〰️CAP. 11 "Decisión"〰️

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Con temor a perder mi fe, aunque no quiera perderte a ti..."

Difícil decisión debo afrontar al darme cuenta de que no solo eres un pasatiempo o un juguete para mí.

Eres una perdición...

Me absorbes como una sombra menesterosa dejando de lado mi principal objetivo, y por el cual descendí aquí.

Mi cabeza estalla en miles de pensamientos incoherentes, porque en vez de fijarme en mi finalidad y servirle al Señor (ya que al fin y al cabo esa es mi misión, morar entre humanos y atrapar al Dāeva) ando perdido entre tus brazos.

Bajo el escenario entre tumultuosos aplausos que se perciben vacíos al ser conocedor de la veracidad de mis actos... Te estoy dando prioridad, te dejo consumir todo mi ser. Y me entrego a tu jugada, una y otra vez, como un presto esclavo.

Debo parar. Cortar de raíz el mal que crece y se apodera lentamente de mi interior como un renegrido mantón.

Limpiar mi bendita conciencia, si es que existe un milagroso perdón por sucumbir ante el calor de su piel.

Y sin planearlo, mi vista se orienta hasta tu ubicación, atrapando el preciso momento en donde tu frío semblante me observa detallando cada movimiento realizado mientras pitas tu cigarro sin parar.

Entonces, mi cuerpo se estremece ante tu gélida mirada. Y sin poder controlar la reacción de mi cuerpo, mis piernas se abalanzan sobre tu ubicación...

Una, dos, tres rápidas pisadas y te enfrento como desahuciado por el calor de tu piel. Mis manos se queman por tocarte y mis labios secos, exigen embeberme en los fluidos de tu cavidad bucal.

Me observas sin emitir ni un solo vocablo. Aunque lo único que escucho a la perfección, es el sinfónico sonido de nuestras erráticas respiraciones luchando porque no dejar expuesta ésta debilidad, ésta conexión, ésta imparable atracción.

Prendido en este estado de letargo, consumo el escaso oxígeno circundante ampliando mis fosas nasales para retener más de ti.

Y cuando percibo desfallecer mis sentidos, cierro mis ojos apretando mis puños en garras enterrándose en mi piel. No puedo caer... No puedo ceder.

Mis orbes se llenan de incipientes lágrimas amenazadoras de frustración, o sobrepasado por mi sentir y eso, me indigna más... No me puedo controlar.

Soy patético... Él, tiene razón...

Y en un heroico acto, abrazando las migajas de mi penosa aflicción, reúno todo mi valor puesto en escena y me deshago de la mínima distancia entre los dos, alejando tanto mi cuerpo como mi pensar... Desesperado por airear mis pulmones sin la tentación de querer consumir el oxígeno de los suyos. Pero una reticente mano, se aferra a mi muñeca frustrando mi envalentonado escape.

—¡Suéltame! —exijo con voz de mando sin percibir nada alrededor más que mi refrenar y su acometer —Tú, no mereces este sentir... Déjame ir de una buena vez —desembucho sin siquiera atenderlo. 

〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️

"¿Pero qué demonios pasa contigo, maldito humano?" Medito mientras observo mi mano retener tu muñeca con creciente desesperación.

¿Desde cuándo me aferro a su parecer cuando atisbo que dejará de luchar? ¿Desde cuándo me importa un idiota que exhala buenas obras por sus poros irritando mi pensar?
Son demasiadas cosas por discurrir, pero de lo único que estoy seguro es:
Que no te quiero dejar ir...   

Entonces, me abalanzo sobre tu fornida espalda dejando de lado mi orgullo y mi papel, mientras mi cuerpo se estremece al sentir tu calor corporal a través de la tela que roza mi mejilla en una suave frotación. 

Y nada me importa menos que ser el Señor de todo aquí, si no estás bajo mi sombra, y a mi merced... O yo a la tuya... A esta altura, me da igual.

—Quédate... —apreso su torso entre mis brazos con mayor firmeza, sin recibir respuestas de su lado pero aún así, no desisto —Quédate conmigo... —susurro sorprendido ante mi petición, porque sueno a desesperado, arrastrado como un maldito animal necesitado, y ni así, me importa...

Solo quiero recordar y grabarme en mi cuerpo su calor... O eso me repito en mi mente, constantemente, para creerme que solo su cuerpo me importa. 

Percibo la tensión de sus fibras musculares bajo la yema de mis dedos junto a un apenas imperceptible suspiro o exhalación. Parece que pelea contra lo que quiere y lo que debe, hasta que coge mi mano entre sus dedos para tirar de mí cuerpo mientras se abre camino entre diversos súbditos demonios que me observan sin perder detalle del suceso.

—Nos vemos mañana Tae —comenta sin direccionar su maldita mirada a mí persona entre tanto arrastra mis pies hacia la salida del bar.

El frío se cola por mis huesos cuando me pega de lleno el ocaso de la madrugada y tirito sin pensar acariciando mi hombro en busca de generar calidez. 

Él se frena, repentinamente, al arribar a un pequeño muro cercano a nuestro lugar de partida, y se vira, cuestionando impasible —¿Tienes frío?

—¿Con que tienes lengua, todavía? Pensé que tirarías de mí hasta arrojarme por ahí sin emitir alguna palabra —digo con jolgorio de obtener toda su atención.

Pero a cambio, me observa seriamente e inmediatamente se sienta el en muro tirando de mi brazo hasta aposentarme encima suyo y con mis piernas a cada lado de las suyas.

Luego, procede a retirarse la campera de cuero para envolver mis hombros procurando que ingrese cada brazo hasta quedar, completamente, abrigado. Mientras una nueva sensación se apodera de todo mi interior.

Una especie de calidez desorbitada o alguna mierda de esas cursis que arremolina mis entrañas por ser partícipe de tal acto de bondad hacia mi ser.

¡Lo que me faltaba! Sentirme afectado por sus mierdas de corazón... ¡Maldita humanidad!

"Eso no va y nunca irá conmigo". Repito como loro en mi vesánica cabeza, en cuanto observo que me atiende con paciencia. Con sus brillantes y negras orbes mientras acomoda ambos brazos sobre mi cintura. Y sin conformarse con el agarre, me atrae hacia su cadera cuando entrelaza sus dedos por detrás de mí cintura.

—¿Morocho, no piensas hablarme? —anuncio con un deje de seducción mientras no pierdo el resguardo de sus labios.

—Para lo que quiero, no necesito hablar... Es más, ni siquiera debería quererlo, en un principio —confiesa con un semblante derrotado como si su interior fuera el mismo infierno en desazón.

Y no dejo tiempo al medite o a la cuestión, porque rodeo su cuello con mis brazos y acercando mi rostro al suyo, estampo mis labios en un roce necesitado. Más bien, asfixiante, diría yo.

Como si nuestros cuerpos fueran creados para sintonizar y encajar, de algún modo, me acomodo sobre su cuerpo rozando con un más que sugerente vaivén sobre su pelvis.

Mientras él, atrapa mis caderas ejerciendo una impetuosa presión sobre mis nalgas en cuanto su respiración decrece hasta el punto de solo emitir bufidos.

De este modo, el ambiente de gélido se torna caliente. Y mi cuerpo quema de necesidad sobre sus ropas, atrapando su rostro entre mis manos y profundizando el pasional beso mientras enredo mi lengua en su profundidad.

—Necesito que me folles... ¡Ahora! —jadeo sobre su cuello, relamiendo y mordiendo a mi merced mientras él ladea su cabeza permitiendo mi ardorosa continuidad.

Y de repente, soy supeditado por los aires con un ágil movimiento que tiene por finalidad desproveer de mi ropas y dejarme a su favor.

Caliente y necesitado por su toque, solo me aferro entre arañazos a su piel provocando alguna que otra línea enrojecida, mientras muerdo con vigor ambos hombros recibiendo algún que otro azote ante mis actos.

—Hermoso, eres un atrevido. Pero prefiero sentir dolor porque así me siento vivo... Y... ¿te digo una confesión? —se acerca entre susurros a mi oído succionando el lóbulo de mi oreja para luego propinar un mordisco —El dolor, me calienta...


















































😈😏🙈PAR FAVAR CON ESTE ÁNGEL, O NO QUIERE NADA O SE VUELVE LOCO😏🤣

GRACIAS POR LEER, VOTAR Y COMENTAR😍

LOS AMITO MUCHO❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro