Una mujer con su renegado corazón, corre desesperadamente por el sombrío callejón. Buscando algún escondite que le procurase de guarida ante la vigía de algo oscuro y tenebroso que desde vastas noches viene acechando su vida pero que, esta vez, ha logrado erizar su piel ante la escalofriante vívida sensación.

Dos o tres metros posteriores a su huida, fueron suficientes para que la acorrale un desconocido en total estado de embriaguez que solo vocifera groserías...

En un momento dado, gritos ahogados de la fémina retumban por todo el tétrico lugar. Mutando enseguida en satisfactorios ecos en un demonio que es el hacedor de todos los males existentes aquí en la Tierra.

Demonio que encuentra un tiránico regocijo en el sufrimiento ajeno, ya que a su parecer ésta espécimen humana se lo merecía...

¿Desde cuándo él se percibe justo?

Él debe ser pernicioso, dañino, injusto, pero nunca lo contrario...

Así es como, escondido desde las alturas, observa expectante su obra maestra esperando no tener que intervenir en su mandato. Porque él, en inusitada ocasión actúa en persona. Simplemente desliza y tira de los hilos con sus dedos de titiritero para que algún súbdito ferviente de su inmoral mandato actúe en consecuencia...

Siempre hay una débil mente que se deja dominar para ser actuante y obrante del mal.

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—P-piedad... —clamó la víctima al siniestro títere.

Y que irónico proceder el de la ronda de la fortuna en esta vida... 

—Tu hijo también imploró lo mismo, cuando una y otra vez golpeabas su pequeña cabeza. —Exhaló la maloliente boca de la instruida marioneta.

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Y ahí está de nuevo... Esa maldita sensación desde lo más profundo de mis putrefactas entrañas. Sensación que no me gusta ni mierda...

Aburrido de más de lo mismo, procedo a retirarme. Total, si decide aparecer algún que otro salvador, mi cometido ya está realizado.

"Vas demasiado tarde... angelito de la guarda". Medito entre perturbadoras e irónicas sonrisas. Socavando continuamente en la adoración hacia ese maldito alado.

Desde el comienzo de los siglos, con mi horda demoníaca, comandamos una lucha con los incansables Ángeles. Donde más de una vez vencí, más también he perecido, sublevándome desde las cenizas una y otra vez.

Hurtando y profanando variados cuerpos donde morar para sobrevivir entre ellos, siendo éste último... mi cuerpo predilecto.

Un bello joven castaño de cuerpo pequeño y definido, con curvas atractivamente exuberantes y peligrosas, que aparenta poderes de hechicero... Porque muchas veces, no necesito hacer uso en lo más mínimo de mi potestad como demonio ante los patéticos de su especie y algún que otro demonio menor.

Simplemente, sucumben a mi pedestal sin importar el género o la raza humana, o de subordinados malignos, siempre profanando y quebrantando yo. El Amo y Señor de todos los males y el dueño de tus más ínfimas pesadillas.

Poseo un agraciado rostro enmarcado en fina porcelana que acrecienta mi vanidad en demasía. Más unos turgentes labios, cual fruta deliciosa del más perfecto pecado, que seducen como un ilusorio imán a mis mendigas víctimas.

Así es cómo haciendo uso y abuso de esto, transito por la sobrada y sosegada noche. Demasiada sosegada para mí gusto... En búsqueda de certera diversión en algún que otro antro repleto de sedientos cuerpos fervientes en el éxtasis del deseo.

Aunque pensándolo mejor, debería descansar un poco más. No me agrada para nada percibir mi rostro denotando ennegrecidas ojeras. Ya que, Lamentablemente, este bello cuerpo humano se cansa fácilmente.

Ya ingresando a la talante cueva, presiento raídas y nuevas presas carcomiéndome con sus miradas a lo largo del recorrido que me lleva hasta la barra.

Esta noche necesito de una ávida y mundana lengua.

—¡Jimin! Hace tiempo no te veía por aquí, digo, para deleitarme con la facilidad de tus conquistas. —Comenta el barman que alguna vez ha sucumbido como tantos otros, pero que preferí mantenerlo como lo que dicen aquí: "amigo" ¿Exótico, no? Pero lo cierto, es que raras veces necesito hablar con alguien y no solo follar.

—Hay mi Tae-Tae... ¡Pero si estás cada vez más guapo! Sírveme una cerveza bien helada —comento risueño para luego murmurar —y cárgala a la cuenta del idiota que viene aquí atrás...

—Que sean dos, y ponlas a mi cuenta — articula un robusto morocho a mi lado. Y simplemente, me dedico a provocarlo.

Al cabo de unos minutos, lo obtengo de rodillas en algún rincón del reservado. Su maldita lengua no es tan habilidosa como lo esperaba pero traga endemoniadamente bien, valga la redundancia ya que me devora a mí; a un lujurioso demonio camuflado de un perfecto e iluso humano.

—S-señor... —me detengo abruptamente ante mi llamado, jalando de los pelos al humano para profundizar mi tarea de atorar...

"Malditos demonios inferiores, no sirven ni para resolver un mísero problema. O mejor dicho, conseguir que el problema perdure" Pienso molesto.

—¡Retírate! —ordeno al ocasional atorado que acata como un buen sumiso, mi exigente pedido —. ¿Qué quieres? Y más te vale que sea importante o haré que te regreses al averno, maldito vasallo. —Comento albergando mi duro miembro entre mis manos, mientras me masturbo.

—S-solo... quería informarle de la nueva perdida de súbditos, mi Señor. — cabizbajo y nervioso se manifiesta —. Usted dijo que a cualquier hora y lugar, le comente de este suceso que lo alarma de sobremanera.

—¿¡No me digas que ése llamado "Ángel Rojo" tiene algo que ver en todo esto!? —ofuscado cuestiono.

—P-pareciera que sí, mi Señor —glosa retraído.

Y no me queda de otra, más que usarlo.

—Ven aquí vasallo... Y sácame el enojo ya que osas interrumpir...

De inmediato, se arrodilla frente a mi duro y palpitante miembro para proseguir...

Últimamente, esa denominación resuena entre oraciones y rituales de los humanos... Humanos que invocan y luego convocan al llamado Ángel Rojo. Mediante colores, velas y perfumes... Y aunque el impulso espiritual no es forzosamente ausente en estas prácticas, tiene preponderancia de inspiración puramente mágica. Entonces, dudaba que un servidor de su Dios se dejara seducir por éstas palabras...

WOW, ESTE DEMONIO SI QUE ES BIEN DIABLILLO🤭

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LOS AMITO MUCHO❤