🌸Capítulo 79

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Sentados en la cama del alfa, con Jimin apoyando su espalda en el pecho del mayor mientras este rodeaba su cuerpo con sus brazos, la incomodidad en el ambiente era algo tonta pero que ninguno se atrevía a hacer algo para remediarlo debido al miedo.

El enojo o recelo junto a los sentimientos dolorosos todavía no abandonaban el cuerpo del omega, y Yoongi era consciente de ello, pero así como el alfa deseaba darle algo de espacio por respeto, la verdad era que ninguno de los dos podía mantener sus manos alejadas del otro, necesitando desesperadamente el contacto de su pareja luego de haber pasado tanto tiempo lejos.

—¿Estas... Estás mejor? —se atrevió a preguntar el menor, interrumpiendo el silencio que les rodeaba.

El contrario ya se había tomado una taza de café cargado, y había comido algo liviano antes de tomar el medicamento para el dolor de cabeza.

—Algo... —respondió el mayor—. Pero no te preocupes, te contaré todo lo que quieras saber —prometió.

Respirando profundamente, el pelirrojo supo que debía de comenzar con una pregunta simple, pero una que lo había estado molestando hace tiempo también.

—¿Quién era Hyuna? ¿Cómo era ella? —preguntó observando las manos unidas que reposaban sobre su plano abdomen.

—Min Hyuna era nuestra hermana mayor, ella era dos años mayor que yo y muy consentida por todos —comenzó el alfa—. Era la única mujer entre nosotros y además, omega. Su problema auditivo nunca fue un impedimento para ella, siempre sonriendo ante cualquier adversidad desde muy temprana edad.

Entonces... Ji-eun sí había mentido respecto a Hyuna siendo la pareja de Yoongi.

¿Por qué hacer esa maldad realmente?

Yoongi ya la había rechazado desde antes que Jimin apareciera, así que no era como si el menor hubiera llegado a interrumpir en una relación para que fuera tan mala y rencorosa.

Agitando su cabeza suavemente, decidió concentrarse en la conversación presente.

—Su audición, ¿ella... Cómo? —preguntó en un murmullo.

—Ella nació con un problema leve que pronto fue aumentando a medida que pasaban los años, la operaron debido a ello y todo estuvo bien durante un solo mes, entonces volvió —respondió al comprender la pregunta de Jimin—. Mamá siempre se sintió un poco culpable por ello a pesar de que no había sido su culpa —comentó—. Con el paso de los años, todos fuimos apreciando como la audición de Hyuna empeoraba y de pronto los audífonos dejaron de funcionar, no nos quedó de otra más que aprender el lenguaje de señas —recordó con dolor.

Todos habían estado deprimidos cuando el médico anunció que su hermana había perdido totalmente la audición y aunque la sometieran a una operación otra vez, no creía que la recuperase.

Eso fue un duro golpe para Hyuna, que había sido obligada a dejar el ballet.

—¿Ella bailaba? —susurró colocando sus manos sobre las del alfa, sintiendo a través del aroma del contrario lo doloroso que era para este recordar.

Resentido y todo, Jimin nunca dejaría a una persona sufrir sola.

—Sí —asintió suavemente—. Ella bailaba ballet mientras que yo tocaba el piano, así fue como conocimos a Hoseok —sonrió levemente—. Hubo un momento en que pensé que ellos terminarían juntos, pero entonces Jung nos confesó que era un beta y que su aroma provenía de su pareja, una alfa.

—¿Qué edad tenían? —preguntó sorprendido.

—¿Uhm? Debió de ser entre los 17 o 18 años —contestó.

—Ella... ¿Lo dejó? ¿Abandonó el ballet?

—Así como para un cantante lo es perder su voz, no hay nada peor para un bailarín que dejar de escuchar la música —repitió con nostalgia—. Eso me dijo —Jimin respiro profundamente—. Fue un golpe fuerte para ella, todos estábamos preocupados cuando incluso dejó de hablar. Pero entonces, algo ocurrió que le revivió.

—¿Qué cosa? —pregunto curioso.

—Conoció a Gi-kwang y se enamoró —reveló—. Y aunque mi padre no era muy feliz con la idea de que le gustara un hombre un poco mayor, nadie pudo negar que en verdad le hacía feliz.

—¿Cómo... Fue el accidente? —el cuerpo del mayor se tensó ante aquel recuerdo.

Sin poder contener sus instintos, el omega dejó que su aroma saliera libremente con sus feromonas para intentar relajar al mayor.

Y aunque su dulce aroma estaba envuelto en dolor y tristeza, lastimando el corazón de Yoongi por ello, también lo disfrutó luego de días de estar sin él.

Recargando su mentón sobre la cabeza pelirrojo, suspiró.

—Fue mi culpa, yo iba manejando cuando volvíamos del hospital... —su corazón dolió de solo recordar—. El semáforo estaba en rojo, pero alguien cruzó de todas formas y por la velocidad a la que iba no podía frenar, intenté esquivarlo pero... Perdí el control y choque contra otro automóvil... Nos volcamos.

—Está bien —susurró Jimin sintiéndose un poco culpable por obligar al alfa a recordar algo tan doloroso, pero él necesitaba saber todo a pesar de ello.

—No, no lo está —negó—. No solo murió mi querida hermana, también mi sobrino.

—No podías evitarlo, alguien se te cruzó —indicó con suavidad.

—Aun así... Por fin mi hermana estaba siendo completamente feliz, había encontrado a alguien con quien pasar el resto de su vida, se había casado e iban a tener un bebé —suspira—. Fue un desastre para todos el perderles, en especial para madre y su esposo. Me sentí tan culpable que no pude evitar alejarme de todos hasta que pude aceptar toda la culpa y seguir adelante, pero entonces ya había creado esta especie de máscara donde mantenía con todos a cierta distancia —resopló con una sonrisa triste.

—La sonrisa falsa y fea —comprendió el menor.

—Sí, la sonrisa fea —pronunció con ternura, recordando el día en que Jimin le expresó su aversión por aquella sonrisa en su rostro—. Pero entonces, llegaste tú.

"Y le recordé a Hyuna" pensó cabizbajo, sin poder expresar su inquietud por miedo a la respuesta.

—No me recordaste a mi hermana, Jimin —musitó al sentir como lentamente, cuerpo del omega se tensaba.

El menor guardó silencio y para el alfa fue obvio que no le creía, o al menos no del todo.

Yoongi suspiró, apretando un poco el delgado cuerpo entre sus brazos.

—Es cierto que cuando te vi por primera vez, fue un poco chocante —reconoció.

—Me parezco mucho a ella, ¿cierto? —pronunció en tono bajo y decaído, recordando la imagen de la omega.

—No —contestó negando con su cabeza.

—Vi una foto de ella, Yoongi —susurró apretando sus labios, sintiendo algo de molestia por la mentira del contrario cuando él sabía la verdad.

—Es cierto que comparten similitudes como el cabello rojo y sonrisa, también el problema auditivo —confirmó—. Pero a la vez son totalmente diferente y todos lo comprendimos, Jimin, por eso después te aceptamos y quisimos... Te queremos...

—No mientas Yoongi —espetó quitando sus manos sobre las del mayor.

—Es la verdad —anunció con firmeza—. Sí, cuando te vimos por primera vez no pudimos evitar compararte con nuestra hermana y sentir que de cierta forma, nuestros padres te habían traído como su reemplazo —reconoció para el dolor de Jimin—. Pero todo cambió.

—¿Y qué cambió entonces? ¿Por qué?—preguntó sintiendo ese angustioso nudo en su garganta otra vez.

—Cambió que te conocimos —expresó con ternura dolorosa—. Pasó que conocimos a un joven omega ansioso de tener su propia familia, totalmente ajeno a nuestros problemas de mentalidad cerrada. Ocurrió que ese chico alegre, lleno de esperanza y deseos se ganó un espacio en nuestro corazón y en mí, algo más, se lo ganó todo sin siquiera intentarlo.

El corazón de Jimin dolió, realmente quería creer en las palabras del alfa pero...

¿Cómo hacerlo después de que le hubieran ocultado algo tan importante? ¿Después de que la confianza entre ellos estuviera quebrada, rota?

¿Por qué amar tenía que ser tan doloroso?

—Yo no puedo... —susurró—. Escuché a nuestros padres discutiendo —anunció—. Escuché a madre decir que yo... Yo no existo —musitó con dolor—. Para ella soy Hyuna, soy su reemplazo —espetó sintiendo sus lágrimas volver a descender—. Y-y si ustedes... T-también... Yo n-o...

—Por favor, no llores cachorro —pidió el mayor con dolor.

No pudiendo no hacer nada cuando Jimin estaba llorando, tomó algo de valor para mover el cuerpo del menor y dejarlo de lado sobre su regazo. Acurrucándolo contra él mientras lo sostenía con fuerza.

—Nosotros nunca te vimos como el reemplazo de Hyuna después de conocerte —juró—. Hay una explicación por parte de mamá —prometió Yoongi y una pequeña esperanza brotó en él cuando Jimin rodeó su cuello con sus brazos antes de esconderse en el.

—Los escuché, Hyung —pronunció contra su cuello, recordando las crueles palabras de su madre que estaba quemadas en su mente.

—Cachorro, te dije que mamá y el esposo de Hyuna fueron los más afectados con su muerte además de mí. Pero a madre en verdad le afectó hasta el punto en que enfermó, recurrió al alcohol y ni siquiera podía soportar mirar una foto de mi hermana —reveló—. Quitó absolutamente todo lo que le recordara a ella y lo escondió bajo llave dentro de la habitación de invitados.

—Pero ella... ¿Entonces por qué dijo esas cosas? —murmuró dolido.

—Pasó un tiempo antes de que mamá mejorara gracias a la ayuda de un médico. Y te puedo prometer que cuando te adoptaron, ninguno pensó en reemplazarte con mi hermana a pesar de que eso fue lo que pensó la mayoría de nuestros conocidos.

—Todos sabían que era un reemplazo —murmura con amargura, recordando las miradas de todos, en especial aquella burlona de sus abuelos.

Un poco cansado por lo terco que estaba siendo el menor, Yoongi alejó el cuerpo del omega y tomó su mandíbula con una mano, obligándolo a mirarle fijamente.

Necesitaba que Jimin entendiera la verdad.

—No fuiste adoptado para ser un reemplazo —anuncio con seguridad—. En ese momento mis padres lo único que deseaban era ayudar en tu sueño y brindarte aquella familia que tanto deseabas, pero todo cambió luego del incendio en el departamento de SeokJin —reveló y Jimin frunció el ceño—. Todo antes de eso fue real, mamá en verdad te veía como su otro hijo, Jimin.

—¿Por qué cambió ahí? —preguntó curioso y confundido.

—Mi teoría fue que le recordaste el accidente donde perdimos a Hyuna —dijo con un suspiro, soltando su mandíbula y recargando su frente en la del menor—. Mamá había estado bien antes de eso e incluso le había convencido para que te habláramos de Hyuna a pesar de lo doloroso que era para ella.

Jimin frunció el ceño recordando aquel día del incendio y el comportamiento de Yoongi con su madre después.

Además, si recordaba bien... Las discusiones entre Yoongi y su madre en verdad habían comenzado después de volver del lago.

Su alfa aunque guardaba silencio, siempre le protegió de su mamá y le mantuvo alejado de ella manteniéndolo en su departamento cuando esta comenzó a tratarlo algo extraño.

A su manera, también había intentado protegerlo a pesar de que no fue la forma correcta.

"Es verdad, ahí comenzó todo" pensó al recordar que incluso, el nombre de cerecita había aparecido después de eso.

—¿Fue por eso que pelearon? ¿Que te pegó? —recordó.

—Sí —asintió soltando un suspiro mental de alivio al ver que el menor le estaba escuchando, y creyendo si tenía suerte—. Me di cuenta del cambio en mamá pero ella lo negó y cuando le dije a papá, este me pidió algo de tiempo. Luego Namjoon y Jungkook también se percataron de que cada día ella te comenzaba a tratar como Hyuna... —reveló—. Nunca pensé que pondría de excusa nuestra relación para esquivar la verdad —recordó enojado.

—Por eso mencionaste que tenía que ir a médico otra vez y el alcohol... ¿Y por qué nadie me dijo nada? —reprochó—. Todos se dieron cuenta y guardaron silencio. ¿Por qué?

—¿Por miedo? —contestó luego de un largo segundo en silencio.

—¿Miedo? —repitió Jimin alejándose del mayor, colocando algo de distancia necesaria entre los dos.

Una pequeña rabia surgió en él ante la respuesta del alfa.

—Miedo a que reaccionaras exactamente como lo hiciste —asintió mirándolo fijamente, capturando su atención—. Ya era algo difícil decírtelo sin que mamá comenzara a actuar raro, lo iba a hacer aún más después de como comenzó a tratarte —explicó—. No voy a negar que tuve oportunidades para contarte de Hyuna al igual que todos —el omega bufo obviamente molesto y sentido por ello—. Porque las tuve y no las aproveché.

—¿Por qué, Yoongi? ¿Por qué no me dijiste nada? Tú, que eres mi pareja —cuestionó con dolor, lastimando al alfa—. Todo hubiera sido diferente si me lo hubieras contado cómo lo estás haciendo ahora, el dolor aún estaría pero... Sería más soportable si estás conmigo y no hubiera habido malos entendidos —torció sus labios en dolor, pasando sus manos por su cabello—. En verdad pensé que todos en esa casa me veían como un reemplazo de ella... Que tú también lo hacías...

—No amor, por favor no pienses en ello —rogó acercándose y ahuecando con una mano el rostro de Jimin—. Fui un idiota, me dejé convencer por mi madre para esperar, luego por mi padre a que mamá estuviera mejor y finalmente por Ji-eun que me provocó miedo diciéndome que te iba a perder... Y finalmente ella tuvo razón. Te perdí por no decir la verdad —termino con temor.

—¿Por qué ella siempre tiene que estar metida en todo lo malo? —se quejó—. Y lo que me da más rabia pensar, es que si no hubiera sido por ella, tal vez yo nunca me hubiera enterado de nada, a pesar de que alteró la verdad confundiéndome —expresó frustrado, quitando la mano del alfa de su rostro, pero la mantuvo entre la suya para el consuelo de Yoongi.

—No es cierto, aquel día en la fiesta yo me había decidido a contarte todo —aseguró—. Tardé, sí, pero te prometo que lo iba a hacer.

—¿Y por qué no lo hiciste? ¿Por qué permitiste que me quedara con la versión de Ji-eun? —exclamó cansado de todo—. Ella me dijo que Hyuna era tu pareja, que iban a tener un hijo y me aseguró que tú estabas conmigo solo para que ocupara su lugar, al igual que con el resto de los Min —expresó.

—¡¿Pero qué estupidez es esa?! —gruñó Yoongi, deseando matar a Ji-eun—. Te juro que si hubiera sabido que eso estaba en tu cabeza, te lo hubiera dicho todo, pero lo único que sabía en ese momento era en que estabas mal y que necesitaba cuidarte y distraerte, no presionarte más con toda la verdad.

Suspirando, el pelirrojo contempló por un momento la pared frente a él, tratando de asimilar todo nuevamente.

Y mientras Yoongi le esperaba en silencio, dándole su tiempo, no podía dejar de pensar en que Jimin no respondió a su última pregunta.

¿Y si realmente lo había perdido? Un crudo dolor atravesó el pecho del alfa al pensar en ello.

—Lo siento... Yo... Lo lamento —balbuceo el mayor, aterrado de pensar en la posibilidad de que lo había arruinado todo con su omega.

Viendo la expresión decaída de Yoongi, Jimin se removió inquieto y decidió ser honesto.

—No me has perdido del todo —confesó—. Nuestros lobos están muy unidos como para alejarme del todo, que fue lo que deseé luego de descubrir la verdad... O al menos parte de ella en ese momento —murmuró.

—Está bien... Es entendible —musitó con una mueca de dolor.

—Me duele Yoongi, me lastima que a pesar de todo este tiempo que estuvimos juntos, nunca me dijiste nada al respecto a pesar de que pregunté infinidades de veces qué estaba mal. No confiaste en mí, no confiaste en ti y no confiaste en nosotros —expresó y respiro profundamente.

En silencio, el alfa apretó la pequeña mano que aún estaba entre la suya. Las palabras de Jimin dolía, quemaban, pero eran verdad.

—Quise odiarte, realmente deseé hacerlo... —susurró con estremecedora sinceridad—. Pero, lo que siento por ti es demasiado intenso y verdadero a pesar de que duela —confesó y observó fijamente aquellos ojos verdes de diferentes tonalidades—. Hoy vine porque sentí que algo estaba mal contigo, porque mi lobo llamaba al tuyo desesperadamente y... ¿Qué pensabas a hacer si yo no hubiese venido? —pregunto recordando el cuchillo—. ¿En verdad me hubiera dejado así de fácil? ¿Sin luchar nada?

Yoongi se mostró avergonzado mientras negaba con la cabeza, acariciando con su pulgar la mano entre la suya.

—Fue un momento de debilidad estúpida debido al alcohol —aseguró—. No es excusa, lo sé. Pero no lo hubiera hecho, porque a pesar de que duele estar sin ti, nunca me hubiera perdonado haberme ido sin luchar por ti y lo nuestro.

—No sé si pueda volver a confiar en ti como antes —suspiró—. Pero sé que ya no puedo vivir sin ti tampoco... —sonrió triste—. Dentro de todo esta mentira, no puedo evitar sentir que tú fuiste lo único real.

—Lo siento tanto cachorro, siento haber sido un miedoso y de haber esperado tanto, lo siento —expresó sabiendo que no importaba las veces que se disculpara, el daño ya estaba hecho—. Pero es verdad, lo que hubo, hay y habrá entre nosotros es real, cada sentimiento y cada momento —expresó entrelazando sus dedos y llevando sus manos unidas contra sus labios—. Cada vez que estaba a tu lado, solo era Jimin y Yoongi, nada más —prometió.

—... Por eso volví a ti —susurró con una mirada triste que golpeó el corazón del mayor.

—Mis hermanos y padres... —se detuvo cuando Jimin negó con su cabeza.

—No hablemos de ellos, no puedo y no quiero. Estamos hablando de nosotros porque para mí, en este momento, es lo más importante.

—¿Me darás otra oportunidad? —preguntó con cierta tensión—. Prometo darte el espacio que necesites y de bajar hasta la luna con tal de volver a recuperar tu confianza, cualquier cosa, lo haré —prometió—. Pero necesito una última oportunidad para ello...

Jimin inspiró profundamente, realmente pensando en todo.

La única que lo había tratado como un reemplazo, fue su madre. Su padre siempre le había sonreído y preguntado por él, como todo papá, pero también había ocultado todo por su esposa convenciendo a Yoongi de no decir nada.

Y Jungkook siempre había abogado por él cuando su madre comenzaba a sugerir e insistir en cosas aun cuando le decía que no, si recordaba específicamente la insistencia de la mujer con que bailara ballet.

Namjoon fue el más difícil de todos, pero el que pasó más tiempo a su lado apoyándolo con su relación luego de que le ayudara con SeokJin y Sana...

Ellos lo trataban como un verdadero hermano.

Y Yoongi.

Le observó viendo a través de los ojos del alfa totalmente, contemplando el miedo, la inquietud, la tristeza y la esperanza.

Yoongi siempre había estado con él, viendo por su bien, respetándolo y cuidándolo. Tal vez no había tomado la mejor decisión al preferir guardar silencio gracias a la influencia de otras personas pero...

¿Realmente eso arruinaba y superaba todos los hermosos momentos que había pasado a su lado?

Momentos de cuando le salvó aquel día en la calle, su insistencia en que fuera al médico por su oído, cuando se declararon, los días en el lago, su celo, su primera pelea y su reconciliación pasaron por su mente, así como también sus sonrisas, besos y palabras.

Todo.

Era verdad que la confianza entre ellos estaba dañada, que necesitaría tiempo para volver a recuperarla pero...

¿Realmente dejaría que todo se perdiera?

¿Quién había dicho que amar era fácil después de todo?

Todo se trataba de aceptar y superarse, de tomar una decisión y de seguir adelante, no quedarse centrado en los errores y el pasado, más bien aprender de ellos.

Y si había amor bueno y sincero como el de ellos, se trataba de perdonar y seguir...

Yoongi realmente le quería...

Y él lo amaba.

—Márcame Yoongi hyung, muérdeme por favor —pidió con seguridad en sus ojos, observándolo fijamente.


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