26; Pt 2.

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Jungkook sintió caer un enorme peso sobre su cuerpo,

Oh no...

Por mucho que Jeon pensara en hallar una forma de excusarse, sabía que era hora de enfrentar los resultados de sus malas acciones.

—Mírame maldita sea y dime toda la verdad, Jungkook  —con cada palabra que pronunciaba, su voz se quebraba.

El ritmo cardíaco de Jungkook aumentó rápidamente, sintiendo cómo toda su sangre se acumulaba en la zona de su corazón y ocasionando que experimentara miles de emociones inquietantes en él.

Jungkook se dio la vuelta, encontrándose a su espalda al castaño y Sharon; esta última con una sonrisa hipócrita en su rostro.

—Tae-TaeHyung, ¿qué estás haciendo aquí?  —carraspeó su garganta para luego intentar acercarse al menor.— Déjame explicarte.

Sin embargo, detuvo sus acciones al percibir como TaeHyung se alejaba con cada paso que daba. Jeon no iba a mentir, estaba bastante temeroso por la forma en la que probablemente terminaría esta situación, esto comenzaba a salirse de sus manos.

—¡Aléjate!  —TaeHyung por su lado, intentaba procesar todo lo sucedido.

—No es lo que estás pensando, por favor déjame explicarte.

El pelinegro no le dio demasiada importancia a las peticiones del castaño, por lo que decidió acercarse y agarrar las manos de TaeHyung, pero el último mencionado terminó golpeando las manos del otro y quitándolas de un solo golpe.

Jungkook subió su mirada encontrándose con la contraria, y su corazón no pudo ser más qué  destruido después de ver como estos por el momento no poseían brillo, por el contrario, tenían una expresión sombría, estaban completamente apagados.

—¡No me toques de nuevo!  —exclamó, alzando la voz y demostrando una decepción profunda en ella.

—TaeHyung, yo...

Esta vez fue Jackson quien habló y habría continuado si no hubiera sido por la mirada rota y enojada de TaeHyung que cayó sobre su presencia.

Pasaron los minutos y todo se convirtió en un sepulcro silencio. Jackson estaba sintiéndose avergonzado y con la mirada baja, mientras que Jungkook solo observaba cada expresión y movimiento de TaeHyung; por otro lado, el castaño mantenía el ceño fruncido, pero con la mirada perdida en algún lugar. Ninguno se atrevía a romper la tensión que corría por el aire, pero alguien de ahí no tenía intenciones de seguir aguardando.

—TaeHyung, yo puedo explicarte  —la fémina finalmente atacó, mostrándose ingenua a propósito.

—¡Cállate!  —Jeon gritó, sintiendo que la histeria se apoderaba de sí mismo.

—¿Qué? ¿Tienes miedo de que TaeHyung jamás pueda perdonarte porque lo utilizaste?

TaeHyung miró a Jungkook esperando que todo esto solo fuera una broma estúpida. Disgustado, el menor tragó saliva, tratando de controlar el malestar incómodo en su estómago;— Dime la ver-verdad.

Jungkook se relamió los labios con nerviosismo y una sensación de presión se implantó en su pecho, pero pese a las cadenas envueltas en su garganta que le impedían articular una sola palabra, lo hizo, simplemente soltó la bomba que acabaría con todo.

—Lo hice, confieso que te utilice, pero... ¡Solo al principio, te lo prometo!  —se apresuró a decir tan pronto como vio los ojos del castaño lagrimear.

—Oh, vaya consuelo  —confesó con ironía.

—TaeHyung, perdóname, sé que no te ame de la manera correcta, pero realmente te amo-

—Por favor Jungkook, todos aquí sabemos que no lo haces  —Sharon se acercó al castaño, posando sus manos sobre los hombros ajenos y queriendo mostrar su apoyo.— Déjame darte un resumen, rechazaste a Jungkook, lo cual le molestó bastante. Él y Jackson estaban tan interesados en tu atención que hicieron la maravillosa apuesta de tenerte a sus enteras disposiciones.

Con cada cruel palabra que escupía la rubia, el corazón de TaeHyung se iba haciendo añicos y seguidamente polvo.

—No solo pretendían enamorarte, también querían tenerte bajo sus sábanas, eras... su puto jueguito  —susurró la última frase cerca del oído de Tae.— No eras más que un simple acostón, no solo para uno sino para dos hombres. Después de todo, tú y yo no somos tan diferentes para él.

En el momento en que el castaño escuchó esas palabras, algo logró hacer clic en su cabeza, logrando que su entorno fuera completamente abrumador.

¡Eres una perra, TaeHyung!

—¡Cierra la puta boca!

Al diablo sus principios como hombre, Jeon quería que la rubia desapareciera.

—¿Todo esto fue por un rechazo? ¡¿Me estás jodiendo?  —sin darse cuenta, TaeHyung comenzaba a hiperventilarse, pero en el fondo intentaba controlar su sentir.— ¡Deja de actuar como una víctima y reconoce que tu ego te llevó a pensar que solo importaban tus sentimientos!

—¡Lo admito!  —en ese instante era el pelinegro, quien ahora se mostraba afligido.— Fui y sigo siendo un maldito tonto. No merezco una sola palabra tuya, pero no puedo dejarte ir ahora, no después de este daño y menos después de lo que siento por ti.

—¿Alguna vez me amaste de verdad?  —vagamente, TaeHyung desvió su vista en dirección a sus manos, notando cómo estás ligeramente temblaban.— Sé que no soy la mejor persona, soy torpe, para nada divertido y a veces un completo malhumorado, pero...  —pauso un instante, cerrando levemente sus ojos y procurando inhalar despacio, sentía que explotaría en cualquier momento.— Realmente te amo, Jungkook, ¿nunca fue suficiente, cierto?

—TaeHyung, no...

Tu existencia es tan insignificante que nunca debiste haber nacido.

TaeHyung no esperó una respuesta y por impulso salió corriendo del lugar, alejándose e ignorando los gritos y llamados de Jungkook.

La visión del castaño poco a poco comenzaba a nublarse debido a las lágrimas y a la gran conmoción. No tenía ni la más mínima idea de a donde se dirigía, sus pies no seguían un rumbo, solamente quería desaparecer de la vista de todos.

Huir, es lo que siempre hago...

[...]

Sehun se encontraba sentado afuera de la cabaña, eran altas horas de la noche y no había rastro de TaeHyung.

La fiesta había terminado antes de lo esperado y el azabache suponía que TaeHyung estaría en la cabaña, pero al llegar y ver su cama vacía no pudo evitar preocuparse.

Saliendo de sus pensamientos, Sehun levantó la cabeza, encontrándose con TaeHyung hecho un caos.

—¿Qué te ocurrió?  —interceptó, agarrando el cuerpo de TaeHyung que estaba por colapsar en el suelo.— ¡TaeHyung!

Aunque TaeHyung estaba físicamente frente a Sehun, su mente subconsciente estaba en lo más recóndito de su cabeza; por lo que únicamente podía escuchar las preguntas del mayor en la distancia.

—Te llevaré adentro, vamos.

Sehun postró delicadamente a TaeHyung en su cama, viendo cómo este pasó de inmutarse a llorar desgarradoramente mientras arañaba sus brazos con desesperación.

—¡TaeHyung, no!

Por más que intentara detenerlo, TaeHyung sacaba fuerzas de lo más profundo de su ser para no permitir que lo controlara.

Solo eres un hoyo, no les servirás a los hombres más que para eso.

Das asco.

Cualquier persona que diga que eres perfecto no estará en sus cinco sentidos

—É-él tenía razón  —tartamudeó, mirando fijamente a Sehun.— ¡Él tenía razón!

—¿Él? ¿De quién estás hablando?

Mientras Sehun intentaba tranquilizarlo. Dentro del castaño, una sensación de ardor se extendió por todo su pecho, al mismo tiempo que aumentaba su desesperación y ansiedad.

Fueron unos segundos en los que su llanto cesó, incluso Sehun había bajado un poco la guardia, pero su inquietud volvió en el momento en que observó al castaño levantarse e ir corriendo directo a su maleta y sacar una bolsa vacía. TaeHyung se estaba hiperventilando de nuevo. No era nada más y nada menos que un ataque de ansiedad.

TaeHyung no ha estado en esta situación durante mucho tiempo, pero eso no significaba que no supiera lo que está pasando.

—Mierda, llamaré a Jimin.

[...]

—¡Oigan!

Jimin y Yoongi estaban dando un paseo tranquilo antes de regresar a sus cabañas, cuando repentinamente notaron a lo lejos la figura del pelinegro, quien lucía agitado y con una expresión de pesadez en todo su rostro.

—Luces de la mierda  —afirmó Yoongi.

—¿Han visto a TaeHyung?

—¿Qué no se encontraba contigo?  —Jimin lo miró confundido.

—Sobre eso...

De pronto, sonó el celular de Jimin, interrumpiendo las palabras de Jungkook.

—Hey, Sehun  —súbitamente Jimin colocó un gesto de preocupación al escuchar la angustia del azabache desde la otra línea.— ¿Qué? No, no, voy enseguida, por favor no dejes que se lastime.

—¿Qué sucedió? ¿Tiene que ver con TaeHyung?

En un dos por tres, lo siguiente que sintió Jungkook fue su mejilla siendo golpeada y bastante fuerte por el rubio;— Si tienes algo que ver con esto, te juro que te arrancaré las bolas, Jeon.

El cuerpo de Jeon se puso rígido, Jimin mayormente suele ser una masita, pero cuando se enojaba, se podían ver flamas de fuego ardiendo por todo su cuerpo.

—¿Qué has hecho?  —preguntó Min, llevando sus dedos al puente de su nariz.

—La cagué en grande.

...

Jimin entró pateando la puerta sin importarle nada, y su corazón se apachurro cuando notó el estado en el que se encontraba TaeHyung.

Parecía tan pequeño hecho bolita en un rincón de la cama. Su piel estaba pálida y fría, con la boca semiabierta y de vez en cuando usaba la bolsa para respirar adecuadamente. Ese era su TaeHyung.

—Tata...  —apaciguó su voz, acercándose lentamente para no alarmar demasiado al contrario.— Estoy aquí, todo estará bien.

TaeHyung no expresó ni una palabra, pero sus ojos estaban enfocados en su primo, dándole a saber que lo escuchaba.

En ese entonces, Jungkook llegó junto con Yoongi, ambos se detuvieron en seco al ver al menor. Estaban angustiados, pero especialmente uno de ellos, Jungkook quería morir en ese preciso instante, él había causado todo el daño y no podía arreglarlo.

Quiso acercarse, pero Jimin lo detuvo, lo mejor era que mantuviera distancia.

—Quiero estar a solas con Jimin, por fa-favor  —pidió Tae con la poca fuerza que disponía.

Todos asintieron y comenzaron a salir. Antes de hacerlo, Jungkook le dio un último vistazo al castaño, este también lo miro por cortos segundos, pero luego desvió su mirada evitando el contacto visual. Siendo así el caso, Jungkook soltó un suspiro y salió.

—Ven aquí  —dijo Jimin, tomando a TaeHyung en sus brazos para acercarlo a su pecho, queriendo transmitirle amor y confianza.— Eres muy fuerte, todo estará bien.

Agarró el rostro ajeno y serenamente limpió las lágrimas que todavía salían en grandes cantidades desde sus orbes.

—Lo lamento.

Jimin miró detenidamente a TaeHyung, quien intento detener su llanto pero no resultó.

—No tienes nada de qué lamentarte, Tata.

...

Los minutos pasaron y TaeHyung aún permanecía en los brazos del rubio, aunque ahora se encontraba un poco más sereno.

—¿Te sientes un poco mejor ahora?  —preguntó viendo al castaño asentir algo dudoso.— ¿Te gustaría hablar de lo que sucedió? ¿Quieres algo para comer?

—No, solo quiero descansar.

—Es malo dormir con el estómago vacío, así que no puedes hacerlo sin antes comer algo  —con sutileza apartó al castaño de su cuerpo.— Iré por algo y volveré pronto.

Jimin dio la vuelta pero antes de dar el primer paso su brazo fue agarrado;— No me dejes solo, por favor  —sollozó, negándose a soltar el brazo del rubio.

—Tata, no tardaré  —se agachó a la altura de la cama y tomó el rostro ajeno entre sus manos.— Volveré y te abrazaré durante toda la noche, ¿te gustaría?

—Si.

Jimin sonrió y dio un dulce beso en la frente de TaeHyung antes de salir.

Afuera, Yoongi, Jungkook y Sehun esperaban con impaciencia cualquier noticia sobre el estado de TaeHyung.

—¿Cómo está él?  —cuestionó Sehun al presenciar a Jimin salir de la cabaña.

Jimin se limitó a decir una palabra y en su lugar apareció una mueca de frustración;— ¿Qué le has hecho?  —su expresión se volvió ingrata al momento en que sus ojos cayeron sobre Jeon.— ¿Quieres decirme qué ocurrió? Esta mierda está por reventarme la cabeza.

...

Otro golpe más y Jungkook cayó al suelo.

Desde que el pelinegro decidió contar la verdad, se había iniciado una pelea, bueno Jimin fue quien en realidad la inició; Jungkook no opuso resistencia, sabía que se merecía esos golpes y más.

—¡Detente, Jimin!

Sehun y Yoongi trataron de detener al rubio, el cual estaba como alma que lleva el diablo. La ira corría por sus venas y no importaba cuánto le suplicaran los mayores para que parará, él no tenía planeado hacerlo.

—¡¿En serio, una maldita apuesta?!  —agarró a Jungkook por el cuello de su camisa, dándole un golpe en toda la mandíbula.— ¿Eres un mocoso de 13 años?

—¡Los golpes no solucionarán nada!  —garantizó Yoongi, logrando capturar al rubio entre sus brazos y alejándolo de su hermano.

—¡Logra aliviar mi alma, suéltame!

—Déjalo, merezco cada palabra y cada golpe que reciba  —se llevó los dedos a sus labios, notando la cantidad de sangre que manaba de ellos.— Ninguna palabra o acción puede cambiar nada de lo que hice, pero créanme cuando digo que realmente me arrepiento bastante  —aseguró entre quejidos al levantarse del suelo.— Amo a TaeHyung-

—¡Jódete!  —arremetió y seguidamente procedió a mostrar su dedo del medio al pelinegro.

Yoongi determinó que lo más conveniente sería que cada uno se marchara a sus cabañas y al día siguiente hablarían con más calma. Sehun se marchó junto con Yoongi, quienes ayudaban a sostener a Jungkook para llevárselo.

A su vez, Jeon deseaba correr y buscar a TaeHyung para rogar de rodillas por su perdón, gritarle cuanto lo amaba y extrañaba tenerlo entre sus brazos. No quería dejar solo al castaño, sin embargo, estaba consciente de que era lo mejor por ahora, su presencia solo empeoraría más la situación.

[...]

Sharon fue despertada bruscamente de su sueño apreciado por un ruido estruendoso, pero se mantuvo en calma cuando se percató de que solo era Jungkook.

Un Jungkook ebrio y deteriorado fue descubierto en el piso de la cabaña cuando la rubia encendió las luces.

—¡Jungkook!  —exclamó mientras intentaba ayudar pero fue rechazada.

No había que ser un genio para deducir el porqué Jungkook se comportaba de esa manera. Aunque Sharon comenzaba a sentir que había ido demasiado lejos, aun así, no se arrepentía de lo que había hecho.

—Tu ale-aléjate  —empujó toscamente a la fémina, haciendo que esta cayera al suelo.— No me hables, mal-maldita  —gritó y se derrumbó exhausto en su cama.— TaeHyung...

La primera lágrima de la noche bajó por su pómulo maltratado, en su corazón se sentía demasiada culpa, pero también tristeza de todo lo que había causado, pero lo que verdaderamente lo atormentaba más que cualquier otra cosa era definitivamente perder a TaeHyung.

Incluso si era solo una corazonada fundamentada en sus pensamientos atormentados, era una gran posibilidad.


Tomé la decisión florecer a tu lado, aun sabiendo que me marchitabas y podía florecer en otros jardines.

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¡Hola solecitos! ¿Cómo me los trata la vida? Espero tod@s estén bien. 💕

Me disculpo por la gran tardanza y por si hay fallas ortográficas. Como siempre, espero les guste y disfruten, nos vemos dentro de otros mil años.

📌 Mi Instagram está en mi perfil por si desean salir de una duda o tienen una sugerencia ante la historia, también por si quieren hablar de cualquier tema, estaré atenta <3.

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