~Zarek~

Mientras voy en el coche de regreso a mi castillo, después de hablar con Lucius, quién lo único que hizo fue hacerme dudar, pienso en lo que  hablamos, ¿y si la daño más, si la daño a tal punto que no pueda volver a recuperarse?
Estas dudas golpean mi cabeza sin parar, además de las inmensas ganas que tengo de ir donde esta ella me tienen desesperado.

— ¡Mierda! ¡¿No sé qué hacer?! —digo frustrado— ¿qué me pasa, nunca dudo al tomar una decisión, pero esta... No es cualquier decisión.

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~Una hora después~

Mientras doy vueltas en mi habitación como un animal enjaulado sin saber que hacer, alguien toca la puerta, cierro los ojos y maldigo, voy a abrir la puerta.

— ¡Te lo dije Teresa! —le grito cuando la veo.

— Sólo... ¿Vine a ver si necesita algo de mí Señor?

— ¡Vete! —mi ánimo no es bueno en este momento.

— Esta bien, pero si me necesita ya sabe donde encontrarme. —se va lanzándome un beso, cierro la puerta y me sacó el pijama para ponerme unos vaqueros, una polera, unas zapatillas y una chaqueta de cuero, luego salgo de mi habitación, dirigiendome a los calabozos.

Al llegar a mi destino, abro la celda y lo miro, se ve mas viejo, pero sigue siendo el mismo, él abre los ojos de golpe y me mira desafiante, sabe que no lo mataré, pero si que lo puedo dañar.

— ¿Qué quieres ahora monstruo chupasangre? —me espeta, creo que los años lo han convertido en un bastardo valiente.

— Yo que tú, omitiría ciertas palabras...—me acerco, pero él ni se inmuta, esta acostumbrado a verme o a que lo castigue— ¡ahora vas a sufrir malnacido!

— ¡Bah! Realmente no me importa, la muerte es lo único que quiero, ¡porqué no me golpeas hasta matarme!

— No, eso sería el cielo para alguien como tú.

— Y dime, ¿has encontrado a la pequeña p*rra...—dice intentando enfurecerme para que lo golpee hasta la muerte— sabes lo dulce que sabe, siempre la desee, y cuándo por fin la hice mía, gimió tan..

— ¡Cállate! —le grito dándole un fuerte golpe en su sucia boca, me acerco para golpearlo pero no tanto como para matarlo, su sangre me salpica la ropa, y me voy dejándolo sólo. Salgo de los calabozos mientras la rabia y la impotencia casi me vuelven loco. Subo a mi habitación me sacó la ropa, y me meto a la ducha para limpiarme su asquerosa sangre. Ya tomé mi decisión y solo espero que sea la correcta, la he esperado demasiado tiempo, como para que yo sea el culpable de su destrucción, yo no la destruiré jamás, la amo demasiado como para hacerle algo así.

Vivían, Mi Vivían, no dejaré que te destruyas, no te dejaré caer mi amor, antes de dañarte me muero yo...

Gracias por leer, comentar o votar😉

Zarek, (a quien antes de esta corrección llame Jeremías) ¿será la decisión correcta la que acabas de tomar?
¿Qué opinan?
¿Qué decisión habrá tomado?
En el próximo capítulo lo sabremos, pero si quieren pueden comentar que pasará ♡♡♡