Epílogo

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Off Jumpol frunció el ceño cuando escuchó el sonido de su celular, aquello en sí no era una gran sorpresa, puesto que su oficina parecía una central de taxis desde el ataque a las manadas casi tres meses atrás, lo raro era que el que sonaba era su celular personal.

Suspiró y contestó la llamada, si se comunicaban por allí, es porque debía ser algo importante.

―¿Aló?

―Querido sobrino ―saludó la voz del otro lado.

El ceño fruncido del alfa se profundizó, sabía que no era su tío Songsit, primero, porque este había salido de su oficina hace solo unos cinco minutos y segundo, porque reconocería la voz de este de inmediato donde fuera. Por lo tanto, eso solo le dejaba una opción.

―Nadech Jumpol.

―Hace años que dejé de ser un Jumpol, prefiero que me llamen Nadech Kugimiya ―este corrigió, Off rodó los ojos.

―¿Qué quieres?

―No te escuchas feliz de hablar con tu tío.

―Hace un segundo dijiste que ya no eres parte de los Jumpol, así que no eres nada mío, además un familiar nunca atacaría a otro como lo hiciste.

―En realidad te sorprenderías sobrino.

―¿Qué quieres? ―Preguntó con voz dura, exasperado con las largas que el hombre seguía dándole.

―Llamaba para decirte que he confirmado lo que me habías dicho. Jet era realmente un traidor ―Nadech contestó.

―Por lo tanto, ahora sabes que no mentía ―afirmó―. Por ende, la pregunta es, ¿qué significa eso para ti y tu grupo de rebeldes? ¿Ahora que sabes la verdad, piensas detener todo esto?

―Bueno, eso depende, ¿estás dispuesto a entregarme a Bangkok?

―Nunca ―Off gruñó.

―Eso me temía. ―Nadech hizo un ruido con su garganta, casi como si realmente lamentara aquello―. Aunque no me sorprende, un verdadero Jumpol nunca sedería tan fácil.

―¿Por qué estas empeñado en hacer esto más difícil, Nadech? Ya sabes la verdad, ninguno de nosotros tuvo la culpa de lo pasó. No hay ninguna razón para que continúes con tus ataques.

―Oh, pero sí la hay ―Kugimiya contradijo―. Querido sobrino, que no sean culpables de lo ocurrido en el pasado, no quita que Bangkok sea mía por derecho, me pertenece.

―Sabes bien que eso no es cierto, aunque no hubieran intentado asesinarte, Bangkok no hubiera sido entregada a ti, el abuelo habría declarado a mi padre como alfa de todas formas.

―Mi padre no era más que un imbécil, como si el que no hubiera dar podido descendencia, me hubiera hecho un alfa menos capaz.

―No negaré que en eso tengas razón, no poder concebir no significa nada, ciertamente no hubiera minimizado tus capacidades, sin embargo, eran las reglas por la que se regían en un pasado. ―Reglas que Off había revisado minuciosamente, de forma que pudo cambiar o simplemente desechar algunas que no eran más que simplemente ridículas―. Así que eso no hubiera cambiado nada.

―Desde que Songsit renunció a tomar el poder como el siguiente alfa, eso debió pertenecer a mí, no importa lo que mi padre haya dicho. Quiero a Bangkok devuelta.

―Repito, Bangkok nunca fue tuya.

―Muy bien, entonces estoy a punto de corregir eso. ―Fue la respuesta que este dio―. Y dado que no me la entregaras de buena gana, deberás esperar a saber de mí pronto. ―Y colgó.

Off no hizo más que estrujarse el rostro con una de sus manos. Había sabido que las cosas no terminarían tan fácil.

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―¿Qué haremos a continuación? ―Piya preguntó nada más Nadech colgó el celular.

―Debemos terminar de reagruparnos y prepararnos mucho mejor que antes, para atacar nuevamente ―Nadech respondió, maniobrando su celular para sacar el chip y destruirlo, remplazándolo entonces por uno nuevo.

―Eres consciente de que las cosas ahora serán mucho más difíciles, ¿no? ―Vimuktayon hizo una mueca―. Ahora todos saben quiénes somos, no tenemos solo a las principales manadas del país y sus aliados tras nuestro culo, sino que también al consejo.

―Tendremos que lidiar con eso, no pienso detenerme ahora.

―Nunca dije que deberíamos hacerlo. ―Piya se reacomodo en el sillón de forma que pudo cruzar sus piernas―. De manera que, ¿cuál es el plan? ―Preguntó una vez más.

―Por ahora lo mejor será concentrarlos en, como has dicho, cuidar que el consejo no nos atrape y terminar de organizar lo de la manada de Patthaya, debemos conseguir a alguien de confianza que se haga cargo de ella.

―Bueno, tal vez yo podría ayudar en eso. ―Ambos alfas se giraron hacia la voz que sonó más allá de ellos, sus cejas arqueándose ante la persona que acababa de entrar a su recibidor―. Alfa Vimuktayon, tío.

―Pero si no es más que Perth Jumpol. ―Nadech sonrió―. Mira tú si no es esto una grata sorpresa.

El susodicho sonrió de vuelta, mirando con interés a su familiar.

―Entonces, ¿cree que pueda serle útil?

―Oh, pero por supuesto que tú lo serás. ―Nadech asintió, ya podía imaginarse la reacción de Songsit cuando se enterara de que su querido hijo estaba de su lado―. Eso es un hecho.

Gulf se sentía frenético por alguna razón, él estaba real, realmente desesperado, es por eso que no dudó, en arrastrase sobre el regazo del alfa. Se mantuvo erguido sobre sus rodillas y llevó una mano hacia atrás para agarrar el pene del mayor y llevarlo dentro de sí.

Él no esperó ni un segundo antes de comenzar a moverse, llevando sus manos hacia el rostro del alfa para sostenerle de las mejillas y alzarle el rostro, entonces se agachó y unió sus labios. Mew abrió la boca y su lengua salió disparada hacia fuera, serpenteando sus labios solo unos segundos antes de internarse en su boca.

Las manos del alfa le rodearon la cintura y trataron de ralentizar el ritmo, pero Gulf no estaba teniendo nada de eso, él lo quería así, rápido y duro, por lo que continuó saltando de arriba abajo y moviéndose de adelante hacia atrás, sin importar cuánto se hundieran los dedos del alfa en su piel, o los gruñidos que este soltara.

Saliva se escurrió por las comisuras del mayor y Gulf se aseguró de lamerla, terminando chupando su lengua poco después. El beso, si es que realmente se le pudiera llamar así, era realmente desordenado, pero a Gulf no le importaba, porque se negaba a bajar el ritmo para poder besarle mejor.

Gimió en alto y echó su cabeza hacia atrás cuando la cabeza del pene del mayor se clavó justo en su próstata y su frenesí solo pareció aumentar, empujó los hombros de Mew hasta que este abandonó su posición sentada y volvió a recostarse en la cama, entonces se quedó quieto por encima de él.

―Vamos ―suplicó.

Para su suerte, Mew le entendió rápidamente, por lo que moviéndose hasta que pudo apoyar las plantas de sus pies en el colchón, él comenzó a empujar hacia arriba.

―¡Sí! ―Gimió, gozando de los rápidos y duros empujes.

―Maldición, estás tan caliente. ―Escuchó a Mew murmurar.

Gulf asintió, o al menos creyó que lo hizo. Moviéndose por sí mismo y obligando al alfa a dejarle ser quien llevara el ritmo cada que se sentía demasiado cerca, entonces cuando pensaba que podría aguantar sin correrse, se quedaba quieto y Mew retomaba el mando.

Repitió la acción una y otra vez, ambos encontrando rápidamente un balance, logrando retrasar el orgasmo por largos y placenteros minutos, que le hicieron sentir como si pudiera tocar las estrellas con los dedos. Todo hasta que no pudo soportarlo más y realmente necesitó correrse.

Gulf se inclinó hacia el alfa y la mano de este fue tras su cabeza y tomó un puñado de su cabello, atrayéndolo aún más hacia sí y obligándole a ladearla, aunque tampoco era como si Gulf estuviera pensando en negarse, él deseaba lo que estaba por suceder tanto, sino que más que el mayor.

Mew abrió la boca y sintió sus colmillos agudizarse, acercando la nariz al cuello del omega, olfateó justo encima de su glándula de olor y después sacó la lengua y lamió.

―Por favor, por favor, por favor. ―Gulf mendigó y Mew le dio a su omega lo que quería.

Hundió sus dientes en la suave carne hasta que la perforó y sintió la sangre comenzar a salir, entonces comenzó a succionar.

Gulf gritó y convulsionó encima de él, caliente semen bañó su bajo vientre y sus paredes se apretaron alrededor de su pene.

Mew apenas tuvo tiempo de desencajar sus dientes y lamer su herida para que cicatrizara, antes de que Gulf hundiera la cara entre su cuello y también le mordiera. Los ojos de Mew rodaron atrás en su cabeza y sus caderas se impulsaron hacia arriba como si tuvieran vida propia, Gulf gimió alrededor de su cuello y comenzó a chupar, fue entonces cuando Mew explotó, su semen bañando las aterciopelada paredes de su omega y un ronco gemido escapando de sus labios.

Cuando bajó de la nueve en la que lo llevó su orgasmo, pudo sentir a Gulf lamer su mordida y fue entonces cuando su lazo finalmente se asentó. Los sentimientos de Gulf comenzando a fluir unos tras otro hacia él y viceversa.

"Eso ha sido más que maravilloso", escuchó el susurro de Gulf en su cabeza, cuando este utilizó su vinculo por primera vez.

"Tú lo has dicho, dulce", Mew contestó.

Gulf soltó una suave risita y se enderezó hasta que pudo verle a la cara.

―Por lo que, estamos finalmente emparejados ―Gulf dijo.

―Nosotros lo estamos, sí ―Mew contestó―. Y no puedo ser más feliz justo ahora, debido a ello.

―Entiendo perfectamente el sentimiento. ―Los ojos de Gulf se volvieron aún más suaves cuando murmuró:―realmente te amo, Mew.

―Hum, nunca voy a cansarme de escuchar eso, lo juro. ―Suspiró complacido, acariciado con una de sus manos la espalda baja del omega, mismo que se acomodó sobre su pecho―. Y aunque ya lo sabes, te amo incluso más, dulce.

―¿Cuánto piensas que el nudo tarde en bajar? ―Gulf preguntó un rato después.

―¿Te anudé?

―¿No te diste cuenta? ―Gulf volvió a alzar la cabeza, mirándole con incredulidad, Mew se sonrojó solo un poco.

―No, no lo hice. Lo siento.

―No me molesta que me anudes, Mew, aunque es increíble que no te dieras cuenta de que lo hiciste. ―Rio―. También probablemente deberé tomarme una pastilla más tarde, pero sigo sin tener ningún problema.

―Tendré más cuidado la próxima vez de todas formas ―Mew prometió.

―Como quieras, sin embargo, ahora mismo estoy más preocupado porque el nudo baje en los próximos cinco minutos, sino queremos que se nos haga tarde para ir a reunirnos con los chicos y Rebecca venga hasta aquí para arrastrarnos fuera.

Mew gimió.

―No la menciones, Gulf, no vaya a hacer que la invoques o algo peor. ―Gulf se rio de él.

―Aww, Mew, no seas así, Rebecca te adora.

―Sí, ese es justo el problema ―Mew refunfuño, haciendo que la risa del menor se volviera todavía más ruidosa―. No te burles Gulf, sabes que la chica es realmente intensa.

―Le pediría que te diera algo de espacio, pero realmente amo verte escandalizado y hasta horrorizado, cada que está cerca de ti.

―Eres cruel.

―Pero así me amas.

―Eso es un hecho.

Gulf hizo un ruidito feliz y Mew sonrió, en adelante, viviría para que su omega siempre lo fuera.

―Win, por favor, un minuto, solo te pido que hablemos por un minuto ―Bright rogó, persiguiendo al escurridizo omega a través de los pasillos de la casona Phakpun.

―L-Lo siento, n-no tengo tiempo ahora mismo.

―¿Ah, no? ¿Y qué tienes que hacer? ¿Ir a encerrarte de nuevo en tu habitación? ―Bright alcanzó el brazo del omega y le detuvo, obligándole a girarse en su dirección.

Win lo miró con grandes ojos, encogiéndose sobre sí mismo como si realmente esperara que Bright le atacara o alguna cosa así.

El alfa le soltó, sabiendo que había cometido un error. Sabía que su omega estaba aterrorizado de él, en realidad, por lo que había llegado a hablar con su hermano, lo estaba de todos los grandes depredadores, pero aún más de los de su raza, todo debido a algo que le hizo el mal nacido de Nani Hirunkit.

Cada que veía a su omega actuar así, Bright deseaba revivir al tipo y darle una muerte aún más dolorosa y lenta de la que le había dado aquel día.

―Lo siento, yo... te juro que nunca te haría daño, puedes confiar en mí. ―Win no contestó, solo se le quedó mirando igual de aterrado que antes―. Solo quiero que hablemos por un momento, sabes lo que pasa entre nosotros, no podemos dejar las cosas simplemente así, somos compañeros, Win.

―Yo... ―Win tragó pesado―. Ya te he dicho muchas veces que no puedo, simplemente, no.

―Sí es por lo que pasó con Cho, podemos hablarlo y...

―No. ―Esta vez, la voz del omega sonó realmente dura―. No quiero hablar de eso, no quiero recordarlo, solo quiero que pase, olvidarme de ello, ¿entiendes?

Bright le miró afligido, aún no sabía con exactitud qué había sido lo que le pasó al menor, solo que el tipo le había lastimado bastante y eso, junto a lo mucho que habían abusado de los hermanos en su antigua manada, solo había contribuido para que el omega desarrollara un trauma con los "depredadores".

―Solo olvídate mí, por favor, olvida que nos conocimos y lo que se supone que somos, yo no puedo, no quiero estar contigo, ¿bien? Solo déjame en paz. ―Dicho esto, el omega giró sobre sus talones y huyó rápidamente del lugar.

Bright le dejó ir, sabiendo que no conseguiría nada con insistir. Le dolía cada que el omega le decía algo así, pero Bright estaba seguro de que era solo su miedo hablando por él, por lo que se negaba a tomarse las palabras de este demasiado en serio, no iba a rendirse tan fácilmente.

Win es su destinado y lucharía por él, Bright no estaba dejando que su omega se escapara de entre sus dedos tan fácil.

Fin.

Es cortito, lo se, lo siento.

No obstante, este epílogo fue realizado con el fin de atar los pequeños cabos sueltos que habían, como los siguientes planes de Nadech, completar el emparejamiento del MewGulf y ver qué onda con el BrightWin, jeje.

¡Espero hayan disfrutado la lectura!

¡Gracias por todo!

Stars_Of_Saturn.

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