"Y tú, eres...eres... extrañamente hermoso"

Su afirmación se advirtió como si yo fuera parte de una interesante pintura por admirar. Un interesante lienzo apreciado por sus deshabitadas orbes.

"¿Extraño?"

Extraño, así me percibo. Enfrascado a su libidinoso cuerpo y sin ningún tipo de remordimientos.

Aunque no voy a mentir... Debo decir que el fundamento se sintió errado, como fuera de lugar. Como si el permitir recibir algo así, algo tan pecaminoso desde sus manos, hubiera sido malo. Pero luego lo siento, lo noto recorriendo cada fibra de mí ser, haciéndome enloquecer.

—¡Más fuerte! —exige entre gruñidos —¡Deja de pensar! —espeta decidido y acercando mi cadera a lo más profundo hacia su ser.

Su calor... Su abrazador calor consume mi escasa conciencia. Y levantando veloz sus piernas a mis hombros arremeto como bestia sin piedad...

Un par de movimientos y presiento mi cuerpo a punto de estallar. Mi cabeza da mil vueltas y me dejo llevar en un hilo de placer inimaginable dentro de su bendito ser.

—¡¿Pero qué demonios haces? — enardecido, el rubio con su rostro enrojecido me cuestiona por mi accionar, mientras boqueando trato de recuperar aire para poder contestar o preguntar qué hice mal, lo observo blasfemar contra viento y marea para luego ser destinatario de un fuerte empellón contra mi persona.

—¿Qué pasa? —inmediatamente, consulto con algo de asombro ante su repentino ataque incorporando mi cuerpo ante el naciente desequilibrio.

—Dos cosas morocho —me taladra con los ojos —. Primero, acabaste adentro sin mi maldito permiso y segundo — agarra sus cabellos con desesperación —Ni siquiera llegué... duro me dejaste y encima mírate... "estás agotado" —soltó esto con un deje de sorna para mi total deúltimosagrado, aunque lo primero sonó como tantos pedidos desesperados que pasaron por mis manos.

Aunque en realidad ¿El desesperado debería ser yo? ¿Cómo no me di cuenta de tremendo detalle?

—Permíteme ayudarte hermoso — comento acercándome hasta él, tratando de remendar mi error aunque no me complació para nada el tono usado en referencia a mí persona.

—¡No! ¡Vete!.. y no me llames hermoso —sentencio con firmeza mientras se incorpora cogiendo sus ropas sin ni siquiera mirarme.

Entonces, algo se estruja, lentamente dentro de mi ser aunque de igual manera se acrecienta una sensación de malestar que irremediablemente debo reflotar o me explotará en la cabeza.

—¿¡Pero quién te crees para hablarme de esa manera!? —ofuscado desembucho bajo su atenta mirada parte, permitiste que te llamara como quiera y sobre tu problema, realmente no me percate, no lo hice adrede como piensas —comienzo a vestirme rápidamente sin prestar demasiada atención pero con el mal humor a flor de piel.

—¿Encima, te atreves a cuestionar humano? eso realmente capta mi atención dejando mi incipiente enojo de lado para proceder a enfocar mis intimidantes y renegridos ojos sobre él.

—¿Humano? Y... se puede saber que eres tú entonces para que no pueda cuestionarte? —me arrimo totalmente encolerizado como lava ardiente aún cuando su cercanía funcione como activador de emociones no correspondidas para mi mala suerte.

Aunque puedo percibir su conmoción ante mi amenazante presencia, el calor que emana de sus poros, su caliente respiración descompasada azotándome de frente, el aroma que desprende su nívea y enrojecida piel que penetra cada una de mis barreras defensivas dispuesta para un combate cuerpo a cuerpo en este bendito momento dejando atrás la irritación.

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Percibo el flaqueo de mi cuerpo ante su accionar, su garra, su pasión. Y aunque parezca increíble o tal vez imposible, es su grado de humanidad lo que desarma mi coraza levemente.

Ante mi arrebato de ira, él solo se disculpó. Fue sincero en sus malditas palabras buscando complacerme aunque lo destraté.

Otros, agachan la cabeza o simplemente se van. Siempre a mi merced...

Soy consciente que solo se dejó llevar como un maldito inexperto por el ardor... Pero claro, nunca daré el brazo a torcer y aceptar que fue mi error no explicarle el paso a paso.

En un momento dado de su presencia mi abrumo es extremo, a tal punto que lanzo pelea solo para alejarlo o en su defecto... Provocarlo.

—¿Y el acabarme adentro subyugado? — cuestiono con pitorreos y ganas de hacerlo sentir menos.

Y maldita sea la impronta que espeta mi cuerpo ante su cercanía, malditas estas ganas de dejar de lado mi pseudo control y refregarme contra sus brazos todo necesitado, maldito todo lo que me provoca y maldito todo él.

El caliente morocho se acerca con un dedo que designa peligrosamente mi estabilidad. Y a escasos centímetros de mi boca como toro embravecido asevera...

—Te llenaría una y mil veces más... ¿Algún problema con eso? —su carácter fragmenta mi déspota accionar —Me voy... y si tú no me quieres otro me querrá.

Atónito ante sus palabras es poco para expresar mi turbación. Pero lo peor de todo es que mudo me quedé al tirar de mi labio inferior entre sus dientes salivando mi estremecida piel para luego emprender su retirada sin un ápice de duda o desazón.

"¿Pero qué demonios fue eso?" "¿Pero quién diablos se cree este idiota qué es?" Completamente furioso lo maldigo en mi cabeza para salir del reservado envalentonado a beberme lo que dé.

Y para mi total asombro me percato de su imponente presencia en la barra Junto a mi amigo Tae, que se desarma entre sonrojadas y tímidas sonrisas.

Y ¡Maldita sea! Me acomodo el bulto nada disimulado de lado y ni me inmuto de llegadas a mis costados proponiendo quién sabe que mierda, me da exactamente igual...

Solo quiero incomodar, destratar y humillar a ese idiota pelinegro de sonrisa abrumadora que se atreve a jugar con mi endemoniada conciencia.

HA BUENO🤨SE ME CALMAN🤦‍♀️🤣

HA POCO CREÍAN QUE SERÍA TODO PAZ Y AMOR ENTRE ESTE PAR😈🤣

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LOS AMITO MUCHO❤