"Si una máscara y fachada refinada logrará que te acerques a mí, me la pondré y fingiré ser a quien amas ver"

Eran las ocho en punto y TaeHyun aún no había salido de su casa. Sus padres se habían ido mucho antes, el chofer le esperaba afuera pero el pelirrojo estaba pensativo.

Una parte de él le decía que llegase lo más rápido posible para poder disfrutar del segundo día junto a la compañía de BeomGyu.

Y otra parte le decía lo doloroso que llegaría a ser para él. Sabía que quedaría con ganas de probar los labios ajenos, quedaría con las ansias de conversar con él y quedaría con el anhelo de verlo sonreír de nuevo, hacia él.

No sabía que hacer.

Por eso bajó con el antifaz en mano y le consultó a su fiel amigo, el chofer. Obviamente omitió la parte de la magia que poseía el antifaz, pero no omitió el nombre de BeomGyu.

-Solo ve con él, aprovecha los dos días que te quedan. Entiendo que para ti será duro, que lo vas a extrañar, pero aunque sea vas a sonreír al recordar lo que llegaste a hacer con él, tal vez no te parezca mucho tiempo, pero creo que es mejor tener un pequeño recuerdo a no tener ninguno -dijo el hombre con una suave sonrisa. TaeHyun solo asintió pensativo- Eres un caso, TaeHyun. Hay doscientos cuatro países, ochocientas cinco islas, siete mares, más de siete billones de personas y te fijas en una que no te hace caso.

TaeHyun carcajeó golpeando el hombro del mayor.

-¿De dónde sacó eso? -preguntó luego de reír. El hombre solo le mostró su teléfono con la imagen que decía específicamente aquello- Tiene razón.

No bastó decir nada más, TaeHyun subió al auto y el chofer manejó entre bromas y risas hasta el recinto de la celebración.

El hombre le deseo suerte y TaeHyun solo le sonrió antes de colocarse su antifaz, eso sí, unos metros alejado del chofer.

Bien, ahora soy Park TaePyung. Se dijo antes de emprender camino directo al laberinto de arbustos.

BeomGyu bebió de su cuarta copa de vino con una mueca. Estaba en el mismo lugar del día anterior, esperando a TaePyung, no sabía cuantos aperitivos había ingerido en toda la hora pero sabía que se estaba aburriendo.

Por eso, no pudo ocultar su reacción de emoción al captar la peculiar cabellera rosa del chico entrar al cubículo.

-¡Viniste! -dijo con una gran sonrisa, se levantó y caminó al pelirosa pasando su vista por el traje negro que llevaba, era del mismo modelo que el de el día anterior.

-¿Tardé mucho? -preguntó ladeando su cabeza. TaeHyun sentía su corazón latiendo a mil por hora, BeomGyu vestía un traje diferente, éste era completamente blanco, se ceñía a su cuerpo y su cabello estaba alto desordenado.

A sus ojos, se veía simplemente sublime.

-Si, tardaste un poco -asintió el pelinegro acercándose más a él, TaePyung no perdió tiempo y colocó sus manos en las caderas ajenas para acercarlo a su cuerpo.

El pelinegro rió y pasó sus brazos por sus hombros.

-Me estaba arreglando. Quería lucir bonito para ti -habló en un tono coqueto. BeomGyu arqueó su ceja.

-¿Ah si? -el pelirosa asintió. Los dos rieron y rozaron suavemente sus labios antes de unirlos este vez con algo más de movimiento.

La noche anterior había sido un roce, habían apoyado sus labios con los del otro y luego, un pequeño pico.

Pero ahora, la cabeza de los dos estaba ladeada en lados contrarios. Sus labios se movían con lentitud y los surcos aparecían en sus frentes al intensificar de a momentos el beso.

TaeHyun sonrió en medio del beso y se separó suavemente, sus pulmones ya le estaban pidiendo algo de aire. Se había sentido borracho con aquel beso, y no era por el sabor ni olor a vino que tenía la boca del pelinegro, se sentía borracho de sus besos, su mente se desconectó de su cuerpo, no pensaba nada, no existía nada cuando tenía los labios del otro sobre los suyos.

-¿Esa no es la canción de ayer? -preguntó el pelinegro dejando la copa de vino en la banca en donde había estado sentado.

TaeHyun colocó los pies en la tierra y le prestó atención a la canción que sonaba.

Y efectivamente, la misma canción que bailaron por primera vez estaba resonando en las bocinas.

[Who - Lauv, JiMin & JungKook]

El pelirosa extendió su mano y haló el brazo del pelinegro, lo pegó a su pecho y sonrió, coqueto. BeomGyu solo rodó los ojos con una sonrisa y lo abrazó para mecerse de lado a lado, moviendo sus pies con fluidez, confiando en los movimientos del otro.

Cuando el primer minuto de la canción llegó las manos de TaeHyun se posaron unos centímetros más abajo de su cadera y lo alzó en el aire.

BeomGyu carcajeó y se sostuvo con fuerza de los hombros ajenos. Bajó la mirada y encontró la brillante sonrisa del otro, cuando sus pies tocaron el suelo fue arrojado hacia atrás, uno de los brazos del pelirosa lo sostenía en su espalda y otro estaba posado en su cintura.

No pudo decir nada cuando los labios de TaePyung ya estaban besando los suyos.

Siguió el ritmo tanto de sus labios como lo de sus pies.

Por otro lado TaeHyun se sentía en un sueño. Sacó a relucir todos los pasos que le habían enseñado, divirtiéndose y olvidando todo lo que pensó antes de ir al lugar.

Solo estaba concentrado en BeomGyu.

Las horas pasaron y sus cuerpos nunca dejaron de moverse, tal como la noche anterior, estaban sudados y desarreglados debido a lo pegados que habían permanecido y movido.

-Hace demasiado calor -BeomGyu, sin preocupación, quitó su antifaz sintiendo que este se estaba adhiriendo a su piel debido al sudor- ¿No tienes calor? -le preguntó al pelirrosa que solo asintió quitando su saco- Quita tu antifaz si es así, estas cosas parecen adherirse a tu piel.

TaeHyun sintió el corazón en la garganta.

-No es necesario -le sonrió lo más calmado posible. BeomGyu solo subió los hombros y bebió de su copa sintiendo el frío recorrer por su garganta.

Una sonrisa se formó en su boca cuando una idea llegó a su mente.

-No he visto tu rostro por completo, TaePyung, si bien el antifaz me deja un poco a la imaginación, no sé como es en verdad -habló haciendo que el corazón del otro volviera a posarse en su garganta.

Lo que decía BeomGyu tenía sentido, es decir, el antifaz tapaba sus cejas, parte de su mejilla, nariz y frente. El pelinegro podría imaginar cómo sería su cara pero una cosa era la imaginación y otra la realidad.

-¿Te importaría quitártelo? -preguntó antes de mirarle fijamente, en espera de una respuesta que, esperaba fuera positiva.

-No me lo voy a quitar -contestó. No planeó sonar así de.. Tosco, pero no podía hacer nada para remediarlo ya.

-¿Por qué? ¿Tienes alguna cicatriz que te avergüenza? ¿No tienes cejas? -soltó una risa por lo último- Solo quiero ver la cara completa de la persona que me atrae, ¿es mucho pedir?

TaeHyun se quedó en silencio.

¿Persona que te atrae?. Pensó con el ceño fruncido.

¿Le seguiré atrayendo si le digo que soy Kang TaeHyun?

Negó con su cabeza suavemente, tan suave que el pelinegro no se dio cuenta.

Soltó un largo suspiro que llamó la atención de BeomGyu.

-Si la puedes ver... -le dijo, causando una hermosa sonrisa, que se borró a los segundos.

¿Qué hacen si les digo que falta poco para el final? (Recuerden que es un mini-fic)