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—¡Galletita!

La bolita rubia salió disparada en cuanto Junghyun entró a la casa y se le pegó como si fuese una pegatina.

El alfa sonrió de felicidad cuando su Omega lo recibió tan eufórico. Lo apretó contra su cuerpo sin ser tan rudo.

—¡Mi Algodoncito de Azúcar!

Le dio un par de giros que hicieron sonreír a Jimin.

—Minnie listo para ir a cine con Galletita. —Dijo en cuanto Junghyun lo bajó.

Sonrió, mirando a Jungkook quien había salido también a ver.

—Bien, bebé, ve a ponerte tu abrigo yo espero aquí. —Jimin salió corriendo escaleras arriba para hacer lo que su Alfa le pedía.

Junghyun volvió a sonreír sentándose a esperarlo.

—Está emocionado —Habló Jungkook sentándose también.

—¿Y cómo no? Es la primera vez que irá al cine. ¿Tú, cómo estás? Tu celo acabó, ¿cierto?

—Estoy mejor con la compañía de Minnie, de verdad es muy curativa.

El sonido de los pasos rápidos del omega los hizo voltear, Jimin bajaba con su abrigo puesto. Cuando llegó a donde ellos se encontraban, se paró con sus manos detrás de su espalda y sus piecitos balanceándose sobre sus puntas.

—Eres un omega mimoso, Minnie. —Junghyun alargó su mano para hacerlo sentar en sus piernas y luego darle un beso tierno—. Vamos, bebé, despídete de Kook y vamos a nuestra cita

—¡Sí, cita con galletita! —Jimin brincó hacia Jungkook y le dejó un piquito antes de volver a los brazos de Junghyun.

Después de considerar no asesinar a Mingseon por dejar a Jimin ver en la TV películas románticas, los Alfas se dieron cuenta de que esa era la mejor manera de que fuese aprendiendo cómo era el amor entre una pareja, en su caso un trío. Y Jimin les preguntaba a sus alfitas las inquietudes que se le venían a la mente mientras veían algo y ellos le explicaban. Había visto varias películas con Jimin y ahí había aprendido que las personas que se gustan tienen citas románticas.

Junghyun se llevó a su omeguita de la mano y le ayudó a subir al automóvil, había pasado la noche y el día completo con Jungkook así que los alfas decidieron que era justo que Junghyun también pasará más tiempo con Jimin.

—A ver, bebé, te pongo el cinturón. —Junghyun se inclinó hacia él y le ayudó a colocar el cinturón de seguridad, después de eso Jimin atrapó a su Alfa de las mejillas y le dio un beso lindo e inocente que de a poco el Alfa fue volviendo más intenso.

El omega abrió su boca receptivo a aquella lengua que le gustaba sentir en su boca, en su cuello y en sus labios. Junghyun mordió un poquito el labio inferior de Jimin y él soltó un jadeo bajito.

—Será mejor que nos demos prisa, Amorcito, si no ya no querré separarme de ti. —Habló cortando el beso. Jimin hizo un puchero, él quería más besito cosquilloso de su Alfa.

—Minnie quiere más besitos. —Murmuró abultando sus labios.

Junghyun soltó una pequeña risita, lo haría, pero había prometido una cita en el cine.

—Te prometo que al volver te daré más besitos cosquillosos.

Arrancó el motor del auto y comenzó a manejar hacia la calle, la noche era bastante fresca y Junghyun no recordaba la última vez que había tenido una cita con alguien. Él no solia tener citas, él solía tener sexo de una noche y ya.

Cuando su hermano y él hablaron de no buscar a su Omega, Jungkook comenzó a salir con su ex, también pensó en hacer lo mismo, pero no le veía sentido a comprometerse con alguien así que, por ello, no buscaba relaciones serias. Definitivamente, Jimin vino a ponerles sus vidas de cabeza, pero amaban eso.

Sonreía mientras veía como su dulce Omeguita bailaba con la música que se reproducía en la radio.

Jimin era todo en su vida, antes tenía miedo de conocer a ese omega especial que debía compartir con su hermano y por lo general él era un tipo fuerte que no tenía miedo de nada ni de nadie, ahora su miedo más grande era perder a su lindo omega. Por eso debía cuidarlo mucho.

Rápido llegaron al centro comercial donde estaban los Cines, Jimin iba muy emocionado mirando para todos lados.

—¿Quieres palomitas, bonito? —Preguntó antes de pedir los boletos para entrar a la película.

—Sí, por favor, Alfita, Minnie quiere.

Tomándolo de la mano, Junghyun lo llevó hasta la dulcería y se pusieron justo frente a las palomitas. Una Omega bastante sonriente llegó a atender.

—Hola, bienvenidos, ¿llevarán palomitas? —Preguntó, mirando al Alfa quizá un poco más de lo que debería. Se sonrojó cuando Junghyun le sonrió mientras pedía.

Jimin miraba a la omega ponerse nerviosa y tratando de coquetear con su Alfa y sintió algo feo en la pancita, los celos eran cosa nueva para él, pero entendía que significaban: Debía cuidar a sus Alfas de otros Omegas, tomó a Junghyun de la mano y frotó su cabeza en su hombro, liberando su aroma para marcarlo.

Al parecer la omega se dio cuenta y entendió la indirecta de Jimin porque ya no le sonrió más a Junghyun ni nada.

Cuando iban para adentro con sus palomitas, sus bebidas y chocolates para Jimin iba con una gran sonrisa traviesa, era como haber hecho una travesura.

—Minnie, eres un niño travieso. —Dijo Junghyun, quién por supuesto que había notado todo aquello—. Omega sonreír mucho a Alfita, eso no gusta. Alfita Hyunnie solo de Minnie.

Junghyun sonrió con suficiencia por el hecho de que su pequeño omega lo cuidaba de otros Omegas,

—Amorcito bonito, yo solo tengo ojos para verte a ti, yo solo te amo a ti, a nadie más y por mí pueden sonreírme miles de Omegas, pero la única sonrisa que voy a admirar siempre es la tuya.

Junghyun apretó sus cachetitos y lo besó.

—Minnie solo ama a Alfitas también, Minnie ama mucho a Galletita. —Contestó, sonriéndole dulcemente a su Alfa.

—Lo sé, bebé, aun así amo que me marques con tu aroma a cerezas y algodón de azúcar.

Jimin volvió a sonreír mientras se acomodaban para ver la película, recostó su cabeza en el hombro de Junghyun, quedó muy cómodo mientras el Alfa no dejaba de acariciar sus manos.

La noche era perfecta, la película era perfecta y Jimin sin duda era perfecto. Y sin duda sería mucho mejor aún cuando el bello omega lleve la marca de sus Dos alfas, la marca real.

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