Por que las musas despertaron con ganas de escribir algunos detalles, aquí un capítulo suelto de este oneshot que quizás si se convierta en un longfic.

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Si alguien le hubiera dicho a Molly Weasley que participaría en un rito de sangre ya en su edad madura y que gracias a eso, su tía Muriel la había reinsertado a la familia Prewett, le diría que las pociones Pimentónicas y experimentales no eran la solución, pero aquí estaba ella, temblando como una hoja al viento y con un té en sus manos, mientras su tía le mostraba el grimorio familiar.

Si Albus Dumbledore viera ahora su casa, Molly no dudaba que los aurores ya estarían rodeando la propiedad y prendiéndole fuego, y que nadie en el mundo mágico los ayudaría mientras se quemaban hasta convertirse en cenizas, borrarían el nombre de su familia, sus hijos e inclusos sus hermanos que habían muerto como héroes de guerra. No, si alguien descubría lo que habían hecho para salvar la vida de su hijo de otra madre, Harry Potter, no le cabía duda de que sería eliminada junto con los suyos.

Pero también estaba el hecho de que tendrían que eliminar a la familia Longbottom, ya que Augusta Longbottom acababa de participar en el ritual y con mucho gusto al parecer, a la familia Lovegood y por supuesto, a la nueva familia Granger, cuya única miembro con magia, había fundado su propia línea familiar en Gringotts hace un par de años a instancias de Harry.

4 familias de sangre pura (ya que Hermione al fundar su línea se consideraba una Sangrepura de primera generación) serían aniquiladas y dudaba que el Wizengamot quisiera que se supiera que perderían la sangre de 4 familias solo por un pequeño ritual de sangre prohibido.

Tampoco era que fuera el ritual más peligroso del mundo.

Lo que había hecho Molly Weasley y la inusual compañía de estas familias era integrar a Harry Potter a sus líneas de sangre. Un ritual que se había prohibido por considerarse oscuro. Sin embargo, como le había hecho notar Muriel, nunca se explicó por qué se consideraba oscuro y eso era el menor de los problemas.

Harry Potter, el símbolo de la luz, tenía una herencia de criatura muy oscura según las leyes del ministerio. Nadie sabía siquiera cuando se empezaron a considerar oscuros los Súcubos/Íncubos pero la ley alrededor de ellos era que debían ser exterminados junto con su descendencia. Se les consideraba altamente peligrosos por el efecto que causaban en magos, brujas, squibs, muggles e incluso animales y bestias.

Básicamente, un súcubo o íncubo harían quedar al mejor domador de bestias como un idiota. Las veelas no eran nada respecto a ellos. Un demonio sexual que básicamente convertía su objetivo en esclavo de sus deseos y el esclavo no querría nada más que complacer a su amo.

Harry Potter era uno y cuando tuvo su herencia luego de su cumpleaños número 16, Molly no supo qué hacer. No sabía a quién acudir y si no fuera por la novia semi-veela de su hijo mayor, Harry Potter habría muerto de inanición en pocos días más.

Ese día, el del cumpleaños de Harry, todo salió muy bien. El pastel era delicioso, los amigos de Harry vinieron, toda su familia pudo reunirse e incluso Charlie prometió quedarse en Inglaterra, ya que la muerte de Sirius Black en la batalla del Ministerio, puso la perspectiva al joven de que podría ser el último día que vería a su familia, y tanto como amaba a sus dragones, amaba a su familia.

Bill también regreso de Egipto e incluso, aunque Molly no terminaba de aceptar a Fleur, agradecía que la muchacha quisiera acercarse a ellos, asistiendo a sus celebraciones familiares. Percy a regañadientes, acepto regresar a la casa, luego de que pensó bien las cosas y su padre casi moría el año anterior.

Todos sus hijos estaban de regreso, su hijo de otra madre se quedaría el resto del verano en la Madriguera y la vida se veía mejor a pesar de la guerra.

Molly ya debería haber aprendido a estas alturas de su vida que nada es tan perfecto y que es más siempre la calma antes de la tormenta. Dos días después de esa maravillosa fiesta, su pequeño Harry estaba empapado en sudor frío, adelgazándose a un ritmo vertiginoso y convulsionando a veces. Si no fuera por Fleur, quién llegó al día siguiente con algo de pociones que podrían servir, nadie hubiera podido hacer nada.

Fleur reconoció a la Criatura emergiendo de Harry: Íncubo.

Las veelas reconocían fácilmente a esta criatura por que compartían ancestros y Fleur explico que su abuela veela la educo en los caminos de su gente y conocía lo que debía hacerse, pero no sabía si funcionaría. Los íncubos comían comida como todos los mortales, en este caso, como los mortales humanos, excepto que su dieta era un poco como los que sufren deficiencia vitamínica.

Harry necesitaba energía de otra fuente diferente a la comida y la fuente primaria de un íncubo recién despertado era siempre de su familia. Harry necesitaba sexo con su familia. Normalmente los íncubos sostenían relaciones con sus primos las primeras veces y luego buscaban a familiares bastante lejanos hasta cubrir a varias ramas de su familia. Harry solo tenía dos parientes sanguíneos y la falta de afecto haría que el sexo con él le drenara magia en vez de nutrirlo.

No, Harry no solo necesitaba tener sexo con su familia sino familia que lo amara. Y eso les dejaba un enorme problema porque era de conocimiento común en esta familia, que los parientes de sangre de Harry apenas y lo toleraban.

Fue entonces que Luna Lovegood, su vecina, llegó con un montón de libros y algunos elementos en una bolsa de fondo expandido mágicamente, diciendo que no tendrían mucho tiempo para salvar a Harry y que debían llamar a los jefes de familia de los amigos más cercanos a Harry.

Molly no entendió mucho pero Fleur parecía que sí. Fue hasta la chimenea y lanzó un poco de polvo flu, llamando a la mansión Longbottom. Augusta Longbottom apenas entendía algo de lo que le decía la chica, pero acepto ir a la Madriguera con su nieto. Luego Fleur insto a Molly a llamar a su jefe o jefa de Familia. Fue así como Muriel fue llamada y Luna llamó rápidamente a su padre.

Todos los amigos cercanos a Harry eran de la familia Weasley, Longbottom, Lovegood y faltaba una, Hermione Granger, pero ella no era una integrante de una familia mágica, hasta que Ginny viendo todo el movimiento, le dijo a su madre que Harry había instado a Hermione a abrir una bóveda familiar en Gringotts y la hicieron hacerse una prueba de herencia.

Como todo estaba inscrito en Gringotts, por las leyes mágicas, la Familia Granger había nacido como línea de primera generación sangrepura en cuanto la tinta se secó en el pergamino de apertura. Llamaron rápidamente a Hermione mediante un galeón (le explicaron rápidamente a Molly que era) y dado que ella era la única integrante con magia, ella era también la jefa de su familia y podría participar.

Tuvieron que pedirle a Bill que erigiera protecciones muy fuertes que bloquearían todo el lugar y cuando llegaron los Longbottom, Xenophilius Lovegood y Hermione, Luna acababa de trazar un intricado circulo lleno de runas y sigilos y puesto otros círculos pequeños en cada punto cardinal.

La explicación de Luna era simple, cada Jefe de Familia debía derramar sangre en las runas de familia y luego enunciar sus intenciones respecto a Harry, en este caso, anexarlo a la familia. Si los cálculos de Luna eran correctos, la magia más fuerte de una de esas familias, ligaría a Harry como un hijo de la misma. Cuando Molly mencionó las protecciones de sangre en casa de los Dursley, Luna dijo que seguirían ahí, ya que se basaban en la sangre per se y no en la unidad de familia emocional.

Molly Weasley estaba muy nerviosa cuando su hijo mayor deposito a Harry en el centro del círculo ritual y cada cabeza de familia se colocó en su posición. Muriel empezó con el norte, cortándose la palma y derramando la sangre Prewett, pidiéndole a la magia que aceptara a Harry Potter como su familia, y luego le pidió a Arthur que depositara su sangre, ya que él era su mayordomo. Los Weasley eran una familia secundaria de la Prewett y era un hecho poco conocido. El circulo del norte se encendió en rojo puro y transmitió la magia de la familia Weasley y Prewett.

El circulo del sur lo despertó Hermione Granger siguiendo el ejemplo de Muriel y cuando su sangre se derramó, el circulo del sur encendió en azul y la magia se transmitió a través de todo el circulo ritual, encendiendo varios sigilos.

El circulo del este despertó gracias a Augusta Longbottom y la magia encendió el circulo en amarillo, iluminando el circulo ritual y más de la mitad de los sigilos. Ahora el circulo ritual estaba casi completo y la última magia se añadió con el circulo del oeste, encendido con la sangre de Xenophilius Lovegood, quién derramó su sangre en el último circulo y la magia coloreo el resto del círculo en verde.

A Molly le recordaba fuertemente a Hogwarts la coloración de aquel circulo y cuando todo el circulo estuvo encendido, la magia revoloteo y las runas y sigilos se elevaron en un pequeño tornado que rodeaba la figura de su pequeño hijo enfermo. Cuando aquel tornado terminó, hilos trenzados de aquellos colores salieron disparados hacia los jefes de familia y se aferraron en sus hombros antes de desaparecer.

La magia terminó su trabajo y aunque Harry se seguía viendo enfermo, Luna aseguro que pronto estaría mejor cuando terminara de alimentarse. Debían ver mientras que había decidido la magia sobre la familia de Harry pero fue una sorpresa cuando todos ahora eran más bien parte de la familia de Harry y no al revés.

El circulo ritual debía elegir una familia para Harry, lo que lo haría un Weasley, Granger, Lovegood o Longbottom. Sin embargo, la magia había decidido integrar a todas las familias como parte de la familia Potter.

Se habían convertido en familias vasallas de una familia más grande y antigua. Lo que quería decir que los Potter provenían de una poderosa familia antiquísima.

Luna reviso rápidamente un libro que trajo consigo y dijo que la familia original de los Potter era Peverell, pero por lo que podía ver, se habían integrado las familias de los fundadores y quizás debían revisar la posible herencia de Lily Potter ya que el símbolo que se había formado a la altura de los corazones de los jefes de familia, representaba 5 familias antiguas, así que había una alta posibilidad de que Harry fuera heredero de los 4 fundadores más la línea Peverell.

Bill tomo a Harry en sus brazos y lo llevó a su habitación mientras hablaban sobre el siguiente paso: alimentar al íncubo.

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Ninguno de los jóvenes quería hablar de esto pero debían. Todos los hijos Weasley, Hermione, Fleur, Luna y Neville estaban reunidos en el patio de la Madriguera mientras los adultos se encargaban de preparar el siguiente paso. Bill no sabía que le asombraba más, que su padre supiera hacer un círculo ritual o que aparentemente fueran mucho más poderosos que los suyos.

Aparentemente, la sangre y la intención de los sigilos hacían una enorme diferencia en la potencia de las protecciones. Eso y el impulso mágico de su magia familiar luego de ser integrados como vasallos de la familia Potter. Bill podía sentirlo en su piel, la magia de la línea de Harry era algo intoxicante y le hacía sentirse muy poderoso, capaz de cualquier cosa, de dominar cualquier tipo de magia que quisiera... y le asustaba un poco.

Su padre había terminado el circulo ritual y levantado una tienda de campaña circular que no se parecía a las que habían usado en el mundial de quidditch. Era enorme y redonda, recordando a las tiendas que él usaba en Egipto. Su padre le dijo que la había comprado hace unos meses y que pensaba dársela pronto, pero fue cuando él regreso a casa y bueno, iba a ser su regalo de navidad.

La tienda por dentro estaba llena de almohadas y el piso estaba completamente alfombrado con una mullida alfombra esponjosa que amortiguaba cualquier posible golpe

Todos los reunidos se veían claramente incomodos, a excepción de Luna quién estaba garabateando en un cuaderno.

—Luna, ¿Cómo sabías que hacer? —Bill hace tiempo que se había dado cuenta de que la pequeña Luna había nacido con el don de la videncia y algunos destellos de Legeremancia. Tal combinación debía ser algo difícil de sobrellevar, pero por lo que veía, ella ya había logrado dominar su propia magia y está hacía lo que ella quería.

—Mamá dejó muchas notas y diarios en casa. Cuando ella murió, papá y yo revisamos todo lo que dejó y descubrimos por que murió. Fallo su círculo de protección. Uno de los sigilos se borró parcialmente y la poción logró dañar las protecciones. La energía necesitaba un lugar por donde salir... y mamá era el conductor más cercano además de mí. Ella tomo la energía y terminó el sigilo incompleto antes de que la energía estallara—.

—Yo... lo siento—Bill se sentía bastante incomodo con la respuesta.

—No te preocupes. Mamá sabía los riesgos. La extraño y todo, y me tomó tiempo entender que no fue culpa mía no poder ayudarla. Yo era una niña que apenas estaban entrenando en magia y no había nada que pudiera haber hecho, excepto tomar yo misma la energía y morir en su lugar. Mamá tomo la decisión por ambas y la entiendo—.

—Harry, ¿Estará bien? —Hermione no quiso interrumpir a Luna mientras la chica contaba algo tan terrible e íntimo de su vida personal, pero seguía preocupada por su mejor amigo. Por lo que les habían explicado, Harry era un íncubo y se alimentaba de sexo.

Independientemente de lo que deberían hacer cuando Harry se despertara, quedaba el hecho de que Harry técnicamente debería haber sido asesinado al nacer por el ministerio. Hermione podía aceptar que había cosas muy malas en el ministerio luego de Umbridge, pero esto era demasiado brutal.

—Si, estará bien, pero debe alimentarse pronto o su magia podría sufrir un importante deterioro y eso sería muy malo para su cuerpo—Contestó Luna—No te preocupes por él Hermione. Estamos aquí para él, la magia nos convirtió en su familia y mientras él se alimente de nosotros, recuperara su salud y es posible que algunos de sus problemas físicos se curen solos. Los íncubos después de todo, tienen una biología que los hace prácticamente invulnerables a las enfermedades—.

Harry estaba gimiendo pero la fiebre había empezado a ceder y mientras todos los jóvenes estaban expectantes, Harry por fin abrió los ojos y suspiro mientras un brillo dorado lo cubría. El aroma que despedía el mago era algo dulce y pronto, todos se dieron cuenta que el aroma era muy parecido a los efectos de la Amortentia... excepto que no afectaba tanto a las chicas.

Eso no tenía sentido... a menos que a Harry no le gustaran las chicas. Bill, quién había sido el líder de facto, sintió que debía ser el que lo dijera—Chicas, creo que Harry... este... no le gustan las chicas—.

Ginny iba a decir algo, pero luego pensó en que, en realidad Harry no parecía sexualmente interesado en Cho Chang, sino más bien era como curiosidad antes que atracción. Si, era posible que a Harry no le gustaran las chicas.

Hermione iba a protestar, pero Ginny la tomo del brazo y le hizo una seña a Luna para que las siguiera afuera de la tienda. Bill se sentía dividido por que por un lado quería ayudar a su hermano y bueno, no sería la primera vez que estaba con un chico, pero él estaba en una relación con Fleur. Fleur tomó la decisión por ambos.

Se acercó a Bill y lo beso, diciéndole luego que todo estaba bien y que lo entendía, que lo amaba no importa lo que pasara y que intentara que fuera fácil para Harry, ya que por lo que sabían, el pobre chico era bastante virgen.

Fleur salió luego de apagar la culpa en su novio y eso dejó a todos los demás chicos rodeando la figura de Harry.

—¿Cómo hacemos esto? —Preguntó Charlie. Hasta el momento, él solo había tenido un par de chicas y nada más, Percy solo había estado con Penélope, los gemelos por lo que sabían, habían tenido algunos escarceos aquí y allá pero no sabían si habían tenido algo, y Ron al igual que Neville eran completamente vírgenes.

—Creo que deberíamos ir primero los que ya tuvimos experiencia. Harry aún es virgen y si ponemos a un virgen con un virgen esto va a ser malo para él—Comentó Bill.

Charlie parecía estar cavilando y finalmente pensó que Bill tenía razón—Está bien, entonces se gentil con él y mientras hablare con los que siguen siendo vírgenes sobre lo que deben hacer—.

—Si, Charlie, has eso. No queremos que Harry se lastime o sea algo traumático para los más jóvenes—.

Ron y Neville estaban por preguntar pero fueron sacados por los gemelos y seguidos por Percy y Charlie, quién le dio un asentimiento a su hermano mayor, esperando transmitirle su aceptación. Esto no era sobre sexo per se, sino en darle a su hermano de otra madre una forma de sobrevivir.

Una vez solos, Bill se acercó a la figura tumbada de Harry que gemía mientras trataba de quitarse sus ropas ahora. Los ojos verdes siempre chispeantes, estaban nublados y había algo diferente en Harry con todo ese brillo dorado aun pululando sobre su piel.

Lo primero era quitarle la ropa al muchacho y eso hizo Bill luego de arrodillarse en el piso, sorprendiéndose del estado de algunas de las prendas de ropa interior. Los Dursley tenían mucho que responder si este era el estado de toda su ropa interior y exterior, pero era un pensamiento para después.

Harry era bastante delgado y a pesar de la comida de su mamá, Harry apenas había engordado un poco luego de varios días de cuidado. Bill convoco un poco de lubricante que tenía en su habitación para algunas pajas y empezó a trabajar la entrada de Harry.

—¡Ahh! —La boca de Harry emitió un gemido que sonaba casi como un ronroneo sensual con la intrusión del primer dedo. Bill se sorprendió de lo apretado pero suave que era por dentro. En algún lugar en su interior sabía que esto era porque Harry era un íncubo. Un mago común y corriente se sentiría algo rugoso.

El segundo dedo hizo que Harry se arqueara y empezara a empujar un poco contra los dedos de Bill, quien estaba abriendo y cerrando los mismos como si fueran tijeras y finalmente coloco un tercero y empezó a empujar con ellos juntos.

Harry ahora estaba completamente arqueando su espalda y empujando su trasero contra aquellos dedos, buscándolos con fervor—Más, por favor, más—Bill sabía que debería sentirse contrariado por lo que le estaba haciendo a su hermanito pero de alguna forma su cuerpo sentía la necesidad de tocarlo, de abrazarlo, besarlo y su pene estaba ahora duro como una roca, moviéndose por sí mismo con anticipación.

Bill se quitó toda la ropa con un hechizo y observo que su miembro no solo estaba durísimo sino que la bulbosa cabeza estaba hasta morada por estarse conteniendo—Bill, lo necesito—Harry ahora estaba muy consciente de su entorno y sabía lo que necesitaba, así que abrió sus piernas hasta donde pudo y le mostro su entrada a Bill.

La visión de aquel agujero rosado, rezumando el lubricante fue suficiente para que Bill tragara saliva y se colocara en medio de aquellas piernas que ahora rodeaban su cintura mientras su miembro lo colocaba sobre aquella entrada, empujo y fue como si hubiera entrado en una dimensión alterna.

Aquel brillo dorado aumento y el aroma de todas sus cosas favoritas lo rodeaba. En medio de aquella bruma, estaba el rostro de Harry a quién empezó a besar, metiéndole la lengua y jugando con la suya. Empezaron un vaivén lento y sensual con sus caderas y Bill sintió como su miembro era exprimido por aquellas suaves paredes.

Esto era muy diferente al sexo que tuvo con aquel amigo en Egipto y bastante diferente del que tenía con Fleur. Esto era dulce. Más dulce que la miel. Harry gemía de forma adorable y se abrazaba a la espalda de Bill mientras intentaba empujarse más contra su miembro.

Sus propios cuerpos les indicaron que debían subir el nivel de intensidad y Bill dejo de besar a Harry para pasar a besar el resto de su cuerpo mientras su miembro seguía perforando la estrecha cavidad.

Fueron varios minutos antes de que la velocidad aumentara y el orgasmo los alcanzara a ambos. Bill no se salió de dentro de Harry, Harry no lo permitió. Le dijo que estaba bien, que empezaba a sentirse mejor en cuanto sintió la semilla de su hermano en su interior.

Finalmente, cuando la última gota de su simiente fue arrojada, Bill salió de aquel húmedo y cálido interior y observo a su hermanito. Se veía mucho mejor ahora que se había alimentado pero aquel brillo no había desaparecido.

—¿Sabías lo que eras? —Harry asintió.

—Si, pero no pensé que fuera a ser así. Por lo que leí, solo me sentiría con algo de hambre. Ya debería haber aprendido que las cosas nunca son fáciles conmigo—.

—No, nunca lo son y quizás sea algo tonto decirte esto luego de... pero, ¿Bienvenido a la familia? —Le dijo Bill nervioso a Harry mientras se vestía luego de alcanzar su varita.

—Gracias por eso. No sabía que existía ese ritual, pero bueno, siempre puedes contar con Luna—.

—De nada Harry. ¿Quieres que te siga alimentando o...? —Harry negó con la cabeza.

—No me puedo alimentar dos veces de la misma persona en 24 horas a menos que sea la pareja con la que quiera tener hijos, de lo contrario te dejaría en muy mal estado. No podría hacerte eso ya que somos familia ahora, pero no sé cuánto alimento deba tener. Lo que leí, nunca especifico cuanto necesitaba un íncubo y parece que depende del cuerpo del mismo—.

—Está bien. Yo... lo siento...—.

—¿Por qué? —.

—Bueno, íncubo o no, esta era tu primera vez...—.

Harry parpadeo antes de reírse musicalmente. Bill se sorprendió por ese sonido. Alguna vez leyó que los súcubos e íncubos eran los demonios más hermosos por excelencia y se sospechaba que el mismo Luzbel era el que inicio la raza, pero esa risa... Bill creyó que podía entender por qué se les consideraba los más hermosos demonios.

—Bill, para los íncubos la primera vez no es tan importante como la primera vez con tu pareja. Algún día mi naturaleza me indicara con quién debo tener bebés y esa primera noche es la que un íncubo considera su primera vez. No me quitaste nada. Si te sientes culpable piensa en esto como un tratamiento experimental de alguna enfermedad rara. No me diste sexo, me diste pociones o algo así—

Bill sonrió ante lo dicho, pensando que debía replantearse su moralidad respecto a su hermanito. Si, un íncubo no vería las cosas desde la perspectiva de un mago común y corriente. Ellos verían las cosas desde su propia moralidad. Su hermanito se veía mejor y estaba consciente otra vez. Eso era todo lo que importaba. Ya resolverían luego lo demás.

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Charlie entro luego de que su hermano saliera y le explico a los demás que Harry estaba mejor y consciente pero no sabía cuanto más "alimento" necesitaría. Y si, Harry sabía lo que él era, pero no había pensado que fuera a ser tan feroz el hambre luego de su cambio, ni que estaría básicamente drenándose de magia a un punto peligroso.

Bill no había querido hablar más de lo que Harry sabía sobre sí mismo hasta que su hermano estuviera sano. Además, quedaba el asunto de como ocultarían su naturaleza en Hogwarts, ya que aunque el director era un mago bastante liberal, dudaban que permitiera que Harry viviera si se enteraba de su condición.

Esa era una ley que casi nadie discutía y de hecho, casi todo mundo creía que los súcubos e íncubos se habían extinguido de Gran Bretaña.

Mientras Bill y el resto de sus hermanos más Neville discutían que opciones tenían para proteger a Harry y Ron y Neville eran instruidos por Bill sobre lo que debían hacer en caso de que Harry no estuviera suficientemente alimentado, Charlie se arrodillo ante Harry para poder hablar a su altura.

El muchacho seguía desnudo y era bastante delgado, pero se veía mucho mejor que en días. Aún estaba cubierto por ese brillo dorado y sus ojos resplandecían con chispas de oro sobre el verde esmeralda.

—¿Esos son tus verdaderos ojos? —Pregunto Charlie. Harry asintió.

—Más bien serán mis ojos a partir de ahora. Por lo que sé, mi propia naturaleza de íncubo empezara a resolver los problemas de salud que tenga. Ya había resuelto todos con pociones pero los ojos es algo que jamás se pudo reparar hasta ahora. Puedo ver todo sin mis lentes—.

—Eso es bueno Harry—Charlie podía admitir que estaba nervioso. No era virgen pero jamás había tenido sexo con un hombre y no sabía qué hacer si era sincero—Bill nos dijo que no puedes alimentarte de la misma persona dos veces el mismo día—.

—Así es. Podría drenar a la persona y dejarla en muy mal estado si me alimento en esta condición más de una vez. No sé si más adelante solo podría sentirse muy cansado, pero en este momento, sería muy peligroso—.

—Este... no sé cómo debo hacer esto—.

Harry sonrió y le pidió que se desnudara—Te ayudare—.

Charlie obedeció la orden y se desnudó con su varita, para luego ser tumbado contra el suelo—¿Qué estas...? —.

—Tomando el control. No sabes que hacer pero yo sí. Solo relájate y déjame hacer todo el trabajo—.

Harry básicamente se montó sobre el cuerpo de Charlie, moviendo su trasero sobre su pene, haciendo que la sangre empezara a llenar el órgano y ponerlo inhiesto. La visión del chico sobre él, moviéndose como una serpiente, le hizo sentir a Charlie que estaba siendo hipnotizado por una cobra, pero los ojos de Harry le recordaban fuertemente a un dragón. Con ese verde intenso y esas chispas de oro en ellos.

Con cuidado, Harry llevó aquel grueso órgano hacia su interior y asombro a Charlie cuando su miembro fue básicamente succionado hasta la base por el trasero de Harry—Eres un chico grande. Me gusta—.

Harry entonces empezó a moverse arriba y abajo, sacando y metiendo el mismo el miembro de Charlie dentro suyo. Con cada embestida, Harry jadeaba y entrecerraba los ojos abandonándose al placer. La visión de una criatura tan hermosa como Harry, usándolo como juguete sexual, fue demasiado para Charlie quién tomo las caderas del chico y lo jalo hacia abajo, haciendo que el empuje fuera más fuerte.

Dentro suyo, el instinto animal tomo control de Charlie y volteó a Harry, colocándolo contra el suelo a él ahora. Embestía como una bestia y Harry abría y cerraba la boca con placer hasta que sus labios fueron tomados por el musculoso hombre y se sentía llenado de forma muy placentera.

Charlie sintió como si su vida fuera tomada a través de su miembro y cuando su semen llenó aquel canal, el brillo dorado que rodeaba a Harry se atenuó. Una vez que su pene se ablandó, salió de Harry y notó que fuera del lubricante, nada escurría de aquel agujero rosado.

—¿Por qué no escurre nada? —No había que ser un genio para saber que todo aquel semen debería salir por algún lado. Harry rió sobre eso y su risa era como campanillas o algún instrumento musical. Esa risa era hermosa.

—La magia que me alimenta está en los fluidos sexuales. Si tuviera preferencia por las chicas, ellas de repente sentirían que su lubricación desaparece luego de que tengan sus orgasmos—.

—Oh—Fue todo lo que dijo Charlie mientras se vestía. Harry se empezaba a ver mejor que cuando él entro y mucho mejor que antes del ritual.

—Espero que pronto te sientas satisfecho hermanito—Dijo Charlie, ya vestido y dándole un beso en la frente a Harry. Ambos sabían que más adelante tendrían más momentos como este pero debían verlo como lo que era: comida para Harry. No les haría ningún bien a su nueva familia el verlo como un potencial novio de alguno de ellos.

Si alguno hubiera sido su potencial pareja, todos lo habrían sabido sin duda.

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Charlie salió de la tienda y le indico a Percy que entrara. Los demás interrogaron a Charlie sobre porque le dijo a Percy que entrara y Charlie les dijo que sentía o más bien, el Allure (que Charlie identifico como el aroma que todos podían percibir) lo sabía, debían ir en orden de mayor a menor. No eran familia de sangre de Harry, así que como vasallos, había cierto orden que seguir.

La magia de sangre daba las órdenes y sus mentes las interiorizaban. Bill tuvo que estar de acuerdo con eso y sentía que la magia de Harry estaba hambrienta, y que probablemente requerirían a todos los varones jóvenes que estaban disponibles actualmente.

Los gemelos estaban pensativos, Ron nervioso y Neville callado. Mientras tanto, en la tienda, Percy estaba asombrado del cambio obrado en su nuevo hermano. Siempre pensó que Harry era un poco demasiado lindo como hombre pero aun con su cuerpo un poco delgado por el hambre y el cambio, Harry era hermoso.

Percy sabía que aún tenía que expiar su error con su familia pero nunca pensó que su expiación sería... bueno, teniendo sexo con el adolescente. Harry había hecho una especie de nido con varias de las almohadas y él estaba en el centro de ellas, acostado de forma cómoda, completamente estirado y sensual.

—Vaya, quién lo diría. Así que tú eres el chico travieso de los hermanos mayores. Me lo esperaba de los gemelos, incluso de Ron, pero ¿Tu, Percy? —.

Percy frunció el ceño—¿A qué te refieres? —.

Harry rió. Esa risa era demasiado hermosa y tan solo escucharla puso a temblar el cuerpo de Percy. Nadie debería tener una risa así. Todas sus terminaciones nerviosas parecieron empezar a hervir de deseo por el jovencito que estaba desnudo sobre aquellas almohadas. ¿Eso era algo de los íncubos/súcubos?

—¿Sabes algo de los íncubos? —Percy negó con la cabeza—No podrías averiguar mucho. Me costó encontrar literatura donde viniera algo sobre mi especie. Como le dije a Bill, sabía lo que era. Desde hace años lo supe y busqué que era. Cuando lo averigüe, me costó encontrar algo que me dijera que sucedería conmigo. Pero entre lo que averigüe, sé que mi especie puede saber el tipo de sexo ideal de su objetivo—.

—¿Eso que quiere decir? —Percy ni siquiera noto que estaba desnudándose sin poder controlarlo, incluso aventó sus lentes, tan interesado como estaba en saber a qué se refería Harry. Harry estaba complacido con el control de Allure que le había enseñado su maestra Veela. Su abuelo iba a estar orgulloso de cómo podía ordenar a sus objetivos sin que ellos siquiera notaran la orden subyacente.

—Bill es clásico, Charlie quiere estar arriba y tener cierto control, pero tú... con todo tu amor por las reglas... bueno, debí saberlo, siempre son los callados—Harry volvió a reír—Te gustan las cosas un tanto pervertidas, las ataduras, los hechizos para lubricar, los disfraces...—Harry se puso en cuatro, dándole la espalda a Percy y mostrándole su trasero, moviéndolo coquetamente—Las nalgadas...—.

Percy estaba asombrado. ¡Nadie sabía eso! Ni siquiera Penélope. Ella era muy dulce, femenina y tradicional. Justo lo que Percy quería en una novia, con miras a convertirla en esposa, pero debía aceptar que a veces tenía estas fantasías donde ataba a Penny a la cabecera de la cama y le ponía un antifaz para luego "torturarla" con algunos juguetes. Su padre nunca debió traer esa caja de cosas muggle que su mamá quiso incendiar cuando las vio.

Percy dijo que él se encargaría de incinerar dicha caja pero en cambio investigo que hacía cada cosa, leyó cada libro y quedo fascinado con los juguetes sexuales, el bondage, los columpios, las plumas, las esposas... aunque todo era un poco torcido, Percy empezó a entender un poco la fascinación de su padre con los muggles, toda proporción guardada.

Su padre estaba asombrado de cómo se habían adaptado a un mundo sin magia, construyendo millones de artilugios y cosas. Percy estaba fascinado con la imaginación de los muggles en algo que todos podían hacer, con o sin magia. Los magos no tenían nada como esto. Había algunos hechizos pero no se consideraba algo bueno el variar las cosas en el sexo.

Pero aquí estaba, en una tienda con protecciones tan fuertes como Gringotts, habían participado como familia en un ritual de sangre y básicamente estaban sus hermanos y él tomando turnos en un Gangbang con el que sería su hermano de otra madre.

¡Al diablo con los convencionalismos! Ya habían transgredido muchas líneas que jamás debían cruzarse, ¿Qué más daba otra más?

Llegó hasta donde Harry y azoto esas redondeces. El ruido de su mano golpeando la joven piel fue sublime y el pequeño gritito del chico solo hizo respingar su pene con anticipación.

—¿Te gusta, pequeña puta? —Percy no sabía que lo impulso a decir esas palabras soeces pero a Harry parecía no importarle.

—Si, dame más—Percy obedeció la orden y nalgueó repetidamente aquellas protuberancias hasta que estuvieron rojas. Harry gemía y gritaba con placer por el castigo. El pene de Percy estaba más duro con cada nalgada y no pudo aguantar más.

Se arrodillo encima de aquel nido de almohadas y separo sus nalgas de Harry, dejando expuesto aquel anillo de músculos que ya había sido abusado por sus dos hermanos. Aparentemente, Harry había encontrado el lubricante y se había insertado bastante cantidad. Eso ahorraba mucho tiempo.

Sin perder más tiempo, Percy coloco la punta de su miembro en aquella entrada y se enfundo en una estocada. Harry gritó por la intrusión pero la sensación de aquel miembro taladrándolo básicamente era bastante sexy y divertido.

¿Quién hubiera imaginado que Percy gustaba del sexo kinky? Quizás a futuro le mostraría su caja de juguetes. El alimento que le proporcionaba Percy era de muy buena calidad. Ahora el hombre estaba tomando a Harry por las caderas y empujando con fuerza dentro suyo y ¿Esa mano estaba yendo hacia su miembro?

—¡Oh, si! —Si, Percy estaba masturbándolo mientras por otro lado lo estaba llenado con fuerza. De alguna forma, en medio de todo este sexo desenfrenado con los Weasley, Harry tenía tiempo de pensar en múltiples cosas.

Una cosa que le quedaba claro es que todos los Weasley eran muy fértiles y tenían buenos genes. La parte de íncubo en él podía dar fe de ello. Era parte de su naturaleza curar, diagnosticar, dominar. Eran criaturas tan completas y poderosas que no sorprendía que los magos hubieran intentado dominarlas y casi lo lograran si no fuera por aquella súcubo que tomó venganza.

La otra cosa que pensaba a la par de que hasta ahora, los Weasley eran buenos follando, es que el Allure le proveía de lo necesario para darles a cada uno lo que necesitaba exactamente para sacar lo mejor de sí mismos.

Bill era protector, así que su naturaleza le indico que fuera por la doncella casta aunque cuando se alimentaba (es decir, se masturbaba con sus juguetes) antes de tener a plenitud su herencia, había tomado dildos que harían tragar en seco a la más puta de las putas.

Charlie era un poco más fuerte y le gustaba dominar, pero no quería una doncella sino una pequeña fiera a domesticar. Un rol más activo le haría olvidar a Charlie que él era completamente heterosexual, lo que le haría preguntarse si quizás, quedándose solo con mujeres, no se estaba perdiendo de mucha diversión.

La sorpresa fue Percy, quién tenía deseos reprimidos pero no era una sorpresa muy grande tampoco. Alguna vez leyó en una novela erótica que las personas calladas o serias suelen reprimirse tanto que explotan en pasiones. Es decir que les gustaba lo pervertido o eran destructivos. En este caso, pervertido.

El enfoque de doncella o mujer empoderada no serviría con Percy: él necesitaba una puta con experiencia. Alguien que le dijera que estaba bien jugar, no tomarse todo con seriedad, que sus deseos importaban y no había nada prohibido en la cama siempre y cuando todos los que participaran dijeran que sí.

No había probado antes las nalgadas, pero fue una sorpresa bienvenida saber que a su apetito de íncubo le sabían picante y suntuoso. Esa era la tercer cosa que Harry pensaba mientras Percy empezaba a acelerar la velocidad de las embestidas, haciendo que su cuerpo fuera empujado hacia el frente mientras la mano que estaba en su cadera, evitaba que colapsara. Pensaba en como cada sexo sabía diferente.

Bill supo a menta hecha té, cálido y reconfortante, incluso un poco dulce. Charlie sabía un poco a carne jugosa en su punto perfecto y Percy sabía a comida hindú muy picante. Casi podía imaginar a que sabrían los gemelos, quizás algo como comida china o mexicana, entre dulce y picante. Ron quizás sería a helado o algo así, solo esperaba que si era helado, fuera de chocolate oscuro. Sería decepcionante que su mejor amigo supiera a simple vainilla. Neville era una incógnita aunque apostaría que a buen whiskey de fuego, ya que era tranquilo, serio y bueno, Percy demostró que los serios luego son volcanes esperando explotar.

Finalmente, el clímax llegó con toda su fuerza y ambos se corrieron al mismo tiempo, colapsando sobre las almohadas. Percy salió de aquel interior, jadeando, tratando de entender lo que había pasado. ¿Por qué Harry tenía una mordida en el hombro? Ah sí, él lo había mordido antes de vaciarse por completo dentro del chico. Cualquiera que viera al muchacho, pensaría que Percy lo había violado con su culo enrojecido, la mordida en el hombro y las marcas de sus dedos en aquella cadera.

Pero Harry estaba sonriendo mientras volvía su respiración a su ritmo regular. Percy vio como aquel brillo dorado se atenuaba más y ahora el cabello de Harry parecía brillar como si tuviera plata dentro del negro. Los labios del chico ahora se ven algo más llenos, su cuerpo antes muy delgado ahora se ve simplemente delgado y el cambio más significativo se veía en su piel que ahora se veía más lisa, excepto por algunas cicatrices muy evidentes, pero las pequeñas, ya no existían más.

Percy le dio un último beso a su compañero de sexo y mientras se vestía, se preguntaba qué demonios lo poseyó para hacer todas esas cosas, pero no le da tiempo de pensar, antes de que Harry lo abrace por detrás.

—No pienses mucho. Eres astuto, inteligente y ambicioso. Hubiera sido un excelente Slytherin y lo digo de la mejor forma. Tienes una meta muy buena, pero necesitas soltarte un poco el pelo. Lo que deseas en la cama es una señal de que eres creativo y pasional. La política también se nutre de la pasión. Solo piensa en esto ¿Por quién votarías si estuvieran en campaña para Ministro, un seguidor estricto de reglas como Fudge o alguien estricto pero pasional como Madame Bones? Yo votaría por Bones—.

—¿Crees que tengo potencial? —Percy estaba asombrado. Nadie le había dicho que tenía potencial para Ministro de Magia. Incluso su mamá había sido condescendiente con él y sus sueños.

Harry le ayudo a terminar de vestirse mientras hablaba—Creo que tienes potencial para hacer lo que quieras, pero te detiene tu idea de que solo hay una manera de hacer las cosas. Piensa en los gemelos, para ellos nada es imposible y son determinados. Por eso no dudo que lograran hacer un negocio exitoso de su tienda de bromas. Bill y Charlie son determinados y si les preguntas, seguro te dirán que hay muchas maneras de lograr tus objetivos. No te obsesiones con un solo camino—.

Percy se fue de la tienda, pensando en tantas cosas y sabiendo que era probable que Harry necesitara al resto de sus hermanos más Neville para terminar de alimentarse.

~~~~~~~~~~*****~~~~~~~~~~

Fred y George eran muy inteligentes. Si ellos de hecho estudiaran como Percy, habrían roto todos los récords de calificaciones en Hogwarts, en al menos un siglo o dos. Pero ellos eran demasiado inteligentes para limitarse al temario de Hogwarts.

Los muggles tenían superdotados iguales a ellos, gente tan inteligente que se aburría cuando eran forzados a aprender al ritmo de sus pares y la salida que sus cerebros creaban para evitar el sopor, era la creación del caos.

Cuando los gemelos descubrieron las bromas, un mundo de posibilidades se abrió ante sus ojos. Había tantas cosas con las que experimentar que jamás de los jamases podrían aburrirse. Así empezó la infame carrera de bromistas de los gemelos Weasley.

Así que cuando Percy salió de la tienda una hora después (¿Por qué tardo más que la media hora que les tomo a sus hermanos mayores cada uno?) en un estado pensativo y un tanto contrariado, sabían que algo más estaba pasando alrededor de Harry, además de todas las sorpresas de ese día.

Su intuición no les falló cuando ellos entraron a la tienda y observaron a Harry sentado en flor de loto con muchas almohadas alrededor. Observaron que en un rincón había un montón de almohadas que se veían algo húmedas en varias partes. Con un perezoso movimiento de su muñeca, Harry desapareció las almohadas y miró con malicia a los gemelos.

—De alguna forma, no me extraña que ustedes sean así. Creativos, astutos y con una inteligencia con la que Hermione solo puede soñar pero que ustedes tienen desde la cuna. Sherlock y Moriarty como gemelos. Absolutamente delicioso—.

Fren y George se asombraron tanto de la exhibición de magia sin varita y no verbal, como del hecho de que su pequeño hermano se veía mejor que nunca. Incluso mejor que antes de su cumpleaños.

Los ojos verde esmeralda con chispas de oro que recordaban a una joya, la piel casi perfecta que parecía alabastro o mármol pulido, el cabello negro cuyos reflejos ahora parecían plata y esos labios un tanto carnosos que invitaban a ser besados, mordidos, mallugados. Pero además de ese rostro angelical y seductor, el cuerpo de Harry era un tanto andrógino pero con suficiente carne para parecer un bocado suculento. Una delicatessen para ser devorada con propiedad.

Si todo eso no fuera suficiente, cuando Harry les dedico una risita, el sonido musical de aquella risa hizo que ambos chicos sintieran una imperiosa necesidad de tener muy malos caminos con Harry. Quizás un tándem de pelirrojos le gustaría al pequeño íncubo.

—¿Te gustaría que lo intentáramos entre los dos? —Fred hablo antes que George, pero George estaba muy de acuerdo con aquella idea. La forma en que Harry se comportaba, daba indicios de que él era el que estaba en control y que eso era algo que quería.

—La pregunta aquí es, ¿Les gustaría a ustedes? —Harry levantó una ceja al más puro estilo de McGonagall. La mujer podía arquear una ceja como nadie.

Fred y George se miraron a los ojos y se comunicaron en su mente. Era uno de sus muchos pequeños secretos que entre ellos la Legeremancia era natural. No era tan fácil leer a alguien más y les costaba trabajo, pero leerse la mente entre ellos era como respirar. Así que se comunicaron sin palabras el asunto.

Por un lado, Fred sabía que a Angelina no le gustaría la idea de un "sándwich" y George aun no tenía una relación con nadie y las pocas chicas y chicos con los que salía, no creía que aceptaran algo así. La respuesta era sí, un tándem era algo que querían hacer. Eran gemelos después de todo, hacían casi todo juntos excepto ir al baño y el sexo. ¿Por qué no probar el sexo conjunto?

Cuando menos vieron, ambos ya estaban desnudos y su ropa doblada en dos bultos lejos de donde estaban. Si, magia sin varita de parte del pequeño íncubo. Fred se arrodillo detrás de Harry y empezó a besar su cuello, arrancando pequeños suspiros de placer del chico. George por su lado tomo uno de los pezones rosados y tan lindos que casi rogaban por ser lamidos y mordidos. Y eso es precisamente lo que hizo. Lamió y chupo aquel pezón hasta botarlo para luego morderlo suavemente.

Con placer, George descubrió que Harry seguía bastante distendido lo que no era una sorpresa viendo que ya se había "comido" a 3 de sus hermanos. De hecho, estaba bastante estirado y se sentía suave y cálido por dentro. Sus dedos exploraron hasta dar con una bolita y George presiono.

El grito de placer con el respingo del pequeño cuerpo, le indico a George que había dado en el blanco. Esa era la próstata de Harry.

—Fred, túmbate sobre las almohadas—Fred detuvo sus ministraciones a Harry a quién ahora estaba dejándole marcas de amor en la espalda. Obedeciendo la orden de su gemelo, se tuvo de espaldas, haciendo que su miembro pareciera una suerte de mástil de carne apuntando dolorosamente hacia arriba.

>> Ahora Harry, quiero que tomes a George dentro, ¿Puedes hacerlo cariño? —Harry sonrió. Sabía que su parte íncubo estaba en lo correcto y era George el alocado de los gemelos y el que ya había probado tanto a chicas como chicos.

Harry asintió y se acostó encima de Fred, dándole la espalda a George y fue empalándose a sí mismo con el miembro de Fred hasta la empuñadura. George casi se corre al ver una imagen tan erótica como esa, donde podía ver como entraba el falo en aquella cavidad. Tan estirado que uno podía pensar que se rompería pero sus instintos le decían que en este caso, era pura apariencia.

De hecho, Harry se veía muy cómodo con esta situación. No es que quisieran que estuviera incomodo, era más como si estuvieran viendo a un Harry distinto al que conocían. Como fuera, eso no era relevante en ese momento.

George se acercó y con cuidado, alineo su miembro con el de su hermano y empujo en aquella estirada entrada.

—Ahh—El gemido de Harry esta vez fue de sorpresa y confirmación. Fred sabía a comida mexicana y George a comida china o tailandesa. Entre los dos, obtenía una comida que sabía a algo entre mole y salsa agridulce.

Otra cosa para agregar a sus pensamientos es que cada Weasley la tenía grande. Hasta ahora los rangos iban de 27 a 32 centímetros. Los gemelos estaban en el medio con unos buenos 29 centímetros. Dos penes de esos estaban dentro suyo, moviéndose en sincronía perfecta.

Mientras lo penetraban, ninguno de los dos estaba ocioso. Fred lo tomaba de sus caderas, pero constantemente lo acariciaba y a veces tomaba su miembro para darle algunos jalones suaves. George por su parte, lo tenía sujeto del pecho, de forma que no pudiera moverse mucho hacia el frente, y su mano errante repetía las acciones de Fred en su miembro y luego pasaba a otros lados.

Pero la boca de George era una revelación, chupando, lamiendo y mordiendo la piel a su alcance, sabía qué puntos tocar de su anatomía para que la sobrecarga sensorial fuera muy placentera para Harry.

Finalmente, las manos de ambos hermanos se juntaron en el miembro de Harry y empezaron a masturbarlo en tándem. Fue demasiado para Harry, ya que además de la masturbación, George lo coloco de forma tal que los penes de ambos tocaban su próstata y ya estaba en punto de ebullición.

Su orgasmo esta vez no fue la liberación relativamente calmada de antes sino como fuegos artificiales explotando en sus venas. Sintió con placer como era llenado a tope con el semen de los hermanos y finalmente era liberado de aquellos brazos.

Podía decir que ahora se sentía vacío sin aquellos penes taladrándolo. Con un perezoso movimiento de su mano una vez que estuvo acostado y libre de moverse, Harry los limpió y vistió. Los gemelos ya vestidos observaron como el cuerpo de Harry perdía algo más de ese brillo dorado que había tenido desde el círculo ritual y su cuerpo se sanaba de las marcas de amor y en general, mejoraba la apariencia de Harry.

Ahora Harry tenía más carne en los huesos y si no lo supieran mejor, pensarían que Harry era una virginal doncella por la apariencia de inocencia y dulzura que exudaba.

Ambos salieron algo pensativos de ahí.

—¿Qué les tomó tanto tiempo? —Les preguntó Bill en cuanto los vio.

—¿Tanto tiempo? —Preguntó Fred, extrañado.

—Estuvieron ahí casi dos horas—.

—Yo, no pensé que hubiéramos estado tanto—Contestó George, pero se negaron en redondo a contestar lo que había pasado.

No es que sintieran culpables pero era algo que ellos compartirían solo entre ellos y quizás Harry si un día necesitaba otra vez alimentarse de ellos.

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Ron estaba nervioso. Luego de haber hablado con sus hermanos mayores, sabía que él básicamente debía dejarse guiar, que la parte íncubo de Harry le indicaría que hacer y eso era todo.

En algún punto, Bill convoco una botella de whiskey de fuego y unos cigarrillos. Él le dio un buen trago a la botella y se la paso a su hermano Charlie, mientras Percy agarraba uno de los cigarrillos, Bill luego tomo uno y observo como su siempre serio hermano daba sendas bocanadas para luego convocar una botella de Ogden añejado. Bebió casi un cuarto de la botella antes de pasársela a Bill.

—Mi trabajo debería darme alguna alegría de vez en cuando y esto me lo compre con mi primer sueldo—Dijo Percy sin dar más detalles de porque considero pertinente decirlo.

A Ron incluso le permitieron un pequeño trago mientras los gemelos estaban... no, Ron no quería pensar en lo que pudieran estar haciendo los gemelos con Harry y es que, aunque sabía en su mente que para Harry, esto era el equivalente a comer pollo para él, Ron veía al sexo como algo romántico y especial.

Cuando los gemelos salieron, tomaron la botella de Whiskey de Fuego de Bill y el Ogden de manos de Charlie, quién acababa de darle un trago, tomaron cada uno un cigarrillo y se fueron a recargar en un árbol que estaba ahí cerca, pensando mucho, igual que todos sus hermanos mayores estuvieron y seguían haciendo luego de haber tenido sexo con Harry.

Ron tomo todo su valor de Gryffindor y dejo atrás a sus hermanos para enfrentarse a su mejor amigo y nuevo hermano.

Sea lo que sea que esperaba, no era lo que lo recibió. Harry se veía mucho mejor que incluso antes del ritual de sangre. Siempre había pensado que Harry era un poco lindo pero ahora era francamente hermoso.

—Pareces un ángel—Dijo Ron sin pensarlo, tapándose la boca por lo idiota que pensó había sonado. Harry rió con aquella risa musical y Ron se sintió más tranquilo y un tanto más excitado.

—Gracias—Harry estaba desnudo y acostado en el suelo pero había convocado una sábana para cubrirse "tímidamente". Con los gemelos ni siquiera tuvo que usar el Allure para tranquilizarlos, ya que ellos ya habían interiorizado lo que él necesitaba de ellos. Con Ron sabía que tendría que usar tanto su risa como el Allure.

El aroma que despedía su amigo era todo lo que estaba bien en el mundo. Ron se arrodillo y observo con curiosidad mal disimulada los cambios que se habían obrado en Harry. Ron mentiría si dijera que aquel hermoso cuerpo no le provocaba nada. Pero de alguna forma tampoco quería hacerle esto a su amigo.

>> Ron ¿Estas bien? —La voz de Harry seguía siendo la misma a pesar de que su rostro ahora era el de un ángel.

Ron negó con la cabeza—No, no estoy bien. No es justo que esto te pase a ti. Siempre es algo ¿No? Quién-Tu-Sabes, el ministerio, Sirius, la profecía, los Dursley... todo siempre parece pasarte a ti, y yo... no puedo ayudarte y ahora ¿Esto? ¿Lo único que puedo darte es esto? —El chico no sabía porque estaba diciendo todo esto.

Hace un año todavía era este adolescente malhumorado que estaba celoso de la suerte de su mejor amigo, pero luego de lo del ministerio y la muerte de Sirius, no podía pensar en que quería la suerte de Harry. La suerte de Harry apestaba.

—Está bien Ron, no tienes que hacer esto—.

—¡Pero quiero! Soy tu mejor amigo y nunca puedo ayudarte. Apenas he podido hacer algo para ayudarte con tu carga—Ron estaba a punto de las lágrimas y Harry le dio un beso suave en los labios. El suave contacto saco a Ron de su diatriba.

—Está bien, ayúdame—La sonrisa de Harry era tímida y aun con la sabana cubriéndolo, llevó a Ron a acostarse a su lado—Tócame—Ron toco a Harry en el pecho sobre la sabana y se asombró de que Harry ya no estuviera tan delgado. Harry se descubrió el pecho, dejando la sabana solo tapando sus partes nobles y Ron pudo tocar aquel pecho lampiño, maravillándose de la suavidad de aquella piel.

Harry dejó que Ron tocara todo lo que quisiera mientras él se encargaba de irlo desnudando. Ron apenas registro que ahora estaba tan desnudo como cuando nació y no había nada que separara sus pieles excepto aquella sabana.

>> Eres un chico grande—Ron registro vagamente aquella declaración—De todos tus hermanos, eres quién la tiene más grande. Me pregunto si podrá entrar por completo en mi—Ron sintió cuando una mano de Harry empezó a tocarlo.

—Mhmm—Ron apretó sus labios en un burdo intento de detener el gemido que quería escapar de su boca—Ahh—Pero fue imposible de contener cuando Harry seguía tocándolo de esa manera.

—Tócame—La voz de Harry sonaba necesitada y Ron llevó su mano hacia el miembro de Harry, sintiendo la piel tersa y suelta, masajeando aquel miembro—Si, eres mucho más grande que tus hermanos—.

—¿Qué tan grande? —Pregunto Ron con la voz ronca de deseo. Nunca le había ganado en nada a sus hermanos, así que saber que era el más "grande" de ellos, acariciaba mucho su ego.

—Diría que unos 35 centímetros, quizás más—Ron sonrió complacido. Era un "chico grande". Quizás nunca tendría calificaciones perfectas como Percy o sería tan creativo como Bill y los Gemelos, ni tendría la fuerza física de Charlie, pero tenía un enorme pene del cual podía estar orgulloso—¿Te gusta? —.

—Si, me g-gusta—Harry ya estaba rezumando lubricación en su entrada. Adrede había dejado cerca de si el bote de lubricante convocado por Bill, pero no lo había usado más que con él, todo lo demás que creían era lubricante, era en realidad su propia lubricación. Había muchas ventajas en su naturaleza de criatura.

La sabana había sido retirada y no había nada que protegiera a ninguno de los chicos para que sus pieles se juntaran. Sus labios se juntaron (para Ron era su primer beso) y sus manos dejaron de masturbar sus miembros para pasar a recorrer sus cuerpos. En aquel espacio solo se podían oír los suspiros y gemidos de ambos chicos, dedicados en darse placer.

Ron tuvo una idea y poniendo a Harry debajo suyo, alineo su miembro son el de Harry y empezó a moler sus caderas contra las de Harry. Harry jadeo por la sorpresa pero su íncubo interior estaba complacido de que su mejor amigo lo tuviera en él. El roce de sus miembros le gustaba mucho y llevaba lentamente la excitación a un buen punto.

>> Entra en mí, por favor—Dijo Harry cuando sintió que podría correrse y eso sería contraproducente si lo hacía antes que Ron. Podría drenarle la magia ya que aún no sabía si su cuerpo podía interpretar que ya había comido cuando él se corría o solo cuando ellos se corrían.

—¿Cómo lo hago? —Harry sabía que él debería guiar a Ron, pero no esperaba que de verdad no tuviera ni idea de qué hacer.

—Pon mis piernas en tus hombros, Ron—Con cuidado, Ron coloco las piernas de Harry, una en cada hombro y observo como sus nalgas de abrían y el agujero rosado y abusado previamente, se mostraba expuesto a la mano.

—Es lindo—Ron se sonrojo de lo dicho, pero es que si era lindo. Todo apretado a pesar de todo y rosado, con mucho "lubricante" dentro. Con curiosidad, metió un dedo y este fue succionado. El interior se sentía suave y cálido, apretado.

—Ponlo ahí. Pon la punta ahí y empuja lento—Harry estaba expuesto por completo a su amigo y Ron tomó su miembro y lo puso tal como le había dicho Harry. Con cuidado, Ron se empujó y se asombró de ver como la punta roma iba siendo tragada por aquel hermoso agujero.

Siguió empujándose lentamente y pronto, Ron estaba enfundado hasta la base, apenas creyendo que todo su pene pudo entrar en su amigo—¿Qué hago ahora? —.

—Muévete lento, hacia atrás y no salgas por completo y luego empuja de nuevo hacia adentro—Ron así lo hizo y pudo sentir como era estrechado mientras se retiraba y luego vuelto a estrechar al empujarse dentro de nuevo.

—¡Oh! ¡Se siente rico! —Ron no podía creer lo delicioso que era esto. Cada vaivén que daba lo hacía sentir que se estaba derritiendo dentro de aquel húmedo y cálido interior. Ver a Harry gesticular de placer, solo sumaba morbo a una situación bizarra de por sí, pero no por eso menos placentera.

—Más, dame más—Ahora Harry se dejaba montar a voluntad de Ron mientras se mordía uno de sus dedos de forma tan erótica que Ron empezó a embestir con mucha más fuerza. Los gemidos sumados a los sonidos de chapoteo fueron demasiado y Harry sintió que Ron estaba al límite, así que empezó a masturbarse.

Ron se corrió primero pero Harry le siguió segundos después. Contra todo pronóstico, Ron no se salió de inmediato sino que le dio un beso largo a Harry antes de hacerlo y luego se tumbó a su lado, dándole pequeños besos en su hombro más próximo y suaves toques con sus manos.

Harry se sorprendió del sabor de Ron. Había pensado que sería al menos helado de chocolate pero era más bien jambalaya, un tanto picante pero no demasiado, al menos para su gusto. Aun recordaba que el verano pasado su abuelo lo había llevado a visitar algunas ciudades en Estados Unidos y los platos que más le gustaron fueron las hamburguesas y pizza de Nueva York y la cocina Cajún de Nueva Orleans.

Ron sabía a comida reconfortante un tanto picante. Fueron unos preciosos instantes de paz mientras Ron le dedicaba algunas atenciones postcoitales. Cuando tuviera novia, Ron ya tenía una carta de triunfo asegurada con el sexo.'

Harry tuvo que decirle que no pensara mucho sobre lo que acababa de pasar, ya que para él, Ron seguiría siendo siempre su amigo y hermano. Ron frunció el ceño pero su mente estratégica pensó mejor las cosas. No iba a enojarse con Harry, ya que él estaba siendo sincero. Esto no era sexo con amor, sino simple sexo para Ron y alimento para Harry.

Ron relajo su semblante y Harry respiro tranquilo. Esta era una prueba de fuego que Ron pasó. No quería tener a un Ron celoso y acosador detrás suyo. Quería que entendiera que él no podía ver el sexo como cualquier otra persona podría hacerlo.

Para Ron el sexo significaba mucho y aunque esta era su primera vez, el sexo no era lo que esperaba. Ron esperaba fuegos artificiales, violines, rosas por todos lados, pero descubrió que el sexo también podía ser solo algo divertido, algo placentero. Su virginidad parecía haber alimentado muy bien a su nuevo hermano porque aquel brillo dorado casi se había eliminado de él.

Un último beso termino el asunto y Ron sabía que la conexión con Harry siempre estaría ahí y que alguna otra ocasión necesitaría alimentarlo igual que Bill, Charlie, Percy y los gemelos. Incluso Neville. Además, quedaba la duda de que pasaría cuando Harry terminara de alimentarse esta ocasión. ¿Aun necesitaría alimentarse de ellos o podría alimentarse de otros?

Harry pensaba que Ron se sorprendería con el don que pudo probar en él. Aparentemente, Ron tenía potencial como un druida y tenía la fuerza física para soportar la iniciación. La iniciación sexual ya la había completado, así que quedaba ver si más adelante y con el pequeño don que le regalo Harry durante su acoplamiento, Ron aceptaba su rol en los ritos antiguos y era entrenado con propiedad.

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Ron salió de la tienda con algo de pesar en su corazón porque había imaginado su primera vez con una chica especial. No se arrepentía de habérsela dado a Harry por que aparentemente la virginidad era un buen alimento para un íncubo. Neville asintió en su dirección y dejó al otro chico al cuidado de su hermano.

Al contrario de los Weasley, Neville sabía perfectamente lo que estaba pasando. Harry y él se habían acercado después de que Harry se enteró de su bisabuelo (al que prefería llamarle solo abuelo) y su herencia de criatura. Neville, quién contra las ordenes de su abuela, había logrado conseguir libros de Artes Oscuras con la esperanza de encontrar algo para curar a sus padres, supo que Harry estaba teniendo problemas con su herencia.

Harry primero se asustó pero luego de que Neville le aseguro de que no hablaría con nadie, ambos compartieron sus secretos y se convirtieron en amigos cercanos. Luego se sumó Luna a la que Grindelwald identifico como una vidente y empezó a entrenarla en su arte. Los 3 chicos más el abuelo de Harry empezaron a conspirar.

Neville sabía ahora que la clave de curar a sus padres era Harry. Un hecho poco conocido de los demonios sexuales es que eran capaces de absorber el mal o enfermedad de alguien pero consumía mucha magia de ellos. El brillo dorado solo era una poción que desaparecería cuando Harry tuviera suficiente magia para empezar a experimentar un poco con un hechizo de purificación para sus padres.

Aun había un poco de aquel brillo pero en general, Harry se veía tan saludable como siempre. Grindelwald le había proveído a Neville con múltiples libros para entender la naturaleza de Harry y su propia naturaleza de criatura. Neville aun no sabía que era él, pero parecía estar cercano a los elfos por su afinidad con la magia de tierra y sus dedos verdes.

Lo que si sabía Neville es que gente como Harry, Luna y él serían asesinados sin chistar por el ministerio y sus cada vez más restrictivas leyes para las criaturas. Neville lo sabía y por eso había decidido seguir a Harry y su abuelo. Entre los 4 planearon perfectamente el momento del ritual de adopción de sangre familiar y Harry deliberadamente no se autosatisfizo para estar muy hambriento, forzado a la magia familiar a proporcionarle alimento.

—¿Encontraste algo nuevo? —Dijo Harry luego de haberse visto en un espejo conjurado y luego mandarlo de vuelta. Harry se sentó como flor de loto en un nuevo nido de almohadas.

—Si, encontré un nuevo libro y debo decirte que nadie morirá porque le drenes la magia o comas de lo mismo más de una vez, a menos que tú lo decidas, pero es bueno que les adviertas. Sería sospechoso que supieras demasiado sobre ti mismo. ¿Tienes ya una coartada de por qué sabias sobre tu otra naturaleza? —.

—Dos palabras: biblioteca Black—.

—Suficientemente creíble—Neville se sentó frente a Harry copiando su postura y con un movimiento de su mano quedo desnudo. Atrás había quedado el regordete adolescente y en su lugar había un chico alto, bronceado y esculpido, con un pene de 30 centímetros. Harry y él solo se habían masturbado juntos cuando eso era suficiente para alimentar al íncubo. Ahora que su cuerpo había llegado a su madurez mágica, su hambre solo sería saciada por el sexo completo.

—¿Estas listo? Lo que te daré no curara a tus padres pero nos indicara si hay magia extranjera en ellos. Si es así, la magia los purgara y podrán rehabilitarse con las pociones normales, pero si es por Cruciatus, necesitare construir más mis reservas de magia y podría curarlos hasta dentro de un par de años—.

—He esperado mucho tiempo para verlos. Si tengo que esperar, esperare, pero eres la primer esperanza de que puedan mejorar—.

Harry rió. Neville gracias a su herencia no era tan afectado por aquella risa como si lo eran las demás personas. Fue interesante ver al primo de Harry siendo afectado y más cuando Harry le ordeno bajar de peso y hacer ejercicio. Nunca sería un adonis pero sería un buen alimento de emergencia para los días que aún tenía que pasar el siguiente año en Privet Drive.

También fue interesante ver los experimentos de Harry en sus parientes sanguíneos muggles. Nada cruel, solo un poco de lavado de cerebro. Su tía ahora donaba su tiempo a obras benéficas en vez de estar chismorreando y su tío tuvo el mismo tratamiento de Dudley con el agregado de hacerle renunciar a su empleo y aplicar a otro donde tendría que hacer mucho trabajo manual como contratista.

Nunca sospecharon nada y Harry siguió extendiendo el control de su Allure por todo Privet Drive, controlando a los esposos de las vecinas y haciéndolos más atentos con ellas, manipulando a la banda de Dudley para ofrecerse como niñeros en las casas y el orfanato que estaba a media hora en auto. Y en medio de todo esto, nadie recordaba mucho sobre el chico menudo que vivía en el número 4 con los Dursley.

Roxelana, la maestra de Harry, debía estar orgullosa del control que ya había logrado Harry sobre su Allure.

—¿Estás listo, Nev? —Harry estaba respirando y liberando su Allure en tandas, rodeando a Neville para que su magia se sintonizara.

—Listo—Neville empezó a copiar la respiración de Harry y empezó a intentar visualizar su magia. Era un hilo verde que recorría todo su cuerpo y con la respiración acompasada, y el Allure guiándolo, Neville fue capaz de extraer una hebra y lanzarla contra Harry.

La magia del íncubo reacciono de la misma forma y un hilo entre plata y oro se desprendió de su cuerpo y encontró al hilo verde de Neville. Pronto, ambos hilos de magia empezaron a trenzarse y fundirse hasta hacer una cuerda que los ataba.

Neville supo que había funcionado y solo quedaba sellar el contrato. Después de todo, los íncubos eran "demonios" y solo entregaban su magia mediante contratos. Sabía que Harry daría su magia de inmediato y sin el procedimiento habitual pero este existía para evitar que el íncubo diera demasiada magia de sí mismo que lo pusiera en peligro. Neville hizo vibrar su magia aceptando el precio del contrato y los hilos se disolvieron.

Una vez que la magia se asentó, Neville acerco sus labios a Harry y lo beso lentamente, permitiéndole saborear su esencia en el beso. Para Harry esto era lo que esperaba, la etiqueta adecuada para un íncubo. Nev de verdad había leído todos los libros.

Neville sabía a comida gourmet. No había otra forma de describirlo. Había toques de salvia, romero y otras especias en su esencia mágica. Luego estaba el sabor a carne de primera calidad, le recordaba a la carne Kobe de su visita a Japón. Su abuelo lo había estado consintiendo mucho estos últimos veranos. Luego estaba un toque de Brandy añejado y finalmente chocolate oscuro de verdadero cacao.

Si, Neville era comida gourmet.

Luego del dulce beso para que Harry identificara la esencia de su "sacrificio", Neville pasó a probar a Harry. Su magia empujo suavemente la esencia de Harry y Neville se asombró de que Harry tenía sabor. A él le sabía a cerveza de mantequilla y tarta de cerezas, sus dos cosas favoritas. Así que no solo era que su aroma fuera como Amortentia, también el gusto era como Amortentia.

Neville empezó a ocupar sus manos, recorriendo con cuidado cada parte del pequeño íncubo, tomando más atención donde escuchaba un jadeo ahogado. Hasta ahora, Neville había averiguado que Harry era sensible en sus pezones, la curva de su cadera, la parte baja de la espalda y detrás de sus orejas.

Sus labios entonces tomaron el trabajo de lamer y chupar detrás de la oreja izquierda de Harry mientras una de sus manos acariciaba su costado y la otra apretaba sus pezones intercaladamente. Harry jadeo con placer.

El sexo con sus hermanos hasta ahora había sido bastante bueno, pero Nev estaba en un estrato diferente. Él sabía sobre su secreto, leyó todo el material y estuvo alimentándolo hasta ahora junto con la caja de juguetes. Simplemente había cierta intimidad que no lograría en un tiempo con sus otros hermanos. Además, Nev había aceptado el precio del primer experimento de magia curativa: entregar su propia virginidad al incubo.

Ron había sacrificado su virginidad para salvar a Harry y Harry por su propio descuido sí estuvo a punto de morir de hambre. Pero como Harry se sentía mal por haber engañado a los Weasley (solo un poco), le dio algo especial a Ron que luego explicaría como magia de intercambio instintiva.

Con Nev era un contrato pactado previamente. Los ritos sexuales eran bastante ambiguos y los pactos/contratos eran aún más difíciles de explicar. Todo tenía que quedar muy claro y les tomo varios meses redactar perfectamente lo que querían que hiciera esta magia en particular. La magia salvaje acepto su pedido y estableció el precio. Habían contemplado desde sangre hasta sexo. La magia eligió sexo.

Nev tenía mucho potencial a ojos del íncubo. Se estaba tomando su tiempo para sensibilizar su cuerpo, identifico sus puntos erógenos y la masturbación que le estaba haciendo ahora mientras chupaba con fruición uno de sus pezones, era bastante placentero.

Harry se corrió por la sobrecarga sensorial y Nev dejó sus atenciones para sensibilizar la entrada de Harry, tomándose su tiempo para tocarlo por dentro, estirarlo. En un punto, Neville le pidió a Harry que se acostara pero dejara su trasero al aire y Harry recibió algo que se moría por probar desde hace años con Nev: un beso negro.

La lengua del chico entraba y salía de aquel agujero que parecía siempre virgen a pesar de saber que ya había tenido al menos 6 penes dentro y ni qué decir de los dildos gigantescos que Harry gustaba de usar. Neville podía decir con sinceridad que estaba deseando esto, quería probar a Harry, enterrarse en él y su miembro estaba duro como roca, anticipando el evento principal.

Los jadeos del incubo, supersensibilizado por aquella lengua y todas las atenciones anteriores, no quería nada más que ser follado hasta la garganta por el miembro de Nev.

—Por favor, Nev, ya no aguanto—Gimió Harry.

—Voltéate Harry, quiero verte cuando entre en ti—Harry hizo eso y Harry se tumbó de espaldas sobre varias almohadas. Neville se hinco, abrió las piernas de Harry y se colocó en medio.

La entrada del íncubo estaba palpitando de anticipación, chorreando fluidos lubricantes, esperando por él. Neville entonces se colocó apuntando la punta de su miembro sobre la entrada y se empujó. Suave pero inexorable, su miembro fue enfundado en una sola estocada pero lenta, de forma que Harry sintió como entraba en él, centímetro a centímetro.

Cuando estuvo enfundado por completo, Neville empezó a moverse con firmeza y Harry tuvo que agarrarse de las almohadas por todo lo que estaba sintiendo. Quizás era por la intimidad que ya habían compartido, pero el sexo con Neville estaba a un nivel diferente de lo que ya había tenido. Todos sus sentidos estaban pendientes de cada estocada.

Harry gritó y gritó, pidiendo más, más fuerte, más duro, que lo destrozara por completo y Neville embestía fuerte, luego paraba y movía sus caderas en círculos, luego otra vez embestía como un animal y finalmente, Neville sintió que no podía más.

Tomó a Harry de las caderas y lo levantó. Neville estaba sentado como flor de loto y aun enterrado en Harry, coloco las piernas del chico de forma que Harry pudiera usarlas para moverse sobre él.

—Empuja conmigo Harry—Harry asintió y cuando Neville embestía, él empujaba hacia abajo.

Los dioses habían sido generosos con Neville al dotarlo de semejante talento. La chica o chico que capturara su ser por completo, tenía garantizada la felicidad plena en la cama. La respiración de ambos aunque rápida, seguía acompasada y pronto, esa sincronización se tradujo en un orgasmo simultaneo.

El semen de ambos salía a chorros, el de Harry cubriendo los pechos de ambos y el de Neville siendo tragado por aquella cavidad suave y acogedora.

Ambos chicos se separaron para acurrucarse de inmediato, dándose besos y pequeños toques cariñosos. Una bola de energía salió del pecho de Harry y flotó hasta llegar a Neville quién la tomo entre sus manos antes de que esta desapareciera dentro de su cuerpo.

—Recuerda que debes liberar la energía lentamente y en tandas. Si no es cruciatus, tus padres deberían mejorar algo casi de inmediato—.

—Gracias Harry—.

Harry se mordió el labio—¿Estas bien con haberme dado tu primera vez? —.

Neville beso suavemente a Harry antes de contestar—Si, eres mi amigo y haría cualquier cosa a mi alcance para ayudarte—.

Harry se acurruco en los brazos de Neville y lentamente se quedó dormido. Cuando Harry estaba respirando pausadamente, Neville salió de debajo de Harry quién lo tenía abrazado como un oso koala y se vistió con un movimiento de sus manos.

Gellert Grindelwald sería un señor oscuro pero también era un tremendo maestro. Bajo su instrucción, Harry, Luna y el dominaban la magia sin varita casi como respirar. Luna y él aun deberían guardar en secreto sus habilidades, pero los Weasley, Hermione, su abuela y el padre de Luna solo pensarían que las habilidades de Harry eran inherentes a su herencia.

El brillo dorado de la poción por fin se había disipado y el fuerte glamour que Gellert había puesto en Harry se había disuelto. Lo que quedaba en aquellas almohadas era el verdadero Harry Potter, con toda su belleza sobrenatural y su risa hipnótica.

Albus Dumbledore viviría para arrepentirse de haber intentado dominar el mundo.

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Mientras Neville se unía a los chicos Weasley en beber y fumar, las mujeres de aquel aquelarre improvisado estaban en cosas muy diferentes.

Muriel estaba explicándole a Molly que la magia antigua, los rituales, contratos y pactos, jamás desaparecieron, solo se hicieron clandestinamente, en secreto. La magia salvaje requería más que unas palabras y agitar una varita, y a menos que fuera Merlín reencarnado, nunca podrías moldear la realidad sin un precio a pagar.

Los ritos antiguos controlaban algo de la naturaleza salvaje de la magia y evitaban que el caos se propagara. Molly estaba aterrada cuando supo que si los ritos hubieran desaparecido, la magia simplemente los hubiera barrido a todos, muggles incluidos. Si no fuera por mujeres como Muriel y sorprendentemente Augusta, hace mucho todos hubieran muerto.

Augusta confesó que no pensaba ayudar, pero Neville se lo pidió con vehemencia. Luego de ver la magia ritual y aprender que Harry Potter era un íncubo, estaba más que dispuesta a ayudar. Los íncubos y súcubos podían curar cualquier enfermedad con su magia. Tomaría unos años en que el chico aprendiera a controlar su naturaleza pero cuando lo hiciera, podría curar a Alice y su amado Frank.

Una llama de esperanza se había encendido en el corazón de augusta Longbottom y prometió ayudar en todo lo que pudiera al joven íncubo.

La historia no había sido buena con ellos, los íncubos y súcubos. Los magos encontraron una forma de esclavizarlos y eso hicieron, hasta que uno de ellos pudo romper el control y masacro a toda la familia de su amo con todo y el amo incluido. El problema principal era que dicho amo era el ministro de magia de ese entonces.

Luego de eso, y aun con los íncubos y súcubos huyendo a la clandestinidad por todo el país luego de ser liberados por el íncubo rebelde, el ministerio catalogo a su raza como de alta peligrosidad y que debían ser exterminados apenas se descubriera su naturaleza.

Solo hubo un par de súcubos a los que pudieron matar desde la promulgación de la ley. Todos los íncubos y súcubos ya se habían escondido en el mundo muggle y pasaron a convertirse en un mito entre los mismos y luego un mito para ambos mundos.

Molly estaba escuchando todo, sabiendo que el ministerio apenas y registraría su participación en un ritual de sangre, lo primero que harían era eliminar a Harry, no importa que fuera el Niño Que Vivió.

No, Molly no permitiría que le pasara nada a nadie de su familia. Ya había perdido a sus hermanos, no perdería a ni uno solo de sus hijos. En ese momento, Molly hizo una promesa solemne de hacer todo lo que estuviera en su poder para proteger a Harry, su familia y todos aquellos que ahora eran vasallos de la Casa Potter.

La magia salvaje aceptó la promesa de Molly y le doto de un poder que a futuro le ayudaría a cumplir su promesa. La diosa Morrigan sonreía con placer ante esta fiera disfrazada de mamá.

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Luna estaba y no estaba ahí en el aquelarre recién formado. Por un lado, su padre estaba charlando alegremente con Muriel y Augusta, mientras los chicos Weasley iban entrando, tranquilizando a todos de que Harry estaba mejor. Neville finalmente hizo su entrada y dijo que Harry estaba a salvo.

Luego Neville miro brevemente a Luna y asintió. Luna soltó el aire que no sabía estaba reteniendo y suspiro complacida. El contrato había sido aceptado y podrían averiguar qué había pasado con los padres de Neville. Si era a causa de algo diferente a Cruciatus, sus padres empezarían a mejorar.

Con sus nuevas habilidades en Legeremancia, Luna le envió a Nev un mensaje de que primero sacara a sus padres de San Mungo y le dijera a su abuela sobre el contrato pero una versión editada donde la magia se desprendió naturalmente y se insertó en él. Su abuela conectaría los puntos sola.

Toda la planeación de años anteriores finalmente empezaría y Luna estaba en primera fila para ver el resurgimiento de la Oscuridad como debía ser desde antes.

En otro lado, más concretamente el Ministerio de Magia, y más concretamente en el salón de la muerte, Sirius Black se encontró saliendo de detrás del velo, consciente de haber cumplido la misión que le encargo Harry y ahora debía llamar a Kreacher. Regulus le había enviado saludos y quería escuchar si el ritual de vasallaje había salido bien.

Kreacher apareció frente a Sirius y por primera vez en su vida, le dio una reverencia a su amo—Maestro Black—.

—Kreacher, levántate—.

—¿El amo va a castigar a Kreacher? —.

Sirius no podía seguir odiando al elfo, no después de haber ayudado tanto a Reg. Sirius por fin estaba cuerdo y veía la verdad detrás de su familia ¡Maldita endogamia! Era un milagro que Reg hubiera sido el normal de la familia a pesar de su inclinación a la necromancia.

—No Kreacher, Reg me explicó todo y me pidió que te dijera hola y que eras su mejor amigo. Has servido bien a la Noble y Ancestral Casa Black—.

Kreacher se inclinó ante su maestro y por fin pudo ver la oscuridad en la magia de su maestro. Necromancia. El amo Sirius finalmente había aceptado el regalo de la familia Black y la magia de la Casa Black estaba complacida.

El amo Regulus había enseñado al jefe de la Casa Black y el pequeño íncubo estaba cumpliendo cada una de sus promesas. La Oscuridad estaba resurgiendo y Kreacher ayudaría con gusto.

—¿El amo está listo para tomar el control de la mansión? —.

Sirius pensó brevemente en eso. Si, era buena idea tomar ya el manto de Lord y evitar que el ministerio pensara dos veces en darle el beso. Quizás darle una entrevista a Skeeter y poner a los del ministerio como idiotas. Si, eso era un buen comienzo.

—Vamos a casa Kreacher. Es hora de revivir la Casa Black—.

Kreacher sonrió y llevó a su amo a la mansión Black, esperando que verlo vivo, le diera un ataque al corazón a cierto mago con mal gusto para la ropa. Kreacher incluso estaba dispuesto a conseguir el ataúd lleno de brillos si con eso el mago expiraba su último aliento.