🌸Capítulo 53

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—Hyung... Parece que tenemos visitas —murmuro Jimin al apreciar un automóvil desconocido frente a su casa.

—Ah, se me olvidó decirles que vendría su tío de visita —dijo Joongki apagando el motor y retirando las llaves del auto.

Jimin observó confundido a su pareja antes de quitarse el cinturón de seguridad y bajarse del auto de su padre.

—Es el tío Hyuk, ya te hablamos de él —le recordó el alfa tomando la mano de su omega.

—Ugh... —pronunció sintiéndose de pronto nervioso por conocer más integrantes de la familia.

¿Qué pasaba si eran igual que sus abuelos?

Un escalofrío sacudió su cuerpo de solo pensarlo. Esas personas eran el mal en sí.

Arrugó su nariz al recordarlas, afortunadamente no había vuelto a encontrarse con ellos y sinceramente esperaba que siguiera así.

—Ellos son agradable, totalmente diferentes a los abuelos —comentó Yoongi, como si leyera los pensamientos del menor.

—Solo no dejes que Nara te manipule con sus ojitos de bambi, esa mujer es malvada —gruño el alfa mayor, despertando la curiosidad del pelirrojo.

—Se pasan todo el tiempo discutiendo pero en realidad se llevan muy bien —le susurró su pareja a escondidas de su padre, ambos compartieron una risita cómplice.

—No nos llevamos bien —refunfuño Joongki al haber escuchado, dejando a los chicos se adelantó para entrar a la casa.

—¿Y TaeTae? —preguntó Jimin cuando su otro hermano llegó junto a Jin en el auto del alfa.

—Sus padres llamaron y Jungkook decidió acompañarlo hasta su casa —respondió el omega mayor con una sonrisita.

Cuando los cuatros entraron a la casa, se sorprendieron al encontrar a la pequeña Sana llorar en los brazos de Hyekyo quien se apreciaba algo desesperada por no poder calmarle.

—¡Papi! —chillo entre sollozos, estirando sus bracitos hacia Jin en cuanto le percibió.

Apresurado, el omega rápidamente fue hacia su hija, tomándola entre sus brazos la pequeña se aferró a su cuerpo.

—Ya princesa, ya estoy aquí —arrullo mientras el cachorro se escondía en el cuello de su padre, buscando su aroma para que le calmara.

Pero por más que su padre intentaba calmarla y preguntarle el motivo de su llanto, no obtenía éxito, por lo que disculpándose SeokJin subió las escaleras alejándose de todos, dejando a una preocupada Hyekyo con expresión culpable.

—Voy con ellos —aviso Namjoon antes de apresurarse a subir al segundo piso, siguiendo los pasos del omega.

—¿Qué sucedió? —preguntó Jimin, dejando de observar el segundo piso para contemplar a su madre.

—Estaban en el jardín trasero jugando con Soobin y Yeonjun, de pronto escuchamos un llanto y cuando salí ella lloraba. Por más que le pregunté no me quiso decir qué le sucedió —explicó preocupada.

El pelirrojo inclinó levemente su cabeza, confundido. Yoongi estaba igual, hasta el momento Sana se había portado muy bien y no había llorado por nada...

Bueno, excepto aquella vez que no se quería bañar hasta terminar de ver su película con Jimin, fue la única vez que hizo un berrinche.

—¿Y le preguntaste a Soobin y Yeonjun qué sucedió? —pregunto Yoongi.

—Sus padres están hablando con ellos y Joongki igual —respondió la mujer.

—Vamos con ellos —invito el alfa comenzando a caminar, no sacaban nada con solo mirar hacia arriba y esperar.

En la sala de estar, dos pequeños jugaban con sus pies sin mirar a los adultos, escuchando lo que decían pero sin responder a sus múltiples preguntas.

—Serán castigados si siguen guardando silencio —advirtió un hombre que Jimin no conocía, pero tenía cierto aire parecido al de su madre—. ¿Quieren eso? ¿Quieren que su mami les castigue quitándole sus juguetes?

—Hey, no me pongas de mala —se quejó la mujer con el pelo castaño hasta sus hombros. Con su dedo índice subió sus gafas.

—No estamos consiguiendo nada así —se quejó Joongki cruzando sus brazos sobre su pecho.

—¿Por qué les hablan como si ellos fueran los culpables? Tal vez solo fue un accidente —susurró Jimin a su pareja.

—Debido a que cuando ellos guardan silencio, es porque saben que hicieron algo mal —le respondió Yoongi.

—Salgan al jardín trasero y cuando estén dispuestos a hablar, pueden entrar —ordenó el padre de los cachorros.

Ambos niños alzaron su cabeza buscando ayuda con su madre pero ésta solo señalo con su cabeza en dirección a la cocina, donde estaba la puerta hacia el jardín trasero.

—Lamento todo esto —se disculpó el hermano de Hyekyo una vez sus pequeños desaparecieron.

—Está bien, tarde o temprano sabremos que sucedió —expresó Joongki.

Entonces, ambos desconocidos se percataron de la presencia de Jimin quien tal vez se sintió con poco incómodo al ser el centro de atención.

—¿Y este joven hermoso es mi nuevo sobrino? —pregunto Hyuk con una sonrisa y ojos curiosos.

—Es un jovencito muy lindo —exclamó Nara.

Sonrojado, Jimin se aferró a la mano de su pareja, acercándose más al alfa.

Yoongi rió enternecido por la repentina timidez de su dulce pareja. Rodeando su cintura lo atrajo más hacia él.

Si la sonrisa y risa de Yoongi no sorprendió a la pareja, definitivamente lo hizo aquella acción.

Su tío alzó ambas cejas sorprendido, brindándoles una mirada algo extrañada.

—Él es Jimin, y también mi pareja —anunció.

Nara observó a su esposo y luego ambos contemplaron a los padres de Yoongi con las dudas presentes en sus rostros.

El silencio reinó por unos segundos y cierta incomodes llenó el lugar.

—¿Tu nuevo hermano es tu pareja? —preguntó Hyuk, algo... Incómodo.

Obviamente... Eso no sonaba muy bien pero era algo que ambos se tendría que acostumbrar y los demás, igual.

—Es mi omega —asintió sintiendo como el cuerpo del menor se comenzaba tensar lentamente.

Jimin bajó la mirada y respiró profundamente a la espera, pero él estaba dispuesto a enfrentar el desagrado de otras personas si podía estar con su alfa.

—Jimin es su omega —anuncio su padre dando un poco de énfasis a la última palabra, cosa que el pelirrojo no entendió muy bien—. Yoongi se dio cuenta poco después de que lo presentáramos como su nuevo hermano —explicó—. Como ven, la situación fue... Impredecible.

—Oh, eso explica las cosas —sonrió Nara y su esposo asintió.

El ambiente se volvió liviano otra vez y aunque Jimin no entendía que había pasado con aquellas palabras que parecieron ser claves, sí sabía que todo parecía estar bien otra vez.

Acercándose, Hyuk alzó su mano.

—Hola Jimin, ella es mi esposa Nara y los dos pequeños que viste son mis hijos. El menor es Soobin y el mayor Yeonjun —el pelirrojo alzó su mano y fue repentinamente jalado para un caluroso abrazo que le sorprendió—. Y yo soy el tío Hyuk, hermano de tu fea madre —rió cuando la mamá de Jimin le observo feo—. Bienvenido a la familia, joven.

—Un gusto —sonrió el pelirrojo mientras se alejaba, perdiendo sus ojitos en el acto.

—Ay, ¿me lo puedo llevar? —pregunto Nara encantada con la sonrisa del menor.

—Es un Min, nosotros lo vimos primeros —exclamó burlesco el padre de Yoongi, logrando que su esposa rodara sus ojos y golpeara suavemente el pecho.

—No empieces —advirtió su esposa.

—Salgamos antes de que nos integren en su infantil discusión —susurró divertido el alfa, guiando a su cachorro fuera de la sala de estar.

—¿Esos pequeños están bien allá afuera? —preguntó Jimin.

—No te preocupes, cuando ellos estén dispuestos a disculparse y decir que fue lo que hicieron, entrarán solos —le aseguró—. No es la primera vez que sucede, cuando pelean entre los dos tío Hyuk hace lo mismo —explicó.

Jimin asintió y entró en su habitación seguido de su pareja.

—Shuga —llamó observando a su alrededor—. Shuga.

Confundido de que el ave no apareciera inmediatamente como siempre, fue hacia el sofá esperando encontrarlo viendo la Tv, pero tampoco estaba ahí.

—Minnie, la ventana está abierta —aviso Yoongi acercándose a esta.

—Pero yo la cerré antes de salir —pronunció acercándose, observando junto a su pareja el exterior.

—Seguramente mamá entró y la abrió para ventilar la habitación, hace lo mismo en la mía. Mira, está allá —señaló la cerca que dividía el jardín junto al del vecino.

Jimin suspiro en alivio.

—Voy a ir a bañarme primero —anuncio el alfa besando la sien del omega antes de alejarse y salir junto al menor.

El pelirrojo observó el cuarto de invitados al cual se había cambiado el día anterior Jin. Tenía ganas de entrar y comprobar cómo estaba Sana pero a la vez no quería interrumpir.

Como no escuchaba el llanto de la menor, prefirió bajar las escaleras. Pasando por la sala de estar escuchó a los mayores seguir enfrascados en su conversación.

Saliendo al jardín trasero por la puerta de la cocina, el loro inmediatamente voló hacia él al reconocerlo.

—¡Jimin! —chillo el ave deteniéndose en el antebrazo extendido.

—¿Cómo estás Shuga? ¿Te portaste bien? —preguntó acariciando la cabeza de su pequeña mascota.

—¿Es suyo? —pregunto una voz infantil a sus espaldas.

Dándose vuelta, Jimin contempló a dos niños.

Shuga al verlos inmediatamente comenzó a aletear sus alas mientras subía por el brazo del omega hasta llegar a su hombro.

—Díganme, ¿quiénes son ustedes pequeños? ¿Cómo se llaman? —pregunto suavemente mientras seguía acariciando a su mascota, calmándolo.

—Soy Yeonjun, tengo nueve años —se presentó el pequeño castaño que había hablado anteriormente—. Él es Soobin, tiene seis años y es menor que yo —señalo al pequeño pelinegro que intentaba ocultarse en la espalda de su hermano mayor.

Jimin rió suave al observar cómo el pequeño sacaba su cabeza por el costado de Yeonjun y luego se volvía esconder cuando se encontraba con los ojos del omega.

—¿Usted quién es? —pregunto educadamente el mayor de los dos.

—Soy Jimin... Uhm, soy el nuevo hermano menor de Yoongi hyung, Namjoon hyung y Kookie —el castaño sacudió su cabeza asustado.

—No puedes llamar a Jungkook hyung Kookie, él gruñe —muestra sus pequeños dientes— cuando lo llamamos así —explicó.

—Al principio lo hacía pero ya no —pronunció imitando el tierno gesto del cachorro.

Curioso, el otro menor salió detrás de su hermano y contempló a Jimin.

—¿Por qué? —pregunto Soobin con tono tímido.

—Mm... No lo sé, creo que fue porque él me dice Minnie —respondió tomando asiento en el césped.

—¿Por qué Minnie? —preguntaron ambos hermanos.

—Dice que es porque soy pequeño —bufa sacándole una risita a los cachorros—, pero yo no soy pequeño ¿cierto?

—Nop, usted es gande —sonrió Soobin, sentándose en el césped frente al omega junto a su hermano.

—Si es hermano de tío Yoon, Nam y Kook... ¿Es también nuestro primo ahora? —pregunto suspicaz el mayor de los dos hermanos.

—Sip, soy su primo Jimin o Minnie —sonrió bajando a Shuga de su hombro—. ¿Quieren tocarlo? —preguntó pero ambos menores negaron con su cabeza, evitando mirarlo.

—¿Es suyo? —pregunto Soobin.

—Sí, él se llama Shuga y es alguien muy importante para mí —respondió observando a ambos menores.

Ambos hicieron una pequeña mueca y observaron el suelo, culpables.

—¿Sucede algo? —pregunto acercándose, pero inmediatamente su mascota escapó de sus manos, batiendo sus alas con enojo otra vez.

El omega observó a su ave y luego a los cachorros con expresión culpable. Hizo una mueca al hacerse una idea de lo que pudo haber sucedido.

—Niños... ¿Ustedes le hicieron algo a Shuga? —pregunto suavemente.

—Lo siento —comenzó el mayor—. No lo sabíamos, ¿cierto Soobin?

El menor asintió con su cabeza, observando preocupado a Jimin.

—No lo sabíamos —susurró Soobin.

—¿Me podrían decir por qué lloraba Sana? —pregunto ya teniendo una clara idea.

—Es que... Nosotros queríamos jugar con él pero no nos dejaba acercarnos. Luego Soobin lo atrapó de un ala y... Y... Y él le picó su dedo entonces me enojé y comenzamos a perseguirlo tirándole piedras —explicó con su labio tembloroso Yeonjun—. Ella nos dijo que no lo hiciéramos y no nos dejaba perseguirlo...

—La empujamos sin querer... —susurró Soobin limpiándose las silenciosas lágrimas de sus ojitos.

—Lo siento —murmuraron ambos observando con ojitos llorosos al omega.

—Ohh, cachorros —pronunció Jimin observando a ambos con tristeza—. ¿Saben que lo que hicieron estuvo mal?

—Sí —respondieron al uniso.

—¿Y saben lo que deben de hacer ahora?

—Sí —respondió el mayor de los dos.

Jimin suspiro—. ¿Cómo está tu dedito Soobin?

El cachorros extendió su pequeña mano a el omega, en su dedito pulgar había una mancha rosa.

Tomando la pequeña mano el pelirrojo omega la llevó hasta sus labios y plantó un suave beso sobre la mancha rosada.

—Solo no lo vuelvan a hacer ¿bien? —pronunció observando a ambos.

Los hermanos asintieron con su cabeza.

—Bueno, ya saben qué hacer ahora —sonrió levantándose, soltando la pequeña mano pero Soobin no estaba dispuesto a soltar la suya y se aferró nuevamente a su mano, y Yeonjun rápidamente atrapó la otra —. Vamos Shuga, arriba —llamó inclinando su cabeza.

Ambos menores contemplaron con asombro como el ave se ubicaba obedientemente en el hombro de Jimin otra vez, sin darle más miradas a los cachorros.

Iba a pasar un tiempo para que Shuga les perdonara, si es que llevaba a hacerlo realmente.

—Volvamos adentro —anuncio comenzando a caminar con los menores a cada lado tomando su mano.


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