Capítulo 13

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


—¿Por qué?

—Porque tiene asuntos que resolver con ellos.

—¿Qué asuntos?

—Asuntos a privados —Mile repitió por no sabe qué vez—. Gulf ya basta, Si tanto quieres saber ve y pregúntale a tu novio —interrumpió cuando le vio con intenciones de volver a preguntar algo.

—Pues, ¿sabes qué? Es exactamente lo que haré. —Dicho esto, el omega giró sobre sus talones y caminó a paso rápido hasta la puerta, ignorando cada uno de sus llamados.

Mile se pasó una mano por el cabello antes de colocar ambas de ellas en sus caderas, mirando las pulidas baldosas del piso con una mezcla de frustración y estrés.

—Iré a asegurarme que no cometa alguna estupidez —Bible habló por primera vez desde que Gulf se había precipitado en la habitación.

Hizo un ademán con la mano indicándole que lo hiciera y luego se dejó caer en el asiento tras su escritorio. En ocasiones realmente le daban ganas de darle un par de buenas palmadas en el trasero, realmente odiaba cuando se comportaba como un niño caprichoso que hacia lo que se le diera la gana sin importarle en lo más mínimo lo que le dijera.

Gulf había escuchado (o espiado, no podía asegurarlo) cuando hablaba con Bible sobre lo que Jumpol le había contado, antes de que le facilitara dos de sus hombres para que lo llevaran a la casa de los Suppasit.

El omega se había precipitado dentro de la habitación exigiendo que se le dijera qué tipo de asuntos tenía Off Jumpol con su pareja y el hermano de este, armando todo un alboroto que terminó llamando la atención de algunos empleados y su propio omega.

—Tenle un poco de paciencia —Apo pidió, sentándose en las piernas de su esposo—. Ya sabes cómo es.

—Ese es justo el problema, tal vez le he tenido demasiada paciencia, le he dejado pasar tantas cosas que ahora cree que puede hacer lo que se le venga en gana —Mile bufó.

—Tienes razón —Apo concedió—. Somos demasiado condescendientes.

Mile rodeó a su luna con los brazos, dejando que se acomodara en sus piernas y recostada la cabeza en su hombro.

—Sin embargo, hay que admitir que esta vez tuvo razones de peso —Apo dijo y Mile resopló—. No digo que haya actuado de la mejor forma, por supuesto esta no fue la manera en que debió preguntar pero... siendo sincero, incluso yo querría saber si estuviera en su lugar.

Apo volvió a enderezarse para poder mirar al alfa a la cara.

—¿Por qué no le dijiste qué quería Jumpol con Suppasit?

—Porque ni siquiera yo estoy seguro de ello —Mile respondió—. Jumpol solo me dijo que era algo muy personal de los Suppasit y que no le correspondía a él decírmelo.

—Esto es tan extraño, ni siquiera sabía que los Suppasit conocieran a los Jumpol.

—Yo tampoco lo sabía —el alfa confesó, su ceño arrugándose al recordar que ni el mismo Bible después de las investigaciones que les hicieron, había podido relacionarnos—. Cada vez reafirmo más mis sospechas de que ellos esconden algo, sin embargo, aún no tengo ninguna pista de qué podría ser.

—Bueno, tal vez después de esto lo sabremos, ¿no?

—Sería bueno si así fuera. —Mile asintió, sin embargo, por alguna razón, lo dudaba.

Win acabada de limpiar la encimera cuando escuchó como tocaban la puerta. Su ceño se frunció y su conejo se puso alerta ante ello, ¿quién podría ser? Mew tenía su propia llave y Gulf siempre gritaba alegremente su nombre cuando llegaba.

Nervioso, se acercó con sigilo a la puerta, teniendo especial cuidado de que sus pasos no fueran escuchados. Vio a través de la mirilla encontrándose con un tipo que parecía ser bastante alto y cuyo porte gritaba por todos lados que era un alfa.

Junto a este, había dos tipos más que Win no pudo distinguir del todo. Tragó pesado, los nervios invadiéndole súbitamente cuando la puerta fue tocada nuevamente.

Se alejó dos pasos de la puerta y miró alrededor sin saber qué hacer. No sabía quiénes eran esos tipos y le aterraba la idea de que Piya Vimuktayon hubiera dado con su paradero y que finalmente hubiera enviado a por ellos.

Sudor frío comenzó a formarse en su frente cuando le escuchó llamarlo por su nombre. No sabía si correr hacia su habitación para obtener su celular y llamar a Mew o quedarse quieto en su lugar esperando a que estos se fueran.

Si iba por su celular corría el riesgo de ser visto a través de los grandes ventanales de la puerta corrediza que daba al jardín. Maldijo por lo bajo cuanto tocaron una vez más, ¿por qué tuvo que dejar las cortinas abiertas?

—Señorito Suppasit, ¿está ahí? Vengo de parte de Songsit Jumpol.

Los ojos de Win se abrieron a más no poder y su respiración se cortó por un segundo ante las palabras dichas por aquel extraño.

—Tengo un recado de su parte, ¿señorito Win Suppasit? ¿Está en casa?

Win sentía sus piernas perder fuerzas, ¿le habrían hecho algo al señor Jumpol? ¿Estaría el viejo y amable hombre bien? ¿Sería capaz de pasar por alto que este pudiera estar en peligro por su culpa? Querida diosa, el hombre había sido lo más cercano a un padre que Mew y él pudieron tener desde la muerte de los propios.

—¿Señorito Suppasit?

—¡Ya va! — Gritó antes de que pudiera ser realmente consciente.

Aún más espantado que antes, Win volvió a acercarse a la puerta y contando hasta diez tomó valor para quitarle el seguro, abriéndola lo suficiente como para poder asomar su cabeza.

—¿B-Buen día? —Dijo o más bien balbuceó.

—Bien día señorito Suppasit, lamento aparecer tan repentinamente. —El tipo sonrió afable, Win miró con duda a los demás, dándose cuenta de cómo no solo eran tres como había pensado, sino que eran cinco de ellos.

Un escalofrío se deslizó por su espalda y se filtró en sus huesos.

—¿E-En qué p-puedo ayudarles?

—Oh, como ya dije vengo de parte de Sungsit Jumpol. Soy su sobrino Off Jumpol. —El tipo se presentó y los ojos de Win se abrieron sorprendidos, más segundos después le miró con cautela.

—¿Dice usted que es el alfa de Bangkok? —Preguntó con duda.

—En efecto, lo soy.

—Ya, por supuesto. —Como si fuera a tragarse eso tan fácil.

El hombre sonrió y llevó una mano a su espalda, Win dio un cauteloso pasó atrás y cerró un poco más la puerta. El tipo se detuvo por un momento antes de sacar lo que sea que buscaba a su espalda, segundos después, tenía una cartera de color negra en su mano de dónde sacó una tarjeta y se la extendió.

Win soltó el aliento que no sabía retenía y tomó la tarjeta, que en realidad resultó ser una cédula de identidad. Viendo entonces el nombre de Off Jumpol junto a una foto de este y el resto de información personal del hombre.

"¡¿Es realmente Alfa de Bangkok?!" Vociferó mentalmente. Tragando pesado y devolviéndole la tarjeta.

No estaba seguro si creerlo del todo, pero por los bordes rojizos que demostraba su estatus de líder de manada, Win no estaba seguro de si la identificación estaba falsificada. Se veía bastante real.

—Como pudo ver, no miento y realmente estoy aquí de parte de mí tío Sungsit. —El tipo, que ahora sabía era Off, Off jodido Jumpol, el mismísimo alfa de Bangkok, dijo.

—Pero ¿cómo es que...? Nunca dijimos donde... ¿Le pasó algo al señor Jumpol? —Win preguntó, la preocupación embargándole tan repentinamente al volver a escuchar el nombre del mayor que se olvidó de su propia seguridad, abriendo la puerta y dando dos pasos más cerca del Alfa.

—El tío está bien, no debe preocuparse. Esa no es la razón de mi visita —Jumpol tranquilizó, por lo que soltó un suspiro de alivio.

—Entonces... ¿por qué está aquí? ¿Cómo es que dio con nosotros?

—Creo que... eso es algo que sería grato hablar en privado, después de todo, trataremos asuntos... bastantes personales para usted. —Por la mirada que este le dio, Win se dio cuenta de que tal vez este estaba enterado de todo.

No supo como sentirse al respecto.

—Oh, por favor pasen —indicó haciéndose a un lado.

Solo las dos personas que estaban al lado del Alfa lo hicieron. Los dos hombres que estaban más alejados, se quedaron donde estaban. Dándoles una última nerviosa mirada, Win cerró la puerta tras sí.

Guió a los tres hombres hasta su sala de estar y les invitó a sentarse. Los tres lo hicieron en el amplio sofá que había y Win lo hizo en uno de los dos individuales restantes.

—¿P-Puedo ofrecerles algo de tomar? —Preguntó, tratando de tragarse los nervios y cierta ansiedad que le provocaba el estar encerrado allí junto a tres hombres que enzima eran depredadores.

—No es necesario —Off respondió.

—¿Seguros? Tengo té, café, jugo, refrescos, agua...

—Realmente no tiene que...

—Un poco de agua estaría bien —dijo uno de ellos interrumpiendo al alfa, el cual era el más pequeño y que cuando pasó a su lado por la puerta, Win identificó como un omega.

—Por supuesto, denme un segundo. —Win se apresuró a ponerse de pie, sintiéndose aliviado de poder alejarse aunque sea por un minuto de la sofocante situación.

Win buscó tres vasos y sirvió agua en ellos, colocándola en una bandeja. Sinceramente hubiera preferido poder entrar a la habitación y directamente llamar a Mew para avisarle de lo que estaba sucediendo, pero por el momento tendría que conformarse con eso.

Tomando profundas respiraciones, trató de calmarse a sí mismo, mas cuando al tomar la bandeja en sus manos estás estaban temblando. Volvió a dejarlas en la encimera y las sacudió, frotándose entre sí poco después.

—Vamos, Win, confía en que nada malo va a pasarte, no todos son como el mal nacido de Nani —murmuró por lo bajo para sí mismo, sin embargo, no sirvió de mucho.

Sabiendo que no podía retrasaron por mucho más tiempo, Win tomó la bandeja nuevamente en sus manos y se obligó a poner una cordial sonrisa en su rostro cuando entre o en la sala y entregó el agua a "su inesperada visita".

—Gracias —cada uno de ellos dijo.

—Realmente lamento la repentina intromisión, señorito Suppasit —Jumpol repitió—. Sin embargo, no teníamos otra forma por la que comunicarnos con ustedes, además de que no creía prudente el hablar por teléfono el tema que he venido a tratar.

—¿Y exactamente q-qué es eso?

—He venido a hablar con usted y su hermano acerca del... incidente en el que ambos se vieron envueltos antes de su partida de la manada del alfa Piya Vimuktayon.

JiMin ya lo suponía, no obstante eso no evitó que sus nervios aumentaran y se removiera en su asiento, mirando a las tres personas allí con cautela.

—No se preocupe señorito Suppasit, ellos son personas de suma confianza, este es mi omega Gun Jumpol y mi segundo al mando, Ja Pachara, a quienes por cierto, debí haber presentado antes. —Off le dio una sonrisa de disculpa, tanto para él como para los dos hombres a su lado—. El punto es, he venido a ponerlos al tanto de todo y a proponerles algo.

—Yo... mi hermano no está. —Señaló tontamente, pues era obvio el hecho, de lo contrario estaría allí a su lado.

—¿Cree que tarde en llegar?

—No estoy seguro, ya debería estar volviendo, pero puedo llamarle para comprobarlo. — Win deseaba que este le dijera que sí, no creía poder soportar por mucho tiempo estar allí encerrado con aquellos hombres que literalmente podrían devorarlo en un minuto.

—Eso podría ser bueno, después de todo es algo que también le consciente a él. —Fue el omega quien contestó, dándole una pequeña sonrisa, casi como tratara de infundirle tranquilidad.

—Bien, iré por mi celular y le llamo rápidamente. —Win se puso de pie, más no dio bien dos pasos cuando escuchó el rugido de la motocicleta de Mew afuera—. Uh, creo que no será necesario.

Unos treinta segundos después, la puerta de la entrada se abrió con cierta brusquedad y Mew entró gritando su nombre.

—¡Estoy aquí, Mew! —Avisó y poco después Mew entró en la sala.

—Phi, he venido tan rápido como he podido, Gulf le ha llamado hace como veinte minutos diciéndome que...—Mew calló abruptamente cuando reparó en las personas sentadas en su sofá—. Entonces era cierto.

Mew miró con ojos sorprendidos al que sabía era el Alfa de Bangkok y la luna de este, todo debido a fotografías que una vez el viejo lobo Jumpol le había enseñado en una de sus visitas a la casa del hombre.

Cuando Gulf le había llamado preguntándole de dónde demonios conocía al alfa de Bangkok y por qué no se lo había dicho, Mew había estado malditamente desconcertado. Todo hasta que el omega le explicó que este había estado en la casona del alfa y acaba de salir hacia su vivienda porque según él, tenía asuntos que tratar con Win y él.

Mew ya se podía imaginar qué tipo de asuntos eran, sin embargo, se había preocupado por Win, sabiendo que este no llevaría bien el reunirse solo con aquellas personas, además de por el hecho que hubieran dado con su ubicación cuando se suponía nadie la sabía.

—Win, he venido en tan rápido como pude. —Mew se acercó a este y tomó su mano, disculpándose con los ojos cuando la sintió temblar entre la suya.

—E-Está bien, pero es bueno que hayas llegado rápido. —Asintió en dirección a las otras tres personas que se habían puesto de pie en cuanto entró en la casa.

—Alfa Jumpol, luna Jumpol. —Mew inclinó la cabeza en forma de respeto y dio otro pequeño saludo al otro hombre que no sabía quién era.

Off le tocó el hombro en reconocimiento, mientras que Gun y el otro tipo solo le dedicaron un pequeño asentimiento.

—Hasta que por fin nos conocemos —Off dijo y cuando Mew volvió a mirarle a la cara, se percató de la suave sonrisa que este le dedicaba—. Los queridos casi hijos de mi tío.

—Sí... ¿cómo está el señor Jumpol? —Mew preguntó—. ¿Su corazón le ha dado problemas?

—Él está bien, su corazón también, ha estado estable y sin complicaciones —Mew aseguró.

—Es un alivio, me alegro mucho de ello —contestó con sinceridad—. Oh, por favor tomen asiento, ¿puedo ofrecerles algo?

—No te molestes, Win ya lo ha hecho —contestó y todos tomaron asiento.

—Yo... uh, no es por ser grosero, pero ¿qué hace aquí? ¿Cómo nos encontró?

—Estoy aquí de parte de mi tío y... he tenido que mover bastantes hilos para finalmente encontrarles, siendo sincero —confesó y Mew no estaba seguro de qué pensar.

—¿H-Ha pasado algo importante? —Dudó.

—No demasiado, en realidad he venido a ponerlos al día de la situación en su antigua manada. —Off hizo una mueca, no pareciendo seguro de si debía llamarle así—. Con relación a lo sucedido antes de que partieran.

—Oh —Mew murmuró, mirando a las tres personas frente a él, intuía que todos estaban enterados de aquel... asunto—. Y... ¿qué ha pasado con eso? —Preguntó, mirando de reojo a Win cuando le sintió sujetar su brazo con algo de fuerza.

—Lo primero es, que tengo que informales que, en realidad, Nani Hirunkit no está muerto.

La respiración de ambos hermanos se enganchó cuando escucharon aquello, sus ojos abriéndose hasta más no poder y sudor frío deslizándose por su espalda.

—¿Qué? —Win preguntó sin aliento, el agrio y amargo olor del miedo comenzando a filtrarse con una rapidez abrumadora de su cuerpo.

Los alfas allí se vieron rápidamente afectados, sus narices arrugándose ante la incomodidad que el fuerte aroma les provocaba. Por su parte, Gun tragó pesado y se inclinó para tomar una de sus manos, mas Win se alejó bruscamente de él, por lo que el omega mayor se apuró a retirarla.

—P-Perdón, yo solo... —Win balbuceó, asustado de que este se sintiera ofendido.

—No te preocupes, cariño, puedo entenderlo. —Este asintió, mirándole con simpatía.

Mewrodeó los hombros de Win y lo jaló hacia él, haciendo que metiera la cabeza entre su cuello e inhalar su aroma. Era algo que hace tiempo no hacía, pero por el temblor en el cuerpo del mayor y el agrio aroma a miedo, Mew temía que tuviera algún ataque de pánico, por lo que esperaba que el viejo truco que solía usar en ocasiones cuando ambos eran apenas unos niños, siguiera funcionando.

Hubiera querido poder liberar su aroma, pero no estaba seguro de si los alfas se lo tomarían bien. Win se aferró a su chaqueta y comenzó a dar pequeñas bocanada de aire.

—Alfa Jumpol, ¿qué quiere decir con que Cho está vivo? La última vez que lo vi, lo deje tirado en el suelo, con el cuello abierto, asfixiándose con su propia sangre. —Mew estaba siendo bastante frío con el asunto, sin embargo, no se arrepentida de nada, cada vez que recordaba el estado en que había encontrado a Win, solo... Mew estaba seguro de que lo volvería a hacer.

—De alguna forma, Cho se las arregló para sobrevivir. Según mis fuentes, la cortada no fue lo suficiente profunda como para tocar la arteria —Off explicó—. No obstante, fue un milagro el que aún así no muriera por la pérdida de sangre, el mal nacido resultó ser bastante duro.

Mew arqueó ligeramente las cejas ante el desprecio que creyó escuchar en la voz del alfa líder, al referirse al León.

—No puedo creer... no puedo creer que después de todo esté vivo —Mew gruñó y Win se estremeció en su contra, arrimándose más a él. Mew acarició suavemente su hombro.

—Entiendo cómo te sientes, creo firmemente que escorias como él están demás en el mundo. —Entonces Mew realmente no se había imaginado el tono despreciativo—. Sungsit me contó todo, el estado en el que el mal nacido dejó al señorito Suppasit, lo que intentó hacerle. —Los ojos del alfa se posaron sobre Win, mirándole con simpatía—. Mi cuñada también pasó por eso, lamentablemente ella si llegó a ser... si hubiera encontrado al hijo de puta que lo hizo, en el acto, hubiera hecho lo mismo que tu, siendo sincero, incluso pude haber hecho algo peor.

La mirada de Jumpol chocó con la suya y por la furia contenida en sus ojos, supo que hablaba bastante en serio.

—El punto es que, Nani está vivo y tal parece que los delató con Vimuktayon, porque sé de fuentes confiables que hace semanas que ha iniciado una búsqueda para capturarlos. —Mew respiró lentamente, era algo que imaginaban, eso no era más que una confirmación—. Lo que me lleva al segundo punto de mi visita.

—Que es...

—El tío Sungsit me ha pedido explícitamente que por favor los pusiera bajo mi protección. — Off respondió. —Cosa que haré de buen grado si aceptan venir conmigo a mi manada.

—¿No crearía eso conflictos entre la manada de Vimuktayon y la suya?

—Tal vez, sin embargo, ustedes son como hijos para mi tío, lo que los hace parte de la familia y los Jumpol protegemos a los nuestros sin importar qué.

Mew debía admitir que se sentía conmovido por aquello, sabía del inmenso cariño que tenía el viejo lobo Jumpol hacia ellos, mismo que era claramente recíproco. No obstante, no creyó que el Alfa de Bangkok los tomaría tanto en cuenta debido a ello.

—Muchas gracias alfa Jumpol, apreciamos de corazón que estén dispuestos a arriesgar tanto por nosotros, sin embargo yo... no puedo irme de aquí.

—Ya imaginaba esa respuesta. —Off soltó una baja risa.

—¿Lo hacía?

—Por supuesto. Después de todo, sé que hay algo muy importante que lo ha mantenido atado a este lugar. —Le guiñó—. Créame, en su caso tampoco podría hacerlo.

—Bien, yo... gracias por su oferta de todas formas. —Carraspeó.

El alfa de Bangkok era alguien a tomar en cuenta, pareciera que tuviera informantes en todas partes, así que Mew imaginó que realmente eran muchos los hilos de los que podía tirar. Aunque no debería sorprenderle, después de todo no era el alfa de la manada más poderosa de sur corea por nada.

—¿Qué hay del señorito Suppasit? ¿También desea quedarse aquí? ¿O le gustaría ir con nosotros?

Los hombros de Win se pusieron rígidos por un momento, antes de volver a relajarse y lentamente salir de su "escondite". Por su semblante y lo mucho que había disminuido el olor a miedo, sabía que este estaba mejor y que aunque aún parecía asustado, era poco probable que tuviera algún ataque de pánico.

—Y-Yo... preferiría q-quedarme junto a mi hermano —Win contestó con voz baja a la anterior pregunta hecha por el Alfa líder—. No sería capaz de irme y dejarle atrás.

—También lo supuse. —Off asintió, pareciendo satisfecho con la respuesta—. De todas formas, quiero que sepan que cuentan con nuestro apoyo en cualquier cosa que puedan necesitar.

—Muchas gracias. —Ambos Suppasit se inclinaron en agradecimiento.

—No hay porqué. —Off negó—. Bueno, dicho esto, no hay mucho más que podamos hacer aquí. —El Alfa mayor se puso de pie y le tendió una mano a su esposo para ayudarle a que también lo haga, el resto lo imitó por inercia—. Pasaremos a retirarnos, les dejaremos digerir todo esto y en especial que el señorito Jumpol pueda terminar de calmarse, una vez más, lamentamos la repentina intromisión.

—No se preocupe por eso. —Mew negó—. Todo lo contrario, gracias por todo y por favor dígale al señor Sungsit que le mandamos saludos y esperamos que se encuentre bien, también que en cuanto se nos sea posible nos pondremos en contacto.

—Cuenten con ello, sin más que decir, con su permiso, pasaremos a retirarnos. Fue un verdadero placer conocerlos aunque no haya sido por las mejores circunstancias.

—Lo mismo de nuestra parte. —Mew asintió—. Permítanme acompañarlos hasta la puerta.

Mew indicó con su mano que por favor le siguieran, guiándolos hasta la salida de su casa, frenando de golpe cuando salió de la sala y se encontró directamente con su novio.

—G-Gulf. —Mew casi gritó por la sorpresa, acercándose al omega para sostener su mano—. ¿Qué haces aquí? Creí haberte dicho que te quedarás en casa, que no había nada de qué preocuparse.

—Ya. —Fue todo lo que el menor respondió, mirando casi impasible hacia las personas a sus espaldas.

—Buenas tardes señorito Kanawut, que sorpresa encontrarlo por aquí —Off saludó.

—Buenas tardes y podría decir lo mismo. —Gulf le arqueó una ceja desafiante, Off solo rio ante el comportamiento del omega.

Parecía tan indomable como su propia omega lo era.

—Oh, solo hemos pasado a saludar a nong Win y nong Mew, realmente ya nos estamos retirando —contestó en cambio.

—Puedo verlo.

—Así es, bueno, ¿supongo que nos veremos más tarde en la casona?

—Es lo más seguro. —Gulf asintió secamente.

—Muy bien entonces, hasta luego. Otra vez, fue bueno verlo nong Mew.

—Igualmente alfa Jumpol —Mew contestó.

Seguido de ello, este junto a su omega y el que suponía era su hombre de confianza, se retiraron del lugar, dejándole solo junto al tigre.

—¿Hace cuánto tiempo que estás aquí? —Mew preguntó nerviosamente.

—El tiempo suficiente como para enterarme de ciertas cosas —Gulf respondió, su semblante tan impasible que Mew no podía decir qué estaba pasando por la mente del omega—. ¿Y bien, Mew? ¿No hay algo que debas decirme?

El alfa se removió en su sitio, al parecer había llegado la hora de contarle las cosas al menor.

Stars_Of_Saturn.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro