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Acababan de llegar a la Empresa, Jimin, como siempre de la mano de sus dos Alfas, caminando orgullosamente a su lado. Entretenido jugando con los botones del ascensor que abría y cerraba sus puertas mientras los dos Alfas se quedaban parados hablando con Jackson.

—Por favor, envíanos ese reporte, Jackson, y asegúrate de que el sistema de seguridad nuevo funcione a la perfección.

—Por supuesto, Junghyun, iré ahora mismo a verificar todo personalmente. 

Los alfas asintieron y siguieron su camino hasta detenerse frente al escritorio de su asistente, donde Solar metía todas sus cosas en una caja. Su pancita estaba más pronunciada.

—¡Ahh, hola, Jungkook y Junghyun, estaba terminando de guardar mis cosas! —La mujer señaló su caja—. Hola, Minnie, ¿cómo estás?

El omega saludó con una mano y rápido se acercó a Solar, se agachó a la altura de su estómago.

—Hola, cachorrito. ¿Cómo estar ahí adentro?

Solar sonrió, acariciando su estómago de ya seis meses.

—Ah, lo siento muchísimo, no quería irme hasta que mi tiempo de dar a luz se acercara, pero el doctor dijo que necesitaba reposo absoluto. Ha sido un bebé muy latoso. —Añadió.

—Bebé latoso, pero bonito. —Dijo Jimin, sobando la pancita de Solar.

—Sí, Minnie, latoso, pero lindo.

—Solar no te apures, ahora mismo está llegando la persona que ocupará tu puesto en lo que regresas. —Habló Jungkook, él no estaba muy de acuerdo en que IU cubriera a Solar, nunca le agrado ella como persona, pero Solar la había recomendado mucho.

—Saben como es IU, ella misma se ofreció cuando le comenté, estaba tan entusiasmada con la idea. —Solar tomó su teléfono—. Cuida muy bien de tus Alfas Minnie y ustedes de mi lindo omega, por favor; Minnie si te hacen algo me das la queja.

El rubiecito asintió sonriendo, con una mano se despidió cuando entraron a su oficina.

Junghyun hizo también un gesto con la mano, había muchos papeles que arreglar y ordenar, iban a adelantar en lo que llegaba IU.

—Minnie precioso, puedes acostarte en el sofá si quieres y ahí —Dijo Jungkook, señalando el estante—. Hay muchos libros por si quieres leer algo.

El omega asintió yendo directamente hasta el estante y buscando algo que lo entretuviera.

—¿Minnie puede comer Galletitas? —Preguntó sentándose cómodamente en el sofá.

—Sí, bebé, pero no muchas, iremos a comer algo después. —Anunció Junghyun, saliendo de su oficina—. Creo que ya vino la otra asistente, iré a ver.

Jungkook asintió apenas levantando la vista del computador, mientras que Jimin leía en el sofá.

.  . • ☆ . ° .• °:. *₊

—¿Qué haces aquí? —Pregunto Suran al ver a su amiga y excompañera de Universidad entrando en el edificio.

La morena pelinegra sonrió, acomodando su cabello delicadamente.

—¿No es obvio que a trabajar? —Respondió siendo obvia.

—¿Tú trabajar? Por favor, IU, a mí no me engañas, sé que algo tramas. Solo una cosa te diré, no hagas nada de lo que te vayas a arrepentir después.

—¡Por favor! ¿Por quién me tomas Suran? Solo vine porque Solar me comentó su estado delicado de embarazo y me ofrecí como buena amiga que soy, nada más. —Apretó el botón del ascensor en el número 5 donde estaba la oficina de los Alfas Jeon—. Mejor dicho, ¿tú que haces aquí?

Suran estaba algo molesta, pues conocía muy bien a su amiga. IU, Solar, Nayeon y ella habían estudiado en la Universidad junto a los Jeon, Namjoon y Hoseok, habían sido un grupito muy unido toda la vida hasta que IU heredó una fortuna y cambió su forma de ser, pero aun así ellos la seguían aceptando.

Cuando se graduaron, Solar trabajó en la empresa que los Jeon construyeron, Namjoon ocupó un puesto en la empresa de su padre (Una Empresa de Seguridad expertos en vigilancia y rastreo), Hoseok se mudó al extranjero con Nayeon. Solo Suran, que se había comprometido con Jungkook, se quedó a su lado mientras trabajaba por aparte.

—Solar me pidió que viniera por ella ¿Para qué más vendría?

—Mmm no lo sé. ¿Jeon Jungkook tal vez? —IU sonrió con burla.

—Mi compromiso y mi matrimonio con Jungkook se terminó por las buenas, IU, no le guardo rencor y no vine a buscarlo. Antes de ser novios y prometidos éramosnamigos y eso no va a cambiar. —Explicó ella con molestia en su voz. No le gustaba que se metieran en su vida.

—Eso ni tú te lo crees, pero en fin... Yo vine a trabajar.

Las puertas del ascensor se abrieron en el piso cinco, a lo lejos ambas omegas vieron el puesto de trabajo de Solar, quien estaba sentada, esperando a su amiga.

—Hola, Suran, gracias por venir por mí. Oh, hola, IU, que suerte que se hayan topado en el ascensor. —Sonrió—. Avisaré que ya estás aquí, IU.

Solar tomó el teléfono y marcó un número que de inmediato fue contestado por Junghyun.

—Junghyun, ya vino IU.

—Sí, en un momento.

—Listo. Bien, ahora viene Junghyun, mientras te explico todo lo que debes hacer. —IU sonrió, esta era su oportunidad perfecta para poder conquistar a esos dos Alfas de los cuales siempre estuvo enamorada, no importaba si ya tenían a un omega. Ella no se rendía fácil, mucho menos ahora que Suran ya no estaba de por medio.

La puerta de la oficina se abrió y Junghyun apareció con su andar descuidado y su típica sonrisa de lado.

—Hola, Suran, hola, IU, bienvenida. —Dejó sobre el escritorio un montón de carpetas azules.

—Hola, Junghyun, qué gusto verte ¿Cómo está Jungkook? —Preguntó Suran, tomando la caja de Solar con sus cosas.

—Está muy bien, Suran, gracias por preguntar. Puedes entrar, está adentro con Minnie por si lo quieres saludar. —IU arrugó la nariz, el omega de verdad estaba adentro, pues Junghyun olía a cerezas.

—Oh, no, no quiero incomodar, solo vine por Solar y ya nos vamos.

Las dos Omegas se despidieron del Alfa y se fueron por el ascensor, mientras que IU se acomodaba en el lugar de Solar. 

—Estas de aquí son las que debes archivar por ahora en orden alfabético. Ah, y, IU ,bienvenida de nuevo.

La Omega sonrió acercándose a Junghyun de manera maliciosa. Un sutil roce de su mano que le impregnó un poco su aroma de coco. 

—Por supuesto, Junghyun, déjamelo a mí.

Tomó las carpetas y el alfa volvió a entrar en la oficina.

.  . • ☆ . ° .• °:. *₊

—¿Y este de aquí? —Preguntaba Jimin, mostrando el libro a Jungkook.

—Mmm no, bebé, tampoco es real, la foto es falsa o así dicen allá en Escocia. El monstruo del Lago Ness es falso.

Jimin hizo un puchero, por un momento se había ilusionado, ya hasta les iba a decir a sus Alfas que lo Ilevaran al lago Ness.

La puerta se abrió y por ella volvió a entrar Junghyun, quien sonrió al ver a Jimin sobre el regazo de Jungkook.

Jungkook, por su parte, arrugó la nariz, ese extraño olor característico de IU que odiaba estaba en Junghyun. Debía acostumbrarse a eso.

Pero no solo Jungkook notó el sutil aroma, Jimin también porque se levantó del regazo de Jungkook y se acercó a Junghyun con su carita llena de duda. Lo olió y cruzó sus brazos molesto. No le gustaba ese olor en su Alfita.

Iba a ponerse a hacer berrinche cuando tocaron a la puerta.

—Adelante. —Habló Jungkook, mirando a la puerta.

Una mujer muy elegante, de larga melena negra, brillante y sonrisa perfecta, apareció. Ella olía a ese aroma de coco que su Alfita tenía en su ropa. Jimin se molestó mucho más por eso.

—Hola, Jungkook, querido. —El alfa solamente asintió y volvió su vista al libro en sus manos.

—Minnie, ella es IU, es nuestra nueva asistente. —Presentó Junghyun a su Omega, quien tenía su carita contraída, no le gustaba ese aroma, no le gustaba ella, y no le gustaba que llenara a su Alfa de sus feromonas.

—¿Y Solar Noona? —Preguntó sin prestarle atención a IU.

—Ya se fue, bebé, IU está en su lugar.

Jimin miró a la omega, quien sonreía, y de inmediato supo que ella era una amenaza, así que dejó salir con fuerza sus feromonas para marcar su territorio. La oficina se llenó de feromonas de Jimin.

—En fin, mucho gusto, Junghyun, aquí están ya listas. ¿Tienes más?

Junghyun le entregó otro grupo de carpetas y Ul salió de la oficina junto a él.

Jungkook sintió el fuerte aroma a Algodón de azúcar y cerezas de Jimin con una mezcla ácida, eso significaba que su bebé estaba molesto.

—Minnie, IU solo es una amiga. —Trató de calmarlo.

—¡Eso a Minnie no le gusta, A Minnie no le gusta esa omega tonta!

—¿Por qué no? ¿Te hizo algo malo, bebé?

—Sí, esa omega quiere a mis alfitas, mis alfitas son solo míos.

—Tranquilo, Minnie, no llores, ¿Quieres Galletas?

-¡No!

El omega se sentó en el sillón y se cruzó de brazos, estaba seguro de que esa omega le quería robar a sus Alfas, lo presentía.

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