Caminas frente a las miradas maravilladas de tus seres queridos. Das pasos lentos, pero elegantes, y la emoción de tu corazón ya está por desbordarse. Sabes que debes permanecer serena, pero lo único que deseas es llegar a tu destino.

— ¡Kenny! — una pequeña Dawn le da la bienvenida a su amigo, quien le había dicho que iría a su casa a jugar — ¡Vamos a mi recámara!

El niño, ruborizado por el repentino abrazo, le saluda, ante las miradas divertidas de sus madres.

La música te acompaña, tan divina que haría llorar hasta al más frío. Recuerdas con añoranza cuando la ponías de fondo en tu habitación, imitando la escena de la que eres protagonista ahora.

— ¡Auch! — se lamentaba el chico quién fue pisado por un mal movimiento de ella, quien reía al verlo saltar — ¡DiDi!

—- ¡No me llames así!

— ¿Y cómo te llamo?

La persona que te llevaba del brazo te suelta y le agradeces por estar a tu lado en un momento tan importante. Diriges tu mirada a quien te estuvo esperando al final del recorrido: con un traje muy elegante, sonrisa reluciente y ojos brillosos de la misma emoción que tú, te susurra lo bella que estás y que se siente el hombre más feliz del mundo.

— Estamos jugando a la boda, ¡Tienes que llamarme <<novia>>!

— ¡No!

— ¡Sí! — la niña, ofendida por la negativa, echa a llorar — ¿No... Me quieres?

El pequeño, asustado ante el repentino lloriqueo, intenta limpiar sus lágrimas.

— ¡Me gustas mucho! — dice, haciendo aparecer un leve sonrojo en la peliazul — No te pongas así...

— Es que... Quiero casarme contigo... Y tú no, y... Y...

Vuelve a llorar, haciendo que las mamás de los dos aparezcan. La progenitora del chico le reprende, mientras que, la de Dawn, la consuela.

— Cumpliremos la promesa — te susurra él de nuevo, provocando una sonrisa en tus labios.

— ¿Lo recordabas?

— ¿Cómo no voy a recordar el día en que me comprometí con la mujer más hermosa de este mundo?

— Kenny, vamos... Pensé que dirías la más hermosa del universo.

Ríen.

— Aún son muy jóvenes — dice Johanna a su niña, entre risas — Dawn, sabes que Kenny no lo decía con malas intenciones.

La niña mira al chico, que parece más avergonzado que antes.

— Perd...

Pero, antes de siquiera poder disculparse, él interrumpe.

— ¡Casémonos cuando seamos mayores!

Los dos dan sus votos matrimoniales mientras los invitados observaban dicho acontecimiento.

Quisieras que fuera eterno.

— Hijo, creo que te estás precipitando.

— ¡No es así! — toma las manitas de la pequeña — Dawn, cuando seamos adultos casémonos.

Ella aprieta las manos del chico con fuerza y corre a abrazarlo.

— ¡Promesa! ¡Nos casaremos cuando crezcamos!

Finalmente, la ceremonia llega a la parte que tanto anhelaste.

— ... Sin más que decir, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Kenny levanta el velo que cubría tu rostro y te pones colorada cuando te besa. Escuchas aplausos y no evitas soltar lágrimas.

— Promesa cumplida — te dice tu ahora esposo.

— Y ahora habrá más que crear — concluyes, volviéndolo a besar.

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Palabras: 500

Okay, espero que no sea entreverado xD estuve manejando tanto el presente como el pasado en este Drabble. Siendo el pasado en cursiva y tercera persona, mientras que el presente estaba con la letra normal y narrado en segunda persona. Originalmente esto tenía que ser triste, pero bueno, la inspiración salió xD

Yo antes de caer en el Ikari era penguinshipper, pues es canon que Kenny siente algo por Dawn, algo ya era algo xd en fin, es lindo haber escrito sobre ellos, me gustó uwu

Nos leemos mañana!