—Yo... Ugh... —murmuró observando los hermosos ojos del mayor.

Mordió su labio inferior mientras ordenaba sus ideas dentro de su cabeza pero no podía evitar pensar que cuando los demás se enteraran le miraría con repulsión, asco, desagrado, odio, y hasta decepción.

Luego de unos segundos suspiró torciendo sus labios en una pequeña mueca y subió sus hombros.

En todo momento Yoongi le espero paciente.

—Estoy feliz de ser correspondido, Hyung, pero... Tengo algo de miedo —revela—. Siempre soñé con tener una familia después de perder la mía, unos padres cariñosos y unos hermanos que me quisieran. Ahora, estar contigo sobrepone eso y... —suspira cabizbajo.

—Tienes miedo a cómo reaccionen nuestros padres y hermanos... —completo el alfa, pero al menos el mayor ya sabía cómo iban a reaccionar tanto Jungkook como Namjoon, su padre y madre... Ese era otro tema.

Jimin asintió con su cabeza y rió bajito cuando un pensamiento cruzó su mente.

—Suena raro que pensemos en estar juntos y digamos eso de nuestros padres y hermanos... Suena incesto —ríe algo juguetón.

—Sabes... Aunque estemos juntos, ellos seguirían siendo tus padres y los chicos tus hermanos —intentó aclarar porque sabía lo importante que era aquello para su omega—. La sangre es lo único que nos separa y realmente estoy malditamente feliz de ello porque no le voy a lo incesto —bromeó.

—¡Hyung! —rió golpeando juguetón el hombro del mayor.

Atrapando su mano Yoongi se dejó caer hacia atrás llevando con él el cuerpo del menor, dejando que Jimin descansara sobre su cuerpo.

—Pero ahora, si le vemos el lado positivo, eso trae ventajas —dijo en tono misterioso.

—¿Cuál? —pregunto curioso el menor, apoyando su cabeza en el pecho del contrario.

—Si en un futuro, decidimos casarnos, ya vas a tener mi apellido y eso nos ahorraría papeles —sonrió con autosuficiencia.

Jimin volvió a estallar en carcajadas mientras negaba con su cabeza, divertido por las ocurrencias del alfa.

—Entonces, ¿mantendremos nuestro romance para nosotros hasta que te sientas cómodo respecto a cómo se sentirán los demás con nosotros estando juntos? —preguntó, retomando el tema principal.

Yoongi sabía que Jimin tenía miedo a que los demás lo rechazaran luego de exponer su relación, de perder la única familia que había tenido después de haber perdido la propia pero, eso no iba a pasar.

Yoongi sabía que Namjoon les apoyaba, horas atrás cuando Jungkook se enteró no había percibido rechazo en su cara por lo que creía que también estaba bien al respecto.

Y sus padres... Mientras ambos fueran felices no creía que se enojaran con ellos, ¿cierto?

De todas formas, Yoongi ya era un adulto y realmente no le importaba la opinión de los demás a pesar de que no estaba demás que lo aprobaran para la tranquilidad de su cachorro.

Porque a Jimin sí le importaba la opinión de todos, en especial la de sus padres, por lo que esperaría.

Tal vez.

—¿Pido mucho, cierto? —murmuró el pelirrojo, frunciendo sus labios mientras se alejaba volviendo a sentarse.

Siguiéndolo, Yoongi se inclinó y lo besó castamente.

—Nop, puedo con ello —aseguró, prometiéndose a sí mismo arreglar todo para que su pareja fuera feliz—. Sólo... No más citas con chicos y ten cuidado con los alfas a tu alrededor, no soy un hombre celoso pero contigo sé que puedo llegar a serlo —reconoció luego de pensar en su reacción del día anterior.

Jimin arqueó una ceja—. Bueno, pero entonces yo también pido lo mismo.

—Por supuesto cachorro —asintió completamente de acuerdo con ello, de todas formas al alfa no le interesaba otra personas más que el joven omega frente a él—. Ahora, sé que ya es tarde pero vamos a tomar desayuno, no es bueno saltarse la primera comida del día.

Asintiendo con su cabeza, Jimin se levantó de la cama junto al mayor y se detuvo frente a la puerta. Cuando Yoongi volteó a verle, el menor se levantó en la punta de sus pies y le robo un rápido beso antes de abrir la puerta y escapar.

Sonriendo el alfa alcanzó al pelirrojo y agarró su mano tirándole cerca de su cuerpo otra vez.

Jimin sonrió aún más grande al contemplar como frente suyo Namjoon caminaba cargando a Sana que hablaba sin parar mientras SeokJin le escuchaba estando apegado al costado del alfa, caminando a su lado.

—Parecen una familia —susurró hacia Yoongi sin dejar de observar la escena frente a él—. Espero que pronto JinJin deje a Nam hyung cortejarlo correctamente.

—Lo sé, espero lo mismo —susurró el alfa en respuesta.

Ambos en silencio siguieron caminando a paso lento detrás de ellos, sin llamar su atención.

Llegando a la cocina, Namjoon se sentó en un banquillo de la isla junto a la infante, ambos contemplando a Jin desplazarse en su área.

Cuando Yoongi y Jimin entraron con sus manos unidas, no dijo nada y solo sonrió.

—Buenos días —saludo y enseguida esa frase se repitió por parte de todos.

Al percatarse de que sus manos seguían unidas, el pelirrojo intentó soltar la mano del alfa pero Yoongi no se lo permitió y sentándose en un banquillo, atrajo al menor y lo sentó en su regazo.

—¡Yoongi hyung!—chillo avergonzado, contemplando con miedo como los presentes le miraban. 

Sus ojos color miel se detuvieron con temor sobre Namjoon, esperando una mirada llena de desagrado y odio.

Pero en los ojos del alfa no había nada de aquellos sentimientos, solo una sonrisa cómplice que revelaba sus hoyuelos.

—Ah, se me olvidó decirte que Namjoon ya sabe que me gustas —anuncio con una sonrisa malvada el rubio arena que lo tenía atrapado entre sus brazos.

Alzando su cabeza, Jimin le observó con sus ojos entrecerrados antes de contemplar curioso al otro alfa, esperando ansiosamente una confirmación.

—Los apoyo totalmente —pronunció con simpleza, mostrando su pulgar hacia arriba.

Jimin no necesitaba saber cuánto había ayudado realmente o sería tratado como un chismoso, y él no lo era.

No, Namjoon solo quería la felicidad de ambos y sabía que estando juntos lo serían.

Solo había que mirar cómo brillaban ambos cuando estaban juntos para entender aquello, y sí sus padres no lo veían, estaría enojado y además, decepcionado.

—Yo igual Minnie, con TaeTae te dimos todo nuestro apoyo desde un principio —le recordó Jin sonriendo con ternura hacia el menor.

—Gr-gracias... —tartamudeo ligeramente.

Jimin estaba tan feliz que incluso hubiera hecho un pequeño bailecito si no fuera porque se vería estúpido y porque realmente estaba cómodo en su posición actual.

Por lo que en cambio brindó su sonrisa más sincera y grande mientras se ocultaba parcialmente en el cuello del alfa, reposando sus manos sobre las más grandes del alfa que descansaban sobre su abdomen.

Yoongi besó la rellena mejilla del menor, pensando en que pronto podría comenzar a cortejarlo correctamente, lo que se supone que debería de haber hecho antes.

—No me gusta —reclamó Sana cruzando sus brazos sobre su pecho, sus cejas estaban juntas y sus labios formaban un pequeño pero dulce puchero.

—¿Qué cosa amor? —preguntó su padre dejando sobre la isla una taza con leche de frutilla para su hija y Jimin.

—Jimin oppa es mío, y Taehyung oppa también —reclamó observando con sus ojitos entrecerrados a Yoongi.

Todos rieron.

—Tienes una competencia feroz, Yoongi-sshi —se burló el omega mayor.

—Así parece ser —pronunció entre risas el alfa.

—¿Dónde está Kookie? ¿O nuestros padres? —pregunto Jimin mientras estudiaba lo solitaria que estaba la cocina, solo eran ellos y no se escuchaba otro ruido en la casa.

Ni siquiera Shuga estaba llamándolo por lo que se imaginaba que estaba dormido aún.

—Jungkook avisó que iría a visitar a tu amigo a su casa —anunció Namjoon.

Ambos omega compartieron una mirada, no creían que Jungkook tuviera éxito en ello. No con el celo de Taehyung aún presente.

—Papá fue a la empresa y mamá fue a hablar con el tío Hyuk para que le ayudara a atender el restaurante mientras Jinnie arregla el tema de su departamento, gracias a eso me dieron libre también —sonríe en grande el alfa menor.

—¿Tío Hyuk? —repitió confundido Jimin.

—Es el hermano mayor de madre, está casado con la tía Nara y tienen dos hijos. Yeonjun de 12 y Soobin de 6 años —explicó Yoongi—. No sabía que ya habían vuelto de sus vacaciones.

—Llamó ayer para avisar, tal vez pronto estén por aquí para conocer a Jiminnie —dijo el alfa contrario encogiéndose de hombros.

—¿No está? —preguntó Jungkook contemplando a la regordeta señora, observarle con cierta desconfianza.

—No joven, el señorito kim tuvo que acompañar a sus padres —su tono fue suave a pesar de su mirada.

Jungkook tensó su mandíbula al imaginarse por qué tendría que acompañar a sus padres.

—Por casualidad... No fue, hum... A encontrarse con ese tipo... Me refiero... Al que sus padres... Ya sabe —balbuceo incómodo, rascando su nuca nerviosamente.

Nana observó enternecida como un ligero sonrojo se apoderaba de las orejas del joven alfa, obviamente estaba nervioso.

Y claro que sabía de quién se trataba el chico frente a ella, cómo no reconocer al hombre del cual estaba perdidamente enamorado su niño.

—No te preocupes, ese joven pretendiente no iba a estar presente —le aseguró.

—¿Cómo lo sabe?

—Porque esta ahjumma tiene sus métodos —le cerró un ojo.

Tampoco era como si pudiera decirle que Taehyung en realidad estaba encerrado en su habitación pasando su celo.

—Bueno, gracias —dijo visiblemente más aliviado—. Cuando llegue le dice... No, mejor no. Le llamaré yo —sonrió inclinando su cabeza mientras se retiraba de la residencia.

Caminando de vuelta a su casa, Jungkook suspiró con pesadez cuando notó que la persona que le llamaba por teléfono era Taeyeon, haciendo una mueca contestó mientras seguía caminando.

—Creía haberte dicho que no volvieras a llamarme —espetó enseguida, sin ánimos de hablar con ella.

Pero Jungkook-ah, ya pasaron semanas —lloriqueo.

—¿Y? —gruñó.

Ya volveremos a la universidad, hay que arreglar este pequeño malentendido —suplicó.

El alfa bufó sin poder creer lo que escuchaba.

¿Realmente había tenido a su alrededor a una persona como ella?

—¿Malentendido? Insultante a mi hermano en nuestra propia casa —le recordó enojado.

—¡Por Dios! No sabía que tenías otro hermano —chilla frustrada—. No me hubiera burlado de su enfermedad de ser así —aseguró.

—Me estás jodiendo —gritó apretando con fuerza su celular.

La omega comenzó a balbucear asustada.

—¿Sabes qué? No me vuelvas a jodidamente llamar o acercarte a mí y a mi familia —ordeno e irritado cortó la llamada sin querer escuchar más estupideces.

Exhaló con fuerza, estaba cabreado. Hablar con Taeyeon le había quitado su poco buen humor que le había quedado después de no haberse podido encontrar con Taehyung.

—Woah —exclamó Namjoon agarrando rápidamente de la cintura a SeokJin, evitando que se cayera.

Jungkook salió de su ensoñación y observó a ambos mayores sorprendido.

—Lo siento Jin hyung, no veía por donde caminaba —se disculpó.

—No, está bien —aseguró el omega—. Dime, ¿sucedió algo en la casa de Tae? ¿Lograste verlo?

El menor sacudió su cabeza—. No, la ahjumma me dijo que salió con sus padres.

Jin asintió con su cabeza y entonces observó las manos que seguían en su cintura, alzó la cabeza y contempló a Namjoon. El alfa le sonrió sin mostrar ningún indicio de soltarlo.

Y eso estaba... Bien.

—¿Van a alguna parte? —pregunto Jungkook.

—Sí, estoy acompañando a SeokJin a ver su departamento —respondió Namjoon—. Sana se queda aquí ya que ninguno cree que sea bueno que vea el estado en que quedó su casa después del incendio, el cual aún no sabemos.

—Suerte —pronunció contemplando cómo se subían al auto de su hermano antes de entrar a la casa.

—Buenos días Kookie —saludo Jimin en cuanto le vio.

—Hola otra vez, Oppa —saludo con una risita la infante, volviendo a acomodarse junto a Jimin para ver unos monos animados de princesas.

—Hola —sonrió—. ¿Y Yoongi hyung?

—Cocina —respondieron ambas personitas de baja estatura desde el sofá.

Riendo bajo se dirigió a la cocina, encontrando a su Hyung tomando su medicamento para el resfriado mientras observaba con el ceño fruncido su teléfono.

—¿Qué sucede? —preguntó.

—Estaba llamando a Ji-eun pero no me contesta —gruñó.

—¿Y estás enojado con Noona por...? —curioseo.

Pocas cosas provocaban que Yoongi se enojara con su mejor amiga.

—Provocó un malentendido intencionalmente, y Jimin sufrió por ello —su tono fue cortante.

Obviamente no estaba feliz con que Jimin sufriera de cualquier cosa, y el menor suponía que en un futuro sería igual.

—Hablando de Jimin... —murmuró sacando una manzana—. ¿Es verdad que te gusta? —recordó.

—Sí, y pienso comenzar a cortejarlo —anunció con seguridad, aún después de haberlo pensado.

No era sólo la reacción de sus padres, Yoongi sabía que su relación sería una razón para que las personas a su alrededor comenzaran a hablar.

¿Dos supuestos hermanos enamorados?

Era un dulce manjar para las incontables personas que vivían del chisme como sanguijuelas.

Sí, ellos no eran hermanos de sangre ¿pero eso les importaría a esas personas?

Claro que no.

Pero nada de esto importaba, Yoongi estaba decidido a estar con su cachorro e ignorar a las malas lenguas.

—¿Y Minnie? ¿Siente lo mismo que tú? —su tono fue curioso mientras le contemplaba admirando la confianza que mostraba el mayor.

—Sí, solo... Está algo preocupado por cómo lo tomarán nuestros padres y ustedes dos, Namjoon y tú. Pero Nam ya le expresó su apoyo, con nuestros padres hablaré con ellos a solas y seré sincero y directo —pronunció sin vacilación—. Si se presenta el caso en que no están de acuerdo con nuestra relación, quiero que me lo digan en la cara para después explicarle de una forma más suave a Jimin, no quiero que sufra si ellos estallan.

Pero independientemente de lo que digan sus padres, Yoongi seguiría estando con su pareja, su omega y no lo iba a dejar escapar tan fácilmente.

Sus padres habían tenido y tienen una historia de amor verdadero de envidiar, por algo incluso su padre había marcado a su madre.

Y aunque sabía que una mordida brindada por un alfa a un omega, era algo importante ya que pocas veces se veía, realmente nunca se había cuestionado el porqué.

Y tal vez ya era momento de hacerlo y comenzar a averiguar si aquel cuento que les contaba su madre de pequeños era en verdad un cuento infantil.

Porque... No era normal que sus lobos reaccionaran entre sí o aquel sonido en común que había entre los dos.

—Suena tan tú, siempre decidido —rió el menor volviendo a atraer su atención—. Yo también los apoyo —comentó.

—Díselo a Minnie —pidió el mayor.

—Lo haré. Hyung, ¿te puedo hacer una pregunta seria? —Yoongi le observó algo extrañado ante la seriedad del menor, eso era extraño en Jungkook.

—Dime.

—¿Cómo sabes lo que quieres? ¿Cómo puedes estar tan seguro de todo esto que estás dispuesto hasta luchar por ello? —cuestionó, realmente interesado en la respuesta de su hermano.

—¿Todo esto? —arqueó una ceja.

—Sí, esto —asintió—. El amor, estar tan seguro de tus sentimientos hacia Jimin y qué hacer al respecto.

Yoongi alzó ambas cejas y se tomó unos minutos para contestar.

—Bueno, te aseguro que en un principio me confundió esto de estar tan preocupado por otra persona, siendo atento, con esa necesidad de estar a su lado y siendo afectado por el estado de ánimo de esa persona.

—Pero con un familiar te podrías sentir igual —señalo juntando sus cejas.

—Podría —asintió—, pero todo eso lo sientes aún más, como si lo multiplicaras por mil. Intenté alejarme pero no funcionó, pensé en que podría seguir siendo su perfecto hermano mayor pero no funcionó —sonríe recordando—. Siempre que estuve a su lado, no podía controlar mis sentimientos y los de mi lobo, una pequeña parte de mí tenía la esperanza de que tal vez... Jimin podría corresponderme... Y aunque en ese momento no lo creía posible, tuve suerte que en verdad lo hace.

—¿A qué te refieres con tu lobo? —preguntó algo alerta e interesado.

—Ahora, esto es interesante y te resultará familiar —pronunció cruzando los brazos sobre su pecho mientras se recargaba en el mueble a su espalda—. ¿Recuerdas aquel cuento que nuestra madre nos contaba cuando éramos pequeños? —el menor frunció el ceño y negó con su cabeza algo perdido por la pregunta.

—Espera... Era algo... —se tomó un poco de tiempo esforzándose en recordar—. Sobre... Una pareja... Dispuesta a enfrentar las dificultades, por unas personas ¿especiales? —recordó—. ¿O algo así? —preguntó observándole.

—Algo así —asintió, tampoco recordaba mucho realmente—. Hace un tiempo hablé con Namjoon y como se sentía respecto a SeokJin, ahora hablé con Jimin y me he percatado de algo que me hace pensar que tal vez ese cuento... No es en realidad uno —explicó y Jungkook le observo algo confundido.

—¿Qué?

—Tengo que averiguar más —aceptó—. Pero recuerdo que hablaban sobre parejas y lobos.

—Hyung... Olvida el cuento por ahora porque solo me estás confundiendo —pidió.

Rodando sus ojos Yoongi asintió.

—De acuerdo, mira. ¿Me preguntaste como estoy tan seguro de mis sentimientos? —el menor asintió—. Bueno, lo principal es tu lobo, todo sentimiento inicia por ellos. No, no inicia —niega con su cabeza—. Es como... Si lo percibieran antes que uno mismo, anticipándose a que aquella persona será especial para ti ¿entiendes?

—Sí, es como si ya supiera que llegará a ser importante para mí ante que yo mismo —comprendió el joven alfa.

—Exacto. Eso fue una gran señal para mí —relame sus labios—. Sentir como tu lobo reacciona a otra personas es algo... Sorprendente —sonríe—. Pero es uno mismo quién decide cómo manejar sus sentimientos, si enfrentarlo o no pero... Con tu alfa reaccionando tarde o temprano caerás —advirtió—. Y el sentimiento es tan intenso una vez que lo aceptas, simplemente no vuelves a dudar de nada.

Jungkook asintió lentamente, asimilando la información del mayor. Tragando saliva observó a Yoongi.

—¿Qué fue esa conversación que tuviste con Namjoon respecto a SeokJin y ahora con Minnie que te recordó a ese viejo cuento? —preguntó sin poder evitarlo, necesitando saberlo todo.

—Porque al igual que en el cuento, compartimos algo especial —reveló—. Me refiero, por ejemplo Nam puede sentir el aroma de Jin sobre cualquier otro, sin importar cuantas personas con sus aromas estén a su alrededor. Y en mi caso, desde un principio con Minnie escuchamos una especie de cascabeles cada vez que el contrario estaba cerca e incluso ahora lo seguimos haciendo —sonrió observando sobre el hombro de Jungkook.

El castaño claro se dio media vuelta y contempló cómo Jimin entraba en la cocina con sus orejas rojas al igual que sus mofletes en señal de vergüenza.

—Se me había olvidado —hace un tierno puchero—. Esto no servirá cuando queramos dar una sorpresa al contrario —refunfuño.

—Papi también puede sentir el aroma de Namjoon oppa sobre otros —anuncio Sana divertida, saliendo al igual que el omega—. Hace un tiempo llegaba a casa quejándose por eso, era divertido escucharlo —reveló.

Los tres mayores sonrieron y Yoongi entendió que tendría que tener cuidado con lo que decía frente a la infante, parecía que era una pequeña chismosa en su interior.

"Justo como Namjoon" pensó divertido sin poder evitarlo.

—¿Por qué preguntas de todos modos? —pregunto Yoongi llamando a su pareja a su lado.

—Curiosidad —contestó encogiéndose de hombros, ahora tenía algo que averiguar con Taehyung.

Jimin observó a Jungkook y suavemente negó con su cabeza hacia Yoongi quien le seguía esperando.

—Yo también estoy bien con que ustedes estén juntos —informó Jungkook como si nada al sentir la mirada del mayor sobre él.

—¿Es que ya todos lo sabían? —preguntó Jimin mientras iba al lado de su alfa para ser abrazado.

Jungkook tomó a Sana entre sus brazos, sentándola en su regazo—. No, ayer simplemente me enteré de casualidad.

Jimin observó a Yoongi.

—Yo me encargaré de todo, te lo dije —murmuró antes de girar su cabeza en dirección contraria al omega para estornudar.

—Aún está resfriado Hyung —recordó Jimin frunciendo el ceño—. Vamos a la cama, debes de mejorar bien antes de salir de ella —reprochó.

Riendo Yoongi asintió con su cabeza y siguió a su pareja recordando los besos que había compartido con el menor, si Jimin se llegaba a resfriar por su culpa, el alfa se prometió que cuidaría de su omega.


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