Extra #3

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Ya llevaban casi un año viviendo juntos, estaban en el último mes de el año a seis días de navidad. Los dos habían adornado la casa en medio de risas, el árbol navideño aún no estaba en su lugar.

Todo estaba tranquilo en la gran casa, en silencio, TaeHyun estaba en la cocina preparando su especialidad.

Leche caliente con cereal de colores.

Sonrió cuando escuchó los pies descalzos de su pareja bajar las escaleras y dirigirse a él.

Volteó para soltar alguna excusa ya que el pelinegro no sabía que iba a preparar algo de comer y se molestaba cuando el pelirrojo no hacia para él, pero BeomGyu habló apenas entró a la cocina.

—Quiero un hijo —dijo sonriente meciéndose de lado a lado. TaeHyun empezó a balbucear dejando sus utensilios de lado.

¿Un hijo?

¿¡Un niño!?

¿¡Corriendo por la casa!?

¿¡Llorando!?

Oh, no no no, aún no.

P-pero, BeomBeom, nosotros... Apenas llevamos un año juntos y no estoy diciendo que no sea mucho, p-pero, ¿no puedes esperar unos años más? —preguntó casi en un hilo de voz, no quería que su pareja se molestase y además, aún seguía choqueado por las palabras.

BeomGyu rió y se acercó al pelirrojo a pasos lentos, puso sus manos en sus hombros y empezó a dar pequeños masajes mientras mordía su labio inferior, conteniendo la risa por la expresión confusa del pelirrojo.

—Un momento... —TaeHyun movió su cabeza, confuso— ¿Quieres un hijo o que te haga un hijo?

BeomGyu rió juguetón.

—Me gustan las dos ideas —contestó impulsándose para enrollar sus piernas en las caderas ajenas, confiando en que el pelirrojo lo atajaría.

Y así fue, TaeHyun olvidó su cereal y leche tibia cuando sus manos sujetaron los muslos de su pareja y empezó a caminar al sillón más cercano.

—¿Entonces solo te estabas insinuando? —preguntó recostándose en el sillón, dejando el pelinegro en su regazo.

—Tal vez —rió acomodándose mejor, sus abdómenes se tocaban y parte de sus pechos igual, los dos sentían las respiraciones agitadas del contrario en anticipación— Pero de verdad quiero un hijo.

TaeHyun solo lo besó quitando de sus pensamientos la idea de que el dichoso "hijo" que quería el pelinegro le quitaría sus momentos con él.

Si, TaeHyun era algo, algo, celoso y posesivo.

Y aunque en su lista de sueños al lado de BeomGyu estaba adoptar a un pequeño, no era el momento.

Quería disfrutar un poco más de él, justo como lo estaba haciendo ahora mismo, sus manos estaban perdidas bajo la camiseta ajena, sus dedos trazando dibujos en su piel.

Y no significaba que cuando el "nuevo integrante" estuviera con ellos no podría disfrutar de BeomGyu, claro que lo seguiría haciendo.

Pero no como antes. Había responsabilidades, había...

—Deja de pensar y bésame bien, inepto —ordenó BeomGyu con el ceño fruncido, TaeHyun no se había dado cuenta de como había dejado sus labios entreabiertos, sin moverlos.

—Lo siento, estaba pensando lo de...—el pelinegro bufó y les dió la vuelta, quedando el pelirrojo sobre él, entre sus piernas.

—No puedes pensar en un hijo si no lo has hecho aún, así que primero hasme un hijo y luego piensas, Kang —volvió a ordenar atrayendo al pelirrojo por el cuello de su playera uniendo sus labios para iniciar un vaivén desesperado.

¿Qué había dicho BeomGyu? Ni el mismo sabía.

Cosas de la calentura. Supuso TaeHyun dejando su mente en blanco, solamente concentrándose en quitar todas las prendas de ropa de su camino y en encargarse de que los suspiros se convirtieran en gemidos.

Faltaban dos días para navidad y TaeHyun estaba desesperado. Luego de "hacerle un hijo" a BeomGyu por cuarta vez en dos días habían decidido salir para buscar lo necesario para la cena que tendrían y TaeHyun aprovechó la oportunidad para buscar su dichoso "hijo".

Y es que BeomGyu no había pedido uno humano,  precisamente.

Entró a la tienda de adopción y sonrió a la mujer que atendía.

—Buenas tardes, ¿en qué le puedo ayudar?

—Quisiera ver cachorros, por favor —pidió. Había dejado a BeomGyu en una tienda de ropa sabiendo que estaría por horas ahí adentro sin recordar que tenía una pareja, o una vida incluso.

Pequeños ladridos y gruñidos le recibieron en cuanto entró a una habitación que tenía juguetes, comida y agua, incluso camas, todo lo necesario para que los, aproximadamente quince cachorros estuvieran cómodamente.

TaeHyun sonrió en grande en cuanto los pequeños se le acercaron meneando sus colas y alzándose en sus patas traseras. Se agachó y tomó asiento en posición India, igual que la mujer a su lado que empezó a juguetear con los cachorros y presentarlos uno a uno.

—Las que tienen manchas marrones son hembras, los que tienen las orejas negras con machos —dijo señalando a cuatro pequeños, hermanitos— Las dos niñas se llaman, Ati y Mimi. Y los dos niños Yeon y In.

—¿In? —preguntó. ¿Qué clase de nombre canino era ese?

—Se llama Win, pero responde al In y no al Win. Es extraño la verdad —dijo la mujer chasqueando sus dedos a un canino al azar.

TaeHyun soltó un grito cuando un dolor punzante llegó a su mano.

Uno de los cachorros había mordido su mano.

El pequeño lo soltó y se dio la vuelta, sentándose con el mentón en alto.

El pelirrojo rió y cargó al animal, acercándolo a su cara.

—¿Cómo se llama este pequeño? —preguntó riendo de los intentos del can de morder su nariz, no sabía si eran cosas de su imaginación pero captaba un ceño fruncido— Me recuerdas a alguien.

—Él no tiene nombre, no responde a ninguno por más que lo repitas. Hemos intentado entrenarlo, pero no obedece, solo se queda sentado o duerme —la mujer parecía algo triste por el cachorro— Es el mayor de todos aquí. Tiene diez meses.

—Me lo llevo —dijo de inmediato. Sin duda aquel cachorro le recordaba a BeomGyu.

La mujer le miró sorprendida, levantándose aún con su cara de estupefacción y despidiéndose de los perritos luego. Al parecer nadie quería al cachorro.

—Quisiera darle una sorpresa a mi pareja, ¿podrían hacerme un favor? —preguntó a la amigable mujer que asintió escuchando con atención al pelirrojo.

—¡No puede ser! ¡No puede ser! —TaeHyun subió corriendo las escaleras debido al grito del pelinegro seguido de lloriqueos.

—¿¡Qué pasa!? —preguntó abriendo la puerta de par en par, BeomGyu estaba lloriqueando sin soltar lágrimas mientras escarbaba en las bolsas en donde le habían entregado su compra de ropa— Beom, ¿qué pasa? ¿Estás bien?

—¡No, no estoy bien! —le contestó sacando unos shorts negros junto a unas medias de malla negras.

TaeHyun tragó grueso mirando las prendas en las manos de su pareja.

—¡Me dieron unas bolsas que no eran las mías! ¡Me dieron esto! ¡Y esto! —dijo arrojando las prendas al suelo, sacó una hermosa camisa de encaje rojo, el otro volvió a tragar grueso.

Mente sana como una manzana, Tae, como una manzana. Pensó.

—¡Y también.. Oh, esto no está mal —dijo sacando algunos collarines negros, era un conjunto de seis, algunos con aros, corazones y demás.

¡Mente sana como una manzana, Kang TaeHyun!

¡Pero no me gusta! —dijo arrojándolo a sus espaldas. Siguió sacando cosas halagando algunas y asqueando otras.

—Calma, BeomBeom. Puedes ir a la tienda y reclamar, además, la chica que compró esto debe tener tu pedido igualmente —habló calmado metiendo sus manos en las bolsas, curioso por ver lo que tenían.

—La tienda no abrirá hasta el veintisiete, y en esa compra estaba mi ropa para navidad —lloriqueó dejándose caer en la cama de brazos abiertos. TaeHyun se sonrojó cuando notó la ropa interior femenina y dejó las bolsas de lado— Ven, calma a tu novio —pidió el pelinegro pidiendo un abrazo. TaeHyun se acostó a su lado y acarició su cabello con cariño, besando su mejilla minutos después.

El pelirrojo recordó algo cuando vio la hora. BeomGyu, que estaba a nada de quedarse dormido se levantó de sopetón mirando al pelirrojo buscar algo en los cajones.

TaeHyun volvió a la cama con un sobre amarillo en manos.

—¿Qué es eso? —preguntó recibiendo el sobre. TaeHyun se sentó tras él, rodeándolo con brazos y piernas, apoyando su mentón en su hombro.

—Dijiste que querías un hijo, ¿no? —habló tranquilo, sonrió cuando el pelinegro abrió el sobre y leyó el nombre.

—¿¡Kang TaePyung!? ¿¡Cómo le vas a poner así a nuestro hijo!? —preguntó el pelinegro alterado.

—¿Qué tiene de malo?

—¡He fantaseado con él desde hace mucho! —dijo avergonzado. TaeHyun carcajeó besando castamente su cuello.

—No tienes porqué fantasear, en el cajón está el antifaz, lo sabes —dijo mirando el reloj— Además el pequeño no atiende a un nombre en específico.

El timbre de la casa sonó. TaeHyun sonrió en grande.

—Ya llegó —BeomGyu más confundido no podía estar, la hoja no decía mínima información del "pequeño", no decía edad, ¡nada!.

Porque si, BeomGyu aveces llegaba a ser un poco inocente y pensaba que un niño se podía adoptar de un día para otro.

—¡Ven! —llamó el pelirrojo, BeomGyu bajó temeroso y algo desconfiado.

TaeHyun le robó un pequeño beso antes de abrir la puerta. El inocente BeomGyu esperaba ver a un niño, por eso su mirada se encontraba arriba en vez de abajo, en donde estaba el nuevo integrante.

El cachorro ladeó su cabeza luciendo un moño color rojo en su cuello.

—¡Cosita!~ —BeomGyu arrojó los papeles a sus espaldas y se lanzó encima del can, cargándolo y acariciándolo. El pequeño se dejó sin alguna objeción.

TaeHyun solo cerró la puerta anotando mentalmente escribirle en agradecimiento a la mujer que le había ayudado. Volteó y BeomGyu aún estaba mimando al perrito con una sonrisa.

—Ahí está nuestro hijo —dijo señalando al can. BeomGyu lo dejó en el suelo y se lanzó a sus brazos, besándolo muchas veces.

—¡Gracias, gracias, gracias! —rió de emoción bajando su mirada cuando un pequeño ladrido se hizo presente, BeomGyu chilló y volvió a tomar al perrito besando su coronilla y mimándolo todo lo que podía.

TaeHyun sonrió alzando su mano para acariciar al pequeño, pero este solo emitió un gruñido bajo hacia él, el pelirrojo frunció el ceño pero luego se relajó gozando de la imagen de su pareja mimando al pequeño.

Ya sería cuestión de tiempo para que el pequeño lo quisiera.

—¡Eres una bestia! ¡Desconsiderado! —TaeHyun estaba señalando al pequeño perrito con un dedo mientras sujetaba una de sus playeras arañada y mordida por el nuevo integrante de la familia.

El cachorro le gruñó.

—¡Yo te saqué de ahí! ¡Te doy amor y croquetas! ¿¡Y así me lo pagas!? —señaló su playera arruinada.

El pequeño empezó a ladrar.

—¡Ah no, no me subas la voz, cosa fea! ¡Tu...

—¡TaeHyun! —BeomGyu apareció con el ceño fruncido mirando con reproche a su pareja, se agachó y tomó al cachorro en manos recibiendo de inmediato lamidas— No le grites así, está chiquito.

El pelirrojo abrió su boca ofendido y mostró su prenda arruinada al pelinegro.

BeomGyu se dio la vuelta.

—Mi bebé solo estaba jugando, ¿verdad, cosita? —empezó a hablarle con voz melosa, TaeHyun rodó los ojos— Si, eres una cosita hermosa, tu solo estabas jugando. Si que si~

—¿Puedes venir a darme amor? —preguntó dejando su playera en el olvido.

—Ya vuelvo, ¿está bien? —dijo antes de irse a acostar al cachorro.

El canino había encontrado un gusto en el día que llevaba ahí a dormir cerca del árbol navideño, BeomGyu había hecho una cama improvisada con algunas prendas y almohadas que no usaban o necesitaban mientras esperaban la apertura de las tiendas para poder comprar todo lo necesario para el canino.

En cuanto BeomGyu entró a la habitación TaeHyun cerró la puerta a sus espaldas.

—¡Prestame atención! —dijo algo desesperado. BeomGyu solo asintió confundido, acercándose a él para acunar sus mejillas.

—Siempre te presto atención, Tae —lo besó castamente y le sonrió.

TaeHyun le correspondió la sonrisa.

Solo estaba exagerando. Pensó.

Solo había sido un día sin tener a BeomGyu pegado a él, no tenía porqué exagerar.

—Entonces... ¿Qué decías sobre Park TaePyung? —preguntó en un tono coqueto, el pelinegro rió abrazándolo por los hombros.

—Que fantaseaba con él.

—No puedo creer que tengas fantasías con otro hombre, Beom —dramatizó dando pequeños pasos a la cama.

—Puedo dejar de fantasear con él si lo vuelves realidad —dijo correspondiendo el beso lento. Los dos se sonrieron, cómplices, antes de retomar su besuqueo.

Un lloriqueo se escuchó del otro lado de la puerta.

Los dos se separaron.

—Dejalo ahí...—insitó TaeHyun bajando sus besos a su cuello, el pelinegro negó levantándose.

—Aún no cumple el año, Tae, está pequeño, necesita... Necesita compañía, calor —dijo con ojos brillantes— Y lo adoptamos para eso, no para dejarlo afuera y que nos escuche haciendo cosas de grandes —TaeHyun solo asintió y se separó abriendo la puerta, el pequeño estaba con las orejas abajo, lloriqueando.

El pelirrojo lo cargó esperando algún gruñido pero nada de eso pasó, el canino se dejó e incluso se restregó contra su mano. BeomGyu lo acarició e hizo un puchero por los continuos lloriqueos del cachorro.

La pareja se acostó, apagaron las luces y se acomodaron como siempre, TaeHyun abrazando al pelinegro por la espalda, pegando su pecho a la misma, solo que ahora las manos de BeomGyu se movían por el lomo del animal acurrucado lo más cerca posible de él.

—Tae... —llamó en un susurro, el pelirrojo hizo un sonido— Imbécil.

Imbécil, BeomBeom, Imbécil —besó la nuca del mencionado y cerró los ojos segundos después al igual que su pareja y el canino minutos después.

TaeHyun sintió una lamida en su mejilla, gruñó por eso. Sintió otra lamida y se quejó.

—Beom, deja de lamerme, no es gracioso... —dijo en medio de su somnolencia. Sintió un pequeño peso en su pecho y al fin abrió los ojos, su nariz chocó con la nariz del cachorro que volvió a lamerlo, esta vez en la barbilla— Buenos días, bestia —saludó pasando sus manos por el lomo del animal que se acostó de nuevo en su pecho buscando más caricias por parte del pelirrojo.

Tanto TaeHyun como el animal voltearon a ver a la puerta cuando captaron unos pasos apresurados.

—¡Feliz Navidad! —BeomGyu entró a la habitación con un sombrero rojo, característico de la fecha sonriendo en grande, como un niño.

El can ladró moviendo su colita por la presencia del pelinegro rió emocionado arrojándose a la cama. TaeHyun tomó asiento en la cama dejando al cachorro en su regazo.

No pudo decir nada porque ya los suaves labios del pelinegro estaban besando los suyos en pequeños besos.

—Hice el desayuno —TaeHyun adoró como el pelinegro se mordía el labio inferior y se movía de lado a lado, todo, producto de la emoción que sentía por la fecha. El perrito en su regazo ladró— ¡Ow! Para ti también hay desayuno, mi bebé~ —habló en tono mimoso y agudo, restregando su nariz con la del cachorro.

Mientras que BeomGyu mimaba el pequeño el pelirrojo aprovechó de estirarse e ir a asear sus dientes para el desayuno.

TaeHyun sonrió de puro amor viendo al pequeño lamer emocionado la cara del pelinegro mientras este sonreía y soltaba sonidos.

—¡Vamos, vamos! —dijo en cuanto vio a su pareja lista, el pelinegro le entregó al pequeño y se paró a sus espaldas, segundos después impulsándose para rodearlo de brazos y piernas, a caballito.

El pelirrojo carcajeó y empezó a bajar las escaleras con cuidado escuchando algunos lloriqueos del cachorro.

—¿Te da miedo las alturas, bestia? —preguntó haciendo cariños en el animal. Al terminar de bajar lo dejó en el suelo, logrando que su lloriqueo se calmaran— ¿Qué hizo de comer mi lindo novio? —se preguntó en voz alta cargando al pelinegro aún a sus espaldas.

—No es algo tan elaborado... —murmuró el pelinegro avergonzado repentinamente. De los desayunos siempre se encargaba TaeHyun, era su primera vez preparándolo y esperaba que al pelirrojo le gustase.

Al entrar a la cocina habían una pila de HotCakes en el centro de la mesa rodeados de jarabe de chocolate, miel de maple, crema batida y un tazón con fresas.

BeomGyu se bajó de su "caballo personal" y lo enfrentó con una media sonrisa.

—¿Te gusta? —preguntó estirando su mano a la encimera para tomar un gorro de navidad igual al suyo, se lo colocó con delicadeza.

—Me encanta —se sinceró besando la punta de su nariz. El cachorro estaba caminando por el alrededor de ellos buscando que alguno le prestara atención y le diera mimos, preferiblemente el de olor a talco de bebé.

BeomGyu, específicamente.

La pareja se sentó en la mesa y el pequeño apenas y se dio cuenta de su plato con comida canina cerca de ellos.

¡Él quería con ellos!

Y se los hizo saber tocando insistentemente la pierna del pelinegro con sus patitas.

—¿Quieres subir a la mesa, cosita? —el pelinegro hizo pucheros mientras rascaba su cabeza, TaeHyun hizo un espacio en la mesa en donde colocaron al can y luego, su plato de comida que comió más que feliz mientras era observado por la pareja.

—¿A qué sabe el chocolate, la miel de maple y la crema batida, juntos? —preguntó TaeHyun moviendo sus cejas de arriba a abajo.

—Estás loco —rió BeomGyu colocando los tres ingredientes en una cuchara que luego, acercó a la boca de su pareja.

TaeHyun saboreó la mezcla en su boca e hizo una mueca luego de tragar, el pelinegro lo miró expectante.

—Demasiado dulce, puaj —dijo tomando del café que estaba a su lado.

La pareja empezó a desayunar en silencio, entrelazando sus manos por encima de la mesa y mirando de vez en vez al cachorro que ya había terminado de comer y estaba sentado, esperando a que lo bajasen de allí.

—Necesita un nombre, Tae...—dijo tomando al pequeño en brazos para pegarlo a su pecho en un cálido abrazo, ya había terminado de comer y TaeHyun seguía comiendo, lanzando besos al perrito apoyó su cabeza en el hombro ajeno.

—Se llama bestia —contestó TaeHyun concentrado en su desayuno.

—¡No se llamará bestia! ¿Verdad que no, cosita? —el perrito bajó sus orejas haciendo al pelinegro tomarlo como una negación— ¿Qué te parece, Tete?

El can siguió con sus orejas abajo.

—Perro —aportó TaeHyun.

—¿Max?

—La cosa.

—¡Manchita!

—Bichito.

A todo eso el can seguía con la orejas gachas.

—¿Gi?

—Cosa que ladra.

—¡Gigi! —y al fin el cachorro ladró en aprobación lamiendo la mejilla del pelinegro que rió— ¡Ahora eres Gigi!

TaeHyun frunció el ceño.

—¿Qué clase de nombre es ese?

—Tu no hables, le querías poner Perro a mi pequeño Gigi —dijo levantándose para dejar al cachorro en el suelo y ayudar al pelirrojo a recoger los trastes ya vacíos.

Entre risas y pequeñas discusiones en donde TaeHyun defendía sus maravillosos nombres para el cachorro la pareja acabó de lavar los trastes utilizados.

—¿Por qué me vendas los ojos? —preguntó el pelinegro en medio de la sala dejándose obstruir la vista por una cinta negra.

—Ya verás —TaeHyun le robó un beso y desapareció. Todo quedó en silencio en la casa, BeomGyu mordió su labio inferior ansioso.

—¿Gigi? —llamó, no se escuchaban las patas del cachorro corretear por ahí y no estaba a su lado.

A los segundos escuchó el crujir de una bolsa, sonrió.

Regalo.

Ahora si, sintió las patitas del cachorro chocar con su pierna.

—Ya puedes quitar tu venda — BeomGyu quitó la venda de sus ojos con total delicadeza apretando los ojos para enfocar mejor y en cuanto lo hizo, divisó a su novio sonriendo mientras estaba sentado en posición de indio rodeado de dos bolsas grandes de regalo.

—¡Regalos! ¡Regalos! —chilló tal cual como niño pequeño y corrió hasta deslizarse con sus rodillas y llegar frente al pelirrojo— ¡Gracias, gracias! —dijo abrazándolo por los hombros mientras besaba su nariz y mejillas, por último sus labios. Antes de abrir sus regalos gateó hasta una esquina del árbol navideño y sacó una bolsa de regalo un poco más grande que las demás, emocionado se la dio al pelirrojo, besándolo antes de empezar a abrir sus regalos.

Lo primero que vio BeomGyu al abrir la bolsa de regalo fue una boina, carcajeó de emoción sacando la prenda y reemplazando su gorro de navidad con ella, siguió encontrando que bajón aquella boina había una caja de lentes solares, un set de seis.

Estos no eran como los lentes normales que estamos acostumbrados a ver, los cristales eran en forma de un trozo de sandía y venían degradados en varios colores.

—Tae... Tu dijiste que no te gustaban...—habló sacando con total delicadeza la caja de accesorios, TaeHyun rió acomodando su boina con cariño, el pelirrojo aún no había abierto su regalo quedándose totalmente hipnotizado con las expresiones que hacía su novio.

—Pero a ti si te gustan y el regalo es para ti, no para mi —dijo haciendo un movimiento con su mano pareciendo emocionado con lo que vendría esta vez.

BeomGyu contuvo sus ganas de besarlo y siguió explorando en la bolsa de regalo, hizo un sonido de emoción cuanto miró las numerosas golosinas de otros países. Hace meses el pelinegro había expresado su curiosidad por probar golosinas de otro país, y ahí estaba, con numerosas en manos.

Leyó cada uno de los envoltorios haciendo señas como si estuviera dictando una clase al pelirrojo que sonrió apoyando su mejilla en su mentón.

—Hey, ¿por qué no has abierto el tuyo? —preguntó estirando su mano a la otra bolsa que le sorprendió por el peso que tenía.

—Esperaré a que abras los tuyos —contestó acariciando al pequeño Gigi que olía todo lo que sacaba el pelinegro, curioso.

BeomGyu no pudo decir nada más en cuanto abrió la bolsa de regalo, una foto de TaeHyun sosteniendo una rosa lo recibió, la sacó con una sonrisa.

—Tienes que leer lo que está atrás —indicó el pelirrojo emocionado por aquel obsequio.

El pelinegro volteó la foto y leyó:

Feliz navidad, mi amor ♥

Sacó la siguiente que era del pelirrojo ahora haciendo una mueca de confusión, rió volteando la foto:

Te preguntarás, ¿qué es todo esto?

La dejó de lado y sacó la siguiente, esta vez el pelirrojo salía haciendo un corazón con las manos mientras guiñaba un ojo.

Y te traigo una propuesta.

Rió nervioso y sacó la última foto, TaeHyun salía en aquel traje negro que usó para el baile de máscaras sonriendo tímidamente. Volteó la foto y leyó.

¿Quisieras comprometerte conmigo?

Desvió su vista al notar otra foto pequeña abajo del escrito, ahí estaba Park TaePyung con una hermosa sonrisa y el cabello rosa posando de igual manera.

¿Y conmigo?

Decía abajo de la foto del enmascarado.

Carcajeó y asintió con ojos brillosos, ahora si no pudiendo contenerse de lanzarse a los labios ajenos.

—Si quiero, Tae... Y TaePyung —los dos rieron y luego de un par de besos más BeomGyu siguió escarbando— ¡Los anillos! —chilló sacando la caja que contenía dos alianzas, plateadas con una hilera color rojo enredándose en ella. Con ternura el pelinegro se colocó el anillo en su dedo anular y luego en la del pelirrojo, dejando un beso en su dorso.

—Viene lo mejor, anda —animó el pelirrojo.

—Nada es mejor que... ¡Oh por Dios! ¡Esto es lo mejor! —gritó de emoción haciendo carcajear al pelirrojo— ¡Tae mira! ¡Mira! ¡Mira! —dijo mostrando la caja de zapatos al otro.

—Lo sé, BeomBeom. Yo los compré —dijo aún riendo. El pelinegro abrió la caja y casi llora de emoción al ver aquellos botines de última edición.

Les cuento porqué la emoción de los zapatos. Meses atrás salió una nueva edición led en botines de distintas marcas y BeomGyu, como buen amante de la ropa y zapatos que es, quería unos.

Casi llora cuando no llegó a tiempo para la pre-venta y, si lloró cuando un tal "Taeil" compró el último par en existencia en toda Corea.

TaeHyun no es un buen creador de nombres, como se dan cuenta.

—¡Gracias! —abrazó la caja y procedió a colocárselos, se levantó y sonrió, empezando a hacer una pequeña pasarela por la casa siendo seguido por Gigi— ¡Mirame, Tae! ¡Están brillando! —dijo saltando frente al pelirrojo que sonrió mirando las luces led de las suelas.

—Te quedan preciosos —halagó. BeomGyu de repente se detuvo y lo miró.

—¿Cómo los conseguiste? Un tal Taeil los...—dejó las palabras en el aire y rió volviendo a su puesto anterior— Tienes múltiple personalidad, Tae.

—Por ti, me creo treinta personalidades —dijo lanzándolo un beso antes de proceder a abrir su regalo. La dejó en sus piernas y miró el interior, sus ojos captando un cuadro con múltiples fotos de ellos, en el parque, en algún lugar de comida rápida, una que otra foto de cuando estaban aburridos, había miles de fotos.

¡Incluso en la que estaban besándose!

—Beom... Esto es muy lindo —dijo pasando sus dedos por el vidrio, el pelinegro dejó un beso en su mejilla.

—Sigue, sigue —incitó quitándole el cuadro para dejarlo de lado. TaeHyun metió sus manos en la bolsa y sacó una pequeña caja completamente negra que arriba decía "Cupones".

Pensando que serían cupones de comida lo abrió, listo para hacer una broma sobre pollo gratis por un mes, pero no, eran cupones hechos a mano por el pelinegro, de diferentes colores, fecha de caducidad y cuantas veces podías usarlo.

—¿Por qué este tiene un infinito? —preguntó sacando el cupo de besos. El pelinegro rió besándolo.

—Porque nunca voy a dejar de besarte, es obvio, Tae.

—Eso me gusta, es muy lindo que hayas... —se quedó de piedra en cuanto sus ojos divisaron una prenda en específico, o bueno, dos prendas en realidad.

Las sacó y las detalló, las dos eran exactamente iguales, dos playeras de color celeste que tenían un corazón estampado en el lado izquierdo.

—¿Recuerdas cuando me dijiste que querías ropa de pareja? —preguntó apoyando su mentón en su hombro.

—Pensé que no me escuchabas porque estabas molesto —contestó aún atónito.

—Así esté molesto no dejaré de escucharte.

Se vieron y se sonrieron perdiéndose en la galaxia de los orbes ajenos, nuevamente sus labios se probaron en una suave danza, estaban en esa gran casa, los dos junto al nuevo integrante oliendo y trepando por sus piernas usándolas como juego.

¿No se sentían solos ellos dos en aquella inmensa casa? Porque en esa época las personas eran abundantes en las viviendas, era una época familiar.

Y BeomGyu ya estaba con su familia.

TaeHyun era su familia, su hogar, TaeHyun lo era todo para él.

Y el pelirrojo muchas navidades había pasado con su familia imaginando, o más bien alucinando por lo imposible que era pasar una navidad junto a su mejor amigo y enamorado. Y ahora que lo tenía a su lado, hablándole sobre los botines que le regaló como todo un experto, no podía despegar sus ojos de BeomGyu.

No veían la necesidad de ir a una fiesta o reunión, por muy egoísta que sonase, ellos querían formar sus recuerdos en donde solo ellos dos fuesen los protagonistas.

Solo ellos dos.

¡Waf, waf!

Y el pequeño Gigi.

Ellos dos y el pequeño Gigi.

Juntos como una familia.




















Si que me extendí con este extra, espero les haya gustado y hayan disfrutado de la navidad del TaeGyu

Por cierto, con este extra oficialmente se acaba El Baile de Máscaras, en unos minutos subo los agradecimientos y algunas curiosidades 7u7

PD: Los errores empezarán a ser corregidos en cuanto termine con los agradecimientos.

¡Nos vemos! ♥

The_Dark_Diamond

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